Por Oscar Edgardo García.-

Una nueva y triste circunstancia se suma a la decadente situación en materia educativa en la Provincia de Buenos Aires: la falta de provisión de agua y la carencia de ventilación adecuada en más de 30 escuelas del Partido de La Matanza obligó a la suspensión del dictado de las clases.

Mientras la realidad expone a la sociedad estas falencias en materia edilicia, Axel Kicillof no cesa de pregonar falazmente en sus discursos sobre haber realizado «la mayor inversión en escuelas de la historia».

Una vez más el gobernador demuestra que no ha leído aquella magistral frase de Mark Twain que reza: «Es mejor tener la boca cerrada y parecer estúpido que abrirla y disipar la duda», salvo que lo haya hecho pero opte por mentir como lo hace con habitualidad.

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