Por Otto Schmucler.-

Sin dudas que el aumento de “tiempo libre” del que dispone hace ya algunos meses (por la intrascendencia de su devaluada palabra) ha aumentado las posibilidades de dedicación a su salud, y también a su estética.

Por ello nos agrada ver esa sonrisa que aflora, hoy desde su boca con esas carillas blancas que le otorgan una apariencia más saludable respecto de aquella que mostraba cuando las peleas internas con quienes lo llevaron al poder hacían mella en su figura y en su aspecto personal.

Sin dudas, la tecnología que acompaña a la ortopedia, hoy en día, ha posibilitado que las personas recobren el brillo en su sonrisa, perdido por el cambio del color de sus dientes que con el paso del tiempo se vuelven amarillentos.

El próximo paso serán, muy probablemente “las carillas inteligentes”, capaces de corregir los furcios y errores a los que nos tiene acostumbrados el presidente.

Y el último, con el que rubricará este avance será “el chequeo en tiempo real de todo aquello que dentro de la boca esté próximo a ser dicho, con lo cual se evitarán las mentiras, que tanto dañan a la política como a la ciudadanía”

Bienvenido sea entonces a “la tecnología”.

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