Por Paul Battistón.-

Alimentaron al monstruo con la obsecuencia de hacerlo participar del club de estadistas. Por permanecía en el tiempo y políticas claramente erradas, Merkel sería la más culpable de ese desempeño abonador de un respetuoso miedo hacia quien ameritaba por el contrario firmeza.

Las invasiones territoriales (2014), el rescate gradual de la vieja injerencia soviética, el sometimiento de etnias y autonomías y la sola permanencia continua fundada en la extinción de cualquier oposición debería haber sido una clara señal advertida por la Europa del mapa eterno.

La ingenuidad de apagar reactores para satisfacer la idiotez surgida de la unidad de idiotas redactores de una agenda de buenas intenciones rumbo al colapso fueron el alimento ideal para el monstruo que, hoy somete etnias y estados independientes con el dinero de quienes a su vez están siendo sometidos por la mayor invasión bárbara desde tiempos del imperio romano y ante la cual no se ofrece resistencia por condicionamientos de esa misma agenda a la cual el monstruo Putin por supuesto no adhiere.

El plazo hasta el día jueves dado por Trump para que Ucrania apague el fuego de defensa desesperada tiene dos posibles consecuencias, el sometimiento de Europa o el sometimiento de Europa a mantener ese fuego que para Ucrania ya resulta desesperado.

La mayor estrategia de Trump es ser percibido como impredecible cubriendo sus movimientos. Podría ser el plazo una mala percepción aun en la claridad de enunciar “jueves”. Europa debería tomar en serio lo que quizás pueda no serlo con la exactitud temporal de una fecha. Los dos escenarios posibles que resultarían de cualquiera de las decisiones posibles puestas frente al desamparo (por insuficiencia) de Ucrania son aceptar un Putin fortalecido convertido en Zar con el molesto peso de la irracionalidad, el mayor arsenal nuclear y las ganas intactas de joderle la vida a la vecindad (los drones son un ensayo) o reconocer como propio un frente estanco de batalla donde los ucranianos durante casi 4 años  han sostenido el derecho a la libertad de toda la Europa donde la democracia se debate en las urnas y no en un frasco de veneno.

La libertad que los ha llevado a resignarse frente a la barbarie como aceptación de una agenda autoimpuesta, la libertad de comprar la energía al gigante del este, la libertad territorial, todas ellas están más que nunca en peligro y todas ellas han sido defendidas por ciudadanos ucranianos, esos que nunca encajaron en la preferencia de nadie. El plazo (¿ultimatum?) de Trump esconde algún  mensaje extra que no se está enunciando con claridad o simplemente no está enunciado y surgirá como lectura de los hechos que se desarrollen pronto. Zelensky ha recibido dos opciones, la derrota o continuar la guerra hasta la derrota solitaria.

Francia le toca mover, y podría llegar a descubrir que sus peones no responden simplemente por no ser franceses. Suecia y Finlandia ya no pueden, las siglas de la OTAN los detiene, el planeta no está para guerras nucleares.

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