Por Hernán Andrés Kruse.-
El 23 de junio se cumplió el centésimo décimo tercer aniversario del nacimiento de un destacado matemático, lógico, informático teórico y filósofo británico. Alan Turing nació en Paddington, Londres, el 23 de junio de 1912. Entre 1922 y 1926 estudió en la Preparatoria Hazelhurst. Con sólo 13 años (año 1026) ingresó en el internado de Sherborne (Dorset). En dicha escuela ganó la mayoría de los premios matemáticos que se otorgaban. Al mismo tiempo, realizaba por su cuenta experimentos químicos, lo que le valió la reprobación del profesorado, poco proclive a convalidar su independencia. Durante las clases de matemática y física, se enamoró de su compañero Christopher Morcom. Su fallecimiento repercutió profundamente en Turing, quien reemplazó su fe religiosa por un profundo ateísmo. Luego de graduarse en King’s College (Universidad de Cambridge), se trasladó a la universidad estadounidense de Princeton, donde trabajó con el lógico Alonzo Church. En 1935 fue nombrado profesor de esa casa de altos estudios. Su carrera docente se vio truncada a raíz de su procesamiento por su homosexualidad. Se lo acusó por “indecencia grave y perversión sexual”. No hay que olvidar que en ese entonces la homosexualidad era considerada ilegal en el Reino Unido. Convencido de que no había razón alguna por la que hubiera debido disculparse, no se defendió de semejantes cargos y fue condenado. En 1954 (dos años después del juicio) falleció por envenenamiento con cianuro. Se trató de una muerte jamás esclarecida (fuente: Wikipedia, la Enciclopedia Libre).
Buceando en Google me encontré con un ensayo de Leonardo Francisco Barón Brichenall (Universidad del Rosario-Bogotá-Colombia) titulado “el juego de imitación de Turing y el pensamiento humano” (Avances en Psicología Latinoamericana, Volumen 26, Número 2, 2008). El autor analiza la relevante contribución del autor a la inteligencia artificial, conocida como “la prueba de Turing”.
EL JUEGO DE TURING
“En su artículo de 1950 en la revista Mind, titulado “Los aparatos de computación y la inteligencia”, Alan Turing plantea la posibilidad de pensamiento por parte de las máquinas; para esto, se sirve de un juego al que llama Juego de la Imitación. Este consta de tres participantes: un hombre (A), una mujer (B) y un interrogador (C) (que puede ser hombre o mujer). C se encuentra separado de los otros dos jugadores y no puede verlos ni escucharlos; solo los conoce como X e Y; además, solo puede comunicarse con ellos en forma escrita o mediante un mensajero (idealmente con una máquina, para evitar el reconocimiento caligráfico).
El objetivo del interrogador es adivinar quién es el hombre y quién la mujer; el del hombre es inducir al interrogador a hacer una identificación errónea; y el de la mujer es colaborar con el interrogador para que este identifique correctamente quién es quién. El interrogador puede hacer preguntas del tipo ¿Puede decirme X de qué largo tiene el pelo?, a las que los otros dos jugadores pueden responder de la forma que consideren más conveniente y convincente para lograr su cometido; por lo demás, el entrevistador no puede exigir demostraciones prácticas de ningún tipo a los otros participantes. Estas son las reglas del juego; no se especifica tiempo límite ni otras restricciones.
Ya explicado el proceso, Turing plantea los siguientes cuestionamientos: “¿Qué sucederá cuando una máquina tome la parte de A en el juego? ¿Decidirá equivocadamente el interrogador con la misma frecuencia cuando se juega así el juego como ocurre cuando en él participan un hombre y una mujer?”. Estas preguntas reemplazan, finalmente, la pregunta original acerca de la posibilidad de pensamiento en las máquinas. La idea, entonces, es esta: si en el juego, una máquina logra engañar a un interrogador, haciéndole creer que es una mujer o que el otro jugador es un hombre, una cantidad de veces equivalente a la que ocurriría si el juego se diera entre humanos y mayor a la que ocurriría por azar, podría decirse que la máquina en cuestión piensa y, por tanto, que las máquinas pueden pensar.
Es preciso aclarar que Turing no profundiza en las conclusiones que arrojaría el hecho de que una máquina pasara la prueba, por lo menos en el artículo que estamos refiriendo; en ese sentido, parece dejar las conclusiones a juicio del lector. Téngase en cuenta también que la máquina expuesta a la prueba puede eludir preguntas, de cualquier forma, como negándose a responder, guardando silencio, repitiendo respuestas o contestando con otras preguntas; por ejemplo: la máquina podría evitar ser descubierta por su precisión matemática, contestando adrede mal a algunas preguntas de dicha índole.
Para Turing, la mejor estrategia que podría adoptar la máquina para engañar al interrogador, sería “… intentar el logro de respuestas como las que naturalmente daría un hombre”. Para alcanzar tal grado de sofisticación, aclara el matemático, se puede hacer uso de cualquier tipo de tecnología para la creación del aparato que ha de superar el reto. El planteamiento de Turing acerca del juego, la parte fundamental del artículo al que hacemos referencia, ocupa unas pocas líneas, un par de carillas a lo más; el resto del texto está dedicado a responder posibles acotaciones al desafío (como convencionalmente se ha denominado a la prueba).
Revisemos brevemente algunas de estas objeciones, para entender mejor la propuesta de Turing. Según la objeción teológica, el pensamiento es una función del alma inmortal que Dios ha dado a los hombres, pero no a los animales o a las máquinas; por consiguiente, las máquinas no pueden pensar. A esto responde Turing que no podemos “incurrir en la irreverencia de usurpar el poder de Dios de crear almas”, y al final desecha el argumento haciendo alusión a casos del pasado en qué concepciones religiosas estuvieron en contra de un hecho científicamente validado más tarde; no se crea, sin embargo, que Turing cae en el embrollo metafísico de la repartición de almas; simplemente sucede que evita el terreno de la especulación pura.
Otra objeción considerada es la llamada de cabezas hundidas en la arena, según la cual, “las consecuencias de que las máquinas pensaran serían horrorosas”; objeción esta, según Turing, posiblemente hecha por personas que postulan una superioridad humana basada en el pensamiento; en consecuencia, Turing deja ir la objeción, en sus palabras, con tan solo una “nota de consuelo” (es decir, la considera no a lugar).
Una réplica más científica es la objeción matemática, según la cual en cualquier sistema lógico se pueden formular afirmaciones imposibles de probar o refutar dentro de la lógica propia de dicho sistema, a menos que el sistema mismo no sea consistente; esta objeción estriba en el segundo teorema de la incompletitud de Kurt Gödel: ningún sistema consistente se puede usar para demostrarse a sí mismo; es decir, dentro de cualquier sistema lógico se pueden generar afirmaciones imposibles de probar o refutar dentro del propio sistema, a no ser que el mismo sea incoherente (esto es, que haga uso de un lenguaje que no le es propio), ya que no todos los teoremas posibles se desprenderían lógicamente de los axiomas del sistema, obligando al uso de un lenguaje externo para establecer los elementos ajenos.
La respuesta de Turing a esta objeción es tan sencilla como categórica: si bien las máquinas pueden presentar errores de pensamiento y mostrar inconsistencias, los humanos también; en otras palabras, si se pudiesen evaluar todas las ideas de un individuo, éstas no presentarían una total coherencia interna. De hecho, presentarían incoherencias, muchas incoherencias; no obstante, no es esto impedimento para que el sistema cognitivo humano funcione en concordancia con el medio. En el caso del humano, como en el de los sistemas de Gödel, existe la imposibilidad de explicarse totalmente a sí mismo, lo cual, nuevamente, no ha sido obstáculo para que los humanos, y los sistemas, sigan existiendo.
Otra acotación considerada es el argumento de la conciencia de uno mismo. Éste plantea la imposibilidad de que las máquinas tengan auto-conciencia, es decir, que piensen sobre su pensamiento. Turing responde a esta objeción afirmando que los estados de conciencia sólo pueden inferirse mediante la observación de la conducta, ya que es imposible comprobar la existencia de los procesos mentales ajenos. No hacerlo de este modo, equivaldría a un solipsismo, en el que sólo se da por cierto el pensamiento propio.
A estas y otras posibles objeciones contesta Turing; sin embargo, la refutación más conocida al reto del pensamiento maquinal es la del filósofo norteamericano John Searle, publicada en 1980 (cuando Turing ya había fallecido) y conocida como el argumento de la habitación china”.
EL ARGUMENTO DE LA HABITACIÓN CHINA
“En términos generales, este argumento consiste en la reducción del supuesto pensamiento de las máquinas, a un proceso de relacionamiento de símbolos basado en reglas impartidas por un operador. Este proceso no incluiría la comprensión de sentidos y significados, y funcionaría bajo principios meramente sintácticos. Concretamente, este argumento consiste en un experimento mental, perteneciente a una clase de procesos experimentales virtuales de amplia aceptación en el ámbito de la filosofía de la mente. En dicho experimento, nuestro filósofo se imagina a sí mismo encerrado en un cuarto, en el que se le entrega un manuscrito en chino (idioma que no comprende en absoluto); luego, se le da otro manuscrito, también en chino, junto a una serie de instrucciones escritas en inglés que correlacionan el manuscrito entregado en primer término con el que se entregó después (los dos en chino); a continuación, se le entrega un tercer juego de símbolos en chino y otras instrucciones en inglés que permiten correlacionar este último manuscrito chino con los dos manuscritos anteriores (con base en la forma y obviando el significado).
Con toda esta documentación, el filósofo de la habitación china es capaz de aparentar el conocimiento de variados asuntos que le son consultados, así como el conocimiento del idioma chino (entregando determinado manuscrito cuando se le presenta otro); es decir, relacionando juegos de símbolos que no conoce, mediante instrucciones que sí conoce (ya que se dieron en inglés). El filósofo en la habitación hace parecer que conoce los temas que se le consultan, y el lenguaje en el cual le son consultados.
Veámoslo un poco más detalladamente: las instrucciones en inglés, perfectamente entendibles para Searle (quien, no olvidemos, se ha confinado él mismo en la habitación), equivaldrían al programa de un computador. Estas indicaciones le permitirían, al hombre o a la máquina, correlacionar lo que para un observador externo (hablante del chino) sería una serie de preguntas y respuestas lógicas, coherentes y acertadas (en forma de intercambio de manuscritos). El observador externo (quien no ve los escritos, la traducción ni los demás papeleos) no tiene forma de saber que quien da contestación tan acertada no tiene ni idea de qué está hablando (ya que simplemente correlacionó símbolos, sin comprenderlos). Aún más, un conjunto de jueces que realizasen preguntas en inglés y chino, y recibieran respuestas correctas en ambos idiomas, podrían deducir que un mismo proceso de pensamiento subyace a ambas.
El quid del planteamiento de Searle en contra de la posibilidad de pensamiento en las máquinas, es la falta de intencionalidad del mismo. La intencionalidad se ha considerado tradicionalmente como un rasgo definitorio de los procesos mentales, y tal cual fue definida por el filósofo alemán Franz Brentano en el siglo XIX consiste en el hecho de estar dirigido a algo; es decir, ser acerca de algo. Las manipulaciones formales de símbolos realizadas por las máquinas no poseerían intencionalidad, ya que la base de su organización sería la forma, y no el significado; o lo que es igual, los procesos realizados por una máquina no estarían dirigidos a algo, no serían acerca de nada. Según Searle, los humanos, por el contrario, realizamos manipulaciones sintácticas de símbolos y, además, tenemos acceso a su significado. Para este filósofo de la mente, los humanos somos máquinas exponentes de programas de computación, manipulamos símbolos formalmente y, aun así, podemos pensar. Las computadoras no tienen intencionalidad y, por ende, no piensan. La intencionalidad de los humanos deviene de su biología, y las entrañas de nuestros aspirantes a seres pensantes no poseen tal característica”.
A LA DEFENSA DE TURING: EL PREDICAMENTO DE LAS MÁQUINAS Y LOS HURACANES SIMULADOS
“Iniciando la década de los 80, el matemático y físico estadounidense Douglas Hofstadter defendió la posibilidad de pensamiento en las máquinas, en un escrito en forma de conversación (virtual, como el argumento de la habitación china) titulado “Temas metamágicos bizantinos. El test de Turing: Conversación en un café”. En esta conversación hipotética, toman parte tres personajes igualmente hipotéticos: Sandy, estudiante de Filosofía; Pat, estudiante de Biología; y Chris, estudiante de Física. Estos camaradas discurren alegremente entre sí, dejando de a poco emerger las ideas de Hofstadter en defensa del pensamiento de las máquinas, las cuales podemos caracterizar así: Para Hofstadter: desear, pensar, intentar y esperar (procesos considerados tradicionalmente como intencionales), son características que emergerían de la complejización de las relaciones funcionales de las máquinas.
Refiere también, este teórico de la mente, que los computadores se han considerado tradicionalmente como objetos fríos y cuadrados, y que acaso, si esto cambiase, se facilitaría la concepción de la inteligencia artificial, y las máquinas podrían evocar en las mentes humanas “trazados de luz danzantes más bien que palas de vapor gigantescas”. Refiriéndose al estatus del pensamiento artificial como simulación del pensamiento humano, Hofstadter entiende la simulación como equivalente a lo simulado. Para establecer este punto, se vale como ejemplo de la simulación computarizada de un huracán, la cual considera como una suerte de huracán real que modifica las relaciones existentes dentro del programa, damnificando a los unos y ceros: habitantes binarios de la simulación. Se lee en el texto: “En el caso del huracán simulado, si observas la memoria de la computadora con la esperanza de ver cables rotos y demás, tendrás una desilusión. Pero mira el nivel correcto (…) Verás que se han roto algunos lazos abstractos, que han cambiado radicalmente algunos de los valores de las variables y muchas cosas más. Aquí tienes tu inundación…”.
Evidentemente, el análisis de Hofstadter se da en un nivel abstracto, ya que si bien no afirma que el simulacro de un huracán es idéntico a un huracán real, sí ubica, usando una expresión propia del ámbito filosófico, la “huracaneidad”, en los efectos del fenómeno y la coherencia de sus componentes; es decir, la esencia del huracán no estaría en sus componentes físicos, sino en sus efectos dentro de las restricciones específicas del marco en que se desarrolla. Se simularía pues la esencia de lo simulado, lo cual significa, extrapolando, que la esencia del pensamiento habría de ser el proceso que lo subyace: el cómputo matemático. Al final, no interesaría tanto el medio en el que, y mediante el cual, se realiza la operación, sino la operación misma.
Este tipo de razonamiento corresponde a una corriente filosófica conocida como funcionalismo, la cual fundamenta la ciencia cognitiva presentando los fenómenos mentales en función de sus roles causales, sin depender de un constituyente físico (no confundir con el funcionalismo de James). Dicho de otra forma, no importa si se es un computador o un humano; para el funcionalismo, la esencia del pensamiento radica en el proceso del mismo y no en su sustrato físico. Son palabras del texto de Hofstadter: “Yo diría que el que tú hagas depender de mi cuerpo físico la evidencia de que soy un ser pensante es un poco superficial”.
Es evidente, en este postulado, una objeción fundamental al argumento de la habitación china (en el que la intencionalidad del pensamiento emerge del sustrato biológico del organismo). Para Hofstadter, al igual que para el filósofo de la mente Jerry Fodor, la intencionalidad del pensamiento existe; pero responde a la complejidad de las relaciones funcionales del ser pensante, sea este, máquina o humano. Según la lectura que el lingüista Ray Jackendoff hace de Hofstadter, el planteamiento de este implica que si un computador puede alcanzar un alto grado de complejidad, la conciencia emergerá de alguna forma milagrosa. Al igual que para Turing, para Hofstadter, la forma de constatar que los otros piensan es mediante la observación de los hechos externos: sus acciones. Esta sería evidencia directa; el resto (preguntarles, por ejemplo), sería evidencia indirecta y por tanto sospechosa.
De no confiar en el método de observación externa caeríamos en un solipsismo; en términos de Hofstadter: “… la gente acepta que el prójimo tiene conciencia tan sólo porque hay un monitoreo exterior constante sobre los otros, lo cual en sí se parece mucho al Test de Turing”. En consonancia y según Fodor: “… no podemos tener nunca razones para suponer que los predicados mentales se puedan aplicar a personas distintas de nosotros mismos”. Como consecuencia de lo anterior, el conocimiento de los estados mentales de los otros es sólo probable; la única forma de acercamiento es mediante la conducta.
Una de las razones de esta tesis, es validar la existencia de pensamiento, sin la presencia de procesos “internos”, basándose sólo en la conducta observable. De esta forma, en el caso de la habitación china, los observadores externos podrían concluir que se está produciendo un proceso legítimo de pensamiento, tan solo considerando la naturaleza y relación de las preguntas y respuestas, sin importar qué clase de proceso se dé dentro de la habitación. En cuanto a la ausencia de una estructura biológica, subyacente al pensamiento maquinal, se plantea Hofstadter la posibilidad transicional entre un nivel físico y uno biológico, en el sistema constituyente del organismo; en este sentido, los hombres seríamos máquinas y la base biológica de nuestra humanidad sería una serie de procesos físicos que bien podrían ser emulados por otra máquina; de esta forma, al igual que mediante la complejización de procesos formales, también podría emerger la intencionalidad.
En todo caso, en el artículo que estamos refiriendo, Hofstadter no profundiza en las particularidades de su proceso de transición entre el nivel biológico y físico en los humanos, lo cual, junto a su planteamiento de las características conscientes-emergentes, y la posible identidad de la simulación y lo simulado, basada en presupuestos funcionalistas, constituye su defensa de la posibilidad del pensamiento artificial. No obstante, la posibilidad total, o la imposibilidad absoluta del pensamiento artificial, no son la única forma de contestar al desafío de Turing; pasemos ahora, a considerar otras opciones”.
POSIBLES RESPUESTAS AL DESAFÍO DE TURING
¿REALMENTE, PUEDEN PENSAR LAS MÁQUINAS?
“Ángel Rivière, psicólogo madrileño, refiere cuatro respuestas al desafío de Turing, en sus Objetos con mente. La primera es simple y llanamente: No, las máquinas no pueden pensar (que sería acorde al argumento de la habitación china); la segunda, considera totalmente posible el pensamiento en las máquinas y lo ubica en la misma categoría del pensamiento humano (consonante con el argumento de Hofstadter); la tercera, implica aceptar el desafío de Turing como una metáfora y, por tanto, menguar de alguna forma la rigidez de una pretendida identidad entre el pensamiento humano y el maquinal, haciendo brumosa la frontera entre estos y aprovechando la analogía para el estudio de la mente humana. La cuarta respuesta corresponde, en palabras de Rivière, a una posición matizada ante el desafío, en la cual se considera a la mente como un sistema de cómputo, pero no del tipo que propone Turing, sino como un sistema acorde a ciertas propiedades específicas del sistema nervioso humano.
Consideremos un poco más de cerca las tres opciones que admiten la existencia de inteligencia artificial. La aceptación total de la posibilidad de pensamiento artificial, versión fuerte de la metáfora del ordenador o paradigma de cómputos sobre representaciones, busca la explicación del conocimiento en general, profesando la identidad del pensamiento hombre-máquina y radicando su fundamento en operaciones formales sobre símbolos (de ahí la acepción de paradigma de cómputos…). De acuerdo con esta línea teórica, el pensamiento podría identificarse con un tipo de estructura compleja algorítmica, que permitiría la resolución de problemas abstractos y cotidianos. Para alcanzar sus objetivos, los defensores de la versión fuerte de la metáfora del ordenador se valen del “modelado computacional”, el cual consiste, grosso modo, en programar una máquina para que realice procesos de conocimiento comunes en las personas; sin embargo, para lograr esto, no se circunscriben a las restricciones psicológicas características del sistema cognitivo humano, por lo cual, igualar o mejorar el proceso o el resultado mediante artilugios informáticos, les viene bien.
La aceptación restringida de la posibilidad de inteligencia artificial, versión débil de la metáfora del ordenador o paradigma del procesamiento de información, busca explicar el conocimiento psicológico en específico, sin la pretensión de generalizar su teoría a la cognición en general. Así como los teóricos de la metáfora fuerte hacen uso del modelado computacional, el paradigma del procesamiento de información se sirve de la simulación, la cual, si bien busca implementar procesos de conocimiento en máquinas para develar el funcionamiento cognitivo, respeta las restricciones psicológicas y se sirve de estudios de la actuación humana, esto es, de teorías psicológicas (método tal que es obviado por el paradigma de cómputos sobre representaciones). Esta forma de entender la inteligencia artificial se constituye como una influencia teórica contundente en la psicología cognitiva contemporánea.
La cuarta opción ante el desafío de Turing, que considera las especificidades del sistema nervioso humano en la investigación de los procesos de conocimiento, se conoce como conexionismo, y goza de buena reputación en el ámbito científico moderno. A diferencia del tradicional procesamiento de tipo serial (en serie), el conexionismo se ha caracterizado por postular un manejo de información simultáneo y paralelo, lo que implica la posibilidad de realizar varios procesos al mismo tiempo, e incluso varias fases de un mismo proceso en simultáneo. Diferenciándose aun más de las teorías anteriormente citadas, el conexionismo no se basa en representaciones simbólicas, sino en patrones de activación en redes de nodos (que equivaldrían en manera aún algo confusa, a las neuronas). De acuerdo con lo anterior, se busca una síntesis equilibrada entre procesos operacionalizables computacionalmente y características conocidas del hardware humano, es decir, su biología.
Ya referidas algunas de las posibles respuestas al desafío de Turing, continuemos con los efectos que el reto del matemático causó en la comunidad académica.
ESTIBADORES VIRTUALES, PARANOICOS APARENTES Y OTRAS PARTICULARES CONSECUENCIAS DEL DESAFÍO DE TURING EN EL DESARROLLO DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL
“En este punto nos es imposible proseguir, sin una definición de inteligencia artificial (I.A.), así que brindaremos la siguiente: la I.A., consiste en producir, en un ente no-humano, y ante un estimulo especifico, una respuesta que al ser dada por una persona, se consideraría inteligente. Es esta definición sencilla, práctica y usual, la que nos hacía falta. En cuanto al albor de esta disciplina (la I.A.), señalaremos que estuvo nutrido por diversos saberes, entre los cuales resaltan la teoría de la comunicación, de Claude Shannon, que vio la luz pública en 1948; la teoría cibernética, de Norbert Wiener, de la década del 40; los estudios psicolingüísticos, liderados por Noam Chomsky, académico de creciente relevancia a partir de mediados del siglo pasado; y en gran medida, por el desafío de Turing; el cual, según algunos teóricos, constituye el nacimiento mismo de la inteligencia artificial.
Ya sea que adoptasen la versión débil o fuerte de la metáfora del ordenador, varios científicos se vieron muy influenciados por el planteamiento de Turing, entre ellos, los pioneros de la inteligencia artificial: John McCarthy, Marvin Minsky, Allen Newell y Herbert Simon (todos investigadores norteamericanos), quienes se reunieron en 1956 en el Simposio de Dartmouth (que constituye un hito en la creación de la I.A.), En este encuentro se discutió sobre las bases de la nueva ciencia, y se acuñó el término “inteligencia artificial”. También en 1956, durante el Simposio sobre la teoría de la información, Newell y Simon presentaron su “máquina de la teoría lógica”, bautizada Johniac, la cual realizó con éxito la resolución de uno de los teoremas, que ya habían sido resueltos por Alfred Whitehead y Bertrand Russell; sin embargo, aunque el teorema fue resuelto en forma más elegante que la de Whitehead y Russell, según refiere Gardner, no se aceptó su publicación, debido a la autoría robótica.
Con base en los planteamientos expuestos y las conclusiones alcanzadas durante estos encuentros, en épocas subsiguientes se creó software computacional que realizaba interesantes y curiosas labores, del cual se suele destacar: el programa Eliza, realizado en la década del 70 por el científico alemán, recientemente fallecido, Joseph Weizenbaum. Dicho programa consistía en la simulación (o parodia) de un terapeuta de corte rogeriano; el SHRDLU, de Terry Winograd, desarrollado por la misma época que el Eliza, se dirigía, mediante un reducido número de órdenes por escrito, a un acomodador de figuras geométricas, en un pequeño mundo virtual de bloques; y por supuesto, el inquietante Parry: paranoico aparente, profundamente consternado por la mafia y las carreras de caballos, escrito (es decir, creado como programa) en los tempranos 70, por el psiquiatra norteamericano Kenneth Colby.
El funcionamiento de estos programas, Parry y Eliza en específico, no era en ningún sentido misterioso. Entre las acciones para las que estaban programados, conocidas como proceso de comparación de patrones, estaba la de detectar palabras específicas en las oraciones, y contestar, tomando la primera de una lista de respuestas predeterminada; estas respuestas estaban asociadas en forma coherente con la palabra elegida, o consistían en una simple transformación sintáctica de la frase de entrada. La frase con que se respondía era ubicada luego al final de la lista, de forma tal que se agotase determinado número de respuestas, antes de repetirse. Parry, por ejemplo, emitía una respuesta acalorada cuando detectaba una increpación de paranoico en la charla de su interlocutor. Estos programas también podían transformar pronombres tales como tú o mí, en yo o tú, respectivamente, así como modificar la sintaxis de la oración entrante, para crear, mediante la oración de salida, una ilusión de entendimiento.
Eliza, por su parte, retenía frases encabezadas por mío o mí, escritas por el interlocutor, las etiquetaba, y las usaba luego, tomándolas como frases de contenido especialmente significativo para los pacientes (de acuerdo con la programación del operador, claro está). Para los casos en que no se detectaba un patrón específico al cual contestar, contaba Eliza con frases de cajón como: “¿Qué te hace pensar eso?” (si acaso el lector se ha visto interesado por una conversación de este tipo, no hace falta más que navegar en la red, en donde se encuentran disponibles al público diversas versiones de estos programas).
Aunque el proceso de funcionamiento de los primeros programas de I.A. no es ningún arcano, el desempeño de los mismos resulta desconcertante y atrayente, pero causa aún más desconcierto todo el asunto de la creatividad en las máquinas. Considérese que varios autores de la psicología de la creatividad, como Howard Gardner, Robert Weisberg y Margaret Boden, comparten algo conocido como la concepción “más de lo mismo”, la cual consiste en el planteamiento de que no hay nada especial o místico en el trabajo creativo de la mente humana, sino más de lo mismo, de los procesos que utilizamos habitualmente. En este sentido, no es de extrañar que existan programas que realicen obras de arte pictóricas, musicales o literarias; programas que descubran leyes científicas, e incluso, uno que otro que publique un artículo (todo esto avalado por el ámbito al que pertenecen las creaciones).
Para la muestra, un botón. He aquí las primeras líneas, respetando el idioma vernáculo, del libro de prosa y poesía, de Racter (abreviación de raconteur, término galo para narrador de cuentos): programa de inteligencia artificial creado por William Chamberlain y Thomas Etter, quienes le atribuyen la autoría del escrito: “At all events my own essays and dissertations about love and its endless pain and perpetual pleasure will be known and understood by all of you who read this and talk or sing or chant about it to your worried friends or nervous enemies”.
Con respecto a la creatividad en la inteligencia artificial, el investigador croata Mihály Csikszentmihalyi señala que a los computadores les es dada la información y las variables específicas por parte de los científicos; que esta información sirve como pábulo de sus creaciones, y que esto no sucede en la vida real. Por el contrario, algunos autores consideran que la creatividad es un proceso no exclusivo de los humanos, e incluso consideran que las creaciones artísticas computacionales zanjan otro tanto la brecha que aleja a los hombres de las máquinas; al respecto, afirma la investigadora en inteligencia artificial Margaret Boden que la creatividad computacional no amenaza nuestro auto-respeto, ya que el hecho de compartir procesos no termina por igualar a los seres que los realizan”.
07/08/2025 a las 3:19 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Noche negra para el Gobierno: la oposición rechazó en Diputados media docena de decretos desregulatorios de Sturzenegger
Gustavo Ybarra
Fuente: La Nación
(*) Notiar.com.ar
7/8/025
En el cierre de una jornada aciaga para el Gobierno en el Congreso, la Cámara de Diputados le asestó un duro golpe político al ajuste de Javier Milei y su ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, al rechazar una serie de decretos delegados emitidos por el Poder Ejecutivo que introdujeron fuertes modificaciones en diferentes organismos descentralizados, como Vialidad Nacional, el INTA y el INTI.
Más allá de la amplia mayoría con la que fueron rechazados, todos los decretos permanecen vigentes, ya que para invalidarlos se requiere, también, el repudio del Senado.
Uno de los más polémicos es el decreto de facultades delegadas 461/25, que le puso fin a la existencia de Vialidad Nacional sin establecer qué organismo o área del Estado los reemplazará en sus funciones. Su rechazo fue aprobado por 138 votos a favor, 65 en contra y dos abstenciones.
La medida fue publicada el 8 de julio pasado y puso en pie de guerra al gremio vial, que presentó un amparo contra la medida que le fue concedido por la Justicia.
También motivo de controversia, la Cámara baja rechazó el decreto de facultades delegadas 462/25, que introdujo una fuerte reestructuración en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). Fue rechazado por 141 votos a favor, 65 en contra y una abstención.
Este decreto modifica la estructura del INTA de manera radical. Disolvió el Consejo Directivo, para convertirlo en un Consejo Técnico, y estableció que el instituto será conducido por un funcionario con rango de secretario, el que será designado directamente por el Poder Ejecutivo.
En tanto, el decreto 345/25 ordenó la reestructuración de organismos culturales. Su medida más fuerte es la integración como “unidades organizativas” de la Secretaría de la Cultura a los institutos nacionales del Teatro y de la Música. La votación finalizó a favor del rechazo por 134 a 68 con tres abstenciones.
El mismo esquema aplica para los institutos nacionales Eva Perón, Sanmartiniano, Yrigoyeneano y Juan Manuel de Rosas. También disuelve los directorios de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip) y la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos.
El decreto 351/25 fue rechazado por 133 votos a favor, 69 en contra y una abstención. También impulsado por el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, esta medida dispuso la pérdida de autonomía del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) al ponerlo en la órbita de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología, que depende, a su vez, de la Jefatura de Gabinete.
Además, modifica la estructura de conducción del BNDG, que quedará bajo la responsabilidad de un director general técnico, que deberá ser un profesional en bioquímica o biología molecular con reconocida experiencia en genética forense nombrado por el Poder Ejecutivo por un mandato de cuatro años.
Por último, el decreto de necesidad y urgencia 340/25 dispuso un régimen de excepción a la marina mercante nacional. En este caso, el rechazo se impuso por 118 votos favor, 77 en contra y 8 abstenciones.
07/08/2025 a las 3:28 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
El peligro de la aceleración
Claudio Scaletta
El Destape
7/8/025
Regresemos a una obsesión de este espacio. La economía es una ciencia, tiene leyes y en consecuencia existen las relaciones causa-efecto, lo que significa que pueden hacerse predicciones. Como es una ciencia social, en las predicciones intervienen una multitud de variables aleatorias, lo que impide la exactitud temporal. Decir por ejemplo que una crisis ocurrirá a las 16 horas del 26 de febrero del 2026. Lo que puede predecirse es más modesto, apenas decir que determinadas acciones económicas provocan determinados efectos. Luego, estos efectos son conocidos no sólo porque los predice la buena teoría, sino porque la teoría fue confirmada en el laboratorio de la historia.
Lo dicho no quiere decir que pueda predecirse cualquier cosa. Los modelos económicos suelen agotarse, por lo que nunca errará quien, en Argentina, pronostique un aumento del tipo de cambio o una crisis. En consecuencia, si se trata de predicciones, el margen temporal importa, aunque no sea exacto.
¿Y qué es lo que puede predecirse en el presente? Que, con un déficit persistente en la cuenta corriente del balance de pagos, es decir con “déficit externo”, el ancla cambiaria no es sostenible. Y si el ancla cambiaria no es sostenible, no puede sostenerse la estabilidad macroeconómica ¿Por qué? Porque los precios de cualquier producto no pueden separarse de sus costos “indefinidamente”. En este punto resulta esencial evitar los dogmatismos. La ortodoxia más ramplona sostiene que los precios solo dependen de la oferta y la demanda, que el momento de la producción no existe. En contrapartida, una parte de la heterodoxia cree que solo dependen de los costos. En este espacio se prefiere la síntesis de David Ricardo, que consideraba los dos componentes. Dejando de lado las excepciones, los costos determinan los precios “tendencialmente”, en el largo plazo, mientras que la escasez, la oferta y la demanda, lo hacen en el corto.
Si se traen estos conceptos a la coyuntura presente ocurre que el precio del dólar es un precio básico, es decir un componente de los costos de todos los productos. En consecuencia, si aumenta el dólar aumentan los precios. Y ello sucederá incluso en bienes de demanda inelástica, como por ejemplo alimentos y medicamentos. (No nos detenemos aquí en los detalles de los cambios en el consumo, de lo que se trata es de recortar la tendencia general). Sin embargo, hay excepciones. Puede haber una situación recesiva y que la demanda no convalide los precios, sean estos empujados por los costos o por la puja distributiva. Si los costos suben, pero la demanda no confirma los nuevos precios un ortodoxo dirá, no sin algo de razón, que los productores están compelidos a la eficiencia, a mejorar sus costos. Pero no es solo una disputa por el excedente entre el trabajo y el capital ni una cuestión de eficiencia potencial. El productor puede reducir su ganancia por un tiempo, pero no puede alejarse para siempre de la ganancia media. Si ello sucede seguramente deberá salir del mercado (cerrar) o mudarse de rubro, lo que no siempre es posible. Dicho de otra manera, la caída de la demanda no es un incentivo para invertir y ser más eficientes, sino la puerta para la recesión.
Luego está la historia, la que confirma que siempre que aumentan los precios básicos, entre ellos el dólar, los precios también lo hacen, como lo sabe cualquiera que se dedique a la producción o al comercio. La excepción, como se detalló, son los contextos recesivos, es decir cuando hay destrucción de la actividad y cierre de empresas, el menos deseable de los mundos.
Pero regresemos al origen del debate, a la insustentabilidad del mantenimiento de un tipo de cambio estable cuando existe déficit externo. La excepción a esta regla de hierro está dada por la entrada de capitales. El gobierno produjo un shock devaluatorio como inicio de su programa lo que, por algunos meses, dio lugar a un superávit externo de origen recesivo. Luego clavó el tipo de cambio y se inició el cambio de tendencia hacia el déficit externo. La proyección de agotamiento parecía evidente, pero en la segunda mitad de 2024 apareció la compensación del blanqueo de capitales privados. Cuando este ingreso de divisas finalizó, reaparecieron las tensiones cambiarias, que duraron hasta el desembolso del FMI de 12 mil millones de dólares. A partir de abril también comenzó a jugar la liquidación estacional de las divisas del agro.
Saltando al presente, en las últimas semanas las tensiones cambiarias reaparecieron. La solución transitoria, que la semana pasada evitó que el dólar supere los 1.400 pesos, fue el respaldo y desembolso del Fondo de apenas 2000 millones de dólares. En el medio el gobierno recurrió a todas las manganetas conocidas, operó fuerte con el dólar futuro y sin asco con la tasa de interés. Estas herramientas, aunque bastantes costosas, son eficaces, pero solo sirven para la coyuntura, su efecto es transitorio. El dato duro es que así como los costos conducen los precios, el resultado externo conduce el tipo de cambio, no importa quien gobierne. Todos los caminos conducen a Roma. El oficialismo puede hacer lo que quiera con el resultado presupuestario, pero con ello solo influirá en la distribución del ingreso y el funcionamiento del Estado. Sin embargo, si no soluciona el problema externo no existirá estabilización duradera.
La conclusión preliminar es que el actual modelo solo se sostiene con ingreso de capitales, pero suma el cierre de barreras. El súper peso desincentiva la inversión y las exportaciones. La caída del precio internacional de los hidrocarburos frena el crecimiento de Vaca Muerta. Las inversiones mineras pueden ser una ayuda, pero no para el corto plazo. La caída de la demanda comprime el mercado interno. Al gobierno se le aceleraron los tiempos y se le achicaron los márgenes, quizá por ello al Presidente se le debilitó el animal spirit de insultar a todo el mundo. Argentina sigue sin modelo de desarrollo, el neoliberalismo recargado de LLA no conduce a ninguna parte.
07/08/2025 a las 3:33 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
La economía de Milei en la cornisa
Gabriel Solano
Prensa Obrera
5/8/025
Es indudable que en Argentina se ha instalado un debate sobre la posibilidad de que el gobierno de Milei no pueda aguantar la crisis que está viviendo su plan económico. Y esto está golpeando de lleno en la campaña electoral, una campaña que el gobierno pensaba la tenía ganada después del triunfo que logró Adorni en la Ciudad de Buenos Aires, pero como mínimo ahora hay un signo de interrogación: ¿qué va a pasar en los próximos meses siendo que tenemos una elección dentro de un mes y dos días en la provincia de Buenos Aires y dentro de un poquito menos de tres meses elecciones de diputados y senadores en todo el país?
Y el primer síntoma que tenemos, creo que es un síntoma y está bien verlo de esa manera, es el aumento del precio del dólar. En Argentina siempre el precio del dólar es una especie de síntoma de si el plan económico que se aplica tiene consistencia o no tiene consistencia. Y en Argentina estamos viendo que en el último mes el precio del dólar se incrementó un 14%. Es un aumento importante, sobre todo cuando el gobierno había dicho que en vez de una devaluación lo que íbamos a tener era una revaluación. Está lleno de videos en las redes sociales en los cuales Milei anunciaba que recién el Banco Central iba a comprar dólares si tocaba el piso de la banda -recordemos que hay un piso de banda pactado con el Fondo Monetario, $1.000 la mínima y $1.400 la máxima, que se actualiza solo con la inflación mensual- y decía «hasta que no toque el piso de mil» no vamos a comprar. Y más todavía arriesgaba que mil era un precio caro porque se iba a derrumbar el precio del dólar hasta llegar a $600 -insisto entren a las redes sociales pongan Milei $600- y van a ver que hay muchos videos que demuestran cómo esto es así. Era un pronóstico. Hoy, lejos de tener un dólar a 600, tenemos un dólar que está orillando los 1.400.
Quiere decir que el síntoma más importante de que estamos en una gran crisis económica es esta suba del dólar. Sin embargo -esto me parece importante que lo precisemos- el dólar a $1.400 es un dólar no real, ¿por qué no es real? porque el gobierno tiene el dólar a $1.400 solamente apelando a una cierta cantidad de medidas que no son sustentables en el tiempo. La primera medida que tomó el gobierno y que no es sustentable en el tiempo es una suba de la tasa de interés, que es absolutamente desproporcionada; en los últimos días a través del Banco Central la tasa de interés se incrementó al 65% anual. Pensemos que tenemos una inflación que muchos pronostican que en el año cerraría entre 20 y 25%, es decir, que la tasa de interés más que duplica la inflación del período, es una tasa de interés altísima, absolutamente altísima. Tan alta es la tasa de interés que implica para el Estado la erogación de un pago de intereses enorme que golpea fuertemente lo que se habla de superávit fiscal, porque cuando el gobierno paga intereses tan altos luego tiene que pagar otros intereses y son intereses varias veces millonarios y por lo tanto es imposible que el gobierno pueda mantener en el tiempo tasas de interés de semejante envergadura sin llevar a la quiebra al Banco Central, que es parte del Estado y por lo tanto también al gobierno. Esto es un punto importante que tener en cuenta: no es sustentable.
Y no es solamente esta medida no sustentable. La otra medida no sustentable que hace que el dólar esté relativamente planchado es la emisión de dólar futuro por el Banco Central. Solamente en el mes de julio los dólares futuros fueron emitidos en una proporción de 3 mil millones de dólares. ¿Cómo funciona el dólar futuro? que el Banco Central se compromete a determinado plazo a pagar el dólar a una cotización que se pacte y si la cotización en ese momento es más alta que la que se pactó, el Banco Central paga la diferencia en pesos. Es decir, que si mañana hay una devaluación y el Banco Central pactó compra de dólares futuro a un tipo de cambio menor, esa diferencia el Banco Central la va a tener que emitir y por lo tanto un gobierno que venía a destruir la maquinita y que había hablado todo el tiempo contra la emisión monetaria lo que estamos teniendo acá es una intervención descarada del gobierno y especialmente del Banco Central, emitiendo dólares futuro en proporciones que no son sustentables y aumentando una tasa de interés a niveles que paraliza la economía y encarece muchísimo el crédito.
¿Por qué digo que esto no es sustentable en el tiempo y las presiones devaluatorias van mucho más allá de un dólar a $1.400? Veamos lo siguiente. En el primer semestre, el gobierno pagó intereses por la deuda en pesos de 30 billones de pesos, la tasa de interés era mucho más baja a la que tenemos ahora. ¿Cuánto va a pagar en el segundo semestre si la tasa de interés es del 65%? Los números hablan más o menos que la deuda en pesos que tiene el gobierno que pagar de acá hasta las elecciones de octubre son más o menos unos 60 billones de pesos y después nos queda todavía noviembre y diciembre. Entonces, aplicar una tasa de interés de este tipo lo que estamos hablando es que el compromiso de emisión futura del gobierno es absolutamente explosivo. Entonces el gobierno no va a poder mantener a $1.400 el dólar renovando permanentemente esta deuda del 65%, e incluso más, el último fin de semana, el último viernes y jueves, con un hecho que fue una conmoción porque incluso pagando esta tasa de interés, el gobierno logró solo renovar el 75% de los vencimientos y quedaron boyando en el mercado casi 3 billones de pesos que van a presionar el dólar. Entonces, en una economía que no tiene cepo y hoy se levantó el cepo para la compra de dólares por las personas, cuando hay un vencimiento y no se renueva la totalidad de ese vencimiento, los pesos que no se renovaron van a comprar dólares. Entonces acá estamos teniendo que ya incluso pagando la tasa de interés no se logra renovar la totalidad. ¿Y cuál es la nueva medida? ¿Pagar 70, 80, 90% con vencimientos tan altos en los próximos meses? Si el gobierno apela a esto, estamos hablando de medidas que son completamente irresponsables y que postergan una explosión del plan económico del gobierno pero en el corto plazo, entonces es importante mostrar que esto no sustentable.
Y luego está el problema también de los dólares a futuro, que los dólares a futuro en el primer semestre el Banco Central tuvo que pagar 500 mil millones de pesos por la diferencia entre lo que había pactado la cotización y lo que finalmente fue. Si ahora sigue pactando cotizaciones a precios que todo el mundo sabe que no van a funcionar se nos va a dar una situación parecida a lo que ocurrió en la transición entre gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y el gobierno de Mauricio Macri, en la cual se pactaba dólares a futuro, a precios irreales -eso hizo el kirchnerismo-, luego la devaluación, y el gobierno de Macri pagó este dólar a futuro. Ahora hay una causa penal muy llamativa porque la causa penal abarca solo a los funcionarios kirchneristas, pero no a los funcionarios macristas que lo pagaron, y para que el negocio delincuencial se pueda concretar hacían falta dos partes, uno que venda ese contrato y otro que lo pague. Acá se juzga solo al que ofreció el dólar y no al que lo pagó. Pero acá estamos teniendo que los niveles de deuda y de emisión que está teniendo el gobierno, pensemos que solamente en julio se invirtió en 3 mil millones de dólares a futuro por el Banco Central, una devaluación haría estallar completamente el plan económico de gobierno por la cantidad de emisión de pesos que tendría que hacer el Banco Central para cubrir esa diferencia. Eso es lo que está pasando en este momento.
Cuando se habla de superávit fiscal, que el gobierno presenta como su ancla, todo el mundo sabe que es un verso. El otro día en el diario Clarín, dos ex fuertemente mileístas, uno que se llama Carlos Rodríguez, a quien Milei presentaba como el mejor macroeconomista de Argentina, y otro Walter Graziano, publican un artículo demostrando que en realidad, por no contar los intereses en pesos que se pagan y capitalizarlos y otro tipo de tramoyas que sería digamos muy aburrido acá entrar en cuestión, el déficit fiscal que tiene el gobierno es el 12% del PBI. Entonces, la situación de explosión del plan económico es clarísimo en momentos en los cuales hay que tener en cuenta que esta deuda en pesos se le debe sumar la deuda en dólares, que de acá a las elecciones se contabiliza aproximadamente por 10 mil millones de dólares.
¿Cómo va a enfrentar el gobierno esto? ¿Con qué capacidad de ingresos? Esto es un tema, porque la liquidación de la cosecha entró en una situación muy crítica. El gobierno venía teniendo en el mes de junio una liquidación aproximadamente de 300 millones de dólares por día y en los últimos días bajó a 25 o 30 millones de dólares, es decir, cayó en un 90% la liquidación de la cosecha. Así que no tenemos más dólares para enfrentar, por un lado, el pago de vencimientos en dólares de deuda y, por otro, la renovación de esta deuda en pesos explosiva presiona sobre el dólar todo el tiempo. Entonces acá la cuestión es la siguiente: ¿hasta cuándo el gobierno aguanta con estos recursos precarios con el dólar en los niveles que está ahora, subiendo incluso pero teniendo que subir mucho más sin estos recursos? ¿Y en cuánto tiempo tarda también para que esta devaluación que se va procesando no se traslade a los precios y golpee justamente la tasa de inflación que es lo que el gobierno presenta como su verdadero mérito para ganar las elecciones? ¿Cuánto va a tardar?
El otro día fue noticia también que las empresas que producen los productos de consumo masivo les mandan a los supermercados la nueva lista de precios con aumentos, que van del 5 al 9%. Y acá la duda está si el supermercado los van a trasladar o no lo van a trasladar. Y la apuesta que tiene el gobierno. -y lo dijo el otro día Caputo en un hecho de sinceridad que no lo caracteriza- que el único instrumento que tiene el gobierno para que estos precios no se trasladen finalmente a los precios que pagan los consumidores es la recesión. Entonces, bueno, como hay una caída de la venta de productos masivos, confiamos que la recesión va a inhibir ese traslado de precios. Veremos si es así, porque aparte hay un límite: si ese traslado de precios no se da en determinada proporción, bueno, la forma de ajustar va a ser por otro lado, va a ser con despidos, que ya están ocurriendo, va a ser con cierres de empresas, que ya están ocurriendo. Entonces el gobierno difícilmente pueda utilizar la recesión como recurso efectivo para evitar un aumento de la tasa de inflación si se empieza a incrementar más todavía el valor del dólar.
Entonces viendo la situación tomada en su conjunto: tenemos una deuda en pesos explosiva que no se puede manejar con la tasa de interés, porque eso lleva a postergar en tiempo muy corto una explosión de esa deuda en pesos; tenemos una deuda en dólares que es muy alta y tenemos como único recurso del gobierno estas triquiñuelas que ya están demostrando que son de corto plazo y una recesión que de mantenerse y profundizarse también va a afectar las chances electorales del gobierno. El FMI busca darle al gobierno una especie de empujón. Primero le dio 2 mil millones de dólares en la semana pasada, a pesar de que el gobierno no cumplió ninguna de sus metas, pero 2 mil millones ahora no es nada, no es absolutamente nada; pensemos nada más que en los últimos tres meses la compra de dólares por las personas particulares, más los gastos de turismo, rondaron los 15 mil millones de dólares; es la compra de dólares más alta en 22 años de historia argentina. Entonces, los 2 mil millones de dólares es algo escaso y como el gobierno no cumplió ninguna de sus metas el FMI acaba de modificar las metas del gobierno, permitiéndole que a fin de año las reservas del Banco Central puedan ser negativas en 2.400 millones de dólares, sabiendo que el gobierno no tiene ninguna forma de acumular reservas como se comprometió. Pero si no puede acumular reservas como se comprometió, eso impacta en el riesgo país, porque todo el mundo piensa que gobierno no va a poder pagar la deuda y si impacta en el riesgo país, sube la tasa de interés que paga el gobierno y sube la tasas de interés que pagan las empresas, entonces también inhibe el financiamiento del país.
Entonces esto es una situación insostenible, y no es sostenible en el muy largo plazo, insostenible en el corto plazo. La duda es si esto estalla antes de octubre o estalla en noviembre o en diciembre. Pero tengamos en cuenta en este razonamiento que hay un nivel de estafa al electorado, porque un gobierno que sabe que esto no tiene futuro y que trata de llegar con un pulmotor a las elecciones de octubre para que el pueblo vote en determinadas condiciones, sabiendo que después las modifica el mes siguiente. Entonces se demuestra también que la democracia capitalista es muy cuestionada desde el punto de vista de la representación que puede dar a un elector que emite su voto en un contexto económico determinado no se le puede pedir que si ese contexto cambia no cambie también su actitud y, por ejemplo, de pasar a dar un voto al gobierno mañana pasará a movilizarse contra ese gobierno.
Tenemos una experiencia bastante cercana; lo que pasó con Mauricio Macri, un electorado que votó en octubre del año 2017 a Macri y cuando cambia de contexto sale a luchar contra él. Y nosotros siempre hemos apostado a ese cambio de actitud que tiene una justificación incluso desde el punto de vista democrático. Hay una estafa en modificar artificialmente condiciones económicas para ganar un voto y después nadie puede pretender que cuando esa estafa queda de manifiesto el pueblo quede atado a un voto que dio en el pasado. Entonces acá aparece un debate de fondo que es el siguiente: ¿con qué programa vamos a enfrentar esta situación? ¿Cuál es este programa? Porque este programa plantea medidas de fondo, plantea el desconocimiento de la deuda usuraria con el Fondo Monetario y con todos los accionistas privados. Esto es clave. Plantea una reestructuración general del Estado, porque esta deuda en pesos que acumuló el gobierno es absolutamente impagable y compromete directamente la estabilidad del gobierno y establece por lo tanto, también es incompatible con medidas básicas de gobierno, de salud, de educación y por eso el gobierno se aferra tanto al ajuste. Acaba de anunciar, como decíamos antes, los vetos a los jubilados, los vetos a discapacidad y si se aprueba, por ejemplo, una ley a favor del Garrahan también dijo que la va a vetar. Entonces esta deuda en pesos tiene que ser también desconocida y diferenciar de esta deuda en pesos, y también en dólares, qué parte puede ser de una acreencia que tenga un sector popular que es una minoría absoluta en todo esto, porque la gran mayoría son sectores que están haciendo negocios espectaculares, pensemos nada más que los bancos con este tipo de presión han logrado una tasa de interés de cuatro y pico por ciento mensual cuando el gobierno anunció el día viernes la paritaria estatales y le da al estatal 1,2% mensual., entonces vemos quién gana y quién pierde con esta política.
Entonces desconocer la deuda externa, desconocer esta deuda en pesos, pasar a nacionalizar el sistema financiero y bancario, son cuestiones estructurales fundamentales que le van a permitir a Argentina tener una moneda que hoy no tenemos, tener una banca nacional única que permita que el ahorro del país sirva para su desarrollo y no que ese ahorro se ha fugado al exterior como está siendo fugado en la actualidad de manera escandalosa.
Y el gobierno de Milei todo pinta que va a terminar como todos los gobiernos que hemos visto en el pasado, que han postergado estas explosiones financieras propias de una crisis capitalista muy potenciada por la crisis internacional. Porque, para concluir, tengamos en cuenta lo siguiente acaba de anunciar Trump una arancel del 50% a Brasil. Brasil forma parte del Mercosur, es nuestro primer cliente comercial, ¿cómo es un arancel de Estados Unidos a Brasil que no afecte al Mercosur? Entonces acá está planteada incluso la crisis de Mercosur por la presión directa de Trump, que es el amigo de Milei. Entonces las condiciones internacionales incluso presionan todavía más para un desenlace explosivo de la explosiva crisis política y económica del país.
07/08/2025 a las 3:40 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Golpeado por el revés en el Congreso, Milei banalizó el Nunca Más para hacer campaña en PBA contra el kirchnerismo
Jonathan Heguier
El Destape
7/8/025
Luego de la durísima noche legislativa que sufrió el Gobierno con 12 votaciones en contra, un Javier Milei golpeado accedió como estaba pautado a tomarse la foto con los candidatos y referentes libertarios y del PRO en Buenos Aires para las elecciones de septiembre.
En la imagen se lo ve al mandatario pisando por primera vez La Matanza desde que es presidente. Lo acompañaron la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; el candidato a diputado nacional en octubre, José Luis Espert, la ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, os presidentes bonaerenses de La Libertad Avanza y el PRO, Sebastián Pareja y Cristian Ritondo; y los ocho cabezas de lista de secciones electorales, Diego Valenzuela (Primera), Natalia Blanco (Segunda), Maximiliano Bondarenko (Tercera), Gonzalo Cabezas (Cuarta), Guillermo Montenegro (Quinta), Oscar Liberman (Sexta), Alejandro Speroni (Séptima) y Francisco Adorni (Octava).
Todos ellos, salvo Milei, con buzos violetas en referencia al sello que llevarán en unidad, que es Alianza La Libertad Avanza. Posaron con un cartel que muestra el slogan de la campaña: “Kirchnerismo nunca más”, en referencia al informe de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) que exhibió los crímenes de la última dictadura cívico-militar.
La foto estaba pautada para ayer pero con la sesión en el Congreso eligió no hacerse. Milei pasó todo el día en la quinta de Olivos y recién hoy asomó un rato por Casa Rosada antes de viajar hacia Villa Celina, La Matanza, para la puesta en escena en medio de un barrio popular.
Hubo misterio hasta último momento y en el Gobierno no querían filtrar información de dónde iba a ser la foto. Anticipaban que no habría acto ni hablaría Milei. ¿Por temor a un posible reclamo de los habitantes de la Provincia, que son de los más castigado por la motosierra?
Mientras se daba la foto en PBA, se terminó de cerrar el acuerdo en CABA entre LLA y el PRO. Salió un comunicado. No hubo foto. La imagen entre Karina Milei y Mauricio Macri se frustró.
«Ambos partidos trabajarán en conjunto hasta 2027 para consolidar a través de sus representantes en el Congreso de la Nación, la agenda de reformas que el presidente Javier Milei lidera desde diciembre de 2023”, indicaron en un comunicado los violetas y amarillos. «Las ideas de la libertad que en el pasado han hecho grande a esta Nación nos unen», afirmaron.
Karina y Mauricio hablaron ayer a la tarde por teléfono, según le confirmaron fuentes a El Destape. Macri estaba ofuscado porque la Casa Rosada salió a presionarlo para que vaya a Balcarce 50 a sacarse una foto con la hermana de Milei. Por ahora esa imagen no se verá.