Por Luis Alejandro Rizzi.-
Se anunció que Milei hablará el próximo lunes por cadena nacional; grave manía y error, pero se dirigirá sólo a los “mercados”, esa abstracción conformada por reales grupos de presión.
Es cierto, “los mercados” juegan, pero los gobiernos deben promover y garantizar su transparencia, cuando les toca intervenir, lo hace por medio de leyes específicas como las de defensa del consumidor y la competencia. Ésa es la forma correcta de “hablarles a los mercados”.
A Juan Salvador Gaviota le encantaba el vuelo como arte y un día su madre, en tono de prevención, le dijo: “no olvides que la razón de que tú vueles, es para comer”.
De algún modo se relaciona con la multiplicación de los panes y peces para poder alimentar al rebaño, luego llegará la prédica.
En el análisis político estamos cometiendo un grave error al ponderar el panorama electoral, pero fundamentalmente el estado de la gente, que el miércoles pasado Juan Carlos de Pablo menoscabó con Joaquín Mórales Solá, con un tono impropio en él, sobrador y hasta soberbio, ratificando la “necesidad dogmática” de alcanzar el equilibrio fiscal, como suprema virtud de política económica.
Guillermo Oliveto dice, como resultado de sus investigaciones, que para una mayoría el mes se acaba el día 20 y De Pablo, en modo sofista y socarrón, se preguntó qué pasa el día 21.
Es obvio que la gente de algún modo se arregla, en muchos casos mediante le uso de la tarjeta de crédito, pero esa suerte de “rollover” llevará fatalmente a que el próximo mes termine un día antes y así hasta que no se pueda más.
Milei, si no fuera un tipo inculto al máximo, creo que ni encuadraría en esa categoría de Ortega de los “sabios bárbaros”, por la parte de “sabio”, debería comprender que gobierna para “todas y todos”, lo que incluye a los “mercados”.
El error político es creer que Milei fue derrotado en la elección de la Provincia de Buenos Aires, comparando los votos del “balotaje 2023” -49%- con lo obtenido el domingo pasado, 33%.
El capital político de Milei es, en el orden nacional, sólo un 29% logrado en octubre del 2023 y el 25% que logró en esa misma elección en la provincia de Buenos Aires.
Milei representa un tercio de la sociedad y en mi opinión viene en caída; es muy probable que el 26 de octubre oscile entre un 28 a 33%, no más. Con ese porcentaje podría ser el más votado.
Hay otro tercio que es el “Cristikirchnerismo”, variante del peronismo, que tiene el mismo derecho a ser oído y de voto que el “mileísmo”, esa patología neurótica de la filosofía liberal.
Y nos queda otro tercio, que sería el que se abstiene o sale a votar “en contra de”; así, se votaría a Milei contra Cristina y a Cristina contra Milei y en ese juego fatal y hasta violento, estamos.
La “política económica” del gobierno es muy perversa, porque en verdad sólo trata de una suerte de lógica malabarista entre tasa de interés, deuda financiera y tipo de cambio, venta de dólares, spot y a futuro a precio vil, otro modo de endeudarse.
En tiempos pasados diríamos que el gobierno le puso una faja a las variables, para aparentar tener “buena figura y algo se sexmilei”.
Sería necesario que el congreso pondere el “costo de este juego financiero”, para acreditar el mal desempeño del gobierno.
Estoy seguro de que esa ponderación mostraría la falacia del supuesto equilibrio fiscal.
Por último, hay una propuesta del gobierno de hacer reformas “estructurales” en materia fiscal -incluye lo previsional y laboral-, pero no se sabe qué tipo de reforma se propone y cómo se haría, porque en el estado actual de cosas no tiene resto ni para cambiar el inodoro del baño presidencial, ni reponer el necesario bidet para limpiarse por lo menos una parte del cuerpo humano, sucia y mal olorosa por sus políticas globales.
Este gobierno no está en condiciones de hacer autocrítica, porque cayó víctima de la fatal e incurable “hubris”, me refiero al dueot Milei, intoxicado con su propia pastelería.
Reitero: con un 33% se podría ser el más votado, también botado.
Milei, una variante del peronismo y caricatura del “menemismo”, debe dirigirse a la gente, mostrar empatía y vocación de “ir a las cosas”; hoy vive en un limbo o “nube de…” como solemos decir, yo no, ustedes…
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