Por Luis Alejandro Rizzi.-

Una vez y hace tiempo recuerdo una charla entre políticos, en la que uno de ellos, con plena convicción, dijo que la institucionalidad es un obstáculo, por eso existen los “caminos torcidos”.

Se refería a los DNU y a la sabiduría de Cristina, que en la ley 26122, encontró el procedimiento para sancionar leyes con el acuerdo de una sola de las cámaras.

“Encontró el modo de reducir la negociación política en un 50%”, concluyó, ratificando, “una sabia”.

Si observamos la gestión de Milei, lo que no quita los vicios de administraciones anteriores, gobernó haciendo uso y abuso de los “caminos torcidos”, no sólo por su catarata de DNUs y el abuso en el ejercicio de “facultades delegadas”, sino rompiendo con todos los principios del derecho público, veríamos que eligió el uso de “los caminos torcidos”, ante la complacencia de la cátedra, supuestamente más prestigiosa, con tintes del “Opus Dei”, y de la “institucionalidad republicana”, que siempre se justifica en el colaboracionismo en las patéticas miserabilidades, como decía Hipólito Yrigoyen.

Pero existen, además, otros “caminos torcidos”, que es la “institucionalidad paralela”, una especie de cloaca, por la que circula y se recicla lo peor de la función pública, por medio de personajes simpáticos y entradores. Jorge Asís, refiriéndose a uno de ellos -Scatturice-, lo llamó buenamente “atorrante de Lanús”.

En el gobierno de Milei, el “jefe de gabinete” de “los caminos torcidos” es Santiago Caputo, que por supuesto jamás estampa su firma. El mismo se garantiza su inimputabilidad, hasta que la cloaca se tapone, en ese momento salta la mierda y salpica.

Uno de los “caminos torcidos” condujo al indigesto almuerzo del famoso “martes negro”, que hasta el momento en que Trump abrió la boca y no para comer, fue mérito de la “Cápac”, “del atorrante de Lanús”, Bennet y por supuesto Santiago Caputo.

Como sabemos, la cosa no salió como la habían pensado y de inmediato uno de los “otro yo” de Durán Barba -Santiago Caputo-, por medio de su “otro yo” -el Gordo Dan-, fusilaron a Gerardo Werthein, por no haber llevado un bozal para Donald Trump.

 

El caso $LIBRA, el fentanilo, las valijas del “atorrante de Lanús”, ANDIS, el trasfondo de la negociación de un acuerdo de libre comercio o algo parecido con Trump, que esconde la cuestión de las patentes medicinales, son precisamente los accidentes que se producen al circular por los “caminos torcidos”, de los que el kirchnerismo fue maestro y ejemplo y este gobierno buen discípulo.

La renuncia de Werthein, inexplicablemente demorada al lunes 27, pero ya aceptada, como la de Cuneo Libarona, y las anunciadas de Petri y Patricia, la de Adornis no cuenta por insignificante, crean un interrogante.

Santiago Caputo, ¿tendrá la tarea de unificar los caminos torcidos con los institucionales…?

Conociendo a los Milei, si Santiago Caputo tuviera que empezar a firmar, Milei, ya tiene su reemplazante y “Santiago Caputo” tendrá su “Mago del Kremlin” acosándolo sin piedad, como debe ser…

La tentación de los caminos torcidos, es la tentación maligna de “las fuerzas del cielo…»

EL DILEMA DEL TIPO DE CAMBIO.OTRO CAMINO TORCIDO

1505, 1525, 1534 y1554, los precios, en pesos, del dólar en el Banco Nación, mercado “blue”, MEP y CCL respectivamente.

Según algunos medios, el miércoles 22 el Tesoro de los EEUU habría “comprado pesos” por valor de u$s 450 millones y el jueves 23 habría comenzado la jornada “pegándole fuerte”, como aquella publicidad de YPF. El dólar barato puede ser “Infinia electoral”.

Es obvio que se trata de un plan “platita”, pero que no “beneficia” a quienes apenas llegan al día 20 de cada mes, los más, sino a quienes llegan excedidos en pesos al día 30, los menos.

Nos debemos hacer una pregunta: ¿por qué la demanda de dólares?

Mi respuesta es muy simple, por la sencilla razón de que escasean, sentido común.

Muchos lo atribuyen a la incertidumbre propia de todo resultado electoral, pero ése es el argumento “oficialista” para justificar su escasez y esta encubierta devaluación.

Es imposible saber a qué precio llegaría el dólar sin “plan platita”, sin embargo, es el dato del cual debiéramos partir.

El aporte del Tesoro de los EEUU, no es gratuito, tiene su costo, que pagamos todos sin excepción y sin distinción de voto.

En fin, este control del tipo de cambio es otro camino torcido o “retorcido…”

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