Por Israel Rabinowicz.-

Existe un arte confuso y apasionante que se viene practicando desde tiempos inmemorables y que algún estudioso historiador, vaya saber si generoso o despistado, calificó como “ alta política “. Hoy este nombre ya no responde a la realidad pero nadie que yo conozca se ha preocupado en buscar uno más adecuado, por lo tanto seguiremos con su uso.

Cuando en un acto de alta política resultan implicados dos o más naciones se está incursionando en la veta más rica de éste arte, la política internacional con un mapamundi sobre la mesa de trabajo, aunque se converse sobre puntos reducidos los efectos pueden ser amplios y generalizados, las reacciones en cadena son la regla, no las excepciones.

Es notorio que la raza humana en su coordinada evolución va simplificando los caminos que llevan a sus individuos a las metas más altas y así resulta que hoy en día ya no hacen falta tantos requisitos como antaño para que alguien ingrese a esos herméticos círculos aunque debe entenderse bien eso de herméticos, lo son en cuanto a su funcionamiento, pero permanentemente admiten socios nuevos y van despidiendo sin compasión a los que pierden predicamento.

Es lo que seguramente analizó Netanyahu cuando viajó a Rusia entrevistarse personalmente con Putin, el tercer encuentro directo en solo 7 meses además de las numerosos contactos telefónicos, en igual tiempo con Obama fue solo uno el encuentro, los desencuentros muchos. Con éste comportamiento Netanyahu parece indicar que al día de hoy la “ alta política “ pasa por manos de Putin en detrimento de otros.

Es conocido que la relación personal entre ambos es impecable, independientemente a que políticamente cada uno defienda sus propios intereses, seguramente entre las conversaciones políticas Putin muestra a su amigo los muchos almanaques que en forma especial para él imprimen ya que es adepto en recibirlos como regalos, son vistosos almanaques que, solamente los diferencia el lujo de la presentación, todos ellos ilustrados con atractivas señoritas, cuando la historia se escriba y se desclasifiquen las conversaciones secretas mantenidas entre ambos es posible que Putin, como parte de su caballerosidad y atención con sus visitantes y amigos, le haya preparado uno similar de regalo para Netanyahu, que su esposa Sara no se entere de ello… caso contrario, crisis de gobierno en puerta.

Aunque el tema Irán y las armas de última generación que Rusia le aprovisiona fue seguramente considerado, el temor de Israel es que luego éstas lleguen a poder de Hisballá en El Líbano, la razón fundamental del viaje fue preparar el terreno para un nada descartado ataque, incursión de Israel a Siria como consecuencia de la utilización por Daesh, el Estado Islámico, de armamento químico, de gases venenosos que los servicios de seguridad Israelíes detectaron y certificaron. En sus avances las alturas del Golán cada vez están más cerca, Israel hizo de las armas químicas una línea roja, no tendrá flexibilidad alguna ante éste peligro.

Cuando Obama y los países europeos obligaron al Presidente sirio Bashar al-Asad a desprenderse, deshacerse de su arsenal químico era conocido que un porcentaje, que parte del mismo había sido escondido, que no todo se destruyó, ahora las consecuencias comienzan a ver la luz.

Rusia, Putin para hablar en primera persona, es el que domina la situación en Siria, allí se hace lo que él decide, Obama es una figura decorativa, solamente para que los voceros de la Casa Blanca o del Departamento de Estado lean comunicados oponiéndose a la violencia, a los ataques a hospitales, a la masivos asesinatos de inocentes civiles, pero el poder en Siria está en manos de Putin. Acordar con él, quedar con las manos libres para que una posible incursión israelí no tenga contratiempos ni enfrentamientos con alguna de las muchas fuerzas extranjeras que deambulan por Siria era una cuestión de “ alta política “ y estas cosas solamente se acuerdan en encuentros directos y ejecutivos.

Las alturas del Golán y Siria es un nuevo frente abierto a los muchos potenciales conflictos inmediatos que enfrenta Israel, los numerosos túneles que Hamas construye para atacar en el sur de Israel en un problema acuciante, al respecto hoy se conoció a través del escrito de acusación fiscal contra un detenido de Hamas que US$ 2.000 mensuales y otros muchos beneficios económicos le pagaban por solo permitir que desde se casa se hiciera una boca de entrada y trabajo al mismo, estos dineros son los desvíos de la inmensa ayuda internacional que Hamas recibe para “ reconstruir “ Gaza, la nueva tecnología láser, la más avanzada en el mundo, sobre la que se trabaja a fin de detectarlos seguramente será una solución en el mediano plazo, tecnológicamente hay, mejor dicho habrá solución al problema de los túneles, pero la amenaza es hoy, atravesamos una relativa tranquilidad que anticipa mal tiempo, tempestades, en el sur, en el norte, en el medio, quién lo sabe, no son hilos movidos por idénticas personas e intereses.

Al comenzar éstas líneas sobre alta política mi original interés era escribir sobre el Primero de Mayo, sobre el Día de los Trabajadores, recordar cuando con mi familia llegamos a radicarnos en Israel siempre los primeros de mayo se festejaban con marchas en las que participaban muchas personas mayores que, mientras cantaban La Internacional, orgullosos portaban sobre sus pechos numerosas condecoraciones, medallas que juntos a ellos llegaron desde su Rusia natal, ellos vivieron la revolución con ideología y pasión.

Eran tiempos en que las industrias y empresas de la Histadruth, la Central Obrera israelí, cerraban, cuando el Bank Hapoalim, cuya traducción es banco de los trabajadores también cerraba sus puertas, hoy lo único que los une es que millones de trabajadores y asalariados son deudores en el mismo, eran tiempos en que no concurrir a los trabajos era optativo, el costo del día quedaba a cargo de la patronal, los años hicieron que todo cambiara, nadie cierra, el que no quiere trabajar puede hacerlo pero a su propio cargo.

La Internacional fue reemplazada por la globalización o por The Panama Papers con música de tango o cuarteto en Argentina, de cueca en Chile, chamamé en Paraguay, de flamenco o pasodoble en España, boleros en Colombia o de un corrido en México.

Es posible que todo ello también sea consecuencia de la “alta política”.

Hasta la próxima.

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