Por Raúl Mario Ermoli Galluppi.-

Además de la inflación y el precio del dólar, es la delincuencia común, el narcotráfico y la marginalidad la cruda realidad de la Argentina de hoy.

¿Qué hacen de manera efectiva y real, y no apariencia mentirosa, desde el gobierno nacional y provincial para combatir al narcotráfico; mafia que no sólo se dedica a introducir la droga y venderla por todo el territorio nacional, sino lo que es peor, se dedica a amenazar y asesinar a toda persona que les molesta y no pocas veces atacando a terceros que sin tener relación alguna quedan en medio de las «balaceras», o cuando disparan los sicarios por error a las personas o al frente de sus domicilios?… ¿Qué hacen los legisladores nacionales que no aprueban leyes efectivas?, como bajar la edad de imputabilidad a los 13 o 14 años para que puedan ir a la cárcel los menores que delinquen, aumentar todas las penas, con cumplimiento efectivo sin acortamiento de penas, y cadena perpetua en serio a los asesinos, es decir que mueran en la cárcel.

En consecuencia: ¿»Alguien» le puede decir a los señores mandatarios, Sr. Alberto Fernández (Pte.) y la Sra. Cristina Fernández, (Vice Pte.) y a sus ministros, especialmente al de seguridad don Aníbal, Fernández, que los ciudadanos de la República, (por lo menos de la provincia de Santa Fe, en su Rosario, y de la provincia de buenos Aires en su famoso «conurbano bonaerense»), que los ciudadanos vivimos aterrados literalmente, con miedo para salir a las calles especialmente en horas nocturnas, y que esto nos preocupa mucho más, que la inflación de precios, que la deuda externa e interna, que el precio del dólar, o los problemas de las candidaturas, o los problemas legales que puedan tener los funcionarios sea por corrupción o por lo que sea, sencillamente porque con esta problemática de la delincuencia se va la vida… ¡Nuestra vida!… ¿lo podrán entender señores mandatarios?… Lo dudo, porque Ustedes viven otra realidad, rodeados ampliamente con sus guardaespaldas, no saben lo que ir solos por las calles para cumplir con las obligaciones, estar en la parada del colectivo mirando para todos lados, porque a no pocos nos asaltan en ese lugar; o si vamos con la moto, igual o peor, porque encima te la roban; lo mismo ocurre al salir del domicilio o al llegar al mismo.

En suma, que padecemos una delincuencia desbocada, que se siente protegida, directa o indirectamente, por las autoridades puesto que cuando son detenidos tienen toda clase de privilegios en las cárceles, desde celulares para organizar el delito desde el calabozo, recibir del exterior apoyo desde que no se utilizan correctamente los «scanner» para evitar que las visitas introduzcan «elementos metálicos», reducción de penas, prisiones domiciliarias mentirosas, y liberaciones masivas como cuando éste gobierno lo autorizó, o hizo autorizar, en ocasión de la pandemia, con la excusa de que se iban a contagiar todos, como si los ciudadanos no nos hubiésemos contagiados y muchos miles de nosotros no hubiésemos muertos por efecto de los contagios.

Por lo tanto hacemos responsables de todas las muertes: a los actuales gobernantes junto a los que gobernaron Argentina desde el año 2000, que nada hicieron para evitar el ingreso del narcotráfico en el país, su instalación, su desarrollo y su proliferación; junto al desarrollo paralelo de la delincuencia, desde que hay una estrecha relación entre el narcotráfico y el auge de la delincuencia que actualmente nos está acosando haciendo nuestra vidas cada vez más difíciles.

En suma, y más allá de los problemas económicos, es por esta desidia que manifiestamente tienen en la lucha contra el delito, que no debemos votar nunca más políticos como los mencionados del actual gobierno o de su mismo partido o frente, y tampoco por ninguno que no se comprometa públicamente a dar prioridad a la lucha contra la delincuencia, el narcotráfico, y la marginalidad.

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