Por Máximo Luppino.-

Desde siempre pensamos que el mundo interior, como el VERDADERO hemisferio de existencia, refleja su poder en el fenoménico mundo exterior. Esta idea jamás parecería más certera que cuando en un lluvioso día del padre toda la Nación Argentina quedó a oscuras, paralizada quizás por las sombras emocionales y políticas ineptas de Cambiemos.

Semáforos apagados en la Capital Federal y el país todo, trenes, subtes, estaciones de servicio sin poder vender combustibles, y negocios forzados a no abrir sus necesitadas persianas de trabajo. Todo parado, congelado en el seno de un intenso frío económico…

El “mejor equipo de los últimos 50 años” dejó a oscuras la república y proyectó su torpeza a países vecinos. Los autodenominados eficientes obtuvieron el premio mayor a la impericia.

Antes de un ¡Feliz día, papá! Se escuchaba preguntar: ¿Tenés luz? ¿Sabés qué pasó? Es la aventura destemplada de vivir gobernados por la amarilla impronta que adolece de la lógica de la prevención.

Más de tres años pagando tarifas de luz eléctrica exorbitantes no sólo para que los cortes continúen igual, sino para que se extiendan a la república toda, dejando atónita e impotente a una población cansada de las mentiras y los aumentos desmedidos.

Fueron 6 horas de drama. Lentamente el suministro se fue reestableciendo. Pero… ¿Sabemos qué sucedió? ¿Qué fue lo que produjo este hecho impensado? Aparentemente, nuestro gobierno NO lo sabe.

¿Qué pasaría si ocurre otro corte y este se extiende por un día o dos?

Con esta administración nacional parece que NO necesitamos enemigos externos, el gobierno nacional parece atentar contra nuestra población.

Claro que “Nada es gratis” y la economía universal impera junto a la inefable ley de CAUSA Y EFECTO. Estos infortunios de Cambiemos obtienen su reacción popular en las urnas. Ese mismo domingo de corte y a oscuras se llevaron adelante elecciones en 4 provincias argentinas. Emocionaba ver a fiscales de mesa alumbrarse con celulares y linternas para gustosos cumplir con el deber y derecho de elegir y ser elegidos. Gracias al pueblo la democracia continuaba, una vez más, su derrotero de libertad.

En las 4 provincias se consagraron gobernadores ciudadanos de origen justicialistas. Sí, el PERONISMO que los “chicos de Newman” quisieron sepultar y subestimaron, se llevaba sendas victorias al historial de triunfos de un movimiento que se orienta a volver a conducir los destinos de la Nación.

Es que es tan desastrosa y desconcertante la actual impronta nacional, que los que desean poseer trabajo miran esperanzados al partido del General y Eva.

Alberto Rodríguez Saá, Gildo Insfrán, Omar Perotti y Gustavo Melella son los nuevos 4 alfiles que se suman a la contienda electiva nacional con una insoslayable capacidad de influir en el tan trascendente resultado nacional de las generales del presente año.

¡Que la LUZ vuelva y permanezca en los confines de la patria! Además de ser una plegaria esperanzada posee una connotación muy práctica: nos referimos drásticamente al suministro eléctrico.

La maravilla de los individuos se potencia cuando se agrupa y conforma un pueblo, entonces, parece que la fuerza de DIOS se encuentra más presente que nunca.

En las próximas elecciones generales 2019 NO votemos contra uno u otro, más bien elijamos en favor de nuestra gente que es elegir en aras de la patria.

¡Que la LUZ de la comprensión esté presente a la hora de sufragar y ya que está, que también las bombillas eléctricas permanezcan bien abastecidas!

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