Por Maxi Pérez (Agencia NOVA).-

No terminó con la bonaerense y Vidal ya empezó la purga en el Servicio Penitenciario Provincial. (Dibujo: NOVA)

Cuando resta todavía una evaluación de la efectividad y alcances de la purga iniciada en la policía de la provincia, la gobernadora María Eugenia Vidal decidió abrir otro frente de conflicto y descabezar por segunda vez en menos de un año a la cúpula del Servicio Penitenciario Bonaerense, además de anunciar el envío a la legislatura de la primera ley en 30 años que pretende modificar el régimen del personal de esa fuerza, regido por un decreto ley de la última dictadura cívico militar.

Se trata del segundo relevo de la cúpula del SPB, porque el primero lo realizó después del escándalo por la triple fuga del penal de General Alvear, que determinó la salida de Florencia Piermarini, una «civil», que estuvo al frente de ese cuerpo en los últimos años del gobierno de Daniel Scioli.

La funcionaria además había querido dejar el cargo inmediatamente después de la asunción de Vidal, pero las nuevas autoridades de la cartera de justicia, con Carlos Mahiques a la cabeza, la retuvieron en el cargo hasta definir los nombres de la nuestra estructura en una clara muestra de improvisación que detonó el escándalo tras la fuga de los hermanos Lanatta.

La llegada de Fernando Díaz, a instancias del entonces ministro, solo trajo continuidad en la gestión anterior y apenas una revisión de los pases en comisión de agentes a otras áreas del Estado que Mahiques pidió decidir personalmente en cada caso. De todas maneras a apenas un par de semanas de comenzada su gestión, en una nota de esta agencia se adelantaba que el ministro tenía los días contados, algo que se comprobó a mediados del año.

La llegada de Gustavo Ferrari, que había continuado como Asesor General de Gobierno después del 10 de diciembre, fue una sorpresa incluso para una parte de la dirigencia de Cambiemos, y por supuesto para el radicalismo que veía como una vez más un casillero vacante era cubierto con un dirigente proveniente del peronismo.

Pero el ex denarvaísta y ex sciolista, tomó el toro por las astas y atendiendo el reclamo de la Comisión Provincial por la Memoria que puso en jaque a la gestión de Díaz, reactivando las denuncias que lo habían alejado del cargo en el comienzo de la gestión Scioli, dispuso tras la orden de Vidal la salida no solo del Jefe sino el descabezamiento completo de la cúpula pasando a retiro a 132 oficiales superiores.

Mitos y verdades de la reforma

El control civil de las fuerzas de seguridad, sobre todo en materia de gastos fue presentado por el gobierno bonaerense como un logro en sí mismo. La realidad es que el servicio penitenciario era manejado por una civil desde hace años y en materia de gestión presupuestaria también la policía bonaerense dependía de la Dirección General de Administración de la cartera de Seguridad, es decir que no hay novedades en ese sentido.

Lo mismo ocurre con el sistema de auditoría, creados con bombos y platillos como «nuevos» organismos, que en realidad vienen a reemplazar a otros, probablemente viciados o abandonados por la política, pero de características básicas similares.

Lo que parece es que el gobierno no tiene un plan para resolver el problema de la recaudación paralela de comisarías y unidades carcelarias y por eso, para mostrar acción directa sobre las finanzas, apunta a ordenar y transparentar los gastos «legales» de las fuerzas de seguridad.

Tampoco está claro que quiso decir la mandataria bonaerense cuando deslizó una denuncia de connivencia entre funcionarios del SPB y el gobierno anterior, sobre todo porque lo hizo con Ferrari al lado y sin ponerse colorada, y en el mismo momento en el que presentaba la remoción de la cúpula como si ella misma no hubiera designado a Díaz y a los 5 directores generales del servicio.

Donde van a ir a parar los 132 jefes desplazados y los agentes que sigan el mismo camino después de los 90 días de intervención es un misterio tan grande como el destino de los casi dos mil policías expulsados de la fuerza, sobre todo ahora que en varios distritos aparecen denuncias de cesantías «al voleo» solo para cumplir con los números que necesita el ministro Cristian Ritondo para seguir sosteniendo el mito de la purga profunda.

Según los dichos de los policías que denuncian haber sido desplazados irregularmente, hay un acuerdo con los jefes de cada seccional para que seleccionen a un número determinado de efectivos en un período de tiempo para iniciar bajo cualquier excusa el trámite de baja. Además advierten que la mayoría son de la fuerza de seguridad local, sin vínculos con el resto de los uniformados y con una imagen negativa muy alta producto del bastardeo sistemático de los medios y la dirigencia del oficialismo.

La reforma de fondo parece lejana, no resuelve el problema del hacinamiento, ni se mete con la ley de ejecución penal, pero de todas maneras es una iniciativa que merece ser celebrada en general porque propone rediscutir una de las estructuras más arcaicas de la provincia.

Bomba de Humo presupuestaria

Los anuncios sobre las fuerzas de seguridad coincidieron con el comienzo del debate por el prepuesto en la legislatura, que a todas luces viene trabado y amenaza con ser el elemento aglutinador de todo el peronismo cambiando la relación de fuerzas en ambas cámaras.

La estrategia es ligar la discusión sobre endeudamiento y partidas con las necesidades que impone también una reforma del SPB. El equipo económico que encabeza Hernán Lacunza confía en que los legisladores no tendrán margen para negar los fondos necesarios después de celebrar los anuncios de Vidal. El año que viene ya con la deuda en ejecución, será muy fácil hace lo mismo que en 2016 y reasignar partidas a otras áreas.

Las críticas además vinieron del lugar menos esperado, fue el propio Jorge Sarghini, presidente de la Cámara de Diputados en acuerdo entre Vidal y Sergio Massa el que planteo que el proyecto enviado es continuista de las políticas del sciolismo.

El massista recordó además que aunque el gran caballito de batalla del gobierno es la obra pública, a dos meses de cerrar el ejercicio el presupuesto con ese destino solo se ejecutó en un 12%, lo que además hace sospechar sobre los argumentos “personales” expuestos por el ministro Edgardo Cenzón para adelantar que en diciembre dejará el cargo.

Sarghini cuestionó también que a pesar de haberlo anunciado, borró la suba impositiva a los bingos, y sube 38% a los contribuyentes, y de forma indirecta a las PYMES, porque como no les modifica el piso imponible, por efecto inflacionario (facturan más) van a pasar a pagar del 3 al 5% de ingresos brutos».

Escoba nueva siempre barre bien, reza un dicho popular, para indicar que cualquier persona en el comienzo de una tarea, en este caso una gestión de gobierno, suele tener rendimientos favorables. Pero cuando la escoba comienza a gastarse y eso a veces ocurre muy rápido, el polvo se desparrama por el aire y quizá para que no se note alguien sugirió que lo mejor era usa una bomba de humo.

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