Por Roberto Fernández Blanco.-

EL CERCANO COLAPSO

Como gramínea tóxica el socialismo mesiánico de Karl Marx [y su subproducto el populismo], dogmáticamente asumido y erróneamente arrogado como científico por la secta marxista, cuyo error fue plenamente demostrado en vida de Karl Marx en la década de 1870 por su vecino en Londres William Jevons [y por añadidura por el polaco-austro-húngaro Carl Menger y por el franco-suizo León Walras] se ha venido expandiendo por Latinoamérica convirtiéndola en un enorme campo de experimentación y confirmación -con sobradas e irrefutables evidencias- de su absoluto fracaso, un dogma fallido generador de gravosa involución, estancamiento, crispación y descomposición social, deterioro y pérdida de capacidad productiva, pobreza incontenible, inseguridad creciente y -su peor consecuencia- la regresión a las más despóticas y degradadas formas de obsoletas monarquías, las nuevas “monarquías lumpen proletarias” [populismos] encubriendo el velo santificante de “Dictadura del Proletariado”, una secta generadora de afanípteros parásitos sociales que viene aglutinando a impotentes productivos, frustrados, resentidos y envidiosos, que imposibilitados de reconocer y superar sus trastornos, sus debilidades, impotencias y pulsiones destructivas vienen entronizando a cabecillas inescrupulosos, absolutamente incapaces, de supina ignorancia, sin catadura moral y desbocadamente corruptos, profundamente impregnados con la naturaleza del marxismo agresivo, violento y terrorista, capaces de ejecutar u ordenar los más aberrantes actos criminales dictados como estratégicos por sus mentes enfermas, e instalarse con la desmesurada soberbia de iluminados rectores, cabecillas que supuestamente [uno más de los delirantes errores de K. Marx] “cederían” lugar a una iluminada e impoluta avanzada desprendida del proletariado, supuestamente rectora y depuradora de clases, una única clase , una “dictadura del proletariado” que se extendería hasta “su supuesta extinción por sus propias contradicciones” para dar paso a una definitiva organización social anarco-libertaria denominada comunista cuya evolución Marx no supo ni pudo describir dejando librada su estructuración “al vago devenir histórico”.

Encaramados en el poder y embriagados con las mieles de un poder absoluto, abusando de privilegios y beneficios, centralizando y concentrando la suma de los poderes públicos y sometiendo las instituciones a sus caprichos e intereses, los cabecillas del marxismo [y sus disfrazadas formas] se han ido aferrando parasitariamente con pretensiones de perpetuidad, integrando una compacta red de oligarquías y enriqueciéndose corrupta y vorazmente valiéndose de mecanismos de coerción, represión y explotación, arrastrando a sus pueblos a una regresión involutiva a las peores formas de tiranías estilo Louis XIV [aquel de “El Estado soy Yo”], las nuevas Monarquías Absolutas Lumpen Proletarias con sus ramificaciones feudales.

Sobran los ejemplos con sus inocultables y dolorosas secuelas: Fidel Castro en CUBA, Chávez/Maduro en Venezuela, Daniel Ortega en Nicaragua, Néstor Kirchner y flia en Argentina, Gustavo Petro en Colombia, Evo Morales/Luis Arce en Bolivia, el removido Pedro Castillo en Perú, el huido Rafael Correa en Ecuador, Andrés Manuel López Obrador en México, el retornado Luiz Lula da Silva en Brasil, el flácido Gabriel Boric en Chile, algunos -quizás ya superados- Tupamaros en Uruguay, etc. y detrás de todos estos el amenazante peso del crimen organizado del narcotráfico.

También se los puede ver instalados en Corea del Norte, China Continental, Rusia, regímenes que han logrado forzar a sus pueblos al ridículo y despiadado extremo de hacerlos desfilar y aplaudir a sus “monarcas” con la perfecta sincronización de las Rockettes del Radio City o del Chorus Line.

Estos son en verdad los malditos “poderes concentrados”, los que han ido anidando crecientes “estructuras parasitarias” [identificadas con el indulgente eufemismo de “castas”], oligarquías -esto es, grupos con influencia y poder económico/político operando en favor de sus mezquinos intereses- que se instalan y se alimentan voraces, carcomiendo insaciables y despiadadamente el cuerpo social cual afanípteros parásitos, alterando, debilitando y destruyendo el desarrollo comunitario, castas parasitarias encastradas en el cuerpo social que -en su pretensión de perpetuarse- derivan en las más “devastadoras asociaciones ilícitas” que ante el menor riesgo de perder sus privilegios se convierten en inescrupulosas mafias, mafias políticas, mafias del narcotráfico, mafias sindicales, mafias piqueteras (trata de pobres), células mafiosas prebendadas disfrazadas de empresarios, mafias judiciales, mafias policiales y las clásicas extorsivas (tipo maras de El Salvador), sembrando inseguridad, criminalidad desbordada, sometiendo a los pueblos a sus corruptos deseos, ambiciones y perversos intereses con sus horrendas consecuencias: represión, pobreza, despotismo, todas ellas con diferentes niveles de daño lucrando en comunidades enervadas, indefensas, sometidas, idiocias, resignadas, crispadas, sufrientes hasta el hartazgo y con muy pobre capacidad de reacción.

En síntesis la indefensión del cuerpo social sometido al despotismo de una red devastadora de inescrupulosas y corruptas oligarquías parasitariamente enquistadas en las instituciones que otrora nacieran democráticas.

Esto es la sufrida Latino-América de hoy, en angustiosa espera de un retorno a las libertades y al desarrollo, una imprescindible reivindicación y reedición de la progresista revolución de los emprendedores, la única y auténtica revolución liberadora de pobreza y de apertura a la movilidad social, una reedición de la Revolución Industrial del Siglo XIX que generó la dinámica de la evidente enorme riqueza y bienestar de los países que han sabido preservar y usufructuar su potencial.

ARGENTINA EN UN MOMENTO CULMINANTE

No está Argentina para predicadores académicos y menos aún para seguir sometiéndose a las falaces promesas de burócratas parlanchines pataleando para retener sus privilegios, demostradamente incapaces e inescrupulosos dadas sus fallidas gestiones y con sus mochilas corruptamente enriquecidas, pretendiendo disfrazar las inexcusables e ineludibles culpas del caos económico y social con las que siguen horadando el futuro de nuestro país.

Han fracasado y deben ser definitivamente repudiados y apartados con el voto ciudadano, como presumiblemente irá sucediendo en los restantes países sometidos.

Y esto debe ser comprendido a fondo por el sufrido pueblo argentino para que en amplísima mayoría -tratando de superar el 65%- apruebe el cambio sustancial con su voto.

El país necesita un nuevo gobierno nacional [administración nacional] integrado por un competente equipo altamente profesional y un plan de reestructuración capaz de reconstruir el virtuoso camino marcado por el espíritu progresista de “los emprendedores” de todos los tiempos reeditando el espíritu y concreción iniciado en el Siglo XIX por la Revolución Industrial, restableciendo un orden social armónico, pacífico, respetuoso, garantizando la potencialidad del libre desempeño de la “Acción Humana”, tal como el inefable, prolífico filósofo, socialista liberal, profundo observador de las circunstancias sociales en los comienzos de la Revolución Industrial y principal autor -en su juventud- del Manifiesto Comunista, el empresario Friedrich Engels, lo reconociera y explicitara en su redacción del Manifiesto, en particular en su primer capítulo [Burgueses y Proletarios].

*No da espacio este artículo para distinguir a fondo las características personales de los dos autores del Manifiesto Comunista [Friedrich Engels y Karl Marx], por lo que sintetizaremos sus efectos a través de la yuxtaposición de ambas autorías, la parte profunda, prudente y moderada de Friedrich Engels y la belicosa del “activista reaccionario” que fue Karl Marx que diera pie a la secta dogmática marxista [tal como se lo vaticinara J. Proudhon a Karl Marx por carta personal] dada su fijación obsesiva por destruir a sus particularmente odiados sectores emprendedores calificados por Marx como clase antagonista explotadora, incitando a la rebelión armada, exacerbando los ánimos, rencores y envidias para forzar una acción violenta que culminara en el saqueo y despojo de los logros y frutos de los emprendedores [incluidos los de todo nivel] de la triunfante y progresista Revolución Industrial a la que debemos el bienestar alcanzado, en particular en aquellos países que han sabido continuar con su dinámica.

En este intento para despejar el camino del daño paralizante e involutivo sembrado por el marxismo y su secuela el populismo, trataremos -con abreviado lenguaje- mostrar algunos aspectos de la agresividad y belicoso activismo de Karl Marx y sus enormes errores conceptuales con sus destructivos efectos, ignorados por la polarización emocional dogmática de sus sectarios seguidores.

[Ver al pie links con investigación de la universidad de Stanford, resumen en Informador Público, vínculos you tube del filósofo Antonio Escohotado -autor de Los Enemigos del Comercio- y libro sobre el inicio del rescate histórico del socialista evolutivo liberal Friedrich Engels].

*En su delirio mesiánico, muy posiblemente derivado de su condición de nieto de un riguroso rabino, de un padre que por razones prácticas se apartó del judaísmo ortodoxo y con fuerte resistencia hacia la religión a la consideraba “el opio de los pueblos”, Karl Marx se asumió como un nuevo cristo materialista [del griego khristós=ungido] ardorosamente creído ser el portador de lo que consideró la suprema verdad científica, esto es, su errónea teoría del Valor Trabajo, error que le fuera demostrado en primer término en vida de Marx, por su vecino londinense William Jevons a partir de 1860 y de manera contundente en su publicación master “Theory of Political Economy” en 1871.

*En esta condición, que le fuera sabiamente advertida a Karl Marx por Joseph Proudhon en 1847 en su muy conocida carta [un claro anticipo de enfoque freudiano] señalándole su delirio mesiánico, su pulsión psíquica dogmática de sentirse el guía de una nueva religión, la de redentor y conductor cual Moisés del pobrismo proletariado hacia lo que Marx imaginaba como el paraíso terrenal comunista, generó una secta marxista de seguidores cargados con su impronta reaccionaria, combativa y predestinada a un estado de rebelión constante con la pretensión de saquear y despojar los logros y frutos de los emprendedores generadores de nueva y creciente riqueza y gestores de la apertura a la movilidad social, emprendedores a los que enarboló como clase antagonista, esto es, a los gestores de la progresista Revolución Industrial [particularmente elogiados en el Manifiesto por el luego empresario exitoso Friedrich Engels], los grandiosos emprendedores a los que Marx pretendió estratificar como “clase burguesa explotadora”.

*Cabe aquí hacer una importante distinción conceptual:

Evolución implica desarrollo y progreso en avances graduales que permiten ir pasando de una condición o estado a una situación de mayor logro y bienestar.

Revolucionario implica innovación, un cambio rápido y profundo en dirección productiva generando nuevo y mayor beneficio y bienestar. El más claro ejemplo fue el salto revolucionario progresista de la Revolución Industrial del Siglo XIX, desencadenado hace apenas ciento ochenta años.

Reaccionario implica resistencia y acción opuesta a toda innovación, en este caso, la pretendida acción reaccionaria decadente marxista opuesta a la Revolución Industrial del Siglo XIX.

*En tanto la Revolución Industrial generada por la Acción Humana de los emprendedores (científicos, técnicos, ejecutores y mercaderes) abría las compuertas de una fuerte dinámica innovadora, progresista, multiplicadora y amplia distribuidora de riquezas, liberadora y movilizadora de clases sociales, el reaccionario Karl Marx seguía viendo en los emprendedores una nueva forma de esclavitud en reemplazo de la dupla Monarquía/esclavitud, Feudalismo/vasallaje, tratando ser el guía redentor de una clase rígida oprimida (su proletariado) encabezando una rebelión contra su definido antagonista, los emprendedores [de todo nivel] caratulados como clase burguesa explotadora, clase a ser violentamente combatida para ser saqueada y despojada de sus logros y de los innovadores bienes de producción para instaurar una Dictadura del Proletariado como única clase triunfante que concentraría todos los poderes para supuestamente conducir al proletariado al paraíso comunista.

*Los disfrazados falsos progresistas han venido logrando en Latino América la toma del poder por parte de sus inescrupulosos cabecillas y sus cómplices, condenando a sus pueblos a una involución, regresión y pauperización creciente que ya alcanza niveles insoportables generando un hartazgo y ansias de liberación que posiblemente decante -y se precipite- en un corto lapso histórico culminando en el colapso del marxismo/populismo.

*Argentina tiene ahora en sus manos una extraordinaria oportunidad si la ciudadanía es capaz de comprender y abandonar esa “dependencia emocional futbolera” que los mueve a votar ciegamente por partidos que están caducos y contaminados por la falsedad, la corrupción, la voraz ambición, la incapacidad y la ignorancia.

*La mencionada agresiva pulsión psíquica de Karl Marx es la que caracteriza la naturaleza de los integrantes continuadores de la secta marxista y su decadente variante genética ”el populismo”, una absurda rebelión permanente, violenta, terrorista y destructiva contra el progresismo de la “libre Acción Humana”, que recuerda la alocada compra de armamentos por parte de Marx -con dinero heredado- para encabezar su cruzada redentora que terminaría significándole la expulsión de Europa con la calificación de “activista peligroso” [¿terrorista?], debiendo refugiarse en Londres a partir de 1849 [a sus 31 años de vida] donde permaneció con su familia hasta su muerte en 1883 [a sus 65 años].

*No es casual que el símbolo de la cruzada de Marx fuera una cruz, una cruz de carácter materialista, cruzando la hoz de los campesinos con el martillo de los artesanos.

*Para enteramente comprender la personalidad de Marx cabe señalar su condición de afectado por el Trastorno Obsesivo Compulsivo, trastorno que afecta desde la niñez o adolescencia e incorpora una fijación obsesiva dominante que impone una demanda persistente e incontrolable que compele a la angustiosa y porfiada realización de lo obsesivo de modo compulsivo.

El TOC limita significativamente el campo de acción del individuo sometiéndolo a un estilo de vida de muy baja calidad, con enorme dificultad para integrarse a una vida armónica y productiva, acompañada de intensa ansiedad, irritabilidad y fuerte agresividad.

Consecuencias de esto -en la vida de Marx- fueron: personalidad belicosa, violencia verbal [Marx vivió enemistado con casi todos, con apenas la única excepción del muy tolerante Friedrich Engels y de Wilhelm Wolff] y absoluta incapacidad laboral y productiva.

*Karl Marx fue -absolutamente- un mantenido toda su vida.

Nunca tuvo [limitado por su TOC] actividad laboral productiva alguna.

Esto fue determinante en su desdichado estilo de vida y en el sufrimiento al que sumergió a su familia.

Tres de sus hijos murieron por frío y mala alimentación por exclusiva culpa de su desidia, de su no dedicación a sus deberes de padre, una negligencia brutal, insensible excepto para con su desvarío mesiánico.

*Vivió sostenido en parte por la herencia familiar recibida, por la asistencia del empresario holandés Philips [por parentesco de su esposa], por asistencia ocasional de amigos, entre ellos Wilhelm Wolff y principalmente sostenido por el entonces empresario Friedrich Engels sin cuyo mecenazgo y efecto moderador Marx seguramente no hubiera podido trascender.

Simplemente habría desaparecido en la historia como un pasajero “activista peligroso” [tal como había sido caratulado y expulsado de París] y un reaccionario en contra de la verdadera revolución del Siglo XIX, la progresista Revolución Industrial a la que los países que incorporaron su dinámica deben el actual elevado nivel de desarrollo y bienestar.

*Particular mención cabe hacer al hecho de que Marx condenaba a los emprendedores [sus burgueses antagonistas] a quienes acusaba por su enriquecimiento por “Explotación por Plusvalía”, pero –curiosamente- solicitaba y aceptaba sin recelo o aprensión alguna la ayuda recibida del empresario Philips, del empresario Friedrich Engels y otros, producto de explotación según su enfoque.

Una falla ética que tampoco parece afectar e incomodar a sus improductivos sectarios que tan poco dignamente buscan surtirse de riqueza ajena mediante actos terroristas [secuestros, robos, extorsiones] y/o por la voracidad que despliegan cuando logran la toma de los privilegios del poder tal como los vemos vilmente enriquecidos en la actual Latino-América.

*Y se hace así evidente el desconocimiento profundo de Marx [y de sus sectarios] en lo que respecta a la generación y multiplicación de riqueza, a la importancia de la innovación permanente y su eficiencia productiva, al efecto liberador de clases sociales, a la liberación de las energías productivas, a los beneficios de la libre interacción humana y al enorme beneficio de la fluida distribución de riqueza vía el libre intercambio y la multiplicación del comercio.

En síntesis, se trata de la supina incomprensión de los sectarios marxistas populistas respecto de los enormes beneficios que fueron generados [y siguen siendo generados] por los emprendedores de todos los tiempos.

El término empresario no alcanza a reflejar la realidad. En tanto activo ningún empresario deja de ser un permanente emprendedor.

¿QUIEN FUE EL AUTOR DEL MANIFIESTO COMUNISTA?

La automática -y errónea respuesta- es atribuirle la autoría a Karl Marx.

El Manifiesto Comunista, publicado en febrero de 1848, fue redactado en coautoría sucesiva por Friedrich Engels y Karl Marx a pedido de la Liga de Los Justos [luego Liga Comunista], una liga radicalizada de 1836 devenida de una liga con prospectiva libertaria nacida en París en 1834.

En 1840 Friedrich Engels y Karl Marx se incorporaron en la Liga donde el temperamental Marx impuso su impronta combativa en un duro debate en Bruselas en marzo de 1846, enfoque que fue incorporado por los miembros de la Liga consolidando la idea de convertirla en el embrión del partido de la clase trabajadora preparándola para lo que denominaron revolución social.

En un congreso de la Liga en Londres en junio de 1847 se decidió el cambio de nombre a Liga de los Comunistas con el lema “Proletarios de todos los países, uníos”.

Fue entonces que los jóvenes Engels (de 27 años) y Marx (de 29 años) recibieron el encargo de redactar el proyecto de declaración [manifiesto] de la Liga.

Y he aquí que se produce un hecho importante.

Fue Friedrich Engels, prolífico y profundo observador de las circunstancias sociales en los comienzos de la Revolución Industrial de su Siglo XIX [luego exitoso empresario] quien elaboró en junio de 1847 la primera y básica redacción -a petición de la sección parisina- bajo el título “Principios del Comunismo”.

Y fue Karl Marx quien tras el Congreso de Diciembre del mismo 1847, utilizando la anterior redacción de Engels, terminó de reescribir lo que en febrero de 1848 se publicó con el título de “Manifiesto del Partido Comunista”, adoptado por la Liga de los Comunistas, texto impregnado con la combativa agresividad de un Marx dogmático y mesiánico asumiéndose científicamente respaldado por la luego demostrada [por Jevons, Menger y Walras] errónea teoría del Valor Trabajo con sus fallidos derivados, La Explotación por Plusvalía y la Lucha de Clases”.

Una lectura pausada y desapasionada del Manifiesto Comunista hace evidente la mencionada yuxtaposición de los dos enfoques temperamentales bien diferentes, el de Engels como un observador profundo, de mirada despejada y prudente, resaltando los enormes beneficios del enorme salto evolutivo, creativo y productivo realizado por “los emprendedores”, esto es, los gestores y ejecutores de la progresista y liberadora Revolución Industrial del Siglo XIX, y el superpuesto de Marx, con su constreñido apasionamiento, obsesivo, belicoso y vehemente, denostando a “los emprendedores”, identificándolos como clase antagonista burguesa explotadora, enardeciendo los ánimos e incitando pertinaz a una rebelión reaccionaria y a una insensata, violenta y destructiva contienda que intituló “lucha de clases».

EXPLOTACIÓN POR PLUSVALÍA

Este otro erróneo concepto de Marx fue muy interesadamente utilizado por los continuadores de su secta marxista/populista para avanzar por furtivo e inicuo camino en su objetivo reaccionario.

Según la demostradamente inválida teoría de Marx y como una extensión supuestamente lógica de su equivocada Teoría del Valor, la Explotación por Plusvalía sería la raíz y esencia de la explotación o acumulación capitalista.

Según esta teoría el trabajador recibe menor remuneración de lo que realmente produce, o sea una quita forzada de parte de lo que dicho trabajador aporta productivamente.

En su fijación obsesiva Marx visualizaba al emprendedor como un autoritario monarca empresario reposando improductivo y abusando de sus explotados.

De esta manera, la diferencia [supuesta quita] entre lo producido por el asalariado y lo que recibe como salario es lo que definió como plusvalía [sin saber cómo precisarlo], y considera que es la ganancia por explotación por parte del empresario.

Queda claro que el agresivo Marx, desconocedor -dada su incapacidad productiva- de lo que es una cadena de producción y generación de riqueza, nunca estuvo en condiciones intelectuales de poder reconocer el aporte integrador generador de los diferentes eslabones de la cadena productiva y de su distribución de ingresos [salarios] según los aportes generados y acordados con cada asalariado, identificando y acusando al emprendedor (la suma de aportadores en ciencia, técnica y ejecución] como partes culpables de un rígido estrato o estamento social [el antagonista estrato “burguesía explotadora” según Marx] abusando de los componentes del estamento social asalariado [el proletariado].

En una comunidad libertaria, tal como sucede en los países industriales desarrollados, merced a los progresos generados por la rápida evolución de la Revolución Industrial productiva, las prestaciones por bienes y servicios se realizan por libre interacción y libre intercambio (precios y salarios), esto es, por acuerdo entre las partes, curiosa y confirmadora consecuencia de lo que el joven visionario Engels [importante “empresario” textil de su época] incluyera en el cierre del Capítulo II [Proletarios y Comunistas] del Manifiesto Comunista, esto es, su anhelada superación de los antagonismos de clase que daría lugar a asociaciones libres, asociaciones en las que -afirmó- “el libre desenvolvimiento de cada uno será la condición del libre desenvolvimiento de todos”.

El proceso de distribución de la riqueza producida es así natural y espontáneo, armónico, un proceso sin interrupción de acuerdos espontáneos entre compradores y vendedores, entre consumidores y proveedores, teniéndose en claro que cada uno, para ser partícipe del intercambio de bienes y servicios, es [y debe ser] a la vez consumidor y productor de bienes y servicios, pues de lo contrario no habría intercambio.

*Se hace así evidente que el concepto explotación por plusvalía no es aplicable al vínculo salarial en una sociedad de libre Acción Humana y libre intercambio, esto es -en el caso de un asalariado- intercambio de servicio por compensación e intercambio de riqueza por el bien o servicio productivo aportado por el proveedor de trabajo o servicio personal.

La explotación por plusvalía “no existe” en los vínculos productivos de una sociedad de seres libres y ciudadanos responsables comprometidos.

La participación de los asalariados es libremente acordada entre las partes.

*¿Significa esto que no existe la “Explotación por Plusvalía”?

¡La Explotación por Plusvalía existe! Y es enorme, abusadora y evidente.

La explotación por plusvalía se da cuando un ente parasitario (que nada o muy poco aporta en la red de producción e intercambio de riqueza) se apropia autoritariamente de parte del fruto del trabajo productivo de terceras personas.

La Explotación por Plusvalía existe bajo sistemas dictatoriales, en particular con las actuales monarquías populistas lumpen proletarias disfrazadas de democráticas con sus ramificaciones feudales resultantes de gobiernos marxistas/populistas en los que anidan las diferentes estructuras parasitarias, oligarquías corruptas que tienden a perpetuarse valiéndose incluso de inescrupulosos actos mafiosos.

*Nos referimos a la explotación por plusvalía por parte de los políticos populistas de turno en el poder por vía de la dilapidación improductiva, tendenciosa y corrupta de la riqueza despojada al pueblo trabajador productivo mediante retenciones e impuestos expoliadores, incluida la furtiva y desbocada rapiña por emisión de cantidad de moneda [inflación monetaria, violentando y destruyendo su carácter de referencia patrón para los intercambios], con gastos fiscales orientados hacia oscuras adjudicaciones de “obras públicas” de todo tipo que hacen que el Estado [los ciudadanos] pague a favorecidos proveedores prebendados por prestaciones amañadas acordadas mediante contubernio, contrataciones manipuladas a cambio de retornos y coimas con las que funcionarios de turno nutren sus corruptos enriquecimientos.

*Explotación por Plusvalía en el campo sindical donde oligarquías sindicales se enriquecen despiadadamente a cambio de una bien disfrazada, supuesta y edulcorada protección del “trabajador” con aportes forzosos [por parte de trabajadores y patronales] alimentando enriquecimientos personales blanqueados a través de gastos en inversiones de lo aportado por los “protegidos” desviados hacia obras sobrefacturadas [hospitales y hoteles de sindicatos], algunos traspasados a propiedad de familiares y testaferros y en todos ellos con costos y gastos operativos nunca auditados.

*Explotación por Plusvalía por parte de proveedores prebendados [pseudo-empresarios] que nada emprenden salvo mediante contubernios y contratos espurios arreglados con funcionarios políticos corruptos que son parte del gobierno nacional y de los provinciales y municipales, mediante asociaciones ilícitas de variadas características para el desvío de riqueza del erario, dineros expoliados al pueblo productor.

*Explotación por Plusvalía mediante gasto público desviado como subsidios hacia estructuras piqueteras cómplices [trata de pobres sometidos como aportantes de votos y proveedores de patotas] con el falso justificativo de combatir la pobreza, pobreza que -con indisimulable contrapartida- multiplican de manera sostenida y despiadada.

*En síntesis, las parasitarias oligarquías depredando, esto es, las consecuencias, la inevitable peor versión del saqueo y despojo incitado por Karl Marx, la de la antojadiza rebelión contra los emprendedores, los trabajadores productivos [el supuesto antagónico estrato burgués] a ser a ser llevada a cabo por los cabecillas que ingenuamente Marx suponía dejarían paso a una avanzada rectora del proletariado con supuesta consciencia de clase para instalar una impoluta Dictadura del Proletariado, sin comprender que sus cabecillas, osados e inescrupulosos, al encaramarse en el poder rápidamente se embriagarían con las mieles del mismo abusando corruptamente de sus beneficios y privilegios, intentando perpetuarse enquistándose en el mismo para finalmente generar una inevitable regresión imponiendo una forma de Monarquía Absoluta Lumpen Proletaria (populismo) con ramificaciones feudales, una involución que volvería a concentrar y centralizar todo el poder (un remedo de El Estado soy Yo de Luis XIV) en manos de voraces rapaces arrogados protectores de los pobres, que astutamente ejecutarían –en su inescrupuloso beneficio- el pretendido saqueo y despojo marxista sobre los bienes y medios de producción de los emprendedores mediante el sutil mecanismo de asfixia, arrebato y estatización de sus empresas, sustituyendo el proclamado saqueo marxista por descarados mecanismos impositivos de magnitud confiscatoria y expoliación de bienes sumados a un despótico control centralizado y concentrado, regulador y esterilizador de la libre interacción humana y del libre intercambio (mercado).

Y, como está la vista, sumarían también la poco sutil incautación de riqueza mediante un manejo arbitrario de la emisión monetaria.

La suma del poder queda así en manos de esta Monarquía [o suma de oligarquías Lumpen Proletaria], aniquilando la iniciativa personal propia de la Acción Humana, espantando a quienes podrían invertir en nuevos emprendimientos, desalentando el desarrollo productivo, provocando la caída de generación y multiplicación de riqueza y provocando una ominosa pauperización comunitaria, en síntesis, un retorno regresivo a la miseria medieval, una brutal involución, una cruel forma de explotación por plusvalía por parte de un encaramado grupo parasitario afaníptero de corruptos predadores, absolutamente improductivo.

*Esta es la Argentina que imperiosamente necesitamos depurar de las parasitarias oligarquías predadoras, las castas a ser erradicadas.

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https://plato.stanford.edu/entries/marx/m/libro/engels-antes-de-marx/

https://www.informadorpublico.com/opinion/revolucion-en-la-granja-parte-1

https://www.informadorpublico.com/opinion/revolucion-en-la-granja-parte-2

Libro “Los Enemigos del Comercio”. [Antonio Escohotado]

You tube videos-Antonio Escohotado

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