Por Luis Alejandro Rizzi.-
“A partir del 1 de enero de 2026, el techo y el piso de la banda de flotación cambiaria evolucionarán cada mes al ritmo correspondiente al último dato de inflación mensual informado por INDEC.
Así lo hizo saber el Banco Central con una clara finalidad, comenzar con un proceso de devaluación más real y a la vez como medio para acumular más reservas.
Además, se anunció que se comprarían hasta 17 mil millones de dólares, suma que equivale a sus “reservas negativas” tomadas de los ahorros de los depositantes, como lo decíamos el domingo pasado en este “Furgón”.
Es obvio que el tipo de cambio no funciona como ancla de la inflación, como lo demuestran los índices respectivos desde el 1 de enero de 2000, desde el inicio del siglo, si se prefiere.
En cierta medida es probable que el Banco Central desde el 1 de enero deberá intervenir menos en el control de la “flotación sucia”. Este segmento del mercado sin cepo se irá acomodando a la nueva realidad. La pregunta es se intensificará la demanda en lo que resta de diciembre.
Los anuncios de devaluación nunca se deben anticipar.
Según el comunicado, enero funcionaría con la pauta de noviembre, que sería “el último dato informado por el INDEC”, y así sucesivamente.
Otro dato que se difundió por parte de Matías Barbería en el portal “Infobae” fue que: “Por primera vez desde 2003, la inversión extranjera directa (IED) en la Argentina muestra un saldo acumulado negativo. La serie mensual preparada por el Banco Central (BCRA) y basada en datos constantes da cuenta de una salida neta de fondos por USD 1.521 millones entre enero y noviembre de 2025.”
También se supo que en septiembre pasado el empleo registrado cayó un 2,45 con relación a noviembre 2023.
Es probable que la decisión de Shell de retirarse del programa de gas patrulla licuado, como la de PROFERTIL, sumada a las de otras “multis”, haya obligado al gobierno a reflexionar que, si todo seguía de acuerdo al plan, el “iceberg” se nos vendría fatalmente encima.
Al final de “Los hechos de la semana” del domingo pasado nos preguntábamos :“Milei y el equipo económico, ¿saldrán de su nube de fantasías?”, parecería que por lo menos lo intentarán.
No es lo esencial la reforma laboral. El costo laboral argentino del 34% está en línea con los de Francia, Italia, Alemania, República Checa y Bélgica, en un rango que oscila entre el 34 y 31%.
La cuestión está en el “negocio del juicio laboral”, que el fuero de esa competencia se encarga de potenciar. Desde luego no hablo de ilegalidad; en todo caso, del juego sofístico que se hace de la indexación de los montos.
Por eso proponemos la unificación de las competencias del derecho civil, comercial y laboral.
La idea de traspasar la justicia nacional a la CABA sería lo correcto, pero hay una cuestión, la CABA debiera reservase una suerte de derecho de “inventario”.
Una alternativa sería que la justicia nacional de la CABA se disuelva, al tiempo que se crea el nuevo servicio de justicia local.
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