Por Giuliano Iezzi.-

Al parecer, el sol estaría enviando más calor hacia la tierra y esto produce un calentamiento del clima, cosa que ya ha sucedido antes. De hecho, en el medioevo, y mucho antes de la era industrial, se dieron temperaturas mucho más altas que las de hoy.

Pero esta simple verdad no sirve políticamente, así que le echamos al hombre la culpa de tal evento, aunque sólo pueda influenciar en un 5% y nada más. Por ejemplo, una vaca contamina más que un automóvil.

No obstante ello, semejante y trascendental tema se pone en las manos de Greta, una niña de 16 años, con algún problemita, que pone cara de odio cuando dice sus salmos.

No tiene ni preparación ni edad para saber lo que dice, pero resulta ser la santa de la ecología y la progresía mundial allá va en rebaño, detrás de sus designios.

No viaja en avión por razones sacramentales ecologistas, y nadie le hace notar que en esas distancias un avión de línea consume, por pasajero, la mitad de combustible que un automóvil. Tampoco le han enseñado que un automóvil eléctrico, si se considera toda su vida desde que nace hasta que se recicla contamina todavía más que uno de combustión interna.

Luego viaja en un catamarán de ultimísima generación, y naides saca cuentas. Porque si lo hiciera encontraría que es una embarcación con gran cantidad de baterías de ultimísima generación cuya construcción y reciclado, cuando se puede hacer, es altamente contaminante.

Las velas, hace más de un siglo, eran de algodón egipcio, por lo tanto biodegradables pero ahora son de materiales sintéticos, altamente contaminantes en su construcción, imposibles de reciclar y de una vida eterna.

El resto de los materiales, salvo algún pedazo de metal o de madera corresponde al mismo tipo de materiales, contaminantes, eternos y no reciclables.

Albert… Albert Einstein, decía:

“Solo hay dos infinitos, el universo y la estupidez humana, pero tengo mis dudas sobre el primero”.

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