Por Luis Alejandro Rizzi.-

No hay información precisa sobre las conversaciones o conversación que hubo entre Donald Trump y Nicolás Maduro, pero no sería ilógico pensar que Maduro haya solicitado por lo menos un salvoconducto para viajar al exilio, que parecería se limitaría a Rusia o Bielorrusia.

La salida de María Corina Machado de Venezuela no deja de tener rasgos novelescos pero, si fuera cierto que eludió diez controles militares, cabe suponer un nivel de complicidad o bien precariedad que denotaría la debilidad del régimen vigente.

Cabe suponer que la presión que ejerce EEUU -Donald Trump- sobre el régimen chavomadurista se torna insostenible y es probable que el objeto no sea una invasión, sino más bien eliminar a Diosdado Cabello y Nicolás Maduro, en ese orden.

En lo personal, pienso que el daño causado por el régimen es irreparable con más muertes y me inclino por el exilio de la dupla.

Me recuerda el dilema de “hare Krishna”, tal como lo describió Amartya Sen en su libro sobre la Justicia.

El costo de una acción militar es imponderable y merecería el mismo reproche como el que genera Rusia por su invasión a Ucrania, porque sería difícil distinguir la moralidad de los fines.

Las víctimas que causó el régimen “chavomadurista” no encontrarían justicia ni consuelo con más víctimas del otro bando.

La vida tiene más valor que el encono o la enemistad.

Si el “salvoconducto” fuera el precio del régimen, bien valdría la pena pagarlo.

Lo último y no menos importante: ¿a qué fue Milei a Oslo? ¿Se justificó el gasto o hay plata?

Share