Por Luis Alejandro Rizzi.-

Art. 101: El jefe de gabinete de ministros debe concurrir al Congreso al menos una vez por mes, alternativamente a cada una de sus Cámaras, para informar de la marcha del gobierno, sin perjuicio de lo dispuesto en el Artículo 71.

Art 71: Cada una de las Cámaras puede hacer venir a su sala a los ministros del Poder Ejecutivo para recibir las explicaciones e informes que estime convenientes.

Transcribí estos dos artículos de la Constitución Nacional que regulan la relación política entre el Jefe de Gabinete de Ministros y el Poder Legislativo.

En la práctica, esta función se ha desvirtuado, ya que cuando se anuncia la concurrencia del jefe de gabinete de ministros, la cámara respectiva remite preguntas que superan el millar, sin perjuicio de otras que se formulan en plena sesión, que son imposibles de responder en el momento.

El funcionario de marras es quien debe informar al congreso sobre “la marcha del gobierno” y luego se debe producir el respectivo debate, en la misma sesión o en otra posterior donde la cámara podrá hacer uso del derecho que le acuerda el artículo 71.

En la sesión especial del pasado 27 de agosto, el diputado Miguel Ángel Pichetto, en su breve y concreta intervención, dio una lección parlamentaria sobre el sentido de la disposición constitucional.

Hizo una apreciación crítica sobre la “marcha del gobierno”, en especial al rumbo económico impuesto al país.

Hizo especial hincapié en casos concretos, que exigen esfuerzos extremos por parte del gobierno para lograr soluciones dignas.

Se refirió a los aranceles al acero y al aluminio impuestos por el gobierno de Donald Trump a las importaciones que afectan a las exportaciones de empresas argentinas y que amenaza fuentes de trabajo, denunció suspensiones y posibles despidos.

Luego se refirió a la irrestricta apertura de importaciones que pueden circunstancialmente favorecer al consumidor, pero que con el correr del tiempo afectarán a la producción y generarán desempleo, llegando al extremo de que en un futuro inmediato no habrá consumidores, ni para las ofertas de “todo por dos pesos”.

Me parece oportuna una observación. En el país tenemos seis millones de empleo privado; países con similar población, como España o Corea del Sur, tienen 19 y 25 millones de empleo privado.

Pichetto hizo referencia a otro error del gobierno, el de creer que con el orden de las cuentas públicas y control del gasto es suficiente.

Otro dato, Chile con una presión fiscal del 22%, recauda el 22% y la Argentina, con una presión fiscal del 40%, sólo recauda el 22%.

Estos datos los suministró Martín Rappallini, presidente de la Unión Industrial, en el Rotary Club.

Criticó el diputado Pichetto al ministro de Relaciones exteriores, “que no habla” (textual) y al presidente, que adhiere sin límite a la política de los EEUU.

Se refirió a la política de sostener un tipo de cambio bajo para controlar la inflación hasta las elecciones y luego ajustar, sistema que siempre terminó mal y mientras tanto se funde un montón de empresas, en especial pymes.

Hizo referencia a la “degradación” institucional”, dando como ejemplo a los ministros que no concurren a invitaciones de las comisiones legislativas, ni tienen el decoro de justificar su inasistencia.

Finalmente reclamó por una etapa de gestión institucional y “nivel de diálogo” con respeto al congreso y a las instituciones de la república, refiriéndose a la agresión permanente del presidente al congreso “…que ha deteriorado el resultado de la sanción de leyes” que eran importantes para su gestión.

El diputado Pichetto, por su larga experiencia parlamentaria, describió el objetivo y sentido del artículo 101 de la Constitución.

La sesión no se puede convertir en una maratón de preguntas y respuestas al estilo de “Odol pregunta…” que les dio fama a algunos de sus participantes ganadores.

No es el caso, las preguntas y las respuestas no le interesan a nadie, eso no es política, ni politiquería.

Lo último y no menos importante, Ignacio Zuleta ayer dio una charla sobre la política argentina y dijo al pasar que Milei debió nombrar a Mauricio Macri como su jefe de gabinete de ministros, a Juan Carlos Romero, ministro del interior, y a Ricardo López Murphy, ministro de economía.

Cualquiera fuere el resultado de las elecciones del 26 de octubre, Milei deberá recomponer su gobierno. Ya tiene tres nombres, con la salvedad de que Macri ya no podría ser; la alternativa, Pichetto o Juan Schiaretti.

ADVERTENCIA 1. La cosa no pasa ni por el “entrañable Pucho” y ni el “Colo” Santilli.

ADVERTE NCIA 2. Milei debe unir al peronismo mileísta y al peronismo no mileísta.

El peronismo es el 44% del electorado y Milei un 29%; hacen un total del 73%; salvo la izquierda, un 5%, el resto pensamos lo mismo, incluida Cristina, según su documento de febrero del 2024. Es cuestión de hilvanarlo.

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