Por Guillermo Cherashny.-

El discurso del presidente en el inicio del año legislativo demostró que Javier Milei no retrocedió cuando retiró el Proyecto de la Ley Bases sino que dobló la apuesta, porque enviará nuevamente la ley completa con el paquete fiscal para ser aprobado, se supone a libro cerrado, para después suscribir el Pacto de Mayo y aclaró que le daba la última oportunidad a los que no le aprobaron la ley Bases.

La ventaja que tiene el presidente para intimar a gobernadores, sindicalistas y políticos en general es el enorme desprestigio que tienen todos ellos ante la sociedad y que Milei tiene un 50% de imagen positiva.

Para los mercados, la convocatoria al diálogo a los gobernadores, aunque sea algo parecido a un intimación, es un esfuerzo para convertir en leyes del congreso las reformas profundas que incluyen el plan del ejecutivo, entre ellas la reforma laboral, quizás la más importante y con grandes chances de ser aprobada, incluso con apoyo gremial, en tanto sigue con interrogantes la aprobación de facultades delegadas al presidente y la nueva fórmula de movilidad jubilatoria, donde hay diferencias entre el gobierno y los bloques parlamentarios cercanos.

Al mismo tiempo, los mercados celebraron, aparte del llamado al Pacto de Mayo, la continuación del superávit financiero que se espera para el mes de febrero, aunque sea con una parte de contabilidad creativa, y así fue que todos los bonos de la deuda externa subieron, así como bajó el riesgo país y se produjo la mayor compra de divisas del BCRA desde el cambio de gobierno, que fue de 300 millones de dólares.

Share