Por Héctor Sandler.-
La casi totalidad de los argentinos de hoy -dirigentes incluidos- ignoran cuán destructiva es una parte sustantiva del derecho positivo vigente: el destinado a regir la economía social y pública de nuestro país.
Sufrimos una combinación letal en la base de nuestro orden social por obra de dos regímenes legales:
a) el de propiedad privada de la tierra establecido en el Código Civil, que permite a los dueños y ocupantes no legales del suelo beneficiarse con el mayor valor que adquiere por el incremento la demanda social. (El territorio es fijo, pero la población crece a razón de 400.000 niños por año). y
b) el régimen de impuestos al trabajo y a la inversión de capital real implantado a partir de la Ley de Impuesto a los Réditos del año 1932. A igual que la célula cancerosa que devora su propio cuerpo ,el actual cáncer impositivo castiga a los habitantes con más de 90 impuestos al trabajo, la producción y el consumo.
Dos tenazas destructivas (constante aumento del precio de la tierra con más creciente aumento de los impuestos a productores y consumidores) producen, entre muchos otros derivados, esta secuela de daños sociales:
a) Hacinamiento de la población en la CABA, en los partidos del GBA y ciudades como La Plata, Rosario y Córdoba,
b) Despoblamiento en todas las provincias con concentración de su escasa población en sus sendas “capitales” en las que se reproduce el hacinamiento poblacional y el aumento del empleo público;
c) La fractura social (o “grietas”) en la sociedad. Se destacan las que existen entre los que carece de trabajo (unos 3 millones de personas) y otros que lo tienen, pero sin ingresos bastantes como para sufragar su gasto elemental (son alrededor de 12 millones de personas), y finalmente la que existe entre los que por sus mayores ingresos buscan la seguridad y el bienestar que la sociedad no ofrece en sino en los “countries”;
d) alta evasión fiscal;
e) deuda pública impagable;
f) inflación monetaria crónica;
g) carencia de un sistema monetario apto para medir valores económicos, para formar capitales y planificar la producción.
f) Y, finalmente, el peor de todos: la degradación de la conciencia social dominante. Este daño afecta a todos; desde el ciudadano común a los más ilustrados ciudadanos.
26/04/2018 a las 3:45 PM
La deuda pública. Siempre se termina pagando.
Las otras afirmaciones.Conllevan un viso de credibilidad.
Hay una crísis normativa y moral de los Argentinos, sin duda.
Pero tal vez , los Argentinos . No somos los que en realidad creemos o declamamos ser…
Habrá que replantearse, quienes somos , que podemos y que queremos ser.
No se, se me ocurre.
Claro que grandes pensadores como Feinamann , Forster o Gonzalez. Ya no participen mucho.
Los muchachos de 6, 7 8 . También ayudaban mucho.
Brancatelli, Navarro. ¡Y ni hablar del Genial Victor Hugo! El hombre de hablar sin muchas vueltas.
Hoy los Argentinos estamos «guachos» de referentes ideológicos.
Para colmo ¡El Baby se va al exterior, cansado!
26/04/2018 a las 5:17 PM
https://www.youtube.com/watch?v=PV2KqxUIVQM
https://www.youtube.com/watch?v=dbjQ9L4mBIM
26/04/2018 a las 5:41 PM
El hijo «especial»de Franco aseguró que «todos tenemos que comprometernos» a cuidar la energía y respecto a los aumentos de las tarifas dijo que «aunque le dimos vueltas, no hay otra salida».
«Las empresas distribuidoras están invirtiendo como no lo hacían desde hace muchos años y en los próximos cinco van a mejorar la distribución». «La energía cuesta generarla, transportarla, distribuirla y es lo que vale».
Que el aumento de tarifas fue una condición acordada entre Macri y Pampa Energía para que esta última empresa desembarcara en Petrobas. “Mindlin viajó junto a Mauricio Macri al encuentro empresario de Davos, Suiza, en enero pasado y allí sellaron el acuerdo. Pampa Energía compraría Petrobras no sólo para seguir produciendo gasoil, sino para convertirla en una proveedora de gas. Para eso necesitaban un drástico aumento de los precios mayoristas. Macri cumplió su parte: cuando volvieron de Davos, instruyó al ministro Aranguren para que aumentaran de un golpe todas las tarifas, luz, agua y gas”.
La empresa presidida por Mindlin es controlada por Lewis, recordemos que por esa época Lewis obtuvo una licitación del gobierno de Río Negro para construir una represa energética en el Río Escondido, que proveerá de electricidad monopólicamente a la zona de El Bolsón, podremos suponer que la conducta y los Delitos que comprometen la paz y la dignidad de la Nación deben ser investigados y sufrir los denunciados la persecución penal toda vez, han sumido a la Republica y a sus ciudadanos en una grave crisis energética simulada a los efectos de enriquecerse a expensas de negociados espurios.
Tampoco se informo sobre los fondos en subsidios otorgados a las siguientes Empresas distribuidoras importantes a nivel provincial son:
* Provinciales públicas;
* EPEC (Empresa Provincial de Energía de Córdoba),
* EPE (Empresa Provincial de Energía de Santa Fe)
* Provinciales privadas;
ESJ (Energía San Juan),
EDET (Empresa de Distribución Eléctrica de Tucumán),
EDEN (Empresa Distribuidora de Energía Norte),
EDEA (Empresa Distribuidora de Energía Atlántica),
EDES (Empresa Distribuidora de Energía Sur), [http://www.ejesa.com.ar EJE SA] (Empresa Jujeña de Energía),
EDEMSA (Empresa distribuidora de energía eléctrica mendocina sociedad anónima).
Pampa Energía, la mayor empresa del mercado eléctrico, es bien conocida para el gobierno macrista: Luis Caputo, actual secretario de Finanzas, encargado de negociar el acuerdo con los fondos buitres, fue su gerente general durante diez años.
Como indicativo del eterno RELATO, para justificar sus hechos, vemos contradicciones.
“En el balance 2015, la empresa de Caputo plantea un panorama sobre el campo energético de la Argentina que dista bastante de la desolación y el caos que transmite ahora el gobierno. Sadesa participó en casi un veinte por ciento de la generación de energía mayorista, y tuvo un crecimiento en sus ganancias del 219 por ciento con respecto al año anterior”.
28/04/2018 a las 6:17 PM
El que trabaja y pone el hombro ( la gente de a pie ) es la que tiene que hablar . No se los ve en los programas informativos, salvo, cuando han sufrido algún atentado. Un par de día , y viene otro. Es una herejía ya que lo hagarran al hombre con los sentimientos confundido. Hay una sola realidad la producción de comida es para 400 millones de seres humanos , somos 40 , donde está la diferencia.
26/04/2018 a las 4:03 PM
No olvide de preguntarse, que debemos hacer.
Por esas cosas del Mundo y la Geopolítica.
Digo ¿no?
26/04/2018 a las 4:11 PM
DEJA DE CLONARRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR.
SUCIO FURRRRRRRRBANTEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE. DE PORRA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
CAMBIATE EL APODO. CHE GAMULA´N DE ARPILLERA.
VOS NO SOS MI AMIGO EL BRAULIO. Y MAAAAAARCHEEEEEEEEE PA´L CHIQUEROOOOOOOOOOOOO OOOOOOOOOOOOOO
26/04/2018 a las 4:11 PM
Para mi es un excelente resumen de los males que nos aquejan, y de las preguntas y respuestas de consenso que necesitamos enfrentar para salir de este atolladero
26/04/2018 a las 4:55 PM
Lo bueno, si breve. Dos veces cortito.
26/04/2018 a las 4:13 PM
Acertado diagnóstico… ¿Alguna solución, Dr.?
26/04/2018 a las 4:22 PM
SEPPUKU.
26/04/2018 a las 6:01 PM
Sí, por cierto.
Por mi parte las he ofrecido en varos libros, entre los que me permito citar los dos ultimos:
1) «A la busqueda del tesoro perdido. Raíces de la crisis permanente y propuestas para su solución», ICE, Bs.As. 2008, (357 p)
2) «Progreso Economico con Justicia Social. Más recursos públicos con menos impuestos» (este en coautoria con G.A. Sandler), PROSA,Bs.As. 2016).(334 p)
Ambos tienen fundamentos y razonamientos jurídicos, pol{iticos y econ{omicos ajenos a los dominantes en el público general y los diplomados corrientes en particular. No es de extrañar que no hayan demando la atención, ni siquiera como motivar una discusion..
Las angustias económicas que padece la mayoría de la población y el «conocimiento enlatado» que se ofrece y se adquiere a nivel superior en vistas lograr un empleo, forman una barrera dificil de perforar.
Pero su sola pregunta me alienta en la tarea. Revela que aun seguimos vivos y esta brega por el cambio tiene cada dia mayor sentido. Gracias!
+
28/04/2018 a las 11:04 AM
Estimado Dr.:
Conozco su trayectoria y comparto plenamente sus conceptos. Pocos entienden o pocos saben que la consulta de los inversores extranjeros empieza en el Estudio de sus abogados: quieren saber las leyes vigentes y sobre todo la Jurisprudencia. Que se puede esperar de un País que deroga un Código Civil completo despues de más de 100 años de vigencia? SI Ud.fuera abogado de una empresa multinacional y le preguntaran si pueden traer al País 50 o 100 millones de dólares para construir o ampliar una planta industrial, Ud. que les respondería, desde el punto de vista de su responsabilidad como letrado?
Muy cordialmente
28/04/2018 a las 11:13 AM
ampliando mi comentario anterior, la despoblación del interior es tremenda y todo el mundo se concentra en las capitales como Resistencia, donde en las esquinas, además de semáforos hay hasta 4 inspectores municipales, supongo que para colaborar con el semáforo. En el resto de la provincia no quedaron ni las gallinas en el campo.
En Corrientes pasa lo mismo: La Policía, la Gendarmería, la Prefectura, en general las fuerzas de seguridad, son una salida laboral perfecta, más los tres poderes del Estado, más las delegaciones nacionales como la Aduana.
Al mediodía cuando la administración cierra, se cierra tambien la ciudad, o no?
28/04/2018 a las 3:05 PM
No es que el interior esté despoblado es que las localidades no progresan al contrario se achican porque ESTOS PUTOS MALVADOS PARA NO DECIR MALDITOS DE LOS POLÍTICOS APATRIDAS destruyeron la actividad productiva genuina que es EL CAMPO.
30/04/2018 a las 1:56 AM
cierto….
28/04/2018 a las 11:14 AM
Gracias a Ud. Dr. Sandler. No quise ser irónico con mi pregunta, lo cual por otra parte no me saldría bien. Pero le confieso que al leer el título y el autor me entusiasmé y esperé un artículo con una dosis mayor de sus propuestas y soluciones… ¡que vaya si las tiene!.
Pero ahora me doy cuenta que lo que Ud. quiso es sacarnos de la modorra intelectual y «empujarnos» a pensar… Y nada más apropiado que volver a leer sus numerosos y pedagógicos artículos y libros.
Por eso el agradecido soy yo.
Saludos cordiales.
26/04/2018 a las 4:17 PM
DEJA DE CLONARRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR.
SUCIO FURRRRRRRRBANTEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE. DE PORRA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
CAMBIATE EL APODO. CHE GAMULA´N DE ARPILLERA.
VOS NO SOS MI AMIGO EL BRAULIO. Y MAAAAAARCHEEEEEEEEE PA´L CHIQUEROOOOOOOOOOOOO OOOOOOOOOOOOOO,DE DONDE NOOOOOO TE TENNNNNNNNNNNNNES QUE SALIRRRRRRRRRRRR.!!!!!!RUIN , VAGO Y ATORRANTEEEEEEEEEE.
Y NO TE ENTROMETAS CONNN LA GENTE QUE SABE .CHEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
26/04/2018 a las 4:40 PM
dOÑA hEBE CONDUCCIÓN
26/04/2018 a las 4:50 PM
La doña anda medio de pañuelo caído, no sabe si ponerse el blanco o el verde.
¡Pero era una guerrrera ! Le hizo frente a todos…
Hasta les » piyo » la Catedral. Mujer indómita. La Corte ,calladitos. Ja
La «vieja» tiroteaba pá todos lados.
¡Hasta el marido se rajo!
26/04/2018 a las 6:27 PM
Satisfaciendo la pregnta de varios lectores:
«Dos son principales problemas en nuestra sociedad. Alrededor de ellos giran la mayoría de las políticas económicas, a veces lanzadas por problemas en apariencia ajenos, pero que reconocen como raíz aquéllos.
El primer problema central – como erradicar la pobreza y retomar el camino de la general riqueza – depende del tipo de orden económico-social. El segundo es el orden púbico económico gubernamental.
Al plantear la totalidad económica de este modo, aparece un interrogante de primera magnitud: ¿Cuál es y cuál debiera ser la relación entre ambos órdenes de la realidad social?
Es esta una relación problemática y sin embargo, en la actualidad, no se la plantea como una cuestión pendiente. Es realmente asombroso que en medio de una época industrial y tecnológica, fundada en la ciencia y en criterios de racionalidad, democrática y protectora de los derechos humanos, la cuestión de los recursos del Estado siga siendo atendida y resuelta – en esencia – tal cual se lo viene haciendo desde la antigüedad más remota: sustrayendo por la fuerza a los productores y consumidores parte de la riqueza de su propiedad.
“No pondrás bozal al buey que trilla”, dice el Deuteronomio. No obstante Estado argentino actual no sólo pone bozal a los consumidores rebajando sus ingresos y mermando el poder adquisitivo del mercado interior, sino que por añadidura pone palos en la rueda de la producción. Con esa desopilante política más temprano que tarde han de ocurrir la recesión y la desocupación. Pasan por alto que – mas allá de las formas – el sistema no se diferencia de los que antaño se sostenían con el botín, el asalto, la piratería, la esclavitud y la servidumbre de las personas.
La cuestión de los recursos del Estado debe ser resuelta, por un orden jurídico compatible con un orden político democrático republicano y un orden económico en el que los productores puedan ser dueños exclusivos del producto de su trabajo e inversión; esto sin perjuicio que el Estado -simultáneamente- cuente con los recursos necesarios para solventar los gastos públicos. (H.R.Sandler, A la busqueda del Tesoro Perdido. Raices de la crisis permanente y propuestas para su solucion, ICE, 2009)
26/04/2018 a las 6:43 PM
No hay sistema político de gobierno, ni fórmula económica .
Que funcione a la par de una desmedida corrupción y eneficiencia de sus funcionarios..
Aceptando que corrupción hay en todo los gobiernos y en todos los países.
Pero en niveles tolerables para los sistemas.
Esperemos que este gobierno, pueda dar una vuelta de página.
Y nos conduzca por un nuevo rumbo como Nación.
Desde luego que la lucha contra la corrupción . Como forma de delito.
Es un problema de todos los Argentinos.
Y elegir a los mas idóneos , también es responsabilidad de la mayoría.
Si no ¡A llorar a la iglesia !
26/04/2018 a las 6:46 PM
O a la Sinagoga o a la Mezquita o al Asram o al Templo …¡O a la placita !
26/04/2018 a las 6:58 PM
Aurelio ¡Alcahuete!. Vos querés quedar bien con todo el mundo….
Vos no serás el que le vino a arreglar el molino a mi amigo Sotretadas ¿no?
Un tal Aurelio.
El muy desgraciado , aprovecho que el viejo estaba en pedo en el galpón .Y le caloteó dos lechones.
28/04/2018 a las 12:11 PM
Marcelo González: ¡Y después de tantos esfuerzos por el progreso, no nos vamos a detener por un niño más o menos!
El caso de Alfie Evans, como otros, aunque no tan resonados, hace emerger una realidad que no todos advierten, por fuerza de hábito y atavismo: la vida se ha convertido en la variable de ajuste del mundo moderno, posmoderno o lo que sea. Del mundo de hoy. Si queremos un mundo mejor, no podemos estar fijándonos en un niño más o menos.
La historia del progreso es cruel: primero un desesperado intento dominar a la naturaleza y por inventar artificios que hagan de la producción de bienes un fin ético y social: liberar al hombre de la servidumbre del trabajo para que goce de la vida. Habrá bienes baratos para todos. Grandes inventos. Carros que se desplazarán sin caballos, aparatos voladores, y hasta robots, palabra que tiene sus años. Increíbles comodidades. Confort.
Claro, hubo que realizar algunos cambios sociales. Despoblar el campo y, lamentablemente, hacinar a millones de personas en los suburbios, en condiciones propias de alimañas, explotados por los industriales y por los sindicatos mafiosos. Era gente que antes vivía en el campo, haciendo una vida dura –nadie se engañe, el trabajo del campo no es un idilio de fin de semana- con la ilusión de una apacible serenidad en la rutina diaria, el tiempo lento, fiestas sencillas y costumbres resguardadas. Todo bien, todo muy lindo, pero el mundo no progresaba.
Más tarde, en la hora de la industrialización, se amuchaban en los callejones mugrosos de las grandes ciudades, en lugares malolientes, y enemigos de toda salud, física y moral, es verdad. Un sacrificio necesario. Según algunas corrientes progresistas, para que tomasen conciencia de clase. Según otras, para que luego la masa obrera pudiera prosperar y obtener, con salarios más razonables, los bienes que ellos mismos producían. Lo cual, en cierto modo ocurrió, pero no tanto como para que la introducción de nuevas máquinas dejaran desempleados a muchos, expuestos y en la miseria, sin resguardo social ni familiar. Hay que entenderlo: son crisis de crecimiento. Cada tanto un crack, millones y millones que vuelven a los callejones de los que salieron sus abuelos. El progreso no es un mecanismo de relojería, avanza necesariamente, pero con pasos dispares.
El progreso no se detiene. Se descubren medicinas nuevas que hacen sencilla la cura de enfermedades antes mortales o invalidantes. Y con el tiempo estas curas se van haciendo más y más accesibles a lo menos pudientes. Por cierto, alguna gripe se cargó unos millones por aquí y alguna guerra comercial, para disputar mercados para esos productos que harían feliz a la humanidad, aunque ya saturaban en las naciones de origen, cargaba cada tanto algunos otros millones por allá. Una selección natural, apenas inducida. Sobreviven los más fuertes y la sociedad se depura de individuos débiles y e inútiles.
Sacrificios necesarios para el progreso. Año tras año Occidene. prospera, pero ese hábito de la guerra no es fácil de dejar, ni conveniente por el momento. Si lo miramos bien, sin sentimentalismos, la guerra es una forma de progreso. Tiene un interesante atractivo comercial e industrial. La industria bélica, que crea armas y artefactos cada vez más mortíferos, los cuales son subsidiados por los gobiernos porque nadie quiere perder una guerra, son una fuente de riqueza. No es nuevo, pero si es nueva la escala, el monto de dinero, el poder de los industriales y financieros que tienen en las guerras más de un motivo para el regocijo. Y no digamos nada de los lugares conquistados como mercado para los productos.
Más millones muertos de un modo que algunos llamaron tan inútil como ignominioso, en las trincheras de la Primera Guerra, llamada “mundial”. Pasos inevitables de un proceso que se abre camino pujando, sin embargo, como nos demuestran las mentes iluminadas. Algunas revoluciones que nacen, a veces de un modo espontaneo pero más bien como seres de probeta, los cuales a su vez, cuando llegan a la instancia del poder, avanzan en sus planes de reingeniería social para que ya no haya pobres en el mundo. La mirada es la misma: la felicidad humana, el paraíso en la tierra. No más pobres, no más guerras, no más enfermedades y –soñemos- no más muerte. La medicina todo lo podrá…
Aunque haya que sacrificar a varios millones de personas para que las cosas encajen, que nada es gratis. Finalmente, ya no habrá guerras porque unos señores importantes se reúnen y lo deciden. Como en cualquier conflicto humano, las naciones tendrán que presentarse ante una Sociedad Internacional que regule y juzgue quién tiene la razón. Se reúnen en Ginebra otros señores para determinar qué tanto se puede maltratar el enemigo en una guerra. Preparan unas normas maravillosas, y los gobiernos las acatan. Por lo cual, si hubiera una nueva guerra –cosa casi imposible- sería según un código humanitario muy estricto. Casi un duelo entre honorables caballeros.
¿Qué paso? No se sabe, pero al poco tiempo comenzó otra “Guerra Mundial”, mucho más mundial que la anterior. Y aunque sigue en vigencia el librito de la Convención de la ginebra, se aplica con cierto desgano. La guerra a reglamento es complicada y francamente aburrida. Tampoco podemos estar fijándonos en unos muertos más o menos, baldados o huérfanos si queremos realizar el milagro de la sociedad del confort. Hubo que arrasar Europa, borrar del mapa a Japón, entregar el Sudeste Asiático a unos regímenes sádicos, pero se logró la paz. O la guerra fría, que ocasionalmente se encendía en Corea, Vietnam, Camboya (y su bonito experimento social conducido por el Khmer Rouge). Y no olvidemos a China, ese extraordinario experimento social… Ellos son un modelo a seguir. Los que sobran, aborto por inyección letal durante el parto. Y si desgraciadamente ya nacieron, una buena dieta en bajas calorías en pleno invierno soluciona muchos problemas.
Gracias a Dios, en el “mundo libre” se producía un milagro tras otro. Milagro en Alemania, milagro en Italia, milagro en Francia… Florece la ciencia, se liberan las ataduras culturales, la técnica multiplica sus resultados de un modo impensado. Comienzan a proclamarse y hacerse reales los derechos más básicos: la liberación sexual, el divorcio, el aborto. El estado de bienestar es una realidad, sustentada con alguno que otro expolio en Africa, Hispanoamérica, Asia.
Comienzan a tomar cuerpo social viejas ideas: la maltusiana advertencia sobre la sobrepoblación, el fantasma del hambre (fantasma para ellos, realidad para muchos millones que ellos expolian para vivir en el bienestar). La industria, penoso es decirlo, que fuera esperanza de la humanidad, pasa a ser un “factor contaminante”, y la prolongación de la vida hasta edades impensadas (ese viejo ideal) muestra su cara horrible. Millones y millones de viejos no se mueren más… y el Estado tiene que gastar plata en mantenerlos. Y encima, los niños que en otros tiempos eran inviables, ahora nacen y aunque primero fueron la gloria de los defensores de las “capacidades diferentes” ahora constituyen una boya de plomo para las finanzas. Cada tratamiento es millonario. Hay que calibrar el sistema.
Por lo que, el pensamiento humanista moderno llega a la conclusión de que algunas personas tienen que morir dignamente cuando ya no son o nunca podrán ser “productivas”. Tal vez los hijos, tal vez los padres, según los casos, opondrán una cierta resistencia, pero se puede persuadir a la masa de esta triste necesidad. Sobre todo si el clero católico nos da una mano…
¡Hemos logrado un mundo maravilloso! ¿Quién se atreve a discutirlo? Pero para mantenerlo necesitamos regular la variable de ajuste, es decir, elegir a un cierto porcentaje de la población que pueda gozar de este universo increado, producto de una fascinante serie de casualidades materiales. No podemos permitir que se extinga la ballena azul, ni el lagarto de Tasmania, bellísimos resultados de los rebotes de partículas y martingalas combinadas de elementos inertes. Salvemos al planeta de su mayor enemigo: el hombre.
De un modo preventivo se ha trabajado, sembrando la idea de la “familia regulada”. Con la contraindicación, lamentable pero necesaria, de que al cabo de dos o tres generaciones la sociedad se llena de viejos obstinados en vivir. Y hay unos pocos jóvenes, que han vivido muy bien y no creen que sea necesario hacer ningún esfuerzo para sostener a los viejos, que, de última, no sirven para nada.
Por eso los reúnen en esos geriátricos tan parecidos a los horribles asilos de niños huérfanos de los relatos dickensiano, regenteados por personas perversas, donde sufrían todo tipo de vejaciones. Parecidos, puede ser, pero no iguales. Aquí, cuando los internos fastidian, no les tiran de la orejas, les dan una que otra pastilla. Y si se pasan de pastillas, gentilmente piden a los deudos que vengan a retirar los restos, salvo que deseen que los conviertan en cenizas y se los envíen por algún sistema de courrier para que los puedan depositar en la maceta preferida del muerto, o bajo el árbol donde solía pasar las tardes en la plaza la abuela, ceremonia conmovedora solo perturbada, a veces, por los ímpetus miccionales de algún perro.
Con algunos ajustes más, y ciertos sacrificios, podemos llegar a un estado de felicidad completa. Los insatisfechos y deprimidos siempre tienen la opción de suicidarse. Los pobres, con alguna campaña de salud reproductiva, irán desapareciendo. A los revoltosos los podemos rociar con una andanada de misiles: siempre está la excusa de las armas químicas. Y si no se mueren, les tiramos con armas químicas, ¡qué jorobar!
¿Y Alfie, esa no persona, porque no puede razonar? Es fácil, lo desenchufamos. Que se joroben los padres. Pudieron haberlo abortado y no lo hicieron. Les dimos todas las facilidades. Los padres tenían el derecho de elegir la muerte en el útero, pero ahora no tienen el derecho de elegir la vida del nacido. Así son las cosas. Tampoco hay que hay que perder el tiempo con gente que pretende todo. ¡Egoístas e insensibles!
¡Siempre dispuestos a interponerse para frenar progreso de la humanidad!
P.S. Con el mayor respeto por los lectores, aclaro que este texto es irónico. Nunca falta un distraído…
29/04/2018 a las 12:20 AM
¡Esto no lo arregla ni montoto!
29/04/2018 a las 8:18 PM
La degradación de la conciencia social conduce indefectiblemente a la pérdida del sentido nacional. qvi bono.
29/04/2018 a las 10:50 PM
¿Y porqué se pierde la conciencia social.?