Por Luis Alejandro Rizzi.-

«En julio se compraron tres mil cuatrocientos millones de dólares. Éste es el dato que debe tener en cuenta el gobierno. Esos 3.400 millones miden el riesgo político de Javier Milei.» (Los hechos de la semana, 31/8/25).

El anuncio del funcionario Pablo Quirno, afirmando que el Tesoro -el gobierno- intervendrá en el mercado de cambios, es un reconocimiento cabal de un fracaso y la comisión de otro error “cantado”. Se regalarían hasta 1700 millones de dólares a precio de “ganga”, y después le echamos a los “Kuka” la responsabilidad de las consecuencias. Los “KARI”, no tienen nada que ver.

Con todo derecho los “degenerados fiscales” podrían decirle a Milei “degenerado cambiario”, ya que los dos generan más gasto.

Unos, los “degenerados fiscales” -los diputados- para fines concretos: hospital Garrahan, discapacitados, universidades y mejora liviana de las jubilaciones, el “degenerado cambiario”-el Poder Ejecutivo-, para mantener políticamente bajo el tipo de cambio con fines electorales y como consecuencia de modo “administrando” el índice del costo de vida.

Un economista -Carlos Melconian- dijo que en mantener el tipo de cambio en niveles de “mercados regulados” se gastó la rentabilidad de un año de Vaca Muerta, 10.024 millones de dólares que compró la gente desde abril según Salvador di Stefano.

Algunos consultores dicen que el gobierno en total quemó14 mil millones de dólares con esa finalidad.

No se sabe qué dirá el FMI, por la ruptura de las famosas bandas, la del piso y la del techo, de los mil y mil cuatrocientos pesos.

Es obvio que con esta medida se debería incrementar el “riesgo país” y el “riesgo político del gobierno” y los bonos caerán, porque se afecta, como decíamos en una nota anterior, nuestra capacidad de pago.

El famoso 16 de septiembre de 1992, el gobierno inglés no pudo sostener el valor de la libra, que cayó debajo del nivel mínimo del “mecanismo europeo de tipos de cambio” -MTC- y tuvo que devaluar.

Estaba circunstancialmente en Londres y el primer ministro -John Major- dijo a última hora del día por la BBC que ningún gobierno puede detener al mercado. Acá fue al revés, el precio del dólar se acercaba al techo de la banda negociada con el FMI.

Sobrepasar ese límite es un pésimo presagio para el 26 de octubre próximo, día de las elecciones de medio término.

La historia de aquel miércoles negro nos debería servir de experiencia; no se pudo mantener la Libra, llevando las tasas de interés al 15%, acá, además de subir las tasas a casi el 70%, subimos los encajes al 53%.

El diario “The Guardian” explicaba 20 años después de aquel “día negro”: “A la hora del almuerzo, (del 16 de septiembre) era evidente que los esfuerzos del banco central y la atracción de los altos tipos de interés británicos se veían eclipsados por una total falta de confianza en la capacidad del Reino Unido para estabilizar su moneda. Se había filtrado a los operadores la noticia de que el presidente del Bundesbank alemán estaba a favor de que Gran Bretaña devaluara su moneda.” Hoy el lugar de aquel banco lo cumple el FMI.

“Sabiendo que Gran Bretaña tenía escasez de reservas de moneda extranjera para vender, especuladores como Soros se movieron a matar”. Acá debemos cambiar “Soros” por “campeones”.

“Al día siguiente, en el parlamento, John Smith, el líder laborista (¿kuka?), criticó duramente la política económica del gobierno de Major. Declaró: “La verdadera lección de la crisis del MTC fue que, para tener una moneda fuerte, se necesita una economía fuerte”.

Milei sólo tiene una economía de espejos, o de morondanga.

No le cae nada mal llamarlo “degenerado fiscal”.

A John Major, al pueblo inglés, la demora en actuar le costó en aquel momento tres mil trescientos millones de libras.

¿Cuánto nos costará a nosotros el plan dolarcito?

¿Qué diferencia hay entre Sergio Massa y Javier Milei?

En la misma circunstancia, hicieron lo mismo.

Share