Por Luis Alejandro Rizzi.-
La confianza en el gobierno sigue cayendo. La imagen negativa de Milei también y se percibe en las encuestas que el propio Milei suma desconfianza.
El gobierno fotografió su fracaso en la semana que terminó viernes 19, en una selfie que lo muestra en su más plena y antiestética desnudez.
El lunes y martes respectivamente, Scott Bessent y Donald Trump prometieron salvar al gobierno, mediante un crédito del tesoro y una eventual compra de bonos.
A su vez, el gobierno armó con ocho exportadores una virtual “compra” de siete mil millones de dólares a un costo aproximado de mil quinientos millones (20 por ciento) ofreciendo una suspensión de retenciones cambiarias por un breve lapso a los productos del agro, sin beneficio directo a los productores, el pueblo agrario.
Dejando de lado la mala praxis, fruto de la desesperación, se logró que por un muy breve lapso algunos “buitres” lograran suculentas ganancias, los bonos tuvieran una breve “primavera” y hoy estamos casi casi como el pasado 19 septiembre, el riesgo país sobrepasó los 1200 puntos.
Es probable que se haya creído que los anuncios de Bessent y Trump serían performativos, pero no, la gente, los mercados, pensaban como don Julio Grondona, que la gansa pusiera en vez de prometerlo. «Mejor que prometer, es realizar».
Por ahora, la gansa no está poniendo y todo se traslada a la noche del 26 de octubre.
Esta promesa de salvataje tiene más el sabor de un réquiem que de una esperanza de vida.
El gobierno, en estos días, dibujó con el mejor color del impresionismo, su propio fracaso y dolor y el “negocio” con los exportadores -explotadores- de cereales y la promesa de Bessent muestran al gobierno desangrándose, sumido en su grave patología neurótica y en su desvarío emocional.
Todo hace presumir que será muy poco lo que Milei podrá sumar a su núcleo duro del 29%. En mi opinión, no creo que supere el 35%.
Nos espera un tiempo nublado y tormentoso hasta el 26 de octubre.
El gobierno debe aprender que nunca la sumisión genera rédito, a lo sumo caricias de consuelo.
Entre tanto, a partir de diciembre se espera un aluvión de turismo chino, justo cuando Peter Lamelas camine por esas calles en “…las tardecitas de Buenos Aires, tiene ese qué sé yo, ¿viste? Salgo de casa por Arenales, lo de siempre en la calle y en mí, cuando de repente, detrás de un árbol, se aparecen…. “los chinos…”
Un recordatorio: los reyes magos recién pasan la noche del cinco de enero…
Se anunció que Milei viajará a la Casa Blanca el próximo 14. ¿Cuántos votos más podría perder?
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