Los titulares de las seccionales, quienes habían sido desplazados por recaudaciones ilegales según informó el jueves el Ministerio de Seguridad, participaron ayer a la tarde de la reunión por la organización del operativo de seguridad para el clásico platense, y recién después los echaron. Más detalles de una pesquisa compleja.
Los seis comisarios por los que el fiscal Marcelo Martini pidió la detención en el marco de la investigación de la causa de los sobres recién fueron desplazados anoche de sus cargos. Antes, de manera inexplicable, participaron en una reunión en la Departamental para organizar el operativo de seguridad para el clásico entre Gimnasia y Estudiantes, a jugarse mañana en el Bosque.
Se trata de los titulares de las comisarías Segunda, Sebastián Velázquez; Tercera, Sebastián Cuenca; Sexta, Julio Sáenz; Duodécima, Raúl Frare y Décimosexta Fernando Jurado. Cabe destacar que el otro imputado, Juan Retamozo, fue hasta la semana pasada el mandamás de la Cuarta.
A pesar de que en forma oficial desde el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires que encabeza Cristian Ritondo informaron el jueves pasado que los seis comisarios habían sido desafectados de la fuerza, todo siguió igual hasta anoche, cuando se informó que quedaron a cargo de las seccionales los segundos jefes.
Como se recordará, la jueza de Garantías, Marcela Garmendia, ordenó la detención de Frare y Jurado, debido a que en la prueba caligráfica realizada el 10 de agosto pasado en la Asesoría Pericial se pudo establecer identidad gráfica entre los cuerpos de escritura efectuados por los nombrados, con las referencias plasmadas en los sobres identificados como procedentes de las comisarías Duodécima y Decimosexta.
Según el expediente judicial al que tuvo acceso Hoy, Frare escribió la palabra “jefe”, y Jurado escribió el remitente en cuatro sobres: “jefe”, “2º jefe”, “operaciones” y “secretario”.
En tanto, Garmendia no estuvo de acuerdo con Martini, y no ordenó la detención de Velázquez, Cuenca, Sáenz y Retamozo, debido a que ellos se negaron a someterse a la pericia caligráfica. Para el fiscal, esa actitud fue autoincriminatoria, pero la jueza entendió que los elementos obrantes en contra de estos cuatro funcionarios resultan, al menos por el momento, insuficientes.
Sin embargo, Garmendia advirtió en su presentación que le llamó la atención que los cuatro comisarios no hayan intentado explicar por qué desde las sedes de las que son titulares fueron enviados sobres a la Departamental el 1º de abril pasado.
Cabe aclarar que los otros imputados en esta investigación por el hallazgo de 36 sobres con 153.700 pesos son el ex jefe de la Departamental, Darío Camerini, su segundo, Rodolfo Carballo, el ex jefe de operaciones, Ariel Huck y el ex secretario Walter Skramowskyj.
Sobre los cuatro “jefes departamentales” y los seis comisarios pesa la acusación de asociación ilícita en concurso real con concusión e ideal con recepción de dádivas.
¿Algunos de los sobres tenían indicada la letra “G”?
El secretario general del Sindicato de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (Sipoba), Nicolás Masi, en diálogo con Hoy dijo que la investigación de la causa de los sobres debe indagar las responsabilidades de los superiores al exjefe de la Departamental, Darío Camerini.
Masi recordó la denuncia en la que se dio cuenta de un robo al superintendente de la región capital, Fernando Grasso, jefe inmediato superior de Camerini. “El asalto fue el 6 de abril, cinco días después del allanamiento a la Departamental, y en ese hecho el jefe policial fue reducido frente a su casa en Quilmes por cuatro sujetos armados, los que tras golpearlo, le sustrajeron un bolso con 400.000 pesos”.
De acuerdo a Sipoba, Grasso se atendió en el Hospital Iriarte, pero nunca radicó la denuncia.
Otra de las quejas es que la Justicia habría omitido pedir el informe telefónico a la empresa Nextel para que se demuestre los llamados entrantes y salientes de Camerini con sus superiores durante el 31 de marzo y 1º de abril pasado.
En tanto, ayer trascendió que algunos de los sobres secuestrados tendrían escrita la letra “G”, por lo que muchos sospechan que varios de los envoltorios tendrían como destino a Grasso.
De acuerdo al denunciante anónimo, aquel que el 26 de febrero llamó para denunciar que todos los primeros días de mes Camerini recibía unos 200.000 pesos correspondientes a la recaudación ilegal, e indicó a Hoy que el circuito para juntar plata “sucia” arranca en los jefes de calle, pasa por los comisarios, jefes de distritos, jefes de departamentales, superintendentes, segundo jefe y jefe de la Policía, y que llegaría hasta el ministro del área.
Dicen que se manejan sumas mensuales que superan los 90 millones de pesos. Por el momento, el fiscal Marcelo Martini no encontró elementos para imputar a integrantes de la cúpula de la Policía Bonaerense.
Los nuevos elementos en la causa
La Sala III de la excelentísima Cámara de Apelación y Garantías en lo penal de La Plata tendrá que definir en los próximos días si los dos comisarios y los cuatro que cumplían funciones en la Departamental irán a prisión.
La jueza de Garantías Marcela Garmendia pidió la detención, pero la defensa de los imputados interpuso una eximición.
La sala, el 10 de mayo pasado, ya había revocado el pedido de detención, pero ahora el fiscal Marcelo Martini sumó elementos de prueba que podrían hacer cambiar la decisión.
Martini le explicó a Hoy que agregó a la causa los resultados positivos de las pericias caligráficas realizadas a los comisarios Raúl Frare y Fernando Jurado, y el dato no menor de que otros cuatro titulares de seccionales se negaron a la prueba.
El fiscal también sumó denuncias anónimas que dan cuenta de las formas de recolectar dinero “sucio”, el registro de la cámara municipal de 12 y 60 que grabó el desfile de varios patrulleros, las declaraciones de agentes de las comisarías Tercera, Cuarta, Decimoquinta y la subcomisaría La Unión, quienes admitieron haber estado en la Departamental el 1º de abril para dejar “informes”, la falta de registro en el libro de guardia de los policías que entraron, dejaron “algo” y se fueron, y el informe producido por instructores de la Procuración con los llamados entrantes y salientes de los aparatos del ex jefe de la Departamental, Darío Camerini, su segundo, Rodolfo Carballo, el ex jefe de operaciones, Ariel Huck y el ex secretario Walter Skramowskyj.
En ese registro se detectaron contactos de los imputados con los titulares de las comisarías Segunda, Tercera, Cuarta, Sexta, Undécima, Decimotercera, Decimocuarta, Decimosexta y la subcomisaría La Unión. (SIPOBA)
06/10/2016 a las 4:45 PM
Grotesco, aunque propio del país en joda en el que vivimos.
06/10/2016 a las 7:19 PM
¡SIPOBA!… ¡sindicatos policiales! ¡Lo que nos faltaba; los Moyano-policías! Cuando en realidad deberían estar sujetos a un «estado policial» y regidos por un «código de justicia policial», idénticos en todo al personal militar.
Agentes jugueteando con sus celulares, sin el cubrecabeza reglamentario, fumando, excedidos groseramente de peso, guarangos, incultos, ordinarios, impresentables con ese corte de pelo rapado hasta la coronillia y ésta poblada de pirinchos al estilo «los pibes villeros chorros».
Las fuerzas de seguridad, incluso las policías locales, deberían depender directamente de las FF.AA.
¡Y no me vengan con el «federalismo» porque las provincias, salvo organizar la fiesta provincial «del chorizo seco», «del asado con cuero» o dilapidar sus recursos aplastando a los contribuyentes, no saben hacer uso de las facultades no delegadas a la Nación.
06/10/2016 a las 8:17 PM
¿LA ARGENTINA INVIABLE?
CATON 06/10/2016
En la nota ¿Cuánto pesa un Máximo?, posteada el 03/10/2016 por el Dr. Enrique Guillermo Avogadro con su lucidez habitual describe la situación calamitosa, sobre todo en lo concerniente a la pobreza y el narcotráfico, a la que ha llegado nuestro pobre País (literalmente), gracias a las dirigencias que nos supimos conseguir, la mayoría de ellas, y en especial la política, infectadas de corrupción; desidia y desconocimiento; pero el autor de la nota de referencia, además, esboza varios posibles caminos para reparar tamaña desgracia, los que de ser emprendidos, indudablemente demandará, el trabajo de varias generaciones; trabajo de reparación que irá dejando un reguero de sufrimientos y de muertes. Que tal vez hubieran sido evitables o cuanto menos reducidos en su catastrófica magnitud.
Pero es de interés del suscripto destacar un párrafo de dicha nota que dice… “Hace años, la prensa brasileña publicó una entrevista a un jefe narco preso, en la cual éste emitió una sentencia definitiva: “ustedes ya perdieron”; la justificó explicando que, como los adictos y sus proveedores más pobres no valen nada, ya que la muerte los espera en cada esquina de la mano de una bala o una sobredosis, tampoco podían valorar la vida de los demás”
El interés que tiene el texto completo de la citada entrevista, es que podría servir de manual para todos aquellos que tienen la responsabilidad primaria en la lucha contra el narcotráfico y sus deleznables consecuencias; sean éstos funcionarios; jueces; fiscales o dirigentes y actores sociales que tengan un verdadero sentido patriótico que les impulse el deseo de ver a nuestro territorio, transformarse en una Nación con ciertos valores que valgan la pena dejar como legado.
Como para despertar la curiosidad de los potenciales interesados se transcriben algunos párrafos de la entrevista, que algunos sostienen que es una entrevista ficcionada; y al final, el link donde se puede ver completa la entrevista y sus comentarios, que verdaderamente no tienen desperdicio, y que fuera publicada en Mayo de 2007, poco después que la ciudad de San Pablo fuera tomada durante un par de días por los narcos, dirigidos por los Capos desde adentro mismo de las cárceles, y que el suscripto en un programa radial comentó y sostuvo que ése era el espejo en que la Argentina se debería mirar, si no se corregía por lo menos algo del mal rumbo en el que se estaba llevando a nuestro desgraciado País. Los siguientes son algunos de los párrafos de la impactante entrevista: … “el diario O Globo de Brasil en su separata Segundo Cuaderno, publicó una ’Entrevista a Marcos Camacho, jefe de la banda carcelaria de Sao Paulo denominada Primer Comando de la Capital (PCC). La siguiente es la traducción textual del reportaje”… “Yo era pobre e invisible. Ustedes nunca me miraron durante décadas y antiguamente era fácil resolver el problema de la miseria”… “Ahora estamos ricos con la multinacional de la droga. Y ustedes se están muriendo de miedo”…
“¿Usted no tiene miedo a morir?… Ustedes son los que tienen miedo a morir, yo no. Mejor dicho, aquí en la cárcel ustedes no pueden entrar y matarme, pero yo puedo mandar matarlos a ustedes allí afuera”… “Ustedes tienen la manía del humanismo. Nosotros somos crueles, sin piedad”… “Les voy a dar una idea, aunque sea en contra de mí. ¡Agarren a ’los barones del polvo’ (cocaína)! Hay diputados, senadores, hay generales, hay hasta ex presidentes del Paraguay en el medio de la cocaína y de las armas.” …
Ver nota completa y comentarios en http://www.grupotortuga.com/Escalofriante-entrevista-con
Dios se apiade y nos ampare a todos nosotros.-
06/10/2016 a las 11:47 PM
y despues meten en cana por television en vivo a un quinielero para que la gilada consuma cotillón
07/10/2016 a las 12:17 PM
CON ESTOS DESGOBIERNOS QUE PROMETEN MUCHO Y CUMPLEN POCO Y NADA LA ARGENTINA ES INVIABLE. ES SÓLO UN LUGAR EN EL MAPA
07/10/2016 a las 6:52 PM
Vulcano/Rifle: Amén!!!.Que más?.
08/10/2016 a las 5:03 PM
La columna de Lanata
Enviar gendarmes a Rosario o Buenos Aires es idéntico a tomar deuda externa para pagar salarios en las provincias o mayor déficit en la Nación: mantiene intacta la enfermedad y -quizá- alivia un poco la fiebre.
Un repaso superficial de las cifras de robo, drogas, inseguridad, e ineficiencia judicial y policial es más que suficiente para entender que plantear soluciones parciales a un problema global es inútil.
El narcotráfico corrompe verticalmente todos los organismos que lo controlan, la inseguridad está íntimamente vinculada con la parcialidad política de la justicia, el sistema de puertas giratorias, y la complicidad de los sistemas de control en el establecimiento de zonas liberadas.
Si nos despertáramos mañana con un gendarme por cada cuadra de la Argentina el problema no sería distinto: la Gendarmería se corrompería del todo y las fronteras dejarían de ser un colador para transformarse en una alfombra roja.
Un solo dato alcanza para demostrar la indolencia -¿incapacidad? ¿estupidez? ¿complicidad?- policial y judicial: en Argentina hay 100.000 prófugos. Cien mil prófugos.
De ese total, 25.000 son prófugos con condena. Mil prófugos puede ser una cifra normal, diez mil una mala gestión, pero cien mil -una cancha y media de River llena de prófugos- muestra el último grado de la decadencia.
Se denuncian 85 delitos por hora, de los cuales treinta son robos.
Las cifras oficiales indican dos millones de armas en la población. Las reales precisan nueve millones, una cada cuatro habitantes.
Hay unos sesenta mil presos en el país, de los cuales 33 mil están en la provincia de Buenos Aires y unos dos mil quinientos en comisarías -algo irregular, que se supera porque los presos pagan a los comisarios para estar allí.
Según el Barómetro del Narcotráfico y las Adicciones en Argentina se observó en 2016 un incremento del 50% de venta de drogas a nivel barrial. “El nivel -dice el informe- experimenta un incremento abrupto entre los años 2010 y 2011 para luego seguir una senda ascendente progresiva”.
Tomando el período entre 2010 y 2014 el Barómetro señala que los incrementos más intensos tuvieron lugar en la Patagonia 87%, NEA 85% y AMBA 35%. “El incremento en el registro de venta de drogas en el barrio se produce haya o no presencia policial. Se observa que en algunas regiones urbanas el incremento es proporcionalmente mayor en las zonas que tienen presencia policial. En AMBA el registro de venta de drogas se incrementa un 43% en barrios con presencia policial y un 34% en barrios sin presencia policial, algo similar ocurre en la región pampeana”.
Eso sucede abajo, en la Argentina de las cocinas, de la marihuana envuelta en celofán. Arriba, en el mundo del dinero que la droga produce no sucede nada. En “Criminalización del lavado de activos” Juan Félix Marteau, Coordinador Nacional para el Combate del Lavado de Activos y la Financiación del Terrorismo, reseña cuántas condenas por lavado hubo en Argentina durante los últimos quince años en los que el país ingreso al GAFI: siete.
De esas siete, sólo en tres se identificó el famoso “delito precedente”. Hubo, en quince años, 17 condenados a prisión, pero sólo ocho debieron cumplirla de manera efectiva. Ninguna de las causas se originó por un reporte de operación sospechosa analizado por la Unidad de Información Financiera.
Si el sistema estuviera diseñado para que nada funcione, habría que contratar al que lo hizo: es perfecto.
Todos los puntos se vinculan o mantienen la relación entre causa y consecuencia. El resultado es que, azarosamente, puede conseguirse algo de justicia que de todos modos no sirve porque terminan en un laboratorio de monstruos denominado sistema penitenciario. Los jueces, mientras tanto, firman “será justicia” sin que les tiemble el pulso.
Cada miembro de la cadena, el victimario, el policía, el fiscal, el juez actúan un rol que saben impostado, todos hacen como sí.
El muerto, la víctima, no participa.
Arreglar este entuerto parece imposible, y tal vez lo sea. Pero ¿qué otra cosa podría proponerse el gobierno que sea sino arreglarlo? ¿Cómo podemos seguir viviendo así?
¿Cambiar la policía? Sí, cambiar la policía, condenar a los corruptos, capacitar a los demás, tarde lo que tarde.
¿Cambiar la Justicia? Sí, cambiar la justicia, sacar a los jueces y fiscales que anteponen su ideología a la propia ley, destituir a los venales y a sus padrinos políticos, con independencia de los compromisos que tenga el partido que gobierne o el que se oponga. Hace falta liderazgo político y coraje y tiempo.
Lo otro es esto, lo que tenemos: la selva; estamos perdidos en ella, y buscando la salida podemos perder la vida.
09/10/2016 a las 9:14 PM
HAY TANTOS ACUSADO DE ENRIQUECIMIENTO, ENRIQUECIMIENTO Y ILICITO Y CORRUPCION, Y NO PASA NADA NI VA A PASAR, EMPEZANDO POR EL PODER JUDICIAL Y SU MAL DESEMPEÑO, SIGNIFICA UN ATROPELLO
PARA LOS JUDICIABLES Y NO PASA NADA, NO NOS EXTRAÑEMOS
NO VA A PASAR NADA CON NADIE HAY 2.5000.000 QUE SON ÑOQUIS Y NO PASA NADA,NI PASARÀ, TODO ES GATOPARDISMO.
30/10/2016 a las 6:36 PM
EL PUEBLO ARGENTINO TIENE QUE JUZGAR A LOS JUESES