Por Carlos Tórtora.-

El último resultado electoral, probablemente por haber sido bastante imprevisible, generó un efecto psicológico muy marcado. El gobierno consiguió así con facilidad que la casi totalidad de la sociedad aceptara que las expectativas económicas eran ahora positivas y que la alianza con la administración Trump no sólo evitaría el default de la deuda argentina sino que le aseguraría a Javier Milei un piso alto de gobernabilidad.

Pero hace dos días una información publicada por el Wall Street Journal sacudió el efecto 26-O. Decía este medio que el paquete de rescate de la deuda por U$S 20.000 millones que venían preparando el JPMorgan, el City, el Chase y el Bank of America dejó de estar bajo análisis. A cambio, se estudiaría un préstamo de U$S 5.000 millones para pagar los vencimientos de deuda del año que viene.

El hecho no sólo es grave en si mismo sino que deja en evidencia el procedimiento autoritario que viene siguiendo el gobierno.

No hubo información pública alguna sobre la evolución de las conversaciones por el préstamo REPO, como si el tema no afectara el interés público. Paralelamente, la evolución de las negociaciones del Acuerdo Comercial con EEUU también pasaron a ser secretas y en este caso Luis Caputo se escuda en la existencia de cláusulas de confidencialidad de dudosa legitimidad.

Una reacción se advirtió al menos en la oposición, ya que el diputado peronista Tomás Ledesma consiguió que la Comisión de Comercio se convoque para tratar el acuerdo comercial con EEUU el martes que viene.

Se inicia otra etapa

Lo que está ocurriendo -o no ocurriendo- con el acuerdo comercial y el desconcierto reinante con el préstamo REPO pone en evidencia que el «efecto 26-O» está entrando aceleradamente en crisis.

Más bien cabe decir que se está agotando el veranito libertario iniciado hace casi un mes. Una prueba acabada de esto es que en dos de los mayores escándalos de corrupción de este gobierno hay un agravamiento de las responsabilidades. En el caso $LIBRA, el informe de la comisión investigadora del Congreso avanza sobre la responsabilidad personal de Javier Milei en el tema. Y en el Coimagate, el Fiscal Federal Franco Picardi desnudó una trama de recaudación de coimas montada en la ANDIS que puede complicar más a Karina Milei.

Si el nuevo clima de fracaso se afianza en los próximos días, se complicarían las condiciones para la presentación en el Congreso del proyecto de reforma laboral.

Share