Por Oscar Edgardo García.-

Los fiscales Luciani y Mola presentaron sus alegatos durante varias jornadas en la denominada «Causa Vialidad» basados en el análisis de frondosa documentación y abundante información sobre las licitaciones de las obras y su correspondiente ejecución.

Debe reconocerse la posibilidad de que los mismos puedan ser ciertos o falsos, total o parcialmente, pero en definitiva se constituyen en las pruebas aportadas por la acusación.

La presentación de los fiscales en términos deportivos puede denominarse como el «Primer tiempo» del partido.

A los defensores de los acusados les toca ahora intervenir en el «Segundo tiempo» exponiendo sus argumentaciones y presentando sus pruebas para demostrar la inocencia de sus defendidos.

En otros términos, aportar los elementos probatorios que demuestren la carencia de sustento de las penas solicitadas por los fiscales basadas en sus alegaciones.

Por el momento los abogados defensores han concentrado sus exposiciones en argucias y en determinado tipo de astucias que las convierten en verdades relativas, es decir en afirmaciones que se refutan a sí mismas.

Todas estas argumentaciones sin prueba documental que las avalen conducen a deducir que se trata de meras acciones tendientes al engaño de los magistrados con el propósito de obtener el propio beneficio.

En definitiva, cabe concluir que los letrados de las defensas con las mismas están confirmando que los alegatos de los fiscales son verdaderos y que a todos los acusados les caben las condenas por los delitos cometidos.

Los jueces en el «Tercer tiempo» tendrán la oportunidad histórica de discernir entre las verdades irrefutables y las argucias para determinar con su sentencia si es «Corrupción o Justicia».

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