Por Máximo Luppino.-

Los BRICS anunciaron la histórica y trascendente incorporación de Argentina y otros cinco países a este pujante grupo.

Todo indica que a partir del efectivo ingreso de Argentina al BRICS ya nada será igual para el desarrollo de nuestra Nación. Se toma una distancia política del FMI, de los Estados Unidos de Norte América y del dólar como única moneda internacional de comercio. Claro que Argentina continuará su relación fraterna con el resto del mundo, ejerciendo libremente el comercio internacional. Pero el ser parte de los BRICS brinda a nuestra república un sin número de nuevas oportunidades. Seremos parte de un proyecto de desarrollo e integración mundial de nuevas y pujantes economías. Tomamos cierta independencia del euro y del dólar, toda vez que el BRICS proyecta crear una nueva moneda de uso para las operaciones económicas internacionales, y así no quedar cautivo sólo del dólar. Poder elegir lo conveniente para un país es un ejercicio natural de soberanía y libertad.

Para que Argentina fuera aceptada en el BRICS tuvo que ver en grado sumo el rol del presidente Lula, que abogó determinantemente para este propósito. Brasil conforma un fuerte vínculo comercial, político y cultural con Argentina. Esto encuentra en la relación personal de Lula con Alberto un importante eje de fraternidad internacional. Argentina le da las gracias al presidente de Brasil por su incondicional apoyo a nuestro país.

Alberto Fernández anunció a la Nación, lleno de júbilo, la flamante incorporación al BRICS. Hecho por el cual Alberto mucho luchó.

Avanzamos cada vez más hacia un mundo más justo y equitativo, donde un país no explote ni condicione a otra comunidad internacional. La igualdad entre los individuos es el preludio de la igualdad entre naciones.

No afirmamos que en los BRICS todo es bueno entre sus miembros, sólo decimos que es una maravillosa “herramienta” internacional de progreso para nuestra república. Estamos seguros de que así será.

Sergio Massa vuelve al país con un desembolso de 7.500 millones de dólares, lo cual brinda tranquilidad a corto plazo. Se apresta el ministro de economía a realizar anuncios importantes para la población. La implementación de una suma de dinero fija para palear la inflación y las necesidades que ésta produce, incentivos para las PYMES de importancia, entre otras medidas de índole económica. De esta manera, Sergio Massa retoma la iniciativa para conquistar voluntades populares con vista al 22 de octubre, donde todo será a “suerte o verdad”.

Mientras, la oposición se encuentra enfrascada en un frenesí privatizador inspirado en los años 90, motosierra en mano. Mientras, Bullrich ensaya explicar posibles medidas económicas que nadie parece entender, sumergiéndose en un laberinto de palabras con las que desorienta profundamente hasta sus más fervientes seguidores. Mientras, Mauricio Macri continúa pavimentando su camino hacia Javier Milei, dejando a Patricia abandonada a su propia suerte.

La gente, cansada de vocablos huecos, quiere hechos concretos. Si el gobierno demuestra poder colocar dinero “constante y sonante” en los bolsillos argentinos, Massa y Rossi tendrán una oportunidad. De no ser así, preparemos nuestro ánimo para las profundas laceraciones que efectuará la infame, ciega y desquiciada motosierra.

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