Por Carlos Fara.-
Los días post Semana Santa han sido un vendaval. El gobierno iba a festejar sus primeros 4 meses con la aprobación en el Congreso del acuerdo con los holdouts, habiendo superado la primera prueba de gobernabilidad. Sin embargo, el día de Pascuas fue el último tranquilo.
Primero vino el anuncio de los aumentos de tarifas de servicios, luego los Panama Papers y en el medio de todo eso los detenidos por causas de corrupción durante el período K. Todo muy farragoso y vertiginoso. Por lo tanto, difícil de describir y predecir.
Hasta antes de Semana Santa, el gobierno venía descendiendo en su nivel de aprobación, habiendo arrancando en 65% en diciembre y bajando al 51% a fines de marzo. La seguridad sigue siendo la preocupación más importante, pero con una disparada del foco sobre la inflación y una crecida del tema corrupción, derivado de los personajes que contaban dinero en una sala generando todo tipo de sospechas.
Se podría decir que es un gobierno que sigue generando expectativas positivas, pero que todavía “no pasó por la calle”. Esto sería: la sociedad cree que había que levantar el cepo, bajar las retenciones a las exportaciones agropecuarias y negociar con los holdouts. Eso era “lo que había que hacer”. Sin embargo, en el resto de los temas aún no se ven avances.
Cualquier sensato diría que es ridículo esperar algún resultado en función de las dificultades económicas heredadas. Pero la opinión pública está ahí siempre, con su sencillez de pensamientos para recordar a los gobiernos de qué se trata su agenda.
En ese marco, el oficialismo había tenido una actitud algo ambivalente respecto al tema corrupción (que es lo que está comandando los últimos días). Quiere que se lo vea como un gobierno transparente, que deja que la justicia haga su trabajo según lo manda la Constitución. Pero por el otro, no quiere aparecer excesivamente involucrado por 2 razones: 1) la coartada institucional: el presidente no está detrás de las causas, ni para apurarlas, ni para desalentarlas, y 2) la convicción -correcta- que la corrupción no es lo principal, y que la clave es mantener las expectativas positivas hasta que llegue la primavera y la economía florezca. Eso es lo que promovió el concepto de “no tiremos malas ondas, no derrumbemos el optimismo”.
Sin embargo, la dinámica de la realidad social, política y judicial es otra:
- Carrió le marca la cancha al gobierno en el tema corrupción, y lo obliga a pronunciarse y moverse;
- explotan temas inesperados como el Panama Papers;
- los jueces federales necesitaban moverse como fruto del factor 1, y para responder a un proyecto de reformulación de competencias del ministro Garavano; y
- una economía contraída, con inflación que no cede, con anuncios de tarifazos, y malas perspectivas anuales, hace que el gobierno debía recurrir al apotegma de Chacho Álvarez: “si no podemos darles pan, por lo menos démosle presos”.
Todo eso desata una dinámica compleja en el corto plazo, difícil de decir si alguien gana algo con esto. Porque para el kirchnerismo -sus dirigentes y su público- esto es “que le hace una mancha más al tigre”. Y para el oficialismo implicó hablar de cosas que no le conviene, y ocuparse de otras de las que no está convencido.
Resultado: el río, así como subió, bajará en algún momento, y los problemas que más acucian seguirán siendo la clave que defina la orientación estratégica. Pero mientras tanto, hay una mirada puesta sobre la actitud frente a la crisis, que son determinantes para definir el carácter del liderazgo. Con liderazgo consolidado, las crisis pasan. Sin ese atributo, la crisis ahoga. (7 Miradas, editada por Luis Pico Estrada)
08/04/2016 a las 3:23 PM
Bien, apreciacion correcta. Esto de los Panama Papers es un verdadero «hecho de ruptura» de la tendencia o cisne negro, como le dicen ahora. O deberia serlo en un pais de veras serio, donde la gente no puede tolerar que le mientan descaradamente mientras le cobran impuestos (ver Isalndia); el tema Baez, etc. caia de maduro, acelerado ahora por la necesidad imperiosa de sacar al presidente de la tapa de los diarios.
Ahora bien: si es cierto que el gobierno sabia de esto desde hace tres semanas, porque no se adelanto con una respuesta articulada? La respuesta a esta pregunta no hace mas que sembrar mas dudas.
Es cierto que esto tambien pasara. Pero el golpe es fuerte, y la oopsicion, que es mucha, tanto tecnica como visceral, no va a dejar pasar este hueso sin sacarle todo lo que tenga para dar.
08/04/2016 a las 3:24 PM
Islandia
08/04/2016 a las 3:52 PM
Si pero en chiste, aqui se hace una marcha de 100 militantes /militontos en la Plaza de Mayo pidiendo la renunicia de Mauricio, suena a comedia…por ahora