El ex Secretario de Energía, en un diálogo con Carlos Tórtora, esboza un panorama optimista para el nuevo gobierno.

CAT: Con las últimas medidas con respecto al cepo y la suspensión de la venta de dólares a futuro, ¿cómo visualiza el panorama de acá al 10 de diciembre?

AG: Y, bueno, está bien; es para evitar la cárcel. Es absurdo, porque no se puede regular un mercado en el que hay un único vendedor y todos los demás compran. La suspensión es una medida de prudencia.

CAT: Pero penalmente lo que fue, fue…

AG: Lógico, lo grave es que lo corten recién ahora. Que el ejecutivo haya acatado todo el fallo de la corte y le quite la parte de coparticipación en el IVA que se apropiaba el Gobierno Nacional. Ahí hay un buraco arriba de cincuenta, sesenta, setenta mil millones de pesos. Es mucha plata y eso Macri no lo contaba.

CAT: ¿Por qué se dictó ahora el fallo?

AG: Yo no tengo la respuesta; me sorprende. Era un fallo de 60 páginas donde el Gobierno, en defensa propia, admitía que era ilegal lo que había hecho. La verdad que yo no tengo explicación; no sé por qué lo hizo tan tarde, si es una demanda que tenia ocho o nueve años.

CAT: Claro, ahora da la impresión de que la Corte lo hizo con intención política…

AG: La verdad es que no lo sé; e inmediatamente la señora sacó una resolución: partir de ahora no se le retiene a nadie, no solamente a Córdoba, Mendoza o San Luis, sino a Buenos Aires y Tucumán.

CAT: ¿Usted ve algún otro paso que influya en la transición?

AG: Bueno, están discutiendo cosas importantes. Queda claro que están preparando un blanqueo que puede ser muy exitoso. Con el blanqueo exitoso, en la audiencia de la semana que viene con el colaborador del Juez Griesa Daniel Pollack, si sale algún indicio de razonabilidad, el gobierno puede tener una apertura donde el mercado de capitales es muy grande. Yo no digo que con eso alcance, pero puede significar una bocanada de oxígeno en un momento muy difícil. Cuando asumió  Alfonsín había déficit fiscal; cuando asumió Menem había déficit fiscal; cuando asumió De la Rúa había déficit fiscal y ahora que asume Macri también lo hay. La diferencia es que en los tres casos anteriores el nivel de presión tributaria no era alto; en cambio ahora hay un déficit fiscal alto con una presión tributaria alta. De lo más alto de la historia y la más alta del mundo. Quiere decir que no hay que ir a la universidad: si usted tiene que reducir el déficit y los impuestos son altos, ¿qué es lo que tiene que bajar?, el gasto.

CAT: El gasto salarial y también los subsidios.

AG: O la inversión. Hay tres gastos: salarios, jubilaciones y gasto social, que constituyen el 70%, y el resto se reparte en la inversión pública. Prácticamente 80% son gastos corrientes, salarios, gastos sociales de los programas. El resto se reparte entre los subsidios y inversión.

CAT: Pero el subsidio no puede costar mucho, porque queda el barco, como el otro día, sin descargar el gas porque no cobró.

AG: Ahí van a tener un problema político, porque: ¿quiénes están recibiendo los subsidios? Los que votaron a Macri, la clase media.

CAT: Sí, la clase media urbana.

AG: Porteña, los que viven en Caballito. Es notable, porque el grueso de los subsidios en Argentina no ha ido a los pobres sino a las clases medias y altas. Va a requerir mucha muñeca. Sin embargo, hay un punto a favor: desde una perspectiva de largo plazo, los vientos mundiales siguen siendo favorables para Argentina. China va a seguir creciendo, el Asia Pacífico también, entonces, como consecuencia, la demanda de alimento va a crecer. Puede haber una revolución productiva, puede haber un impulso al interior, a las economías regionales. Sin retenciones, con facilidades de exportación y con una buena política comercial puede haber un desarrollo potencial de las exportaciones.

CAT: Esto después del arreglo externo…

AG: Todo se hace al mismo tiempo, simultáneo, una guerra en todos los frentes. Vamos a ver qué habilidad tienen, si tienen la muñeca política para esto.

CAT: ¡Lo del radicalismo aparece como un interrogante? ¿Una especie de sombra?

AG: Bueno, yo no manejo esa información pero me da la impresión de que en general las desilusiones son razonables. Mas allá de la crítica o la pregunta por algún puestito, el enfoque es razonable. Si usted lo compara con el gabinete actual, hay años luz de diferencia, ¿no?

CAT: Totalmente…

AG: En síntesis: es como si usted se hace cargo de una empresa que tiene un gran pasivo pero también tiene un gran activo. Para manejarlos hace falta una gran muñeca política. Pero la ventaja que tiene sobre las situaciones anteriores es acerca de la  coyuntura internacional. Cuando asumieron De la Rúa, Menem y Alfonsín, la soja valía 100 dólares y la taza de interés internacional era 15%; además, los flujos de capital iban a Estados Unidos. Hoy es todo al revés: la tasa de interés es baja, Estados Unidos emigra capital hacia los países en desarrollo y está el Asia Pacífico. Eso no hay que perderlo de vista.

CAT: Creo que Macri ya dijo que el tenía cierta preferencia por la Alianza del Pacífico, ¿no?

AG: Bueno, pero eso hay que hacerlo junto con Brasil. Lo primero que hay que hacer es fortalecer el Mercosur, con la unión Europea y con el Asia Pacífico, pero hay que hacerlo a través del Mercosur. Esta gente ha prostituido el Mercosur, lo ha liquidado, lo ha convertido en una oficina de prensa .

CAT: El resultado electoral en Venezuela, ¿va a influir?

AG: Sí, pero va a ser difícil la posición de Argentina. Todo dependerá de las elecciones. Si la oposición gana por 15 o 20 puntos, va a ser mas fácil la oposición para Macri. Si Maduro no llega a aceptar el resultado, la posición de Macri se va a fortalecer, pero para eso tiene que haber un rotundo triunfo en la oposición. Es lo que parece que va a pasar.

CAT: No sé hasta dónde llega el fraude en Venezuela. Otra cosa que he notado en estos días es que íbamos a tener una explosión en el peronismo, que Cristina iba a estar bajo fuego, los gobernadores en plena agitación y, sin embargo, está todo tranquilo. Parece que Scioli no hubiera perdido las elecciones. ¿Esto es casual? ¿Está pasando algo?

AG: Si usted durante doce años edificó una matriz unitaria del gobierno argentino en la Casa Rosada, tiene un poder enorme. Si usted es Gobernador de Salta, Gobernador de Tucumán o Gobernador de Santiago del Estero, ¿con quién se quiere llevar bien? Con el que maneja la caja, y quien maneja la caja se llama Mauricio Macri.

CAT: Pero el peronismo no ha estallado en una crisis interna.

AG: Veremos cómo evoluciona. Estos procesos llevan tiempo. Cuando a Alfonsín lo derrota a Luder, ahí se arma la renovación, pero después de dos años. Estos procesos llevan tiempo y la oposición del peronismo a la alianza tardó. Creo que los que van a hacer una oposición frontal son el reducido grupo camporista que no tiene ninguna responsabilidad en el gobierno. No van a controlar el Senado porque lo controlan los gobernadores y tienen un Ministro del Interior bastante piola.

CAT: ¿A Macri le conviene que Cristina siga teniendo un rol preponderante?

AG: No lo sé, pero no creo que lo vaya a tener. Ha acumulado mucho resentimiento y es la madre de la derrota; se va a quedar con la secta.

CAT: ¿Esta situación actual, de que todo pasa por Cristina y Macri, se termina rápidamente?

AG: Ella va a tener liderazgo de un grupo reducido: los chicos de La Cámpora. Se va a hacer fuerte en la provincia de Santa Cruz. El peronismo gobierna quince provincias y los muchachos quieren gobernar tranquilos, quieren pagar los sueldos a los maestros, a la policía y no tener problemas.

CAT: Buenos Aires es un caso típico que tiene una masa de intendencia peronista muy grande y un gran problema financiero. Aparece entonces un massista presidiendo la Cámara de Diputados (Sarghini). ¿Las alianzas van a ser atípicas?

AG: Lo último que quiere un intendente es llevarse mal con el gobernador. El que le da la mano, el que lo ayuda con un puente o la ruta es el gobernador. No creo que puedan hacer una oposición sistemática.

CAT: ¿Para Macri el principal problema como candidato sería Massa, no?

AG: Sería muy prematuro. Veremos cómo evoluciona el gobierno los primeros meses. Si los elementos positivos son más importantes que los negativos, dicho en otros términos: si el ajuste impacta menos que el  flujo capitales, que el blanqueo, que el acceso a los mercados internacionales, el gobierno central se va a fortalecer.

CAT: ¿Cree que es posible que el ajuste sea administrado de una forma tolerable?

AG: Sí, porque la coyuntura internacional es favorable y hay grandes activos financieros de los argentinos que se pueden volcar al mercado interno. Si hay un blanqueo, usted tiene un boom en la construcción en el día siguiente.

CAT: El último blanqueo fue lamentable…

AG: Bueno, pero éste lo van a hacer en serio.

CAT: ¿Cuáles son las condiciones para que sea en serio?

AG: Que no les obligue a vender y comprar bonos. Un blanqueo con traída de capital y uno sin traída. Si el tipo quiere dejar la guita afuera que la deje; lo único que hace es cantar que la tiene y a partir de ahí, paga impuesto a las ganancias y a las personas físicas. Así aumenta la base tributaria.

CAT: Las objeciones por el lado del sistema de control de lavado, ¿cómo funcionarían?

AG: Se puede manejar. Los especialistas tienen soluciones para eso.

CAT: ¿El blanqueo en qué tiempo tendría efecto?

AG: En seis meses o antes. Los bancos pueden anticipar que va a haber un blanqueo y pueden hacer unos adelantos de fondos. Hay muchos instrumentos financieros y el equipo maneja bien esa parte, si vienen de bancos privados, de manejar las cajas y programas.

CAT: El hecho de que haya tanto funcionario de la actividad privada ¿qué efecto va a producir en el management del gobierno?

AG: Van a saber negociar, porque estuvieron del otro lado del mostrador.

CAT: ¿No ve un déficit político?

AG: Lo habría si hay ausencia de políticos de envergadura, no porque haya políticos del sector privado. Si están embarcados con tipos que tienen una concepción política amplia, entonces no hay ningún problema. Para negociar con los banqueros de Wall Street a usted le conviene un tipo que haya ‘mamado’ Wall Street y que conozca sus puntos internos. El punto más grande a favor es ése, la coyuntura internacional. Y la situación más riesgosa es el altísimo nivel de gasto público con un déficit de seis o siete puntos del PBI, es muy alto. Hay que ver cómo se maneja; es una cuestión de muñeca.

CAT: ¿La necesidad de bajarlo es inmediata o se puede jugar con los tiempos?

AG: No se pude bajar inmediatamente. Basta con que haya un sendero claro de reducción y que la gente perciba que la reducción viene. La gente son los mercados.

La Argentina hoy está cerrada a los mercados financieros. Si llegáramos a pagar la misma tasa de interés que Uruguay y Bolivia, acá no habría problemas de financiamiento. La pregunta es por qué pagamos el doble que ellos y por qué hacemos cosas que ellos no. Si dejamos de hacer esas cosas, el escenario puede cambiar. Acá no se trata de ser Suiza sino de ser Uruguay o Paraguay o Colombia.

CAT: ¿Usted ve moderadamente optimista el año que tiene el gobierno para asentarse?

AG: Creo que hasta incluso es posible que se inicie un período de crecimiento económico largo, sostenido. Que implique la inserción de Argentina en los grandes mercados asiáticos con exportaciones agroindustriales y fortalecimiento en el interior del país.

CAT: ¿De qué forma?

AG: Dejando de poner el pie encima a las economías regionales. Dejarse de joder con las retenciones, con los cupos de exportación y mejorar los ferrocarriles. El mundo está ávido de los productos argentinos; es una revolución alimenticia. Entre los chinos y la India hay 2.500 millones de habitantes que quieren comer proteínas argentinas. Y los animales que ellos tienen necesitan comer alimentos nuestros.

CAT: En cuanto a la evolución del mercado financiero, ¿no ve ningún tipo de sorpresa en las próximas semanas?

AG: Creo que no, y tampoco por el lado de los acreedores. Va a ser clave la reunión del 15. Pero usando el sentido común, Obama habló por teléfono y ¡usted no cree que eso es un guiño de parte del Departamento de Estado? Hay un cambio muy grande de expectativas. Hemos estado al margen más de diez años. A ellos va a haber que pagarles con bonos. El endeudamiento interno de Argentina es muy grande pero un país no entra en default por eso. Por otro lado, el endeudamiento externo es muy bajo y ahí hay un margen que hay que usarlo con prudencia, no para financiar gastos corrientes sin para ayudarnos a salir de la crisis y para financiar inversiones.

CAT: ¿Qué puntos vulnerables podrían hacer peligrar esto?

AG: Pretender usar el financiamiento externo para no arreglar las cuentas internas. En lugar de subir las tarifas, endeudarse para seguir con déficit tarifario.

CAT: Pero no esta dentro de la matriz ideológica, ¿no?

AG: Esperemos que no. Es una tentación entre el corto plazo y el mediano plazo.

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