Por Carlos Tórtora.-

A iniciativa del PRO, más la Libertad Avanza, la UCR y la Coalición Cívica, quedó convocada en Diputados para el próximo 20 una sesión para tratar el proyecto de ley de Ficha Limpia. El mismo dispone que se impida que sean candidatos a cargos electivos aquellos que resulten condenados en segunda instancia por delitos de corrupción, aunque la sentencia no esté firme. Al margen de los cuestionamientos por inconstitucionalidad que puede merecer el proyecto, prima facie el mismo parece hecho a la medida para proscribir a Cristina Kirchner.

De ser así, el apoyo de La Libertad Avanza a esta ley no cerraría con los obvios planes de Javier Milei. Esto es, polarizar la elección entre Cristina, candidata a diputada por Buenos Aires y él mismo, que sin ser candidato llevaría la voz cantante. Milei creería que así cosecharía una gran victoria, porque ella no podría ganar. Con la Ficha Limpia, el gobierno, en cambio, la estaría restando a la expresidenta de la carrera electoral

El juego sigue

La realidad es que no será posible que Cristina sea proscripta por la ley de Ficha Limpia. El principio de irretroactividad de la ley, si bien no tiene rango constitucional, está consagrado por el artículo 7 del Código Civil y Comercial. El mismo señala que «las leyes no tendrán efecto retroactivo, sean o no de orden público. La retroactividad establecida por ley no puede afectar derechos amparados por garantías constitucionales». Así que, en la definitiva, sea cual fuere el texto de la ley de Ficha Limpia que se sancione, el mismo no podrá impedir que Cristina sea candidata el año que viene.

La Ficha Limpia serviría así para que el gobierno recupere espacio en la opinión pública y tenga una bandera electoral más, pero la verdad es que eso sería todo.

Claro está que los libertarios se ocuparían de afirmar que Cristina consiguió escapar a los efectos de la futura ley apenas por una cuestión de fechas.

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