Por Jorge D. Boimvaser.-

Hay que hacer memoria, no más que eso. Hace casi un año, Cristina llamó una noche a Urribarri a Paraná; estaba por reunirse el PJ entrerriano y la Presidente le dijo al gobernador que lo ungía como candidato a sucederla. Fue la primera estocada a Daniel Scioli, quien volvió a tragar saliva constatando una vez más que la Jefa de Estado y su círculo íntimo lo aborrecían.

Urribarri hizo algunos viajes al exterior con Cristina pero la foto juntos no levantaba el amperímetro. Seguía siendo un ilustre desconocido que no medía en las encuestas, y no tenía mucha chance de medir a futuro.

Después vinieron otros postulantes. Randazzo era el mejor posicionado, pero tener amor propio y dignidad en el ámbito K se paga con el exilio. El Ministro de Transporte hoy es una exiliado, casi un refugiado en tierra propia.

Mientras tanto, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires seguía estoico en los sondeos de opinión. Fue en ese momento que empezaron a tejer los argumentos que podría utilizar el “cristinismo” para sacárselo de encima. Es extraño el comportamiento del electorado: ni las recientes inundaciones le mojaron su pretensión presidenciable. Sigue midiendo como si no hubiera pasado nada en una provincia resignada a vivir con el agua al cuello.

Cristina le nombró al “chino” Zannini como candidato a vice, ahogándole la pretensión de elegir su propio vice. Más ninguneo, imposible.

Para ganar las elecciones en primera vuelta bastó con que el resto de los contendientes tuvieran su “Niembro Gate” y el motonauta casi se cortara solo.

¿Por qué Margarita Stolbizer sigue en carrera aunque mida poco y nada y no se baja para que sus electores apoyen a otro candidato? Scioli jugó algunas fichas del patrimonio de la Provincia para que Stolbizer juegue en octubre aunque sea como esos caballos que en el hipódromo se sabe de antemano que llegarán a kilómetros del primero.

Ahora el problema es cómo hará “el chino” para no vivir tocando la campanita en el Senado. Ya está marcando territorio; habla como ningún candidato a vice participó desde el olvidado Víctor Martínez en 1983 como segundo de Alfonsín.

Pero lo que en su momento iba a ser el plan para derribar a Scioli antes de las elecciones, hoy se convirtió en el “plan Zannini” para desprenderse del Presidente si gana las elecciones en octubre.

Hay una serie de protocolos que son desconocidos para la opinión pública pero son esenciales para ejercer la Presidencia de la Nación. Uno de ellos es aprobar un examen psicofísico que se hace en el país. Esta fase la aprueban todos.

Pero una vez en su cargo, el Presidente tiene la obligación de no delegar la firma. Es un requisito fundamental para ejercer como Jefe de Estado. Hoy quizás Scioli delegue la firma de los cheques u otros documentos en Karina Rabollini. Como vos, yo o cualquiera de nosotros hace con su cuenta bancaria. Nuestras mujeres hacen el gancho imitando nuestra firma y todo bien. Pasa en cualquier parte del mundo, incluso en USA, donde hasta las secretarias presidenciales imitaban la firma del Presidente. Lo que no puede ocurrir es que el Presidente no esté en condiciones de firmar. Esa facultad no se delega.

Esta instancia fue estudiada por el círculo íntimo de Cristina cuando no querían que Scioli pudiera ser elegido candidato. Para decirlo sin eufemismos: Si Daniel Scioli en un incidente cualquiera, partido de fútbol u otra escaramuza tipo saludar a su gente en caravanas, tuviera problemas con su brazo sano… tiene que tomarse licencia y delegar el cargo Presidencial en su vice.

Sólo puede volver con un salvoconducto médico.

Carlos Zannini ya actúa en la campaña electoral como si fuera Presidente; hasta parece dar por descartado que después de los comicios, si no hay segunda vuelta, Scioli quedará al margen de la Jefatura de Estado.

¿Le está previendo el incidente del brazo lesionado? ¿O tiene preparada otra jugada siniestra para sacárselo de encima?

La furia de Cristina contra su candidato presidencial augura un dramático desenlace para el futuro de Scioli.

¿Preguntás por los antiguos vínculos del motonauta con la Logia Anael, la misma que ungió a López Rega? Esto te lo contamos en la próxima entrega. Basta por hoy.

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