Por Camilo Cagnacci.-

El militar (R) se trasladó a Mar del Plata para ponerse a disposición del juez Inchausti, quien lo investiga por delitos de lesa humanidad.

Tras su fallido pedido de asilo político al Vaticano, Emilio Guillermo Nani decidió viajar a Mar del Plata para ponerse a disposición del juez federal Santiago Inchausti, quien lo investiga por presuntos delitos de lesa humanidad. Así lo confirma un audio de WhatsApp que el coronel (R) le envió a sus amigos y camaradas al que Adelanto 24 tuvo acceso exclusivo.

Al presentarse ante la Nunciatura Apostólica, Nani justificó su pedido al sostener que en la Argentina no hay “garantías constitucionales y procesales” para quienes participaron “en la guerra contraterrorista, ordenada por gobiernos democráticos”. Sin embargo, en la sede diplomática del Vaticano no le permitieron ingresar, por lo que debió conformarse con dejar una nota.

“Queridos amigos: como les dije, un juez de Mar del Plata [Santiago Inchausti, titular de los juzgados federales 1 y 3] ordenó mi captura luego de armar una causa por supuestos delitos de lesa humanidad. Junto conmigo, involucró a otros tres camaradas. Todos más modernos que yo. En el día de ayer, todos fueron capturados. Estuve aguardando en mi casa que me fueran a buscar. Como no lo hicieron, y como no puedo aceptar que los más jóvenes hayan sido privados de su libertad y yo no, he viajado a Mar del Plata junto a mi abogado defensor, el doctor San Emeterio, para ponerme a disposición del tribunal. Por Dios y por la Patria, viva Cristo Rey, viva su Santa Madre, que Dios proteja nuestra Patria”, expresó el militar retirado en el mensaje de voz que envió por WhatsApp.

La frase Cristo Rey tiene una oscura historia. Días antes del bombardeo a Plaza de Mayo, en septiembre de 1955, la Iglesia Católica celebró una procesión de “Corpus Christi” bajo la consigna “Viva Cristo Rey”.

Según pudo saber Adelanto 24, Nani mantuvo contacto permanente con sus viejos compañeros de armas durante los últimos días. Incluso, antes de tomar la decisión de entregarse, ya se había despedido. “Como no sé si voy a poder volver a tomar contacto con ustedes por unos días, me despido porque ya comenzaron las detenciones. En cualquier momento, pienso que va a caer la Policía de Seguridad Aeroportuaria a buscarme”, les dijo.

Y añadió: “Ya metieron en cana a dos, y bueno, lo irán haciendo por etapas para no laburar tanto de golpe”, en una clara crítica al Poder Judicial. “Les mando un fuerte abrazo, que Dios los bendiga, recen por mi familia”, cerró.

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