Por Carlos Tórtora.-
Una serie de circunstancias hacen que Cristina Kirchner vuelva al centro de la escena política pero con un protagonismo político negativo. El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, citó a sus pares de Tucumán, Osvaldo Jaldo, Catamarca, Raúl Jalil, y Misiones, Hugo Passalacqua, para preparar la ruptura del bloque peronista de Diputados pero también para responsabilizar a la expresidenta por la crisis partidaria y la reciente derrota electoral. Salta es uno de los distritos más en crisis, porque allí el PJ está intervenido por decisión de Cristina. Gracias a la inhabilitación judicial por su condena en la causa Vialidad, ella ya no es más presidenta y ni siquiera afiliada del PJ, que está a cargo del vice primero José Mayans. El caso es que Cristina estaría comenzando a tomar medidas defensivas. Una es la designación de Juan Grabois como miembro del equipo de defensores que la asistirá en el juicio por el Memorandum de Entendimiento con Irán, que se celebrará el año que viene.
Parece obvio que ella se prepara a resistir los embates que se le vienen desde distintos sectores del PJ mientras piensa cómo hacer para que su hijo Máximo consiga renovar por cuatro años más como presidente del PJ de Buenos Aires.
Un frente anti Trump
También se preparan otras tormentas porque en los últimos días emisarios venezolanos se habrían reunido con allegados de Cristina. El régimen de Nicolás Maduro, si se materializa la agresión militar de los EEUU, esperaría que los distintos partidos populistas de Latinoamérica condenen a Donald Trump y la postura del peronismo es una de las más codiciadas. La realidad es que, aun cuando está muy lejos de sumarse a Javier Milei, la mayor parte de la dirigencia peronista se resistiría a quedar pegada a Maduro, un presidente que ni siquiera tiene legitimidad de origen.
El tema puede adquirir densitud, porque versiones que circulan por nuestra Cancillería hasta mencionan que Milei podría ser invitado a integrar una coalición militar contra el régimen venezolano. En caso de precipitarse la caída del régimen chavista, no hay que descartar una especie de guerra civil que sería un revulsivo político en toda la región.
Y en el caso de Cristina, a todo esto se le suma que pronto habría fecha para el inicio del juicio oral por el Memorandum con Irán. Un proceso del máximo interés internacional, porque se debatirá la responsabilidad de un estado terrorista que es además el mayor enemigo del estado de Israel.
27/11/2025 a las 2:23 AM
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