Ottavis se posiciona como una especie de “filtro” para que aquellos que aspiran a acceder a la Gobernación bonaerense puedan mantener cierto contacto con el “dueño de la lapicera” y no ser tachados por la misma.

Dentro del reducto K, muchos son los que buscan entronizarse como soberano en tierras bonaerenses. No obstante, para ello, al parecer resulta fundamental contar con la bendición del “heredero real”, quien, a pesar de contar con su castillo a varios kilómetros de distancia de la capital provincial, mantiene fuerte injerencia en la decisión final en torno a quién será el indicado para encabezar la lucha por conservar uno de los principales bastiones del FpV.

Sucede que, más allá de las intrigas que giran sobre su jugada personal de cara a las próximas elecciones, lo cierto es que Máximo Kirchner se perfila como uno de los dueños de la lapicera al momento de marcar a los dirigentes que cuenten con el espaldarazo de Nación para encarar la carrera hacia el sillón de Dardo Rocha. Y aquí, quien es su mensajero predilecto en la arena política provincial es el camporista José Ottavis.

Consignado irónicamente por algunas voces opositoras (y otras no tanto) de la Legislatura provincial como el “Heraldo del Rey Máximo”, el vicepresidente de la Cámara baja se pasea con la altanería que lo caracteriza vociferando, cada vez que puede, que mantiene contacto directo con “Maxi” (diminutivo con el que apoda “cariñosamente” la tropa camporista al hijo de CFK).

Con esas “cucardas” estampadas en el pecho, de acuerdo a lo expresado a NOVA por fuentes confiables, Ottavis es tomado por varios precandidatos a la gobernación del FpV como el emisario que lleva y trae los mensajes desde Río Gallegos, una especie de “filtro” para que aquellos que aspiran acceder a calle 6 puedan mantener cierto contacto con el “dueño de la lapicera” y no ser tachados por la misma.

Luego del frustrado experimento de siete precandidatos en Capital Federal, la necesidad de acortar el nutrido listado de postulantes en el orden bonaerense se hace imperiosa. Y en la ingeniería de “aunar criterios” está trabajando Máximo, con lo cual los dirigentes ya lanzados buscan permanentemente entablar diálogo con el “heraldo” para no quedar en off side a la hora de cerrar listas.

Pero Josecito ya tendría algunas predilecciones. Más allá de su deseo por ver al hijo presidencial asumiendo un alto cargo en la administración pública, Ottavis ya se habría inclinado en la provincia de Buenos Aires por el jefe de Gabinete de la Nación, Aníbal Fernández, luego de observar algunas encuestas en los que el bigotón quedó bien posicionado. Ante esto, el camporista le habría dicho al quilmeño que oficialice su lanzamiento en Provincia y que él se encargaría del resto dialogando personalmente con “Maxi”.

Pero, en la pelea por el Principado bonaerense, hay quienes pretenden obtener la venia de Máximo entablando comunicación directa con él. Tal es así que el precandidato a la Gobernación y titular de ANSES, Diego Bossio, habría viajado recientemente a Río Gallegos para conseguir, de propia voz del hijo presidencial, la palmada que le brinde la licencia para “caminar” en el territorio bonaerense, “puenteando” así a Josecito.

Esto último mucho no habría agradado en el entorno camporista, razón por la cual la apuesta de los jóvenes K para suceder a Scioli en Provincia se dirigiría hacia Aníbal. De todas formas, Ottavis mantiene encuentros con la mayoría de los precandidatos, disfrutando de esa condición de “heraldo” de Máximo que no duda en vanagloriar. (Agencia NOVA)

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