Por Guillermo Cherashny.-

Parecen poco creíbles los dos informes de inteligencia que señalan que el primer comando de la Capital, el grupo narco de Brasil, atentaría contra la vida del presidente Macri, porque ese grupo ni siquiera atentó contra ningún político brasileño y ¿a cuento de qué intentaría asesinar a un presidente que es de otro país y que no le produjo ningún perjuicio a esa organización criminal?

Hace tiempo que Elisa Carrió dijo que los narcos argentinos la quieren matar y que por eso tiene custodia policial y también resulta poco creíble. Fuentes de inteligencia señalan que estas revelaciones parecen un intento de victimizar a las dos figuras principales de Cambiemos como son el presidente y la líder de la Coalición Cívica y por tanto todos los dirigentes opositores son cómplices de los narcos, porque ni siquiera los amenazan y porque todos fueron K y no combatieron contra los narcos.

Esta «operación» es muy burda pero para el sector del electorado que odia al kirchnerismo y lo identifica con sectores que se enfrentaron a los K como Massa, Stolbizer y Lousteau, se creen cualquier historia y así se ve en las redes sociales, que expresan su solidaridad con Macri y Carrió y se creen que este gobierno es el que más capturas de drogas y narcos hizo en la historia argentina, por lo cual parece un buen recurso electoral para hacer entrar en escena nuevamente a «la morsa» para favorecer las chances electorales en la provincia de Buenos Aires.

En ese sentido, el supuesto francés de origen libanés que se habría presentado ante el coro de la catedral para atentar contra el presidente parece otra historia de película difícil de creer.

En conclusión, no hay ninguna prueba seria sobre las amenazas contra el presidente y Carrió y parecen producto de la febril imaginación de Patricia Bullrich.

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