Por Guillermo Cherashny.-

La Agencia Federal de Inteligencia, ex SIDE, no tuvo conducción hasta ahora, porque el abogado Silvestre Sivori no tuvo gestión y sólo se dedicó a tres reuniones con William Burns, el jefe de la CIA, como «ayudante» de Nicolás Posse, el ex jefe de gabinete que tomó como principal actividad la relación política con los Estados Unidos descuidando peligrosamente el día a día de su función como coordinador de ministros.

Sivori nombró a 5 militares en situación de retiro, entre ellos a un oficial de la especialidad de inteligencia sin ninguna relevancia, ya que estuvo en actividad cuando el general Milani estuvo como jefe de Estado Mayor y en la Jefatura II nadie se acuerda de ese oficial superior que se distinguió por su intrascendencia y que en la AFI «apretó» periodistas para que no dijeran su nombre y apellido y no mucho más, amén de nombrar a varios familiares que nada tienen que ver con la fuerzas del cielo con la pasividad de Sivori, el peor jefe de inteligencia de la historia de la democracia.

Luego de recurrir a diversas fuentes, no comprobamos el rumor sobre supuestas escuchas de otros ministros, porque en realidad el organismo brilló por la ausencia y, como dijimos, la irrelevancia.

Ahora el presidente designó a Sergio Seifert, que parece que tomó nota de nuestro consejo a Sivori, cual fue en este medio, de convocar a Jaime Stiuso, el mejor cuadro de inteligencia de la historia de la SIDE, ya que cuando la expresidenta Cristina Fernández lo echó, a fines del 2014, el organismo de inteligencia entró en una etapa de oscuridad con el nombramiento por parte del Presidente Macri de Gustavo Arribas, un representante de jugadores de fútbol, y Silvia Majdalani, una «vendedora de humo» de su supuesto expertise en inteligencia. Y lo más grave fue una etapa de armado de causas judiciales y operaciones clandestinas internas. Luego, el presidente Fernández nombró como interventora a la ex fiscal Cristina Camaño, quien cometió el mayor disparate en la historia mundial como fue revelar públicamente la lista de agentes infiltrados entre ellos los de Medio Oriente, un verdadero desastre de una gestión peor que la del citado Sivori, lo cual es mucho decir.

Ahora el presidente Milei designó a Sergio Neifert, un político vinculado a Santiago Caputo y que recibe un organismo lleno de incapaces y ñoquis y que debe profesionalizar con la ayuda de Jaime Stiuso.

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