Por Fabián Medina.-

Algo a tener muy en cuenta con referencia al año 2017 y según surge de los presupuestos es el capítulo de las inversiones, o como se denominan en ellos “gastos de capital”. Estamos diciendo esto como consecuencia de observar inconsistencias en los discursos originados desde la CABA y la Nación y como dato relevante podemos establecer el hecho de la construcción de autopistas.

Porque decimos la construcción de autopistas, puesto que desde la Jefatura de Gobierno de CABA hace aproximadamente 60 días expresaron la intención de construir una nueva traza para la Autopista ILLIA de cerca de 3 kilómetros en altura y dejar la actual autopista como un moderno “parque en altura” todo ello con un costo estimado en $ 6.000 millones de pesos, hace 45 días (o sea 15 días después) el costo de esa obra pasó a ser de $ 2.000 millones de pesos y en el presupuesto presentado en la Legislatura CABA hace casi 30 días para ser aprobado el monto que se incluye en el mismo por la mencionada obra es de $ 1.300 millones de pesos. La primera pregunta importante para realizar es ¿cuál es el monto real de la obra a realizar?

En contraste con el anuncio original de la Autopista ILLIA el gobierno nacional anuncia los datos que demandará la Autopista Luján-Junín que cubre un total de 310 kilómetros y el cual demandará cerca de $ 11.160 millones de pesos realizándose la misma en llanura.

Entonces si traducimos todo en valores homogéneos a números vigentes hoy podríamos tomar el dato de referencia del dólar estadounidense hoy de alrededor de $ 15, con lo cual la Autopista ILLIA tendría un valor de U$S 86 millones de dólares y la Autopista LUJAN-JUNIN por U$S 744 millones de dólares y a ello como factor de detalle podemos agregarle que mientras la ILLIA son 3 kilómetros en altura la LUJAN-JUNIN son 310 kilómetros en llanura; al ingresar en un análisis más minucioso la ILLIA costaría $ 29 millones de dólares el kilómetro mientras que la LUJAN-JUNIN el mismo tipo de costeo brinda como dato U$S 2.4 millones de dólares el kilómetro.

Por lo tanto, sería muy razonable que desde el GCABA se vuelva a realizar en forma seria y real el costo que demandará la realización de la nueva traza -en caso de ser necesaria realmente- y se apliquen una cantidad cercana a los U$S 50 millones de dólares excedentes a la real urbanización de las villas 31 y 31 Bis cosa que hoy no hay punto de concreción real sino solo maquillaje. Todo esto tiene como base no sólo los integrantes de los mencionados barrios carenciados a quienes recurren solamente al momento de conseguir votos para una elección sino incluso las gestiones realizadas por el gobierno nacional que es del mismo signo político que la Ciudad y la provincia de Buenos Aires y no cierran los números.

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