Por Claudio Izaguirre.-

Hace algunas semanas recibimos la noticia de que Argentina estaría pronta a comprar 15 MiG 29 a Rusia, pero parece que el gobierno de Macri se arrepintió, ahora amenazan con comprar los TC 6 Texan, pero ya no les creo.

Mientras estas cuestiones siguen en etapas deliberativas, los narcotraficantes siguen ingresando a la República Argentina como si fuera el living de su casa, inundando la Nación de todo tipo de drogas, armas e indocumentados.

La ventaja de los MiG 29 es que la adquisición comprendía todas las secciones para la utilización de la aeronave, en cambio los TC 6 Texan norteamericanos, tiene el inconveniente que, si bien el aparato pasa a ser patrimonio nacional, el Software no es libre, sino que sigue siendo propiedad del vendedor que los alquila por cifras siderales manteniendo un monumental egreso anual innecesario.

Por otra parte, FAdeA (Fabrica Argentina de Aviones) está sin actividad, lo que extingue la posibilidad de contar con la fabricación de los aviones argentinos Pampa en un futuro inmediato. La línea de fabricación esta hoy inactiva, mostrando llenos de polvo y mugre 20 esqueletos de aviones Pampa. FAdeA hoy se dedica a arreglar cinco Hércules C 130 con una pachorra descomunal, mientras el narcotráfico mantiene la misma frecuencia laboral que durante los últimos años donde se les otorgaba libre acceso.

El narcotráfico internacional cuenta con infinidad de aviones Cessna y más de 1500 pistas propias, a las que denominamos clandestinas en la franja norte de Argentina, nosotros como Nación sólo nos dedicamos a mirar como entran, transitan nuestro cielo y vuelven a sus madrigueras sin posibilidad de frenarlos. Eso sí, tenemos un Decreto Ley de Derribo, pero con gomeras y piedras no alcanzamos a frenar el ingreso de los mercaderes de la muerte a nuestro amado país.

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