Por Guillermo Cherashny.-

Desde el viernes pasado, a partir del tweet del presidente, se desató una interna entre los periodistas anti k que se alineaban en Juntos por el Cambio y que en el ballotage apoyaron a Milei y durante 2024 se pusieron la camiseta violeta. En efecto, Jony Viale quiso tener la primicia del reportaje con el presidente, al cual no le convenía, por el viejo principio de no aclarar porque oscurece, y en el caso cripto el silencio era saludable.

Ahora el presidente dijo en Washington que no se comunicará con la prensa por ahora pero Jony Viale se incendió como un bonzo y empezó ataques contra colegas con los que estuvo en La Nación +y también contra periodistas «progres», lo cual fue un grave error que hizo más evidente el papelón de que le guiaran las preguntas que hizo.

Pero apareció Fantino y, dirigido a Cristina Pérez, sugirió que rodará la cabeza de Luis Petri, el marido o pareja de la periodista, que tiene un claro conflicto de intereses y encima tiene bajo rating. Estas riñas de vedetismo no le hacen nada bien a los medios de comunicación oficialistas que se “wandanarizaron”.

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