Por Sebastián Dumont.-

Mauricio Macri fue recibido por el Papa Francisco en una audiencia que duró 22 minutos y donde las fotos que trascendieron muestran un gesto serio del sumo pontífice. Ello es tomado por los sectores kirchneristas como una supuesta muestra de distancia por la manera de ver la política que tiene Francisco, que se supone más cercana al kirchnerismo. Son visiones. En medio de ello, y con la repercusión del viaje al Vaticano, un grupo de intendentes bonaerenses firmarán el ampliado pacto de San Antonio de Padua el próximo lunes y buscarán ser recibidos por su Santidad.

Las visiones sobre la influencia de Francisco en la política argentina son tan variables como sectores que la interpreten. Después de la reunión con Macri, esta idea se potenciará y las comparaciones ya están a la orden del día. Francisco pasó de fotos con la bandera de La Cámpora a una con mucha seriedad junto a Mauricio Macri.

Jorge Bergoglio es, como escribió en su libro Miguel Ángel de Renzis, un “Papa Peronista”. Además, ha estado muy cerca de Guardia de Hierro, cuyo máximo líder, el gallego Álvarez, mutó de manera contundente durante los años de kirchnerismo. Pasó de ser un crítico a Néstor Kirchner y su ligazón con Montoneros a calificar como “jefa del movimiento nacional” a la ex presidente Cristina Kirchner. Son datos.

Lo cierto es que Francisco, quiera o no, tiene influencia en la política argentina, aunque no es determinante para que se vuelque la elección. Quedó demostrado el año pasado, cuando estaba clara su apuesta por la candidatura de Daniel Scioli. Claro que era un ítem incompleto. El “Pacto de Santa Marta” implicaba a Scioli candidato a presidente y a Julián Dominguez como postulante a gobernador. La llegada de Aníbal Fernández entorpeció los planes.

Dentro de todo este contexto, el próximo lunes un grupo de intendentes de la provincia de Buenos Aires ampliará el Pacto de San Antonio de Padua, firmado en enero en dicha localidad del distrito de Merlo en clara sintonía con la lo dicho por el Papa el 22 de julio pasado cuando se efectuó el encuentro de alcaldes sobre “Esclavitud moderna y cambio climático, el compromiso de las grandes ciudades” y en relación a la encíclica Laudado si.

La ampliación del pacto, que incluye acciones como “La lucha contra el narcoráfico, erradicación del hambre y la pobreza y cuidado del medio ambiente, como así también unidad de los argentinos”, está en línea con lo planteado por Macri en el Vaticano. Ni más ni menos.

Pero los intendentes -se sumarán de otras fuerza políticas- buscarán con ello ir a Roma para mostrarse como verdaderos interlocutores de lo que sucede en los territorios y aplicarlos en políticas públicas para los presupuestos del año próximo.

La puja por la imagen de Francisco en la política argentina sigue más vigente que nunca.

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