Por Malú Kikuchi.-

La Argentina es un país difícil de entender. No pueden descifrarla los extranjeros ni los argentinos. Es muy positiva en muchos aspectos y al mismo tiempo es demasiado negativa en otros. Sun Tzu* decía que “hay que aprovechar lo negativo”, pero lo decía refiriéndose al enemigo.

Hay hechos que hacen creer que algunos argentinos con poder, véase a los gremialistas de la educación, tratan a los alumnos, que deberían ser su prioridad, como si fuesen sus enemigos. Al entorpecer el comienzo de las clases un año sí, y otro también, hacen de la Argentina, su enemigo.

¿Qué pasa con los chicos más vulnerables del conurbano bonaerense que se quedan sin ir a clase? Además de no poder usar las escuelas como comedor, no aprenden, no les abren ventanas a futuros trabajos, a la libertad de optar, a poder ser ciudadanos plenos, sin punteros a la vista.

Si un chico de 8 años, que vive probablemente en un asentamiento, o no, pero que no ha visto trabajar nunca a su padre, si es que vive con él, o a la pareja de su madre; si a esta tampoco la ha visto trabajar, pero sabe que reciben subsidios del estado, como jefe de hogar y el AUH*, con lo que tener muchos hermanos es una forma de ganar dinero, ese chico, ¿qué hace?

El miércoles 20/2, en Moreno, provincia de Buenos Aires, en una calle de negocios muy concurrida, ese chico de ¡8 años!, golpeó la reja de una joyería. Nicolás García, el dueño de la misma, creyendo que el chico pedía limosna o comida, le abrió. El chico miró la mercadería, preguntó precios y poniendo sobre el mostrador un revolver (era de juguete) dijo: “Dame todo, no te hagás el bol…, porque te voy a quemar”.

Con mucha sangre fría el dueño del local agarró el revólver y lo llevó hasta la reja, donde del otro lado lo esperaba un hombre. Hizo la denuncia en la comisaría. Ahora la familia del “nene”, lo amenaza. En un país serio, a los padres o tutores o adultos que vivan con el chico le sacarían la patria potestad. Y al chico lo internarían en un lugar adecuado, que no existe.

Parece que en Moreno se alquilan chicos para hacer estos robos. No son imputables, no hay donde guarecerlos, los responsables no se encuentran. Si la educación pública fuera de excelencia, si los docentes fueran Maestros, si la enseñanza fuese atractiva para los chicos, si, si, si…

Sin embargo, no todo está perdido. Existe desde hace 5 años un premio al “Maestro”, equivalente a un premio Nobel, instituido por Sunny Varkey (origen indio), que a través de la fundación que lleva su apellido, en Londres, selecciona en 179 países a 50.000 Maestros. De estos quedan 50 de 39 países que van a la semi final. Ahora quedan sólo10. Son los finalistas.

Uno de ellos, Martín Salvetti, es argentino, trabaja en la Escuela Técnica Nº 5, “2 de abril” en Temperley. Es técnico automotor y periodista. También forma adultos para trabajar en mecánica. Tiene 45 años, ama su profesión, quiere aprender más y dice que lo ha hecho al intercambiar ideas con los otros maestros del resto del mundo. Un Maestro en serio.

Habla de dinamismo, de no aburrir a los alumnos, del interés por la práctica de lo que aprenden. Con los chicos han construido una radio que funciona como tal y es su orgullo. Habla de la necesidad de profundos cambios en la educación para adecuarla a los tiempos y hacerla atractiva.

Si llegara a ganar recibiría US$1 millón, que confiesa no poder calcular cuánto es eso. Y que estar como finalista, se decide en Dubai el 24/3, ya es un premio. Este año hubo otra Maestra nominada y en años anteriores también hubo otros Maestros argentinos que no llegaron a la final, pero fueron considerados. Ellos y Martín Salvetti son una orgullosa esperanza.

Las contradicciones argentinas son muchas. Luces y sombras, en guerra desde siempre. ¿Quién ganará, Baradel* o Salvetti? El futuro de la Argentina depende del ganador. Hay demasiados Baradel y se espera que haya muchos Salvetti. La victoria final la deciden los argentinos.

* Sun Tzu, estratega y filósofo chino, 545 aC / 470 aC) autor de un imprescindible libro, “El arte de la guerra”.

* AUH, asignación universal por hijo.

* Roberto Baradel, secretario general del Sindicato Unificado  de Trabajadores de la Educación (SUTEBA).

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