Por Sebastián Dumont.-

Paradojas de la política bonaerense. Con María Eugenia Vidal, los intendentes peronistas contarán con más recursos propios y sin discriminación que cuando gobernaba alguien de su partido. En otros términos y con características distintas, se podrá decir que las comunas gozarán de un nuevo “fondo del conurbano”. La lectura surge de lo aprobado en el presupuesto y endeudamiento donde los jefes comunales ya no estarán tan pendientes del látigo y la chequera. “Después de mucho tiempo, el presupuesto tiene en cuenta a los municipios”, contó un jefe comunal de relación directa con María Eugenia Vidal pero que no es de Cambiemos.

La lógica inaugurada por Vidal en esta discusión del presupuesto puso de relieve una situación que era muy difícil de plasmar durante los tiempos del kirchnerismo. Por primera vez en mucho tiempo los intendentes tuvieron injerencia directa en las negociaciones, cosa que no sucedía durante la era K. Al contrario. De allí que muchos de ellos no terminen de entender estos nuevos tiempos. La sumisión y el silencio marcaron a fuego una era donde, a la postre, los resultados fueron magros.

Es verdad que hubo municipios donde las obras fueron más evidentes que en otros, pero también se encontrarían muchas irregularidades entre lo que se anunció y lo que, finalmente se concretó.

Ahora, los municipios contarán con una cifra de 10.000 millones de pesos

para llevar adelante obras de infraestructura y lo novedoso -no diera serlo- es que la forma de repartirlo será por el índice de coparticipación. Se acabarían las excusas. Ya no será tan fácil argumentar que alguien no gestiona porque es discriminado desde el gobierno central o provincial.

Si bien aún no se estableció el nuevo índice de coparticipación provincial, los números que se manejaron anteriormente ponen a La Matanza, Merlo y Malvinas Argentinas como los que más recibirán. Se trata de tres distritos gobernados por el Frente para la Victoria. Todo un dato.

Dentro de esos 10 mil millones, 3000 serán de “libre disponibilidad”. Eso significa que los jefes comunales podrán aplicarlos según su propio criterio. Otra gran novedad de los tiempos que corren.

En definitiva, la experiencia de haber cedido el armado de las listas seccionales en su momento al cristinismo para que sean plagadas por militantes camporistas, ahora es obligatoria su revisión. Sólo los intendentes que jugaron con Massa en 2013 y luego volvieron al Frente para la Victoria cuentan con legisladores propios. Después, ningún K tiene sus representantes en La Plata, ni siquiera Alberto Descalzo con su ex ladero Horacio González, quien también sucumbió a la seducción kirchnerista y se olvidó del territorio.

Alguna vez existió el fondo del conurbano -no desapareció pero sí está muy desactualizado- que significaba 600 millones de dólares por año.

Ahora, con este nuevo presupuesto, muy discutido por cierto, los municipios tendrán cerca de 714 millones de dólares por año para sus obras. Quién lo hubiera dicho que para volver a una situación de esta naturaleza, los peronistas del conurbano iban a necesitar que pierda el peronismo.

Share