Por Hugo Morales.-

Pese al magro resultado en la última elección para gobernador en Neuquén, realizadas el pasado 10 de marzo, el ex gobernador Jorge Sobisch -supo ser aliado del presidente Mauricio Macri aunque sostuvo que hace mucho no se hablan- parece empeñado en no perder protagonismo político o al menos aparecer en la tapa de los diarios. Ayer, mediante la excusa de presentar un proyecto de ordenanza en el Concejo Deliberante, el ex mandatario muy suelto de cuerpo anunció que irá como candidato a intendente por la capital provincial con el acompañamiento del sello político que lo acompaña que es la Democracia Cristina que le prestó el ex senador menemista Daniel Baum con el que no pudo superar el 10 por ciento de la última compulsa.

Este lanzamiento empobrecido de un dirigente que supo sorprender con fastuosos actos de derroche económico en cada una de sus anteriores presentaciones cuando llegó hasta fantasear con la presidencia de la República, cortada por la trágica muerte del maestro Carlos Fuentealba, tuvo lugar a la salida del cuerpo de concejales donde aprovechó la presencia de los movileros de las distintas radios de la ciudad que reprodujeron sus declaraciones sin que las preguntas -no muy ácidas por cierto- hicieran mella en el autopromocionado candidato.

“Cumplimos un doble propósito: presentar la ordenanza de construcción y refacción de viviendas y, al mismo tiempo, oficializar la candidatura a intendente de Neuquén en el Concejo Deliberante”, le dijo a Radio Universidad Calf mientras que a la colega LU 5 le contó que seguirá siendo afiliado del MPN pese a ir por la Democracia Cristiana, en una contradicción política conocedor de sus limitaciones como candidato y del sello partidario que lo acompaña. Ni Sobisch, ni Baum conmueven las encuestas electorales más allá de los rechazos a su controvertida gestión gubernamental y a la falta de reconciliación con la sociedad que se mantiene desde los trágicos hechos de Arroyito. “Democracia Cristiana fue la herramienta política que encontramos con Daniel Baum y otros dirigentes, pero yo sigo siendo afiliado del MPN”, dijo Sobisch a la prensa no especializada.

El mitin sobichista tuvo como anfitrión al presidente del Concejo Deliberante, Guillermo Monzani, un tibio de la política local que amago con ser candidato a intendente por el espacio Cambiemos pero que luego desistió al ver la poca aceptación de la sociedad. Esta participación de Monzani en la “mise in scene” sobichista intentó respaldar a las versiones de una supuesta alianza con el quiroguismo para enfrentar al candidato del MPN, Mariano Gaido, un hombre que se reporta sin fisuras al gobernador Omar Gutiérrez, hoy por hoy en el centro de la escena política en Neuquén y con fuerte poder dentro del partido gobernante a partir de sus alianzas con Jorge Sapag y Guillermo Pereyra.

En definitiva, el ex gobernador se suma a un variopinto de partidos políticos de escasa representación que piensan enfrentar a Cambiemos pero nadie supone con seriedad que la Izquierda y sus colaterales (PST, PO, Libres del Sur) vayan a confluir en una alianza como la imaginada. Lo real y concreto que hoy, la pelea política por el control del mayor distrito electoral de La Provincia y de la Patagonia, pasa por el enfrentamiento que tendrán Gaído y Marcelo Bermúdez, que ha salido fortalecido por el acuerdo previo de Cambiemos. Y en una tercera posición Marcelo Zúñiga por el peronismo kirchnerista siempre y cuando vuelvan a cerrar filas con Ramón Río Seco. Lo demás es fantaciencia política.

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