Por Paul Battistón.-
El pasado se regala en una analogía calamitosa. Como si fuera una poesía cuya rima no está separada por versos sino por tiempo. Nuevamente la figura de la representación diplomática norteamericana pretende ser investida de oposición.
La mayor mentira del siglo que nos desvió hacia el colapso, el más sencillamente oportuno marketing (todo marketing es tendencioso), Braden o Perón es rescatado del pasado (lo de pasado es inevitable) para un supuesto movimiento que parece nunca haberse movido de 1945 en su agitación de resultante siempre estanca.
¿Hay dudas que el gobierno ha decidido que nuestro alineamiento sea con occidente, con EEUU a la cabeza de esa occidentalidad, con el capitalismo, con la libertad de mercado y por ahora aunque incompleto con la libertad en sí misma? Pues no… no hay vestigio de ocultamiento. Tampoco hay dudas de cuál fue el alineamiento pretendido por el anterior gobierno. Podríamos ponerlo en forma de marketing tendencioso o poesía del tiempo y decir que fue este alineamiento el que rimó con el logro de una miseria sustentable originada en el control, la regulación y el encierro (cepos, aislamientos). Nada que no suene en consonancia con el peronismo pasado (ese que siempre es traído al presente) y su forma obtusa de entender la economía e infantil de suponer en el mercado un constante enemigo.
Se podría concluir de estas analogías distanciadas el carácter mitológico de asignarle al peronismo una orientación de derecha. Quizás por su origen uniformado o por tener al frente a esa izquierda light llamada radicalismo se le observó como movimiento de derecha aun haciendo todo lo que la izquierda hace, control, regulación y cuando no alcanza opresión. Ni yanquis ni marxistas sentenció “mi general” y quizás tenía razón, no eran yanquis ni marxistas, sólo aspirantes a comunistas que nunca llegaron a la etapa de nacionalización de la propiedad privada y el cierre físico de las fronteras.
La rima de hechos fue toda una melodía para la señora balconera que no tardó en resucitar la fantasmagoría de ese pasado del que pescan anhelos de certeza forzada.
Mucha agua pasó bajo el puente pero en especial pasó la marea Milei con la diametralidad económica narrada con el énfasis, los gritos y los insultos propios para acabar con el sopor del acostumbramiento y la aceptación de la imposibilidad como inevitable.
Hoy Peter Lamelas no es el engañoso supuesto voto para crear la polarización falsa que los cultores del 45 esperan. Lamelas es un nacido en Cuba sin vueltas ni escondrijos en sus orígenes ni objetivos asignados, eliminar el socialismo como posibilidad razonable para América Latina (nada es imposible pero no todo es fácilmente posible).
29/07/2025 a las 10:44 AM
Habrá que culpar a los kirchos el haber abierto el closet de donde salieron todos, hasta los cipayos desembozados. Así que a esperar la marcha del orgullo cipayo, que seguramente se realizara el 4 de julio; o el 22 de octubre. Naturalmente la vice no estaría invitada; al parecer no pertenece a ese cuerpo, de tan distinguidos servicios al imperio.