Por Paul Battistón.-

Ya casi olvidado en una esquina y tema de tardes de reality en la esquina contraria, el atentado a Cristina, valuado en amplio descreimiento, suelta un detalle que nadie parece medirlo por inconveniencia o por certeza de lograr la incorrección en los nuevos prejuicios.

Quienes deseaban la notoriedad de ser los responsables en el vuelco de los acontecimientos, ninguna dificultad tenían en desaparecer entre la igualdad de irracionalidad de quienes asistían al llamado de aguante de su mesías.

La grieta se desdibuja en ese subnivel, rellenada y nivelada por la exposición de valores ausentes.

Los códigos de aceptación y logros podrían verse en parte como evolucionados de la escala de nominaciones sin valores visibles de Gran hermano.

La aprobación manifestada en una cosecha de likes como medición de logros no determina claramente una dirección o mejor dicho la existencia de una dirección sabida negativa de antemano. Ambos, rumbo y contrarumbo son válidos de ser tomados. Ambos determinan logros, la nueva negatividad se encuentra en no ser, en la ausencia de invaluados likes, en el centro mismo ocupado por la nada. Lo random no exige amor u odio, su manifestación menos virtual puede dar un fanatismo de pertenencia adulador o un fanatismo de pertenencia a la notoriedad.

La verdad se vuelve irrelevante, puede ser tratada como abstracta siendo recibida o aceptada de un relato al que se le da carácter de indiscutible, pero también puede ser creada en un acto trascendente de evolución casi aleatoria o simplemente con la reafirmación de la presencia en masa.

Los cambios recientes conducidos por los nuevos códigos de exposición (la nueva comunicación) han sido empinados pero especialmente acelerados por el transcurso de los encierros (cuarentenas). En ellos los cambios lógicos (llamados progresos) que hoy nos permiten manejar nuestras actividades desde la distancia impresencial escondieron la evolución del nuevo lumpenaje con su nuevo descontrato social inarticulado escrito y reescrito en forma continua sobre el agua bajo una piedra. Formas de comunicación de lenguaje imaginativo y aleatorio de caracteres tradicionales trastocados y de simbología especial (imágenes quietas o móviles) sólo aptas para ser comunicadas en las plataformas de sociedades virtuales asomadas en las pantallas portátiles, un cuaderno de hojas constantemente giradas antes de ser distribuido en infinitas copias a infinita velocidad.

Todo se convierte en una charla de un único sentido hacia donde la verdad es construida por la suma de textos infanto-inteligibles más la particular percepción de cada uno de sus participantes.

Los relatos son factibles de ser introducidos pero también de sufrir evoluciones sin control capaces de diametralizarse en cuestión de segundos. De cualquier cuestión surgirán dos bandos capaces de darse batalla o de ganarse una guerra, ninguno carece de posibilidad.

Nadie parece evaluar el efecto de esos cambios sobre algo que se pretende que continúe invariable (o quizás no, pero con una fachada que lo parezca).

¿Quiénes aguantaban y adulaban en Juncal y Montevideo?

¿La Campora? ¿Los abarca un título tan conciso y temporalizado?  Es ya improbable viniendo de esa socialización descendida de la nube. Núcleo duro, aunque aún inexacto (por lo simbólicamente sólido) es una forma más amplia que puede tener mayor acierto para englobarlos. Son de la mitad que al igual que la otra solo reverbera con su entorno y que en su intento de trascendencia likeistica crea verdad abstracta de confabulación aduladora.

La intemperie los puede volver coincidentes en su manifiesta forma de no entender (o aceptar) lo que el medio físico nos ha mostrado como indiscutible y con pretensión de irreversible, la democracia como aspiración.

Ni núcleo duro, ni resistencia alterna interpretan en el formato exigido esa definición, por alejada, por deformada en conveniencia, por escasas expectativas, por presunción de estafa o por carecer de la traducción puntual a la modernidad simbólica lingüística.

¿Hay dudas que ese núcleo duro de un 25% de quienes depositan votos tiene una construcción particular de lo que es democracia? La dádiva clásica podría resbalarles pero cimentar verdad propia es su maná caído del cielo (o la nube).

Midiendo con el prejuicio clásico (ese que administrado de forma cuidadosa puede simularse como intuición) podríamos estimar en 15% más o menos 5% los que en las antípodas (justo al lado en el nuevo descontrato social) tienen una visión de no democracia que ya excede la formación de un gobierno particular (el régimen).

Entre unos y otros, un 40% de participantes ya ha tomado un camino en divergencia con lo que Alfonsín concebía y predicaba o de lo que Menem reafirmó con el fortalecimiento de partidos, la democracia de alternancia.

La posterior democracia de colapso no dejaría nada concreto pero también se encargaría de no dejar que surgieran tras la hecatombe aglutinadores en su contra.

La democracia de régimen trasplantada directamente desde Santa Cruz es la responsable directa de la elaboración de los nuevos significados convenientes para su perpetuación y el conveniente secuestro de las instituciones.

La variante sorpresa es la disolución social resultado de las nuevas reglas desvalorizadas por una cyber anarquía capaz de crear la nueva verdad, de nominar, de desconocer. Detalle no tenido en cuenta que puede arrasar con lo que debería continuar para que cualquier atisbo de oposición tenga sentido o para que el régimen pueda seguir travistiendo sus intentos de re significación en movimientos propios de una democracia.

El monstruo lumpen ha nacido y carece de diccionario estable; sus apetencias si resuenan pueden ser aspiraciones a verdades y las resignificaciones reiterativas crear un Gif Diccionario.

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