Por Luis Alejandro Rizzi.-

LA ELECCION DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES.

Es la primera vez que se desdobla la elección provincial de la nacional, sin embargo, parecería que hay un subdesdoblamiento entre las elecciones de diputados y senadores con la de concejales. Tres elecciones en una sola.

Vayamos a la “nacionalización”. Cristina pensó que el desdoblamiento provincializaría la elección, pero el gobierno, desde la foto del “nunca más” se la nacionalizó.

Así la elección del domingo 7 se convertirá en una “encuesta de lujo”, en la que se podrán leer varias cosas a la vez.

La primera lectura se refiere a la relación de fuerzas entre el “mileísmo” y el “cristinismo”, entre ambos parecería que reúnen el 50% de los votos. Habrá que ver el otro 50% “boyante” si apuesta por las alternativas disponibles o la abstención.

La segunda apunta a la interna peronista, el match entre “Cristina” y “Axel”, que para éste puede significar el comienzo de una esperanza para el 2027 o un final implícito de su carrera política. Dejo en claro, el triunfo de Kicillof no significará una renovación del peronismo, sino probablemente una nueva escisión.

Se caerá aquello de que “todos somos peronistas”.

La tercera, y no menos importante: se podrá tener más certeza sobre el impacto que tuvieron en la gente las consecuencias del brutal ajuste (tomo la palabra “brutal” en sus dos primeras acepciones) al que fuimos sometidos, y la discrecionalidad con la que fue y es ejecutado. Asimismo, se ponderará el impacto de los hechos de corrupción que el gobierno no negó, buscando refugio en vericuetos meramente formales para ocultarlos o distraer la atención de la gente.

La cuarta tendrá que ver con el total de votos que logre cada coalición electoral, y más allá del nivel de abstención, podría haber dos ganadores, el que obtenga más votos y las alternativas -Somos Buenos Aires, Alianza Potencia y Hechos- si superaran el 10% en su conjunto.

La legitimidad política del ganador estará en relación directa con el porcentaje de abstención. A mayor abstención, menor legitimidad de origen.

Para este análisis, podrían ser importantes como proyección para el 26 de octubre, los resultados de la segunda, cuarta, sexta y séptima secciones electorales, y la performance de “Somos Buenos Aires”, “Alianza Potencia” y “Hechos” en la segunda. Si bien las secciones que separé tienen muchos menos votantes que la primera y tercera, pienso que podrían expresar el sentimiento de esa Argentina profunda, y quizá no tan secreta, como la describió Eduardo Mallea, que no encuentra dirigencias.

Es probable que el voto por esas “alternativas” provenga de ese 25% que sumó Milei en el balotaje.

Así están las cosas.

Lo inevitable serán las consecuencias de los resultados.

Las urnas están abiertas…

EL DÓLAR.

Pese a las ventas del “Tesoro”, el dólar ronda los 1380 pesos, las tasas en porcentajes estratosféricos y los encajes ya resultan confiscatorios. El riesgo país se mece en los 900 puntos. Si el gobierno logra un buen resultado en la provincia, seguramente habrá “carry trade” garantizado por unos 20 a 30 días más. El dólar seguirá siendo demandado -“por las dudas”- y el nivel de tasas, por lo menos en teoría, cubre el precio que podría subir el dólar en estos días de víspera electoral, dicho de otro modo, la tasa le gana a la devaluación, por ahora.

PUEDE LLA PERDER VOTOS PERONISTAS.

Lo veo difícil, porque el armado en la provincia de Buenos Aries del mileísmo está hecho por peronistas. Al final, el peronismo estará en todas las boletas.

Es como aquella persona atea que agonizaba, por las dudas llamen a un cura, quiero la Unción de los enfermos, “ex extremaunción”.

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