Por Guillermo Cherashny.-

Pese a la difícil situación económica que recibió este gobierno -y que la agravó profundizando el cepo y manteniendo la inflación en los niveles del 50% anual que le dejó el gobierno de Macri-, el Frente de Todos está ganado en la provincia de Buenos Aires por entre 4 y el 6% de los votos, muy cerca del 40%, lejos del 54% que obtuvo Sergio Massa encabezando la lista de diputados en el 2019.

Juntos -la nueva denominación de Cambiemos- tiene una interna en las PASO donde Diego Santilli se impondrá a Facundo Manes y bajará unos puntos del 38% que obtuvo Cristian Ritondo encabezando la lista de legisladores nacionales y mucho más del 41% que obtuvo Graciela Ocaña en el 2017.

Espert, que hizo una pobre elección como candidato a presidente en 2019, está en condiciones de obtener un 10% de los votos que se fugarán del ex Cambiemos, y es posible que Florencio Randazzo aumente algunos puntos el 5% que sacó en el 2017.

La fuerza de la unidad en la coalición que integran Cristina y Máximo Kirchner, más Sergio Massa y su Frente Renovador, además de La Cámpora, pareciera estar a salvo de una dura pandemia y de una inestabilidad económica que arrancó en abril 2018, cuando gobernaba Mauricio Macri, y que aún no terminó.

A nivel nacional es probable que el gobierno y Juntos estén parejos, porque la coalición opositora ganará en Mendoza, Córdoba y CABA por amplio margen y también en Santa Fe y Entre Ríos, pero por poco porcentaje. Pero esos triunfos en el centro del país emparejarán con el triunfo peronista de la provincia de Buenos Aires.

Así las cosas, el oficialismo perderá 3 o 4 senadores y ganará 3 o 4 diputados, sin alcanzar la mayoría que necesita para sancionar las leyes en la Cámara de Diputados de la Nación.

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