Por Hernán Andrés Kruse.-
“Ferguson parte de una concepción mixta de la naturaleza del hombre en la que se conjugan los componentes de un humanismo cívico y las perspectivas del naciente liberalismo económico. En su esquema, ambas dimensiones se expresan en la persecución de tres leyes que organizan la voluntad: la ley de la autoconservación, la ley de la sociedad y la ley de la excelencia.
La primera de ellas mueve al hombre a buscar y garantizar la propia conservación. Sin embargo, la propia conservación no significa sólo la salvaguarda física o la mera supervivencia. Los hombres son naturalmente benevolentes y con ello aparece la segunda ley. Junto con el interés que promueve la autoconservación, la benevolencia y una serie de pasiones desinteresadas llevan al hombre a actuar incluso contra sí mismo tejiendo un mapa de relaciones que podríamos identificar como producto de las propensiones sociales de su naturaleza. El equilibrio y la prosperidad social sólo pueden alcanzarse como resultado de una adecuada proporción entre ambas. De ellas emerge como resultado, la prosecución de la tercera ley: la búsqueda de la excelencia.
Aquí Ferguson vuelve a separarse de los referentes galos de la filosofía para pensar esta dimensión de forma distinta a un progreso lineal y ascendente. La excelencia implica un grado de desarrollo motorizado por la acción en la que la pasividad y la comodidad de un mundo privado son asediadas constantemente por los reclamos de intervención en la vida pública de mano de eso que llama virtud y que más adelante comentaremos. La perfección moral a la que refiere con estas leyes, la prosecución de esa dimensión cívica, y por ende social, que requiere toda vida humana para poder desplegarse y volver acto su potencialidad.
Con todo, es claro que Ferguson añora de forma evidente las máximas estoicas que fundamentaron mucho del ideal de la república romana. Sin entrar en precisiones que los límites de este escrito no habilitan, debemos reconocer que la benevolencia es la expresión contemporánea del ideal estoico de amor a la comunidad que Ferguson tenía sumamente presente como ideal. El rechazo del estoicismo a los desbordes egoístas de la persecución del placer -que alentaba el epicureismo en la antigüedad- prefiguraban aquello que el interés, como único y último motor, parecía estimular la mirada de Mandeville y algunos contemporáneos contra los que el escocés desplegó su pluma.
A diferencia del médico holandés, para el filósofo escocés, la benevolencia era el resorte último de la vida del hombre que, como band of society, conformaba las bases del espíritu público. Con ella, Ferguson recupera una dimensión afectiva del vínculo social cuyo presupuesto es que existen motivos más fuertes para mantener a los hombres en relación que el cálculo devenido de circunstancias económicas. Esa simpatía que mantiene entrelazados a los hombres en sociedad, erigía la principal fuerza de cohesión social alejada del protagónico ‘intercambio mercenario de servicios’ que defendiera su homónimo.
Hasta aquí la tríada de tópicos que analizamos nos suministra una plataforma para pensar la sociedad civil y el problema de la comunidad, tal como anunciáramos en la introducción. Veamos a continuación cómo nuestro autor distingue esas dimensiones para ver luego qué consecuencias trae aparejadas”.
LA PARADOJA DE LA SOCIEDAD CIVIL
El origen de la sociedad no es para Ferguson un problema que pueda pensarse más allá del hombre mismo. La concepción de la sociabilidad innata a la que aludimos en los apartados anteriores nos condujo a reflexionar en torno a la idea de historia socio-natural de la humanidad en tres estadios, cuya coronación culmina con la sociedad civil. Asimismo precisamos cómo el filósofo escocés analiza el lazo social como algo más que el despliegue calculado de intereses individuales. Ahora bien, la idea de progreso que vertebra el paso de un estadio salvaje a uno civilizado abre varios interrogantes que vuelven la noción de sociedad civil un nudo conceptual con ribetes paradojales. Si recapitulamos, podemos ver que el desarrollo material progresivo de la sociedad es la condición misma que permite un aumento de la prosperidad material y despliegue de riqueza. Ferguson afirma que podemos «felicitar justificadamente a nuestra especie por haber pasado de un estado bárbaro de desorden y violencia a una situación de paz interna y política regular».
Para nuestro autor, al igual que varios referentes del llamado humanismo comercial (Montesquieu, Smith y Hume), los intereses juegan un papel central en la función de control que pueden ejercer sobre las pasiones. En este sentido, Ferguson recupera la idea de que el hombre que persigue ciertos intereses vuelve sus acciones transparentes y predecibles, es decir, irremediablemente las tiñe con una indudable racionalidad. En cierta medida, asemeja su conducta a la de una persona virtuosa. Por ello, el interés es visto como algo a medio camino entre la pasión y la razón, cuya eficacia como elemento limitante es más palpable que la razón. Sin embargo, esa misma condición de pacificación y ‘dulcificación’ que traen aparejados el comercio y el progreso material, demuestran un costado negativo que vuelve manifiesta la amenaza de una decadencia de las propensiones sociales basadas en las pasiones desinteresadas. En pocas palabras, la paradoja se cifra en la inestable convivencia de un creciente avance en las mejoras de las condiciones históricas de existencia de la humanidad, con una creciente desafección de los individuos de la vida pública, que vuelve la política un ámbito cada vez más proclive a cercenar la libertad.
En este contexto podemos ubicar la aparición de la noción de comunidad por parte de Ferguson. Si bien la expresión aparece de forma recurrente en el Ensayo, su uso no siempre alberga un campo semántico definido; no obstante, es posible identificar algunas de sus características a los fines de depurar su significación. Es importante advertir que la noción no aparece necesariamente como contrapuesta a la de sociedad civil y comercial. La precisión de sus contenidos nos permitirá, no sólo caracterizar simultáneamente la sociedad civil, sino dar profundidad al aspecto paradojal que envuelve a esta última. Lo primero que podemos referir es que su aparición enfatiza en Ferguson el plano de la benevolencia. En general, la comunidad se halla vinculada a esta última noción o algunos de sus atributos. El primero de ellos supone que la comunidad es aquello a lo que pertenecemos cuando prima la práctica del hombre guiada por la ley de sociedad.
Permítasenos citar la condensación más paradigmática de la acepción in extenso: «Las aptitudes de los hombres y, en consecuencia, sus ocupaciones se dividen corrientemente en dos clases principales: la egoísta y la social. La primera se complace en la soledad, competencia y enemistad. La segunda nos inclina a vivir con nuestros semejantes, y a hacerles bien, tiende a reunir a los miembros de la sociedad, y los hombres terminan con una participación mutua de sus penas y sus alegrías, sacando de la presencia de los hombres una ocasión de júbilo. Bajo esta clasificación podemos enumerar las pasiones de los sexos, el cariño de los padres e hijos, la humanidad en general, o los compromisos particulares; sobre todo esa disposición del alma por la que nos consideramos como una parte de alguna bien amada comunidad, y como miembros individuales de alguna sociedad cuyo bienestar general es para nosotros el principal objeto de preocupación y la gran regla de nuestra conducta».
En esta breve consideración vemos cómo la naturaleza mixta del hombre a la que antes referíamos se comparte en el plano comunal y societal. La ley de sociedad responde a la primera, la de autoconservación responde a la segunda. Es importante señalar que la comunidad, como la sociedad, no suponen así una exclusión originaria, sino más bien la contemporaneidad de las dos dimensiones de la naturaleza humana. En otras palabras, Ferguson no considera la forma comunal como anterior y añorable por originaria y arcaica, frente al desarrollo de la forma societal, inexorable y moderna. Por el contrario, la dimensión comunal de la sociedad tiene que ver con los vínculos ‘no interesados’ que mantienen a las personas en sociedad. Este programa no apoyado en la historización sucesiva de ambas instancias supraindividuales se hace manifiesto en el Ensayo al enfatizar que «El hombre es, por naturaleza, miembro de la comunidad y cuando se lo considera desde este punto de vista, el individuo parece no haber sido creado para sí mismo. El debe olvidar su felicidad y su libertad cuando interfieren con el bien de la sociedad. Es solamente parte del todo y la alabanza que creemos merece su virtud es sólo parte del elogio general que dedicamos a un miembro del cuerpo».
Ahora bien, la sociedad en su forma civil o comercial (último estadio del desarrollo histórico de la humanidad) parecía dar -por medio del fomento de la lógica del interés individual- un espacio creciente a la expansión del principio de autoconservación. A pesar de que en la segunda mitad del siglo XVIII se tendía a pensar de forma cada vez más extendida que el interés era una motivación pacífica, que por su constancia y su carácter previsible podía poner coto al desenfreno de las pasiones, Ferguson muestra todavía una mirada crítica al respecto. Si bien concuerda en que el interés y su persecución hacen del comercio la forma fundamental de las sociedades civilizadas y es ello en gran medida el motivo de su pacificación y sofisticación, también con ello ha decrecido la preocupación de los hombres por la vida pública. Con este diagnóstico certero, Ferguson despunta otra dimensión de la noción de comunidad que complementa la anterior.
La dimensión conflictiva del vínculo humano, tanto al interior de una misma sociedad como en la relación con otras, es un factor que promueve la acción comunal y estimula el desarrollo de las propensiones sociales que condensa la idea de virtud. Por ello sostiene: «La paz y la unanimidad se consideran comúnmente como las principales bases de la prosperidad pública, sin embargo la rivalidad de comunidades separadas y las agitaciones de la gente libre son los principios de la vida política y la escuela de los hombres». La consideración positiva del conflicto como factor aglutinante de la vida política, y por tanto revitalizador del espacio público, parece reforzar la idea de que la dimensión comunal de toda sociedad se potencia con la presencia de un otro al que se considera rival.
El potencial belicoso de la rivalidad entre naciones le parece a Ferguson el motivo fundamental que saca a las personas del privatismo cotidiano, que el comercio nutre por vía de la práctica pacífica y atomizada del intercambio. Si bien la comunidad era el objeto supremo de afecto del salvaje, cada vez más «las naciones mercantiles se convierten en un conjunto de individuos que, más allá de su propio oficio, ignoran todos los asuntos humanos, y que pueden contribuir al mantenimiento y aumento de su riqueza común sin hacer de este interés un objeto de su atención o cuidado». No es casual, en este sentido, que Ferguson apoyara la conformación de milicias populares frente a la posibilidad de conformar ejércitos profesionales, los cuales profundizarían la separación de los ciudadanos de los requerimientos políticos de la nación.
En pocas palabras, la homogeneidad creciente que proyecta el mundo mercantil tiende a desequilibrar el desarrollo del interés por la autoconservación, en detrimento de las pasiones desinteresadas que emergían de las propensiones sociales de los hombres. Este escenario parece como preocupante para el filósofo escocés por sus consecuencias políticas. Una ‘sociedad de mercado’ y con tendencias desterritorializantes diluye cualquier estímulo para compensar la expansión desorbitada de un individualismo cuyo correlato es la creciente separación de lo público y lo privado. Aunque el comercio pacifica, no garantiza la salvaguarda de la libertad frente a la creciente autonomización de lo político, cuya cara más visible suele ser el despotismo: «Cada ciudadano es reducido a la condición de esclavo y todos los encantos que la comunidad proporciona a sus miembros han dejado de existir. La obediencia es el único deber que queda y se impone a la fuerza».
La libertad de los antiguos frente a la de los modernos -tal como las popularizara luego Benjamin Constant en 1819- es la que salvaguarda la mirada comunitaria cuyo eje es la vida común y la intervención en el espacio público. El mercado puede conducir a una atomización social, cuya contra-cara es la corrupción pública y finalmente el despotismo. La sociedad comercial trae consigo ciertos desarrollos que pueden terminar minando las bases de la personalidad moral y el espíritu público. ¿Qué proyección tiene este diagnóstico en la mirada de Ferguson? ¿La comunidad se diluye al interior de la sociedad comercial? Veamos cómo la virtud puede, para el escocés, oficiar como una compensación para los efectos nocivos de la expansión mercantil”.
LA RECUPERACIÓN DE LA VIRTUD
“La brecha que abre la sociedad civil como ámbito de expansión del comercio hacía de la historia de la humanidad un gradual desarrollo de la separación de las artes y las profesiones, cuya complejidad simplifica dimensiones de la existencia material pero dificulta otras de la convivencia social: «La progresión desde los cazadores hasta los pastores, y desde los recolectores a los mercaderes, ofrecía no sólo el relato de una plenitud creciente, sino también una serie de etapas de progresiva división del trabajo que comportaba asimismo una creciente organización, cada vez más compleja de la sociedad y la personalidad» (Pocock). La dimensión negativa de la expansión del mundo mercantil traía aparejada una progresiva corrupción del espíritu público. Al igual que sus antepasados, Maquiavelo y Montesquieu -con este último declara una deuda explícita-, Ferguson coloca en la corrupción la principal causa del declive y potencial ruina de la sociedad civil y comercial. La corrupción es para el filósofo escocés «una debilidad auténtica o depravación del carácter humano que puede producirse en cualquier Estado».
En este sentido, no hay una correspondencia lineal entre aumento de la civilización y aumento de la corrupción. Los ejemplos que analizó en la historia romana y florentina le brindaron ejemplos de la recurrencia de estos procesos sin necesidad de atarlos al avance del progreso. No obstante, la corrupción siempre pone en la escena una merma manifiesta en la preocupación de los hombres por la libertad, situación en que los miembros de la comunidad dejan de atender los asuntos públicos para pasar a custodiar sólo las transacciones de sus bienes privados. Por todo ello, Ferguson veía en las peculiaridades de la sociedad civil comercial algunos procesos tendientes a favorecer la corrupción del espíritu público. En pocas palabras, la intensificación de la división del trabajo, junto con la proyección de los valores comerciales que sustituyen las pasiones por el interés, sumada la tendencia al lujo y la pasividad, conformaban un cuadro de situación muy propicio en el que «privan al ciudadano de las ocasiones de actuar como un miembro de la comunidad, que quebrantan su espíritu, rebajan sus sentimientos y descalifican su mente para los negocios».
El avance del interés por sobre la persecución de la gloria y el honor, atomizan las prácticas sociales volviendo el contacto con los congéneres una circunstancia repetida, sobre la base de una necesidad privada, sin cuidado ulterior por el vínculo social y su perdurabilidad. Cuando un individuo no encuentra más entre sus asociados la misma inclinación a someter cada objeto al uso público, empieza a preocuparse de su hacienda personal y se alarma por los cuidados que cada persona dedica a lo suyo. Se siente impulsado, no sólo por un sentido de emulación o envidia, sino por un sentido de la necesidad. El individuo empieza a dejar que las consideraciones de interés ocupen su mente. De igual forma, el lujo y la riqueza relajan las prácticas sociales por fuera de la esfera individual, haciendo de la intimidad el único espacio de actuación, cuya pasividad en el exterior aleja al ciudadano de los asuntos públicos. En similares términos opera la división del trabajo. No sólo aleja técnicamente al hombre de sus pares sino que termina por «desmembrar el carácter humano».
La virtud oficia como esa correa de transmisión que moviliza al hombre a la arena pública, espacio desde el cual sus preocupaciones se emancipan del mero contexto individual. Si la sociabilidad natural tiene posibilidades de desplegarse, lo es a condición de reclamar una vida activa, circunstancia inevitablemente plural que sólo puede recrear la política y no la lógica propia de la sociedad civil. El comercio erige a la comunidad como un medio, en el que los sujetos dejan de ver un ámbito de realización, para hallarse inmersos -para usar una expresión hegeliana- en un sistema de necesidades. Para Ferguson, la virtud custodia y resguarda la dimensión comunal de toda sociedad, conteniendo la expansión comercial que atenta con horadar la libertad, incluso antes que la felicidad. La faz colectiva de la libertad y por ende la necesidad de que sea pensada como problema republicano, sigue depositando en el ámbito económico un lugar de desconfianza para el cual las soluciones no vienen desde la espontaneidad de un orden (que Smith depositará en el mercado) ni de un gobierno (que los contractualistas depositaban en el legislador), sino de la dimensión capilar que los hombres protagonizan al reclamarse como sujetos activos de un mundo, en el que su condición se puede garantizar por la acción común, antes que por cualquier forma de ingeniería social!”.
(*) Pablo Nocera (Docente e Investigador de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA): “Adam Ferguson y la inestable convivencia de la comunidad en la sociedad civil” (Revista Latinoamericana de Estudios Avanzados-volumen I-número 30-2009).
									
						
30/07/2025 a las 10:40 AM
LKA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Javier Milei, en modo electoral
Carlos Pagni
Fuente: La Nación
(*) Notiar.com.ar
29/7/025
El Gobierno, Javier Milei y la política en general ingresaron plenamente al “modo electoral”. Si bien los políticos están en campaña constante y es inimaginable pensar en la toma de decisiones sin tener en cuenta el impacto que pueda tener en los votos, los comicios suman un factor: cuando son inminentes, ese espíritu se refuerza, y campos ajenos al escenario electoral se ven dominados por la misma lógica de persecución del voto.
El oficialismo atraviesa, por muchas razones, un muy buen momento político. Si uno observa los objetivos que se trazó Milei al llegar al poder y los confronta con lo que ya logró -con independencia de que esos objetivos a la ciudadanía les parezcan buenos o malos-, obtiene resultados en aquello se propone. Cumple con lo que había prometido. Y eso se refleja en el clima público.
Así lo muestra el Índice de Confianza en el Gobierno, elaborado por la Universidad Di Tella. El índice, que va de cero a cinco, hoy se ubica en 2,45. Tuvo una variación de 4,9% respecto de la medición anterior de junio, por lo que mejoró y se encuentra estabilizado. Importa señalar algo: quienes estudian la opinión pública afirman que la gente va a las urnas con una memoria de tres a seis meses. El promedio de Milei, en lo que va de su gestión, es de 2,50, superior al de Nestor Kirchner (2,49), Cristina Kirchner (1,71 y 18,83), Mauricio Macri (2,27) y Alberto Fernández (1,69) durante sus presidencias.
Un gráfico elaborado por el economista Fernando Marull analiza el mismo índice, al que llama “Luna de Miel”, pero pone el foco únicamente en julio (mes 19 de gestión) y equipara con los demás mandatarios. Milei está mejor que nadie: 49%. Debajo se encuentra Mauricio Macri (45%) y Alberto Fernández y la segunda presidencia de Cristina Kirchner (34%). En último lugar, el primer mandato de la expresidenta, con 25%. Habrá que ver si, como le pasó a Macri, el porcentaje de Milei sigue subiendo hasta las elecciones.
Esto es lo que cree el Gobierno. Guillermo Francos, jefe de Gabinete, cree que van a estar en el orden del 41 al 45% en materia de votos. Es una elección impresionante, más que nada por sus consecuencias institucionales. Podrían ver, en el mejor de los casos, un bloque de Diputados de La Libertad Avanza (LLA) de 90 legisladores. Les daría un importante margen de maniobra, a pesar de no tener la mayoría, es decir, el manejo del quórum.
El buen momento de la administración Milei se debe a la baja de la inflación, liberación del cepo con estabilidad cambiaria y ordenamiento del espacio público. Hay también una alianza explícita y enfática con el sector agropecuario, espacio dinámico y ligado al antiperonismo, reforzada con la baja de retenciones que anunció el Presidente el sábado. Y después dos aspectos menos concretos y más abstractos. Uno lee en los diarios medidas que para un sector de la población son desagradables. Caída del salario del sector público, despidos en el Estado, reducción del déficit fiscal por la vía de la baja del gasto público, que afecta a las jubilaciones y subsidios por discapacidad. Hay un ángulo desde el cual mirar desde el que uno podría decir: “Todo eso merecerá un castigo en las urnas”. Pero no necesariamente es así.
Hay una consigna que se repite en las redes sociales. “Esto es lo que yo voté”, dicen los seguidores de Milei. “Está cumpliendo con el ajuste, la receta que nos había prometido y lo que queríamos”. Eso le da una base firme de adhesión. Aun así, no todos los que lo votaron están tan convencidos. También hay desencanto. Igual hay que hacer un cambio a nivel mental: muchas medidas que eran consideradas desagradables, hoy para un sector de la sociedad argentina son convenientes.
El otro problema y signo de esta época: aún para quienes ven estas novedades como antipáticas, todavía la “agenda negativa” no fue politizada. En el buen sentido. No aparecen figuras novedosas, que no estén ligadas al pasado, capaces de convertir esa agenda en algo interesante, que atraiga el voto y seduzca. Gran parte de la mejora que encarna Milei también tiene que ver con un vacío de la oposición.
Todo esto constituye la base de un Gobierno que entra al tramo final de la campaña con índices muy positivos. Existe algo técnico desde el punto de vista de la política, pero que todos los que analizan o asesoran en campañas electorales recomiendan: mantenerse firme en la obsesión. No vacilar en lo que representa el producto que uno vende. En esto Milei es muy consecuente.
La idea del equilibrio fiscal o de ordenar las cuentas públicas es algo que no negocia, lo que nos ilumina la escena del Congreso y los vetos a los que apuesta el Presidente, frente a temas tan indiscutibles como una mejora en las jubilaciones y la protección de los subsidios para la discapacidad. O más discutibles, como la moratoria previsional, que ha destruido el sistema. El Gobierno cree que va a conseguir un tercio de la Cámara de Diputados que le permita resistir a los que insistan con estas leyes.
Hay es una duda que debe estar trabajando la cabeza de la oposición, y que pone en jaque a Unión por la Patria. ¿Les conviene conseguir el quórum para discutir el veto si después el veto se va a convalidar? Eso se presentaría como una derrota. El oficialismo está en condiciones de sostener el veto también por una cuestión electoral. La alianza que sella en la provincia de Buenos Aires con el Pro obliga a muchos diputados a cambiar su voto y defender al Gobierno. ¿Qué hará María Eugenia Vidal? ¿Se seguirá absteniendo al igual que otros ocho diputados?
Lo que se discute es el costo fiscal de estas medidas. Hay una discusión entre el Poder Ejecutivo, que ve algunos números, y la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), que los analiza de otra manera. La reforma previsional, que implica un 7,2% de aumento más un bono, significa para el Congreso el 0,3% del PBI en 2025. Desde el Ministerio de Economía alegan que representa el 0,9% -el triple-. Hay diferencias. Hay dos bibliotecas.
En relación a 2026, la OPC dice que será de 0,7% y Economía de 1,3%. Si nos detenemos en la moratoria y la prestación universal para adultos mayores, para el Congreso sería del 0,09%. La cartera que lidera Luis Caputo, curiosamente, calcula un impacto menor: 0,04%. En 2026, sería del 0,1% y 0,2% respectivamente.
En materia de discapacidad, tanto el Parlamento como el Ministerio de Economía coinciden en la cifra del 0,4%. Diferente es respecto del 2026: 0,4% para el Parlamento y 0,8% para Economía -el doble-. En resumen, para el Congreso, el paquete de leyes tendría un costo del 0,8% y 1,2% del PBI en 2025 y 2026 respectivamente. Para el Ministerio de Economía, se sitúa en 1,4% y 2,3%.
Una aclaración: aún para la oficina del control parlamentario del Congreso, los recursos que propone la oposición para estos aumentos no llegan a cubrirlos. El Gobierno tiene derecho a decir ‘me están produciendo un gasto adicional y no me dan los recursos’.
Es una negociación complicada. Está asociada además con el sostenimiento del veto en relación con los gobernadores. El vínculo con los jefes provinciales es complejo ya que se cruza con lo electoral. El Gobierno compite con el peronismo y, a la vez, necesita del peronismo para obtener gobernabilidad desde el Congreso. Es un dilema de cómo manejarse: con los gobernadores, pensando en el Parlamento, o contra los gobernadores pensando en ganar las elecciones en las provincias.
Esta negociación complicada se va a notar especialmente cuando se tenga que tratar en Diputados las leyes que los gobernadores promovieron en el Senado. Básicamente, el reparto del impuesto de la reforma del impuesto a los combustibles y, sobre todo, la idea que tienen los gobernadores de repartir parte de los ATN de manera automática con los índices de coparticipación. Habría que pensar que acá el Gobierno está cerca de decir: “El impuesto a los combustibles no se toca, pero estaríamos dispuestos a abrir un juego con las provincias para que esos ATN —que en realidad están pensados en la ley de coparticipación como un recurso que maneja exclusivamente el Poder Ejecutivo para emergencias— se puedan discutir”. Bueno, ya no lo manejaría el Poder Ejecutivo, tampoco sería para emergencias, sería para gasto corriente. Aparece algo que sugirió Sturzenegger: se modifica la ley de coparticipación.
Es una negociación complicada porque el Gobierno quiere paz con los gobernadores en el Congreso y guerra en la campaña electoral en cada provincia. Y esto produce ruido, sobre todo en las provincias donde La Libertad Avanza está muy activa. La operación electoral está en manos de Karina Milei y su grupo. Centralmente, los Menem, que acompañan a la hermana del Presidente están muy tentados de pelear en todas las provincias, porque hay algunas donde las encuestas les dicen que están muy bien. Y esto agrede a los gobernadores y los pone a la defensiva, inclusive a gobernadores muy amigos.
El caso más emblemático es Gustavo Sáenz de Salta, que es un gobernador con mucha comunicación con el Gobierno, que lidera un grupo de mandatarios del norte, pero que ve que en la provincia de Salta la Rosada le planta una candidata, María Emilia Orozco, que quiere hacerle perder la elección y que lo trata, con ese estilo de La Libertad Avanza, muy agresivamente, poco menos que de narcotraficante. El mismo gobierno o la misma fuerza política que le está pidiendo apoyo en el Congreso.
Donde el Gobierno está muy bien y está tentado de pelear es en Mendoza, Córdoba, Entre Ríos, Misiones, Tucumán, Salta, Catamarca, Río Negro, Neuquén. Dicen que hasta en La Pampa. Y es interesante el proceso que se da en muchas provincias porque el discurso de La Libertad Avanza es: “Queremos motosierra”. Y obliga a muchos gobernadores —en algunos casos, peronistas— a decir, para satisfacer ese discurso y esa demanda: “Bueno, tengo que hacer un ajuste fiscal que en realidad no quiero hacer”.
Hay todo un enredo también con la agenda y con este nuevo criterio por el cual cosas que siempre fueron antipáticas para un sector del electorado, hoy son simpáticas.
Sobre este panorama general se recorta la gran pelea, que es la bonaerense. Es una gran pelea porque adelanta todo lo demás. Basta imaginar si el gobierno gana la provincia de Buenos Aires: el clima que le impone al resto, con independencia del impacto que tiene sobre la interna peronista. En la provincia de Buenos Aires se despliega —asordinada, pactada, contenida— la gran crisis interior del kirchnerismo con Kicillof, que se levanta contra Cristina.
El Gobierno cree que en la primera sección electoral, que es todo el conurbano norte, va a hacer una muy buena elección y va a sacar sobre el resto, en especial sobre el peronismo, una diferencia superior al 10%. Algunos dicen 15%, y hay encuestas que llegan, con mucho optimismo, hasta 20%.
La gran batalla se da en la tercera sección electoral, y es una batalla ligada a un tema crucial: el impacto que tiene sobre la política el problema de la delincuencia, de la seguridad, de la instalación de mafias, de los delitos complejos.
Cristina Kirchner le decía a Kicillof: “No desdobles, porque si mantenés la elección bonaerense solapada con la elección nacional, vamos a estar discutiendo de economía. Somos dos países, dos ideas, la peleamos. Pero si adelantás la elección, te van a instalar temas bonaerenses, no temas nacionales. Y el tema bonaerense es la seguridad”. Y, sigue Cristina: “No es que vos, Axel, estés haciendo un pésimo gobierno. Es que no hay forma de hacer buen gobierno en esa materia en la provincia de Buenos Aires, al menos hasta ahora. Entonces, te vas a exponer a que te castiguen por tu peor aspecto en términos de gestión pública”.
Daría la impresión de que, obviamente, el gobierno nacional lo vio y pone a un comisario a llevar la bandera de La Libertad Avanza en la tercera sección electoral. Se trata de Maximiliano Bondarenko, que viene involucrado con la política por una vieja relación con Emilio Monzó. Fue concejal de Florencio Varela y hoy es el candidato del Gobierno en la tercera sección electoral, que es donde se libra la gran batalla con el peronismo. Porque el peronismo fue inventado para esa sección electoral en los años 40: Avellaneda, Lanús, Quilmes, Berazategui, Florencio Varela, Almirante Brown, Berisso, Ensenada… Cuna del peronismo.
Toda esa región donde el peronismo espera poder compensar lo que pierde en la primera sección. Y ahí va un comisario que ya es motivo de una polémica porque Kicillof echó a 24 oficiales de la Policía Bonaerense porque fueron a un asado con Bodarenko, que es candidato de la oposición. Kicillof cree que están conspirando, haciendo política. Ingenuos los comisarios que se prestaron al asado. Bondarenko contesta: “Son mis amigos”. Kicillof supone que la policía se está involucrando en la campaña. Y desde la oposición a Kicillof —es decir, desde el gobierno nacional— dicen: “Cuidado con la bonaerense”, porque dado que se adelantó la elección, las urnas las custodia esta policía, a la que Kicillof quiere tener disciplinada, pero es también la fuerza de Bondarenko.
Entonces, la Policía Bonaerense, que es crucial en la provincia, en general por malas razones, ahora tiene otra razón para ser protagónica: que por primera vez se adelanta la elección, y tiene un rol importantísimo en la disputa concreta por el voto.
Bondarenko, como ya vemos, es un blanco. El otro es Verónica Magario, la vicegobernadora, que va como candidata testimonial. Problema: Cristina lo desaconseja. ¿Qué quiere decir testimonial? Que corre en la elección y después Renuncia y sigue como vicegobernadora. No va como diputada de la Cámara. Magario es la cara femenina de la gestión de Fernando Espinoza, el muy controvertido líder de La Matanza. También ahí está el problema de la seguridad. Un funcionario de Espinoza, Miguel Saredi, denuncia: “Patricia Bullrich sacó de La Matanza, retiró a las fuerzas federales para generar inseguridad”.
En esta frontera de la hostilidad del gobierno nacional en modo electoral con Espinoza y con Magario, aparece Leila Gianni, que es una militante de La Libertad Avanza, que adquirió protagonismo al comienzo del Gobierno con denuncias que generaron toda una crisis dentro del Ministerio, cuyas consecuencias todavía están operando.
Leila Gianni es la primera candidata a concejal de Milei en territorio de Magario y Espinoza, y emite este tuit: “Prepárate, que se te viene la noche, @FerEspinozaOK, Fernando Espinoza. Y no la de Puerto Madero donde te gusta doblarte, pendeviejo bolichero. Se te termina el reinado de corrupción y magia, lo único que construyeron. La Matanza se libera. La Matanza se pinta de violeta en septiembre. VLLC.» Se presenta esta competencia que, como vemos, es bastante agresiva entre Gianni y Espinoza –quien obviamente no contestó– Como la Bella y la Bestia. ¿Quién será la Bestia?
Esto es importante porque le pone el tono a la pelea en la tercera sección electoral, y en la medida en que se vaya acercando al 7 de septiembre, será cada vez más caliente.
Hay una proyección de todo lo que ha pasado en la provincia de Buenos Aires sobre la Ciudad de Buenos Aires. El Pro selló una alianza defectuosa con La Libertad Avanza, porque quedó mucha gente afuera. Tanto Ritondo como Santilli no lograron contener a todo el Pro. ¿Van a ir juntos o van separados en la ciudad? Esto es importante porque en la Ciudad de Buenos Aires, en octubre, además de elegirse diputados nacionales, se eligen tres senadores: dos por el partido que sale primero, uno por el partido que sale segundo. Entonces, en el laboratorio electoral del gobierno razonan así: “Si vamos juntos con el Pro, hacemos una gran elección. No queda nada del centro a la derecha, una elección de más de 50 puntos, seguramente”.
Patricia Bullrich se volvió abanderada de esta elección, y está pensando en proyectarse hacia 2027 como candidata a jefa de Gobierno de la Ciudad. Si van juntos con el Pro para hacer esa gran elección del 50% o más, le dejan el senador por la minoría al peronismo —al peronismo de Juan Manuel Olmos, de Santoro—. Podrían ir separados con el Pro y, en ese caso, jugarse La Libertad Avanza los dos senadores de la mayoría, y que el Pro saque el de la minoría.
Tendría tres senadores en vez de dos en el Senado. ¿Qué se prefiere? ¿Senadores en el Senado o un gran triunfo impactante en la Ciudad? Hasta ahora, lo segundo. Irían juntos para arrasar en la Ciudad de Buenos Aires y que el senador por la minoría se lo lleve el peronismo. Seguramente Cristina va a querer que sea alguien de La Cámpora. ¿Mariano Recalde? No sabemos. Quiere decir que acá hay una discusión entre popularidad, impacto electoral puro y poder de fuego en el Senado.
Este es el mapa electoral para el cual Milei pidió un acuerdo interno que lo gestiona Guillermo Francos: un acuerdo entre Santiago Caputo y Karina Milei y, sobre todo, los Menem, que tienen una enemistad con el “Mago del Kremlin”. Y todo esto es parte —o se supone, como pasa siempre— de que hay peleas automáticas donde el proyectil ya lleva el nombre del que lo disparó. Puede ser que un tercero se esté haciendo una fiesta, pero ambos bandos —el de Karina y el de Santiago Caputo— creen que todas sus desgracias vienen del otro lado.
Este fin de semana hubo una nota de Camila Dolabjian en LA NACION, que fue adelantada por Francisco Olivera en Odisea el 22 de abril, donde aparece, desde el área de poder de Santiago Caputo, una contratación directa en la empresa Educar. Es una Sociedad del Estado; no tiene los regímenes de vigilancia que tiene una oficina pública cualquiera.
Se trató de una contratación por las licencias del sistema de Wi-Fi de las escuelas nacionales interconectadas de todo el país que fue para la empresa Cisco, que tiene esas licencias desde la época de Macri y que está representada en la Argentina por la firma OCP Tech, del empresario Leonardo Scatturice, quien adquirió notoriedad por aquel avión que entró a la Argentina sin control, en Bombardier, con una empleada de Scatturice, que es Laura Belén Arrieta.
Todavía sigue el escándalo del avión por no haber tenido los controles que corresponden por parte de la Aduana. Inclusive ahora hay una gran pelea ahí adentro, un poco sórdida, por presiones sobre algunos funcionarios de la Aduana de Aeroparque, por ese teléfono que sería la clave. Es el teléfono con el que Belén Arrieta intercambia mensajes con una funcionaria de la Aduana, donde aparentemente alguien dio la orden de que no se revise la aeronave. La Justicia quiere saber cuál es esa comunicación y hay mucha resistencia, obviamente, en dar ese dato.
Entonces, aparece la noticia de esta contratación directa para la empresa de Scatturice por 78 millones de dólares. La empresa y el Gobierno dicen que corresponde, que es una adjudicación directa porque no solamente la empresa ofrece precios más convenientes, sino porque todo el sistema ya está ligado a Cisco. Habría que desmantelar todo el sistema existente. Dolabjian dice: “Cuidado, porque hubo dos empresas que compitieron y no se llamó a licitación. Se tendría que haber llamado”.
Lo cierto es que ahora aparece otra novedad: los síndicos de la empresa Educar —los que tienen que controlar— mandan una carta al entonces presidente interventor de la empresa, Eduardo González, diciendo algo así como: “Usted se tomó licencia del 4 de octubre al 17 de octubre, delegó la firma en el gerente general para cuestiones administrativas, y en ese plazo, el 10 de octubre, el gerente general firma un contrato con la empresa OPC Tech”, que es la empresa de Scatturice. “Esto es irregular. Usted tiene que dar de baja este contrato”, le dicen. Esto sucedió en octubre de 2024. Los síndicos dicen que el contrato debe ser anulado.
Curiosamente, el 30 de octubre, el interventor al que le mandan esta nota —y que aparentemente se tomó licencia, muchos dicen que porque no quería firmar el contrato— es relevado de su cargo. Lo sacan, lo dejan con otras funciones dentro del Gobierno, en el área de medios de comunicación (de la que González se está yendo ahora), y se designa al frente de la empresa para que siga este procedimiento a su actual interventor, que es Gastón Martín.
Las fuentes del Poder Ejecutivo a las que consultamos dicen: “Bueno, sí, se firmó el contrato, pero no implicó nada económico, nada financiero. Era para mantener las condiciones del proceso de venta y contratación. Lo económico se firmó después, en noviembre, que es la orden de compra. Por lo tanto, la advertencia que hacen los síndicos no corresponde”.
Esta es una polémica que seguramente va a seguir, porque es raro que los síndicos recomienden una acción directa y digan: “Esto hay que anularlo”. Es cierto que en este tipo de empresas —que no son enteramente administración pública, son como empresas privadas pero cuyo propietario es el Estado— los síndicos tienen mayor protagonismo y mayor influencia.
¿Por qué aparece esto? Se debe, no digamos a irregularidades, pero sí a cosas muy raras. Pero en el Gobierno hay quienes dicen: “Todo esto se sabe porque hay un ataque a Caputo”. ¿De dónde viene? ¿De los Menem? ¿De otro lado? Hay una teoría. Caputo, entre otras cosas, maneja ARCA, la ex AFIP. Allí designó a gente importante. Entre otros, Andrés Vázquez, titular de la DGI y de vínculo cercano a Scatturice. La DGI, saludablemente, está embarcada en una gran batalla por la evasión y subfacturación de Tabacalera Sarandí de Pablo Otero, el “Señor del Tabaco”.
Esto llegó a la Justicia porque la dirección de jurídicos de la DGI se presentó ante un juzgado federal diciendo: “Daría la impresión de que el ‘Señor del Tabaco’ inventa clientes, a los cuales les vende cigarrillos y después desaparecen. Una especie de compradores fantasma. Necesita facturas en blanco que compensen todo lo que genera de negro”. Es una hipótesis y no una acusación. Tampoco se habla de imputación. Es, por el momento, una operación inusual. La Justicia lo tomó a través del fiscal Eduardo Taiano, quien llamó a personal de la DGI a declarar pero no participó de esa audiencia. Es decir, Taiano no tuvo la curiosidad de escuchar a los expertos que le habían presentado el caso. Finalmente, resolvió que no había nada que investigar y cerró el tema.
Este lunes, María Servini de Cubría, titular del Juzgado Federal N°1, donde está radicada la causa, decidió anular lo hecho por Taiano e investigar. “Quiero saber si la DGI va a participar como querellante”, planteó Servini. Es una pésima noticia para el “Señor del Tabaco”.
No es la única información “rara”. Es un secreto a voces en el submundo de los servicios de inteligencia que el “Señor del Tabaco” tendría contratado al tenebroso Antonio Stiuso como lobista. Y ahora descubrimos, cuando se reconstruye la historia de Scatturice, que este empresario tiene una vieja guerra con Stiuso. Es más, se sospecha que Stiuso ahora hasta lo quiere meter en la investigación de la muerte de Nisman que, es muy curioso, sigue Taiano.
Hay que investigar lo de Scatturice y las contrataciones de Educ.ar. Pero también hay que saber que todo esto lo podemos estar conociendo por una guerra oscura muy poco defendible. Esta es la Argentina del sottogoverno, del que hablaba Norberto Bobbio. Esta es la Argentina sobre la que flota, exitoso, Javier Milei, con enfrentamientos que lo afectan en su propia intimidad.
30/07/2025 a las 10:47 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Interna oficialista: las suculentas cajas del Estado que controlan Karina Milei y Santiago Caputo
Laura Serra
Fuente: La Nación
(*) Notiar.com.ar
28/7/025
Aunque enfrentados en lo político, Karina Milei y Santiago Caputo se cuidan bien de no inmiscuirse en las parcelas del Estado que cada uno comanda. Por compartir junto al presidente Javier Milei el exclusivo “triángulo de hierro” del poder, ambos manejan cajas millonarias que, por lo demás, tuvieron suculentos aumentos presupuestarios en lo que va del año. Muy superiores, incluso, al del resto de la administración pública.
La hermana del presidente hizo de la Secretaría General de la Presidencia su bastión de poder. Con casi 800 empleados a su cargo, Karina Milei controla una caja de $72.463 millones; un presupuesto que, a fuerza de decretos de necesidad y urgencia (DNU), se incrementó un 46,3% durante el primer semestre del año según datos oficiales del Ministerio de Economía. Un porcentaje muy por encima de la inflación acumulada en el mismo lapso (15.1% según el Indec).
El asesor presidencial no le va a la zaga. Entre los varios resortes del poder que controla por medio de sus adláteres se destaca la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), dirigida por Sergio Neiffert. Con la gestión libertaria el presupuesto del organismo escaló más que ningún otro; sólo en los seis primeros meses del año creció un 67,6% y totaliza $80.872 millones.
Pero el rubro que tuvo un crecimiento verdaderamente exponencial fue el de los gastos reservados que manejan los espías: desde enero hasta la fecha aumentó un 254%, ya que según los datos oficiales que publica el Ministerio de Economía, en enero pasado los gastos reservados de la SIDE sumaban $3794 millones y hoy totalizan $13.436 millones.
De acuerdo con el último informe de ejecución presupuestaria que elaboró la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP), tanto la SIDE como la Secretaría General de la Presidencia ocupan los primeros lugares en el ranking de subas presupuestarias en lo que va del año, detrás del Ministerio de Capital Humano. Muy por encima del incremento promedio que, al cierre del primer semestre, fue del 33,2%, según ASAP.
EL PODER DEL ASESOR
Aunque salió maltrecho en su disputa con Karina Milei por el armado de las listas de candidatos bonaerenses, Caputo no perdió –por ahora- un ápice del control que viene ejerciendo, por mandato del presidente Milei, sobre importantes áreas de la administración pública. Algunas de ellas por demás sensibles: además de la SIDE, el asesor presidencial asumió el manejo político de los ministerios de Salud y Justicia, del organismo recaudador (ARCA) y de la agencia de privatizaciones de las empresas públicas, donde el Gobierno deposita grandes expectativas como potencial proveedora de divisas a las exhaustas arcas del Tesoro.
Asimismo, Caputo extendió su influencia hasta el área de comunicación de YPF, que sorteó el cerrojo que impuso Milei a la pauta publicitaria. Allí colocó a un exsocio suyo, Guillermo Garat, quien, según un informe de la ONG Chequeado, distribuyó publicidad por $32.617 millones solo en el primer trimestre, lo que representa un incremento del 55,2% real respecto del mismo período de 2024. Así se desprende de los datos que publicó la empresa en sus estados financieros, única información disponible ante su negativa de responder a los sucesivos pedidos de informes que presentó la ONG y la oposición en el Congreso.
Por medio de Mario Lugones, el asesor presidencial ganó influencia en el Ministerio de Salud, el tercer presupuesto en volumen -$6,7 billones- detrás de los ministerios de Capital Humano y de Economía. Otro alfil suyo, Sebastián Amerio, controla el Ministerio de Justicia, más relevante por el nivel de interlocución que tiene en los ámbitos tribunalicios que por la caja que maneja ($206,4 millones).
Caputo también colonizó el área de las empresas públicas; allí apadrina a Diego Chaher, a quien no solo se le encomendó la tarea de privatizarlas sino que, además, realiza un seguimiento de sus planes de acción y de sus partidas presupuestarias; según la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), este año las empresas estatales tienen asignadas transferencias del Tesoro por un total de $4,2 billones.
El asesor también clavó bandera en dos reductos claves. Uno de ellos es nada menos que el organismo recaudador, ARCA, donde colocó a un hombre de su confianza, Andrés Vázquez, quien maneja un presupuesto anual de al menos $3 billones, una caja que se nutre de un porcentaje de la recaudación neta total de los gravámenes y de los recursos aduaneros.
Menos visible en el radar de la administración pública, la empresa Educ.ar cobró reciente notoriedad por la contratación directa para la renovación de licencias de tecnología por más de US$60 millones, proceso en el que participó una firma del empresario trumpista Leonardo Scatturice. Convertida en una sociedad del Estado liberada de los controles de la SIGEN, esta firma es comandada por Gastón Martín, quien maneja una caja de $90.824 millones: el doble el año pasado.
30/07/2025 a las 10:52 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Ahora los candidatos testimoniales están orgullosos
Pablo Mendelevich
La Nación
30/7/025
La política se renueva. ¿Quién dijo que es siempre lo mismo? Este 2025 ha llegado el sinceramiento que todos estaban esperando. Acaba de lanzarse el último modelo de candidatura testimonial. Es la candidatura testimonial orgullosa. Lo opuesto al modelo vergonzante que se venía usando desde hace tres lustros.
Funciona más o menos así: “yo no soy un candidato de verdad, no tengo la más mínima intención de asumir ninguna banca, sólo trabajo de cazavotos. Como cabeza de lista luminoso, glamoroso, estelar, alumbro a un pelotón de ignotos, de don nadies, como mínimo carenciados de sex appeal que van colgados debajo mío, querido elector, pero yo estoy regio, confort absoluto con el cargo que conseguí por cuatro años en anteriores elecciones y, entiéndanme, recién pasaron dos nomás, no le voy a andar fallando al electorado. Eso sí, voy de frente. El que avisa no es traidor. Merezco un premio por la franqueza, merezco el voto”.
Parece que ya no hará falta decir en campaña cosas del tipo “tengo vocación parlamentaria desde que era niño” o “no puedo seguir mi vida sin legislar, nací para eso”. Se podrá prescindir de promesas empalagosas como “no tengan dudas de que acabaré desde mi banca con todas las injusticias, no ya las de mi aldea, las de mi provincia, las de mi patria, sino las de toda nuestra querida galaxia”.
Basta de fingir. Es tiempo de verdades crudas. “Soy candidato, sí, candidato a la renuncia, ¿y qué? Cuando gane la banca para la que me postulo prometo que lo primero que haré será renunciar a ella. Bueno, como legislador será lo primero y también lo último, lo que garantiza una tasa de cumplimiento de las promesas electorales del cien por ciento. La virtud política en estado puro”.
Pregunta acuciante: ¿será que hablarán así en esta campaña provincial los intendentes bonaerenses que se presentan como primeros candidatos a concejales pero a quienes ni por asomo se les ocurriría pensar en abandonar la intendencia para diluirse durante cuatro largos años entre dos docenas de Carlitos que animan el desangelado Concejo Deliberante?
El kicillofismo decidió el lunes blanquear y bancar a sus numerosos candidatos testimoniales, misión para la que el gobernador tuvo la suerte de hallar en la plantilla a un funcionario cuyo apellido sintetiza ambos verbos, blanquear y bancar: Bianco. Nada menos que el ministro de Gobierno. “Lo de plantear algunas candidaturas testimoniales -explicó Bianco- se ha hecho mil veces y lo hemos hecho de frente a la gente”.
Es cierto que esta práctica no es nueva (si bien no sucedió mil veces sino unos ocho o nueve centenares por debajo de esa cifra), pero lo que Bianco pareció no recordar fue quién la inventó, quizás porque considera que el dato es irrelevante: Néstor Kirchner. Casualmente esta temporada la viuda del inventor, quien presidía el país al momento de la invención, se proclama, desde su cuartel general, la prisión hogareña, fervorosa crítica de las candidaturas testimoniales cual si fuera, diría Milei, una vulgar ñoña republicana de la Coalición Cívica. Para ella las candidaturas testimoniales son un adefesio que cayó del cielo o tal vez algo indigno que pergeñó Kicillof el rebelde.
La historia pide a gritos una refrescada. Kirchner sabía en 2009 que las elecciones previstas para octubre venían mal para el gobierno de su esposa. Por eso las adelantó para junio mediante una ley, se puso a sí mismo como primer candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires (el santacruceño fue el primer expresidente que fijó domicilio en la residencia de Olivos para devenir bonaerense) y colocó en los siguientes tres lugares de la lista los nombres marketineros de dos políticos y una artista, ninguno de los cuales pensaba ser diputado: Daniel Scioli, Sergio Massa y Nacha Guevara (intercalada entre ambos). Lista que acabó derrotada por la de Francisco de Narváez, entonces un supermercadista que hacía sus primeros palotes en la política.
Kirchner no fue candidato testimonial sino el gran diseñador de la estrategia. Él sí asumió la banca (a lo largo de un año asistiría a un solo debate de la cámara), mientras que a Scioli lo devolvió a la gobernación y a Massa, quien venía de ser jefe de Gabinete, lo repuso en la intendencia de Tigre. Justo después de las elecciones, Nacha Guevara descubrió que la política no era para ella y se volvió a las tablas. Gracias a estas deserciones entraron (o renovaron mandato) Omar Plaini, Remo Carlotto y Juliana Di Tullio, quienes en las urnas no habían conseguido suficientes votos. Imposible saber con exactitud cuánto le sumaron a la lista de Kirchner los falsos candidatos.
“Lo que más me interesa es cuidar la provincia y desde allí ayudar al país”, decía Scioli, maestro superior de la ambigüedad egresado de la escuela de Fidel Pintos, durante la campaña de 2009, ante la pregunta de si renunciaría a la banca. “Cuando venga el momento veré de qué manera yo puedo ayudar de la mejor manera posible (sic) al desarrollo de la provincia”, respondía cuando lo apuraban. Pero tenía de reserva una frase bien concreta: “primero las elecciones, luego vendrá el 28 de junio con los resultados en la mano, y después es un tema que en su momento se verá”.
Durante la campaña Massa también cumplió a pies juntillas con la instrucción de no pronunciar nunca delante de un micrófono la frase “no voy a asumir la banca”. Contraindicada no sólo porque había que engañar a diez millones de electores sino, al mismo tiempo, tomar por zopencos a los tres jueces de la Cámara Nacional Electoral. En el expediente que se abrió a instancias de planteos opositores, Scioli y Massa declararon que si eran candidatos se debía “obviamente” a que tenían planeado asumir, si no para qué estaban. Quién podía dudarlo, claro.
Como lo recordó ayer Hernán Cappiello en LA NACION, la Cámara Electoral resolvió por dos a uno que era imposible penalizar en forma prematura las candidaturas testimoniales cuando los candidatos investigados juraban en sede judicial que su intención era asumir. Intenciones los jueces no juzgan, decían. Eso sí, dejaron escrito que si “llegase luego a comprobarse que los candidatos no fueron honestos” significaría “una inaceptable manipulación de las instituciones de la República”. Durísimos, severos, implacables los jueces. Metieron tremenda advertencia. Parecida a la de los juramentos presidenciales -“si así no lo hicieres, Dios y la Patria te lo demanden”-, insumo regular de humoristas, cantautores y estandaperos. Qué rendimiento cabe esperar de las admoniciones en la Argentina si hasta de lo punible más de uno zafa.
Dicho y hecho: después de aquella burla a dos puntas de 2009, Scioli y Massa fueron honrados por el peronismo con el máximo escalón al que un político de carrera puede aspirar, la candidatura presidencial. Uno en 2015, el otro en 2023. Ambos perdieron, es verdad, pero nadie cree que en las derrotas hayan influido fuerte los pecados originales de las candidaturas testimoniales. Scioli obtuvo para presidente 12.309.000 votos y Massa, 11.600.000. No parece que deba hablarse de políticos castigados por antiguas inconductas éticas.
De algún modo eso es lo que piensan los jueces: “si la sociedad tolera las candidaturas testimoniales, si las bendice o las convalida, ¿por qué debería tocarnos a nosotros prohibirlas?”.
Sin embargo, el aval del kicillofismo, al abrir las puertas a candidatos testimoniales orgullosos de serlo, podría colocar el tema en el centro de la campaña. ¿Qué harán los jueces delante del candidato que se reconoce de utilería y se muestra orgulloso de ser testimonial porque encarna la misión superior -es lo que sugirió Bianco- de parar la motosierra de Milei en la provincia de Buenos Aires en esta elección “absolutamente clave”?
Según Bianco, las candidaturas testimoniales “están previstas por la ley, no están impedidas por la ley”. Pero son dos cosas distintas. Lo segundo es cierto, no existe una prohibición taxativa. Lo primero es falso. ¿En qué ley están previstas?
En derecho civil se dice que todo lo que no está prohibido está permitido, pero no es éste un principio absoluto. Menos en la política, que debería hacer de la buena fe una causa fundamental. ¿A qué terreno pertenecen las candidaturas testimoniales si no al de la trampa? ¿Hay que imaginar que mejorará ahora la calidad institucional gracias a los candidatos testimoniales orgullosos? ¿Vale la palabra de los propios políticos para que la ciudadanía pueda saber con certeza quién asumirá tras las elecciones la banca de diputado, de senador o la concejalía para la que se candidatea y quién no? ¿Alguien tiene idea de lo que pensaba realmente hacer Cristina Kirchner si se anotaba, como decía que quería hacer antes de ser sentenciada por la Corte, para candidata a diputada provincial?
Algunos candidatos avisan que no van a asumir, es decir se confiesan testimoniales, por el momento más a través de terceros que mirando a los ojos a los representados. Otros aseguran que sí asumirán aunque lo suyo sea un descenso de intendente a concejal. Y están los que especulan con renunciar pero no para bajar sino para subir a un cargo ejecutivo impar, por ejemplo en el gabinete nacional. Todos supuestos inverificables que aportan confusión al panorama. Lo único concreto es que postularse para ser representante del pueblo en cualquier cuerpo colegiado con la renuncia inaugural en mente no debería enorgullecer a nadie.
30/07/2025 a las 10:57 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Denuncian que el supuesto proyecto de inversión de $LIBRA «era falso» y que el fraude fue «estratégicamente programado»
Irina Hauser
Página/12
30 de julio de 2025
Una presentación judicial de quienes impulsan una demanda colectiva en los tribunales de Nueva York acusa a Javier Milei de haber realizado una «promoción altamente engañosa» y «estratégicamente programada» para «dar a $LIBRA una falsa apariencia de legitimidad y afiliación al Gobierno en el momento del lanzamiento del token» y, de ese modo, «decenas de miles de consumidores razonables fueron engañados». El texto señala que «el proyecto de inversión» que el tuit del presidente del 14 de febrero asociaba a la criptomoneda «era falso». El posteo decía que el propósito era fondear y así impulsar pequeños emprendimientos.
El expediente civil que tramita en el juzgado de Jennifer Rochon apunta a Hayden Davis, creador de $LIBRA, y a su empresa Kelsier Ventures; a Julian Peh y su firma Kip Protocol, que participaban del desarrollo del supuesto proyecto; y a Benjamin Chow, exCEO de Meteora, la plataforma utilizada. Milei no figura entre los demandados por el momento porque mientra sea jefe de Estado goza en Estados Unidos de inmunidad. Pero a largo plazo podría extenderse el reclamo hacia a él. El hecho de que el mandatario sea mencionado en el escrito parece ser un mensaje del estilo de: «alguien, sea Davis o Milei, u otro, nos tiene que devolver lo perdido».
La afirmación que compromete al Presidente es parte de un planteo donde los estudios que representan a los demandantes, Burwick Law y Hoppin Grinsell, piden que se mantenga el congelamiento de 57,654,371 millones de USDC (dólar cripto, que equivale al dólar billete) «junto con cualquier otro producto de $LIBRA retenido en dos billeteras de criptomonedas específicamente identificadas» que son «LIBRA Wallet 1 y LIBRA Wallet 2». Le solicitan específicamente una medida cautelar que inmovilice los activos hasta el final del juicio, para garantizar la eventual restitución de lo que alegan haber perdido.
«Cuando decenas de miles de inversores perdieron más de 280 millones de dólares en un fraude coordinado de criptomonedas, solicitaron las facultades de este Tribunal para preservar el producto de dicho fraude. Los demandados (por Davis y Chow, que se presentaron en la causa) ahora piden a este Tribunal que mire hacia otro lado y que trate los activos digitales que se mueven con solo pulsar un botón a través de redes anónimas, como si fueran dinero en efectivo guardado a salvo en una bóveda de un banco», dice el escrito al que accedió Página/12.
CONTEXTO
A comienzos de este mes, a través de los tribunales de Nueva York, se hizo una audiencia remota en la que se fijó una audiencia para el 19 de agosto donde la jueza resolverá si sostiene el bloqueo de fondos, pero también otras cuestiones sustanciales, como si reconoce la demanda colectiva e incluso su competencia, que es cuestionada por Davis, que no quiere ser juzgado en ese Estado, e incluso pareciera que tampoco en Estados Unidos. En el ínterin, el presunto socio norteamericano de Milei en el fraude hizo una presentación donde repartió cuestionamientos a quienes lo demandan, pero en ese mismo movimiento deslizó su supuesta intención girar los fondos de $LIBRA a la Argentina, como para despegarse de una acusación por estafa.
En esos días un escrito de Burwick mencionaba la idea del empresario de girar 500 millones en $LIBRA a una cuenta vinculada al proyecto (nunca concretado) «Viva la Libertad», algo extraño tratándose de un activo que prácticamente no tiene valor. Esta situación volvía a plantear el interrogante sobre el vínculo de este joven tanto con Milei como con quienes oficiaron de nexo con el presidente: los criptobros Mauricio Novelli y Manuel Terrones Godoy, imputados, igual que el mandatario y su hermana en la causa que tramita en los tribunales porteños, a cargo de María Servini y el fiscal Eduardo Taiano. Novelli y Terrones, además, se adjudicaron el proyecto Viva la Libertad en un Escrito, donde decían –igual que Davis y que Milei– que había sido pensado para ayudar de manera «altruista» a emprendedores.
En el nuevo planteo, los demandantes piden una medida cautelar ante lo que consideran «un riesgo inminente de daño irreparable». Dicen: «Davis prometió ‘reinvertir el 100% de los fondos bajo su control’, pero no lo hizo. En cambio, reembolsó a un comprador —el director ejecutivo de Barstool Sports, Dave Portnoy— 5 millones de dólares, a pesar de haber descrito públicamente los reembolsos de los inversores como ‘una locura'».
También es conocido que en las horas posteriores al «rug pull» (tirón de alfombra) que afectó a más de 40.000 inversores, el joven empresario dijo que él tenía en su poder 100 millones de dólares de «los argentinos» o «de la argentina».
Vale recordar que como Portnoy mostró públicamente esa devolución, se conoció la billetera desde la cual se habían movido los fondos, y eso permitió rastrear una gran cantidad de operaciones dudosas, entre ellas las que identificó el ingeniero Fernando Molinas, que son pagos millonarios en días claves vinculados al lanzamiento de $LIBRA, incluso coincidentes con el momento en que Davis estuvo el 30 de enero en la Casa Rosada. Estos movimientos, que superan los 5 millones de dólares deberán ser analizados en el expediente que tramita en argentina porque se sospechan que podrían incluir pagos irregulares.
Para los abogados estadounidenses que encabezan la demanda, no hay posibilidad de confiar en Davis ni Chow. Los acusan de «blanquear el producto de la delincuencia a través de múltiples billeteras, amenazar con enviar activos a Argentina, referirse explícitamente a los fondos congelados como su ‘apalancamiento’ y ofuscar deliberadamente las relaciones de control— demuestra el riesgo inminente de daño irreparable en ausencia de una medida cautelar. Agregan que «no pueden eludir su responsabilidad alegando ignorancia».
En relación a Meteora y Chow subraya que «colaboraron secretamente con Kelsier para orquestar el fraude de LIBRA, extrayendo millones mientras se promocionaban públicamente como protectores de los inversores minoristas». En cuanto al hombre de Singapur, Julian Peh, cuyo ingreso a la Argentina nunca pudo ser constatado pese a que la Casa Rosada lo registra como parte de una reunión con Milei el año pasado en el contexto del Tech Forum, tampoco se presentó en los tribunales estadounidenses. Un misterio. El fiscal Taiano le pidió, por ahora, información a Interpol y a su país de origen.
Las figuras que invoca la demanda son enriquecimiento injusto y violaciones a la Ley General de Propiedad de Estados Unidos, además de fraude y conspiración para defraudar. Insiste en que “si no se emitiera una orden judicial preliminar, los demandados probablemente intentarían transferir o disipar los» criptoactivos. «Los esfuerzos concertados de los demandados para ocultar los activos de criptomonedas y sus amenazas de utilizarlos en su propio beneficio ‘sugieren que una mayor disipación es real e inminente’ (….) ya han intentado ocultar sus ganancias ilícitas (…) para ocultar los ingresos de $LIBRA, incluyendo el uso de múltiples transferencias rápidas para ocultar sus extracciones de los activos del demandante».
En relación a Milei, Davis lo responsabilizó en un descargo «voluntario» de haber favorecido la idea de que hubo una defraudación al borrar el tuit original donde visibilizaba el token $LIBRA. Se quejaba de que no le avisó. Como es conocido, luego el presidente tuiteó que no era una iniciativa privada y que no estaba interiorizado, algo poco verosímil ya que incluso sus amigos Novelli y Terrones Godoy contaron como tramaban los negocios en la Casa Rosada.
¿Y POR CASA?
En plena feria judicial todo parece quietud en la causa $LIBRA a cargo de Taiano y Servini. Pero se fueron sumando en los últimos días elementos que deberían mover el expediente, como las transferencias millonarias desde una billetera de Davis y otras vinculadas a él. Algunas coinciden con su última reunión con Milei, otras con la apertura de dos cajas de seguridad por parte de Novelli el 4 de febrero, luego vaciadas por su madre y su hermana el primer día hábil posterior al tuit del Presidente. Aparecen movimientos en ambos momentos.
En el expediente, la querella de Martín Romeo ya había pedido información a la exchange Binance, que intervino en algunas operaciones, para dar cuenta de quienes inyectaron fondos a billeteras que habrían tenido información privilegiada para comprar $LIBRA. Llegó un informe a la fiscalía, pero esta no lo compartió con las partes y se lo mandó directo a la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI).
Ahora tienen otros nombres de estos bancos virtuales que también intervinieron en las operaciones: al menos Kraken, Gate.io y Bitget, para rastrear información sustancial. Esta es la pista que podría llevar a desnudar algo más que una posible estafa, y sería la existencia de presuntos sobornos.
Más allá de eso, hay quienes sostienen que solo por el tuit Milei ya debería ser indagado. La otra cuestión es que aún está pendiente conocer el contenido de las comunicaciones de Novelli y de otro de los imputados, el ex asesor de la Comisión de Valores Sergio Morales.