Por Carlos Tórtora.-

La incomodidad de Javier Milei por la no sanción de la ley ómnibus antes del 25 de mayo no puede ser más evidente.

El presidente no se resigna a absorber ese costo político y en su entorno hasta hablan de excluir a todos los gobernadores y hacer un 25 con la gente. En la versión conspirativa oficial, habría un acuerdo reservado entre peronistas, radicales y aun macristas para debilitar al gobierno haciéndole sentir el rigor del Congreso.

Este cuadro viene a coincidir con la escalada de tensión entre el Círculo Rojo y Milei. Éste acusa a sus empresarios amigos de algo que es obvio: aplauden las medidas pero no hay un solo anuncio de inversiones. Eduardo Eurnekian respondió a las críticas. Entre las razones que fundamentan la cautela empresaria está la resistencia del Congreso a apoyar al gobierno. Todo esto está componiendo un panorama en el cual las tensiones políticas y económicas se retroalimentan. Los empresarios desconfían cada vez más seriamente de la capacidad de Milei para TV garantizar la gobernabilidad, en la medida que el peronismo se consolida como oposición y el gobierno muestra escasas adhesiones entre la dirigencia. Del mismo modo, los gobernadores y la dirigencia en general tienen serias dudas acerca de sumarse a la Casa Rosada en la medida que ven que la revolución libertaria del presidente no consigue generar una ola de inversiones capaz de cambiar el rumbo de la economía.

La espada de Damocles

En este círculo vicioso se encuentra atrapado el presidente, que tiende a volver al escenario de confrontación previo al 1° de marzo. La realidad es que casi todo el funcionamiento de la acción de gobierno sigue dependiendo de la vigencia del DNU 70/23, sobre el cual está pendiente la amenaza de derogación si la Cámara de Diputados lo rechazara. La mayoría transitoria que el oficialismo tiene en esta cámara es la única garantía -por demás inestable- de que el decreto no se caerá. Pero hay dudas acerca de los números. Por algo Martín Menem no convoca a una sesión para aprobar el DNU y sacarse así el problema de encima.

La dependencia que entonces tiene Milei de los diputados del PRO, la UCR y Miguel Ángel Pichetto es grande.

Acosado por una realidad que lo limita, Milei busca oxigenarse con viajes como el de ahora a España. Pero lo cierto es que su posicionamiento internacional también depende en buena medida de la situación interna.

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