Por Alejandro Olmedo Zumarán.-

Señor Director:

En un reportaje radial, el Diputado del Pro, Nicolás Massot, anunció que pediría a la Cámara autorización para, que se le permita renunciar a sus fueros parlamentarios de arresto. Se puede advertir que la impunidad de tantos legisladores o funcionarios que han sido acusados de múltiples escándalos de corrupción y sus delitos, la tienen, gracias a estos fueros, ha provocado este gesto ejemplar, del legislador, que intenta mostrar que los políticos no son todos iguales. Así como en 1938, Elpidio González, renunció a su jubilación por haber sido Vicepresidente de Marcelo T. de Alvear, entre 1922/1928, que había sido otorgada por una ley, que se pronunció dada la precaria situación del Vicepresidente, afirmó: ““No, yo no puedo aceptar eso. Hay que servir a la Nación con desinterés personal, y después de disfrutar el honor de haber sido presidente o vice, no se le puede exigir al Estado que nos mantenga con altos sueldos vitalicios”

Este renunciamiento, trae aire fresco a esta política infectada de corruptos que solo piensan en permanecer en el poder eternamente y en llenar sus bolsillos, no obstante a minutos de haber terminado la entrevista, la misma radio anunciaba la renuncia ante escribano público de M. Stolbizer y S. Massa a los mismos fueros, lo que tiene valor declarativo.

Desde que volvió la democracia han sido pocos los gestos como estos, no recuerdo ninguno. Celebro y felicito al Diputado Massot y deseo que sea imitado en forma unánime pidiendo que el Congreso se expida y no un escribano.

Cuando un Presidente, un Ministro, un Legislador cometen un delito de corrupción, están robando a todos los ciudadanos y no corresponde que se amparen en los fueros parlamentarios y menos aún que sean legitimados por la justicia.

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