Por Hernán Andrés Kruse.-
- LA SEGUNDA FUENTE DE LA CREENCIA ES LA ASOCIACIÓN INTELECTUAL
“(2) La experiencia frecuente de una sucesión deja la sólida asociación de los distintos pasos, y el primero sugiere prontamente todo el resto. Esto ingresa en la creencia, y aumenta en algún grado la tendencia activa a proseguir un determinado curso. Los actos sucesivos de agarrar una manzana, llevarla a la boca y masticarla, son seguidos por una sensación agradable: y por repetición el tren completo es firmemente fijado en la mente. La fuente principal de la energía demostrada en esos actos intermedios es aún la actividad –parcialmente espontánea, parcialmente voluntaria bajo el motivo ideal de la dulzura. Aun así, la facilidad para ir intelectualmente de un paso a otro, a través de la fuerza de la asociación, cuenta como una adición a la fuerza del ímpetu que nos lleva a lo largo de la serie de actos. Sobre un principio anteriormente expuesto, la idea de un acto comporta cierta eficacia para realizarlo, y una asociación sólida, al hacer presentes las ideas, ayudaría a hacer presentes las acciones.
Puede ser sostenido, sin embargo, que la mera asociación de ideas no pondría en movimiento la actividad, ni constituiría la disposición activa llamada creencia. Una muy fuerte asociación entre manzana y dulzura, generada al escuchar las palabras juntas a menudo (como en el ‘dulce pomum’ de la Gramática Latina), ocasionaría que una palabra sugiriese la otra, y así mismo que las correspondientes ideas se sugirieran una a la otra, pero para llegar a la acción a partir de ellas aún se requiere de una inclinación activa de los órganos, que surge de las causas de nuestra actividad, espontaneidad y motivo, y hasta que estas no son puestas en juego, no hay ni acción ni disposición activa, o creencia.
Cuando hemos sido disciplinados para consultar la observación y la experiencia antes de hacer afirmaciones respecto de cosas distantes en el espacio o en el tiempo, en vez de generalizar aventuradamente, utilizamos muy variadas operaciones intelectuales en el establecimiento de nuestras creencias, pero esos procesos intelectuales no constituyen la actitud de creer. Se aplican retrospectivamente a la voluntad por diferentes motivos –por las fallas y confirmaciones encontradas al proceder sobre bases tan estrechas– y cuando hemos obtenido el conocimiento mejorado, lo ponemos en práctica en virtud de determinaciones voluntarias, cuyo curso ha sido esclarecido por el más alto vuelo de la inteligencia.
Aun así, no hay nada en el mero intelecto que nos llevaría a actuar o a considerar la acción, y por lo tanto nada que nos haga creer. Es ilustrativo e interesante señalar quiénes poseen un carácter decidido en la vida, hombres resueltos y listos para la acción en toda ocasión. Son hombres sobresalientes, no por su inteligencia, sino por el talento activo. Una profusa espontaneidad que se presta a las motivaciones, escasas pero fuertes. La inteligencia en exceso paraliza la acción, reduciéndola en cantidad, sin embargo mejorándola sin duda en calidad, en adaptación satisfactoria a los fines”.
- LA TERCERA FUENTE O FUNDAMENTO DE LA CREENCIA SON LOS SENTIMIENTOS
“(3) Ya hemos reconocido anteriormente la influencia de los Sentimientos en la generación de creencias, y sólo nos queda volver a afirmar resumidamente el modo de la operación. Primero recordemos las dos pruebas de la creencia: (1) la energía en la persecución de fines intermedios, no estando el fin último al alcance, y (2) la excitación de la mente a través de la mera expectativa del fin último (cuando es algo agradable). En ambos aspectos, la creencia es afectada por el sentimiento. Si el fin último es un placer, y fuertemente realizado como idea, la energía en la persecución es proporcionalmente fuerte y la convicción es fuerte, como se muestra por los obstáculos sobrepasados no meramente en la forma de resistencia, sino en la forma de un deseo total de evidencia. Un objeto intensamente deseado es perseguido con tal excesiva confianza como para lograr la ocasión de su adquisición.
Hay otro modo de fortalecer la actitud de creencia mediante el placer. Independientemente de la contemplación del fin, el cual es necesariamente placer (sea éste directo o indirecto, como en la calma del dolor), podría haber otras causas de placer operando en el momento de dar lugar a la excitación o fluctuación de tono. Tal excitación fortalece el ánimo de la creencia, en relación a lo que sea que esté a mano. Un viajero en búsqueda de nuevas regiones está sujeto a variaciones de confianza respecto de los estados mentales por los que pasa, cualquiera sea su causa. Será más confiado cuando está descansado y vigoroso, cuando el día es calmo, o el escenario alentador, aunque no haya aumento real de evidencia en ninguna de esas circunstancias.
Que un más alto ánimo de disfrute debería ser un más alto ánimo de creencia es evidente en ambos aspectos de la creencia. En primer lugar, cualquier acción presente se persigue más vigorosamente, y en el vigor de esa persecución está implicado el estado de confianza. Y en segundo lugar, en lo que respecta al alentador disfrute anticipado ideal del fin último, cualquier cosa que aumente la euforia de su armonía tiene el mismo efecto que tendría el aumento en la expectativa del fin, significando tal aumento en la expectativa una creencia más fuerte. Lo que queremos de una seguridad firme es alivio mental, y si el alivio surge concurrentemente con la creencia, tenemos la cosa deseada, y la creencia, por el momento, está completa por una mezcla adventicia o accidental.
En algunas formas de Creencia, como en la Religión, la circunstancia alentadora es el hecho prominente. Tal creencia es valorada como un tónico para la mente, como cualquier forma de placer: la creencia y la excitación son hechos convertibles. Por lo tanto, cuando la creencia es débil, cualquier acceso de un ánimo alegre será percibido como fortaleciendo la creencia, mientras que el estado opuesto se supondrá que la debilita. El hecho es que ambas influencias conspiran juntas, y podemos, si nos parece, contarlas a ambas como una, especialmente si la fuente de la otra está oculta o es invisible. El cultivo de este último grupo de creencias es puramente emocional, y consiste en fortalecer en la mente las asociaciones de sentimiento. El caso es en todo respecto idéntico al del aumento de un afecto.
Con cualquier afecto fuerte, está implicada una correspondiente fuerza en la creencia. La mera fuerza de la excitación, de un tipo neutral, controlará a la creencia así como controla a la voluntad, por la fuerza de la idea persistente. Cualquiera sea el fin que encienda mucho la mente, será impreso de acuerdo a la fuerza de la excitación, e independientemente del placer o el dolor que comporte, y constituirá, al determinar la acción, una creencia en lo que sea que aparezca como instrumento intermediario. Una asociación casual y ligera será recogida y asumida como una causa. A la madre que ha perdido a su hijo le repugnarán ciertas cosas asociadas en su mente con la muerte del niño. Ella mantendrá distancia de esas cosas con la fuerza total de su voluntad en virtud de salvar a su otro hijo, lo cual es equivalente a creer en una conexión de causa y efecto entre ambos hechos. La influencia de los sentimientos, experimentados quizás sólo una vez, sirve así para confirmar un vínculo intelectual en tanto que sólida asociación, tal que un gran número de experiencias no sería capaz de disolver.
Por último, el poder de los sentimientos para comandar la presencia de una clase de pensamientos, y desvanecer de la vista todos los de una clase hostil, necesariamente opera tanto en la creencia como en la acción. Un susto afirma los pensamientos sobre las circunstancias de alarma, y lo vuelve a uno incapaz de contener la visión de modo que pudiera neutralizarse el terror. Hay consideraciones al alcance que nos impedirían creer en lo peor, pero no pueden hacer su aparición. El bien sincronizado recuerdo de ellas por parte de un amigo es entonces un invaluable substituto para la paralizada operación de nuestra propia inteligencia”.
- LA CREENCIA EN EL ORDEN DEL MUNDO, O DEL CURSO DE LA NATURALEZA, VARÍA EN CARÁCTER, EN DIFERENTES PERSONAS, DE ACUERDO AL RELATIVO PREDOMINIO DE LAS TRES CAUSAS ENUMERADAS.
“Todas las creencias implican un orden del mundo, o la conexión entre una cosa y otra, de modo que la primera puede ser empleada como un medio para garantizar a la segunda como fin. Creemos que un empujón es un primer motor, que la vegetación necesita lluvia y luz solar, que los animales son generados desde su propia especie, que el cuerpo se fortalece con el ejercicio. La principal fuente de creencia es la actividad sin obstáculos. Una única experiencia es suficiente para constituir creencia. Estamos dispuestos a hacer de nuevo, sin la menor vacilación, aquello que hemos hecho con éxito una vez. La repetición puede fortalecer la tendencia, pero cinco repeticiones no dan cinco veces la convicción de una; sería más acertado decir que, aparte de nuestras mejores pruebas de la verdad, cincuenta repeticiones podrían tal vez doblar la fuerza de convicción de la primera.
Somos todo fe al comenzar, llegamos a ser escépticos por la experiencia, es decir, encontrando confirmaciones y excepciones. Comenzamos con ilimitada confianza, y somos gradualmente educados en una confianza más limitada. Nuestra creencia en las leyes físicas es nuestra espontaneidad primitiva contraída hasta los límites de la experiencia. De este tipo es nuestra fe en la gravedad, el calor, la luz, etc. Nuestras pruebas son en gran medida simplificadas por la guía de aquellos que nos han precedido. En cuanto a los fenómenos más comunes, pronto entramos en los canales adecuados de acción. Un animal aprende en poco tiempo desde qué altura puede saltar con seguridad. El extenso catálogo de pervertidas, extravagantes y erráticas creencias puede explicarse en la mayoría de los casos por un cierto grado inusual de sentimiento, sea bien placer, dolor o mera excitación.
Somos difíciles de convencer de que algo que nos gusta nos puede hacer daño. Esta es la fuerza de la sensación placentera, que opera a través del deseo, desterrando del pensamiento toda experiencia hostil. Creemos en la sabiduría y otros méritos de las personas que amamos y admiramos, otro de los muchos ejemplos del poder del sentimiento. Tenemos al principio una fe ilimitada en el testimonio. Se presume, como cuestión de rutina, que lo que sea que se nos dijo es verdad, así como se espera que se mantenga siempre lo que encontramos en un primer intento. La experiencia tiene que limitar esta extendida confianza, y si gustos y aversiones se mantienen en lo bajo, y sólo se confía en los hechos recordados, adquirimos lo que se llama una creencia racional por el testimonio, a saber, una creencia proporcional a la ausencia de hechos contradictorios.
Nuestras creencias son influenciadas por nuestros semejantes de maneras patentes. Simpatía e imitación nos hacen adoptar las acciones y los sentimientos de quienes nos rodean, y el efecto de la sociedad no se detiene aquí, sino que llega hasta la compulsión. Con la combinación de estas influencias somos educados en todas las creencias que trascienden nuestra propia experiencia, y somos arrastrados incluso en aquello que cae bajo nuestra observación. La mera afirmación intelectual, repetida a menudo, nos dispone a confiar, pero no constituye el estado de la creencia hasta que tenemos ocasión de actuar en base a ella, y la fuerza real del estado surge cuando nuestra acción recibe alguna confirmación.
En cuanto a muchas doctrinas que nos rodean, como las recónditas afirmaciones de la ciencia y de los mayores misterios de lo sobrenatural, estamos en un muy liberado estado mental. De hacer un único experimento por nosotros mismos, y encontrarlo acorde con lo que ha sido afirmado, seríamos elevados a la vez a una confianza tal vez incluso más allá de la verdad real, pues la mente no cultivada nada sabe sobre las repeticiones y las precauciones que son necesarias para establecer un hecho. Las creencias supersticiosas de épocas no iluminadas –astrología, alquimia, brujería– y las perversiones de la verdad científica en la filosofía temprana debidas a diversas emociones fuertes, son todas explicables en base a la influencia del sentimiento en quienes les dieron origen, con la subsiguiente adición de la autoridad y la imitación”.
- A LA CREENCIA SE OPONE, NO EL DESCREIMIENTO, SINO LA DUDA
“En tanto que actitudes mentales, creencia y descreimiento son lo mismo. No podemos creer una cosa sin descreer alguna otra. Si creemos que el sol ha salido, debemos descreer que está por debajo del horizonte. Cuando somos incapaces de lograr una convicción, por una u otra cosa, se dice que dudamos, que estamos en un estado de incertidumbre o suspenso. Si la cosa nos preocupa poco, nos es indiferente esta ausencia de los medios de convicción. La condición de la duda se manifiesta en su verdadero carácter, como una experiencia angustiosa, cuando estamos obligados a actuar y estamos todavía inciertos en cuanto al curso de acción.
La conexión de los medios y el fin no determina nuestra creencia o seguridad. O bien hay sugerencias o apariencias contrapuestas, más o menos igualmente equilibradas, o bien no hay nada a lo que apelar en ningún sentido. Así corremos el peligro de ver frustrados nuestros fines y, además, de sufrir todas las vacilaciones de un conflicto. En asuntos de gran importancia, la duda es el nombre de la indecible miseria. Duda y Miedo, aunque distinguibles, van estrechamente juntos. La Duda, en su forma dolorosa y angustiante, es precisamente el estado de Miedo. La causa del temor se adentra en el estado de duda, y las circunstancias de la duda intensificarán el miedo. El mismo temperamento es victorioso tanto frente a la duda como frente al miedo; la disposición activa se ha visto como una fuente de valor y coraje”.
- LAS DESIGNACIONES OPUESTAS ESPERANZA Y DESESPERO SIGNIFICAN FASES DE LA CREACIÓN.
“La Esperanza expresa la creencia en su aspecto estimulante y alentador, siendo la confianza en el bien futuro, la creencia de que algún final placentero es más o menos seguro en su advenimiento. Denota así algo menor que la seguridad total o completa, o más bien se considera que recorre todo el espectro desde el grado más bajo de confianza que pueda tener un efecto estimulante, hasta el más alto punto cuando la expectativa está al nivel de la posesión. Por lo tanto, en la expresión de la esperanza, añadimos por lo general un epíteto de su grado, tenemos buenas esperanzas en un año comercial próspero, tenemos pocas esperanzas en la próxima cosecha.
Lo contrario de la Esperanza no es el Miedo, sino el Desespero, la creencia en el mal por venir, un estado mental que es tanto más deprimente cuando más fuerte es la creencia. Un ejército superado se desespera, es decir, cree en la inminente derrota. El estado de Miedo sobreviene prontamente, pero puede haber desespero con ausencia del miedo correspondiente. El extremo del Desespero es la Desesperación. Cuando la esperanza o el desespero pueden apoyarse sobre evidencias ciertas o sobre evidencias probables, como las proporcionadas por un juicio altamente disciplinado, son comparativamente poco afectados por la agencia externa de la excitación y la depresión. Pero en materia de evidencia probable, y en las mentes de poca estabilidad, el estado de esperanza o desespero fluctúa con las influencias que suben o deprimen el tono general [del ánimo]. Todo lo dicho hasta acá de la Creencia en general, es verdad de la creencia bajo el nombre de Esperanza”.
(*) LA CREENCIA (texto tomado del volumen de Alexander Bain, Professor of Logic in the University of Aberdeen, Mental and Moral Science. Part First: Psychology and History of Philosophy (London: Longmans, Green and Co., 1868, Book IV: “The Will”, Chapter VIII: “Belief”, pp. 371-385).
16/07/2025 a las 10:37 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Javier Milei y la construcción de un nuevo oficialismo
Carlos Pagni
Fuente: La Nación
(*) Notiar.com.ar
15/7/025
Desde que comenzó el ciclo electoral, que terminó con el triunfo de Javier Milei, la Argentina está en un proceso de reconfiguración de su sistema político.
El modelo bajo el cual se organizaba la política a partir del ascenso del kirchnerismo y la formación de Juntos por el Cambio en torno al Pro, entró en crisis. No se sabe cuál será la nueva configuración. De lo único que se tiene certeza es que aproximadamente desde mediados del año pasado -tras la aprobación de la Ley Bases y la significativa baja de la inflación- en la Argentina se estableció el liderazgo de Javier Milei. Hasta aquel momento estaba en duda si iba a constituirse un centro de poder.
Hoy, Milei es un líder que puede indicar hacia dónde puede ir y tiene lo necesario para lograrlo también. Sin embargo, más allá de ese cambio, que fue significativo en un momento de grandes incógnitas, aparece un interrogante que no está despejado: además de un líder, ¿la Argentina va a contar con un oficialismo? ¿Se organizará una fuerza alrededor del Gabinete con proyección sobre el Congreso, capaz de impulsar reformas y resistir embates de la oposición?
Es una pregunta pendiente que se podrá responder después de las elecciones de este año, cuando se tengan ya los resultados de octubre. La semana pasada, quedó dramáticamente planteada cuando el Senado aprobó un conjunto de iniciativas que afectan el núcleo del programa de este Gobierno: la política fiscal. En términos metafóricos, la motosierra, la idea de un gran ajuste en el gasto que permita alcanzar un equilibrio fiscal.
Esto es lo que puso en tela de juicio el avance de varias iniciativas y, sobre todo, de un proyecto cuyos autores fueron los gobernadores y que pretendía repartir los Adelantos del Tesoro Nacional (ATN) copiando los porcentajes con los que se distribuye la coparticipación de impuestos.
Hay una respuesta que todavía no tenemos: ¿dónde empieza y dónde termina el oficialismo? ¿Y la oposición? De esta incógnita depende que Milei pueda llevar adelante las reformas que se requieren para que en la Argentina haya inversión externa directa y flujo de dólares. Es muy difícil imaginar de dónde vendrán los fondos que necesita el país, que son importantes cuando hay un déficit en la oferta de dólares, cómo ha habido históricamente. Allí, en ese déficit, han anidado las sucesivas crisis económicas.
El paquete legislativo incluyó una reforma en el régimen de subsidios por discapacidad y un aumento en las jubilaciones, dos iniciativas que tomó la oposición en el Congreso para también tratar, y disimular, un reparto de recursos para las provincias en detrimento de la Nación.
El aumento en los haberes jubilatorios es un tema importante. Si uno se detiene en encuestas que indagan qué tiene en la cabeza la gente respecto del gobierno de Javier Milei, la política previsional está en el centro. Un trabajo de Casa Tres de Mora Jozami define que la peor medida llevada adelante por el Ejecutivo es el recorte a los jubilados.
Detrás, pero de manera más diluida, aparecen el aumento de tarifas, la confrontación permanente y la devaluación. El gran tema del que debe defenderse Milei y la Libertad Avanza es el trato que reciben los jubilados, del mismo modo que los grandes activos del Gobierno son la baja de la inflación y la motosierra, como exhibe otro estudio elaborado por Jozami.
El estudio permite hacer una caracterización gruesa del oficialismo de Milei: la política jubilatoria es lo más negativo y la política de precios lo más positivo. Hoy cuenta con otro motivo que respalda este último punto. Este lunes se conoció el porcentaje de inflación de junio, que cerró en 1,6% y se mantiene a la baja. La administración Milei tiene este retroceso de la inflación como único objetivo para las elecciones de octubre. Toda la política económica está orientada a alcanzar este objetivo.
Existe una explicación objetiva para que la política previsional se haya convertido en el aspecto más repudiable de la gestión de Milei. Un gráfico confeccionado por Fernando Marull muestra la evolución de la jubilación mínima -sin considerar bonos- desde diciembre de 2017 hasta junio de 2025, durante los gobiernos de Mauricio Macri, Alberto Fernández y Javier Milei. Si nos detenemos en la etapa Fernández, la jubilación mínima pasó, a pesos de hoy, de $490.000 a $280.000. Para ser justos, hay que responsabilizar también a Sergio Massa, quien se jactaba de ser el abanderado de los jubilados.
De haberse aplicado las fórmulas jubilatorias de Macri o Fernández la jubilación estaría entre los $454.000 y los $459.000. Entre diciembre de 2023 y junio de 2024, Milei aplicó su propia forma, que no incorpora la inflación de diciembre, y que llevó la jubilación a alrededor de $309.000. ¿De dónde surge la diferencia? Las otras dos fórmulas incorporaban, o hubieran incorporado, inflaciones altas de varios meses atrás.
La nueva fue introducida cuando el antiguo cálculo empezaba a beneficiar a los jubilados. Se produjo un pequeño recupero y luego se aplanó. Este es el ajuste en el haber de los jubilados al que ahora el Senado, con el impulso de los gobernadores, pretende agregar un 7,2% y llevarlo a $326.000. Es mucha plata en términos del gasto que le produce a la Anses, pero en términos de lo que le reporta a los jubilados, es mínimo.
En aquella diferencia reside el malestar que explica que en la encuesta de Mora Jozami la política más rechazada del gobierno de Milei sea el ajuste a los jubilados. Por eso también se vuelve más irritante y más repudiable que en las manifestaciones de queja frente a este recorte haya, además, represión.
Estamos entonces frente a un problema político importante, que es el deterioro en las jubilaciones que se produjo durante el gobierno de Alberto Fernández y que el gobierno de Milei no se dispone a reparar. Es más, planean vetar la aprobación de esta ley en el Congreso. El veto es desagradable.
Una encuesta realizada por Pulsar UBA, instituto que lidera Augusto Reina, indaga sobre si a la gente le gusta o no que el Presidente tome decisiones contrarias a lo que decide el Congreso, que es un órgano que representa la voluntad popular. La mayoría dice que no le gusta: 63% -el 22% está poco de acuerdo y el 41% está nada de acuerdo en que Milei le tuerza el brazo al Congreso-. 34% sí está de acuerdo -20% muy de acuerdo y 14% bastante de acuerdo-. Este primer golpe de vida muestra que hay una oposición a que Milei no acate la voluntad del Congreso.
Otro tramo de este mismo trabajo, con base en el mismo interrogante, nos cambia el panorama. El 53% de quienes votaron en 2023 a Patricia Bullrich está de acuerdo, contra un 45% que está en contra. Lo raro reside en que los que votaron a Milei están menos a favor del veto que los votantes de Bullrich: 46% está a favor, 53% en contra. El 83% de los votantes de Massa, por obvias razones, está en contra al igual que el 59% de votantes de otros candidatos.
El dato a destacar es que el Gobierno, evidentemente, cuando dice “voy a vetar”, está fidelizando a su propio votante. Su base electoral por lo menos adhiere, o tolera relativamente bien, que el Presidente diga: “Lo que decidió el Congreso, yo lo voy a corregir”.
Hay un ataque a la política fiscal, que es el corazón de la política económica de Milei, que es a la vez lo que le va a permitir ganar las elecciones en el mes de octubre, como prevén las encuestas. Por ende, si hay un cuestionamiento a la política fiscal, se está cuestionando toda la estructura de la política de Milei.
Hubo una especie de frente opositor de gobernadores, una rebelión. Ha habido un nivel de coordinación llamativo que hacía tiempo no se veía y pone en evidencia un problema histórico. Podríamos analizar la política argentina como un avance o retroceso de las provincias respecto al poder central, y viceversa. Por ejemplo, si tomamos a Néstor Kirchner, fue un avance, sobre todo apalancado en las retenciones que no se coparticipan. Ahora esto está en discusión y lo que vemos es un pacto de gobernadores que dicen que van a ir sobre la caja de Milei y se van a quedar con los ATN, que son una caja que está en manos del Poder Ejecutivo y surge de tomar el 10% de recaudación del Impuesto a las Ganancias. El Ejecutivo lo reparte como quiere. La excusa es atesorar es caja por si hay una emergencia. Pero en la práctica no ha sido así, sino que esos fondos han servido para compensar a provincias que tienen una coparticipación debilitada o para premiar la adhesión de algunos gobernadores o castigar la disidencia de otros.
El Senado dijo que la caja se va a repartir de manera automática según el índice de coparticipación que reciba cada provincia: 41,2% para el Estado Nacional y 58.8% para las provincias, que después se distribuyen entre ellas. Federico Sturzenegger le dijo a Luis Majul que no habría que vetarlo, sino que el Presidente tendría que aprobarlo porque lo que hicieron los gobernadores a través de los senadores fue modificar la coparticipación federal de impuestos por vía de una ley en el Congreso.
Ese antecedente le permitiría al Gobierno modificar la coparticipación por una ley. Pero hay un error del ministro, que habrá querido chicanear a la oposición, o no analizó bien el tema: lo que aprobó el Senado no es la coparticipación federal. Para modificar la coparticipación tiene que haber un acuerdo previo entre la Nación y las provincias, que debe ser aprobado por todas las legislaturas del país.
Por eso es una ley convenio, y está establecido en la Constitución. El Senado, en cambio, modificó la Ley complementaria permanente del presupuesto, donde están los ATN, que tradicionalmente se aprueba con la mayoría de las dos cámaras. Si el Presidente escucha a Sturzenegger y promulga la ley, tal vez cometa un error.
Hay un argumento más inteligente por parte del Ejecutivo frente a la oposición que es el que esgrime el jefe de Gabinete Guillermo Francos. Él dice que si las provincias se van a quedar con los recursos automáticamente sin que puedan ser usados discrecionalmente, pierde el sentido originario por el cual se armó la caja: asistir a emergencias, como la que tuvo Bahía Blanca con las inundaciones. Los gobernadores podrían defenderse diciendo que le dejan al poder central el 41% de la plata, que es mucho.
Los gobernadores se quejan de que el Estado Nacional suspendió cualquier transferencia a las provincias, como los fondos para políticas educativas, de salud o de seguridad. Pisaron la caja y no se mueven de ahí y, se quejan los gobernadores, de que además les piden que bajen impuestos. Por eso quieren tomar la caja ellos.
Con picardía, el Gobierno exageró el problema de la relación con Victoria Villarruel para ocultar la crisis con los gobernadores, que es más grave. El Gobierno ya venía con un problema que quedó desplazado con esta discusión: el avión que llegó a Aeroparque el 26 de febrero y pasó su equipaje sin revisión de la Aduana. No sabemos que había en las valijas, ni si hubo un intento de la Policía Aeronáutica de revisar, que es una versión que empieza a circular ahora. Lo que sí sabemos es que el Gobierno se hace cargo de la explicación de Juan Pablo Pinto, que es un empleado de la empresa dueña del avión, quien dijo que traía artículos personales, entre ellos, juguetes para sus hijos.
Es interesante que aparezca Pinto porque es una figura semiconocida. El 25 de mayo de 2023 llegó por primera vez a la Argentina el avión presidencial que compró Alberto Fernández. Cuando llegó a Aeroparque hubo un vuelo rasante que ocasionó un escándalo y que llevó a que Leonardo Barone, comandante de la flota presidencial, tuviera que renunciar. El copiloto era Juan Pablo Pinto. Es decir que quien hoy se hace cargo es un expiloto presidencial que protagonizó aquel escándalo.
Lo importante es que el Gobierno pone el eje discursivo en la pelea con Villarruel porque hay un problema con los gobernadores. ¿Los gobernadores vieron un gobierno débil, vapuleado por un escándalo, que empieza a tener una política económica discutida por los efectos recesivos? ¿O acá pasó otra cosa más razonable?
Los gobernadores vieron un gobierno que está por ganar las elecciones y quieren cortarle el paso ahora, y sacarle la caja de los ATN, porque después de octubre no lo agarran más. Si La Libertad Avanza se convierte en “La Libertad Arrasa”, como dijo Milei, el Presidente se va a ensoberbecer y volver más mandón de lo que es. Va a estar parado en la loma y ahí sí va a haber un avance de la Nación sobre las provincias convalidado por el voto popular.
Más allá de que en el Congreso va a seguir en minoría porque viene de una cantidad de diputados y senadores ínfima. Aún con una muy buena elección podría llegar a 80 diputados, que no le alcanzan. Sigue teniendo que componer un oficialismo. Pero sería un gobierno mucho más seguro de sí mismo y agresivo frente a los que quieran desafiarlo.
Es muy probable que esta aprobación de las leyes en el Senado tenga que ver con una especie de captura preventiva frente a un gobierno que los gobernadores, por las encuestas, ven que se va a agrandar.
Hay otros motivos también. A los gobernadores no les gusta para nada que La Libertad Avanza les instale candidatos para las legislaturas locales, muchas veces con un discurso tan agresivo como es el estilo de este oficialismo, insultando a los gobernadores. Hay gobernadores que se ven tratados de narcotraficantes por los candidatos de la Casa Rosada, que después les pide apoyo en el Congreso para aprobar las leyes o para evitar que algunas leyes se aprueben.
Todo esto sigue siendo el mismo problema. La incógnita que ahora se proyecta sobre las relaciones federales es cuál es la estrategia para armar un oficialismo. No debería extrañar si aparece de nuevo algún protagonismo de la Corte Suprema de Justicia en todo esto, porque hay gobernadores que quieren ir a la Corte. Algunos por el fondo de obras públicas, sobre todo por el estado de las rutas; provincias petroleras que quieren ir porque consideran, frente al fallo de la jueza Loretta Preska, que el 25% de las acciones petroleras son de ellas porque se las dio Cristina. La Corte va a volver a ser protagonista, ahora de la polémica federal, por varias vías.
Esta es la agenda que se abre a partir de la inminencia de unas elecciones que ponen en juego el poder de la Nación frente a las provincias. Este ciclo empieza en las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre, que tienen como primera novedad que Milei dio como instrucción que quiere a todo Pro adentro. Por lo tanto, el operador, el gerente de Karina Milei en la provincia, que es Sebastián Pareja, tiene que llevar ese resultado. Esto quiere decir que, de alguna manera, habrá que arreglar con los intendentes de Pro que no quieren ir con La Libertad Avanza.
En general, es gente ligada a Jorge Macri, que está peleado con el gobierno nacional, más que a Mauricio Macri. Es la intendenta de Vicente López, Soledad Martínez; es el intendente de Junín, Pablo Petrecca. Esa es la negociación que falta, que llevan adelante el entrañable “Pucho” -Cristian Ritondo- y Diego Santilli. Es una negociación rara porque ellos ya están dentro del oficialismo.
En alguna medida, negocian para Pro y también para ellos. Dicen que a Ritondo le han dado cantidad de posiciones en el PAMI de la provincia de Buenos Aires. También logró poner como delegado de la SIDE en Uruguay a Vicente Ventura Barreiro, que es alguien al que Patricia Bullrich echó por coimas del Ministerio de Seguridad de este gobierno. Le inició una denuncia penal porque el jefe del Servicio Penitenciario dijo que había pedido coimas para proveedores. Santilli ya tiene un hombre propio, que es José Luis Acevedo, en Ciencia y Tecnología.
Quiere decir que hay una disputa de poder entre Pro y La Libertad Avanza, probablemente debilitada por los intereses particulares de Santilli y de Ritondo. Pero eso es anecdótico. Lo importante es que, si hay un acuerdo para la elección provincial de septiembre, muy probablemente va a ser extendido a la elección nacional: la lista que va a encabezar José Luis Espert, donde seguramente habrá tres o cuatro lugares para Pro, que los van a cubrir entre Santilli y Ritondo.
¿Es posible que haya una lista de unidad de Pro y La Libertad Avanza en la provincia, y que haya una disputa en la Capital porque Jorge Macri quiere resistir un acuerdo con LLA? Aparentemente no. Se va a imponer la posición de Mauricio Macri: ir a un acuerdo con Milei. ¿Va a haber alguien de Macri detrás de Patricia Bullrich como candidata a senadora? Probablemente sea lo que más hay que esperar. Sorprendería que no fuera así.
Milei dijo que quiere a todo Pro adentro, pero también afirmó que a Macri lo quiere jubilado, viajando por el mundo. Que el único lugar donde puede aportar es ese y no conspirando en Buenos Aires., Para Milei el cielo de la derecha tiene que tener un solo sol: él. Por eso quiere a Macri como una especie de embajador itinerante.
La pregunta sigue siendo la misma: ¿qué oficialismo se va a formar en la Argentina para hacer las reformas que necesita hacer Milei, para que esta política económica tenga alguna sustentabilidad de largo o mediano plazo, en un mundo donde la inversión se vuelve resbaladiza e incierta? Trump está enloqueciendo al planeta porque ha decidido usar los aranceles como un arma geopolítica. Ya le acaba de decir a Putin que, o arregla en 50 días el conflicto con Ucrania, o los aranceles van a ser para Rusia del 100%. Y le acaba de decir a Lula da Silva que, como están juzgando en la Corte a su amigo Jair Bolsonaro, le pone aranceles del 50% para los productos brasileños que entren a Estados Unidos. Los aranceles tendrían una función disciplinaria, política, casi parecida al embargo a Cuba.
Los primeros que lloran son los bolsonaristas porque esos productos castigados son el café, el sector agropecuario, y las industrias sofisticadas de San Pablo, Toda una base de adhesión a Bolsonaro. Además, Lula se está envolviendo en la bandera nacionalista, diciendo que los Bolsonaro traicionan a Brasil porque sus amigos castigan al país con estos aranceles. Hipótesis: no vaya a ser que, por ayudar a Bolsonaro, Trump logre que el año que viene Lula -o su candidato- termine ganando las elecciones con más facilidad de la que se suponía. Eso ya pasó en Canadá: la agresión a Justin Trudeau hizo que el candidato menos pensado, Mark Carney, que es, como Trudeau, del Partido Liberal, ganara las elecciones.
Un mundo complicado, un mundo incierto. El gran agente de esa incertidumbre: Donald Trump. Un gobierno como el de Milei, que necesita dólares que vengan de la inversión, además de un mundo más tranquilo, necesita un oficialismo estable.
16/07/2025 a las 10:40 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Señales cruzadas entre Bullrich y Milei: de qué hablaron en el desayuno en Olivos
Silvia Mercado
Fuente: El Cronista
(*) Notiar.com.ar
14/7/025
Para muchos fue la prueba contundente de que el Presidente le ofrecía a la ministra de Seguridad la candidatura a senadora nacional por la Ciudad de Buenos Aires, lo que supone -en principio- una aceptación de un cargo que no le interesa a la funcionaria. Pero otras cuestiones son, a esta altura las cosas, mucho más importantes. «Para octubre falta mucho», le dijo a El Cronista.
Sucede que la cúpula del Gobierno comprendió la importancia de tener un operador propio en el Senado, donde las negociaciones se manejaron siempre desde afuera, con los equipos de Guillermo Francos y de Santiago Caputo. Los intentos del experimentado salteño Juan Carlos Romero por hacerse de ese lugar fracasaron siempre.
Y la política en la Cámara alta nunca encontró un interlocutor: por distintas razones, ni Victoria Villarruel ni Bartolomé Abdala (viceprimero del Senado), tampoco Ezequiel Atauche (presidente del bloque LLA) tuvieron el respaldo de Casa Rosada.
«El Gobierno está a la espera de la victoria en las elecciones de medio término y no tiene estrategia para llegar a octubre. Transmite que serán meses muy difíciles, pero no hace nada para tramitar el mientras tanto», comentó un senador de experiencia, uno de los tantos que no tiene en claro si está en el oficialismo o en la oposición.
La figura de Patricia, piensan en su entorno, será para suplir ese vacío o -como dicen- «para tener una espada en estos meses de ambigüedad».
De hecho, la ministra le aseguró a su equipo que la conversación habrá ido por el diseño de una estrategia política viable para los próximos meses. Hubo acuerdo en que lo más importante es evitar que se bloqueen los vetos, o sea, que se hace imprescindible negociar. Cumplir y negociar. Porque el grave problema que tuvieron hasta aquí los negociadores es que las necesidades del déficit fiscal cero impidieron que las promesas a los gobernadores se hagan realidad.
Son tantos y tan profundos los cambios, que ningún embate podrá frenarlos.
Con Javier defendemos ese rumbo frente a los de siempre, que quieren romper todo con tal de volver al poder.
«Hay un claro desplazamiento de Caputo de la discusión política frente a Milei», se ilusionan los bullrichistas, que ven en el joven asesor un intento permanente de quedarse con Seguridad. Y se preocupan por Karina. «No creemos que le caiga muy bien un
En el edificio de la calle Gelly y Obes ven dos mundos paralelos, el de la campaña y el de la gestión, que colisionan por las estrategias distintas que necesitan. Quizás por eso, Milei le pidió a Bullrich que salga a defender al Gobierno aún en áreas que no le competen, cosa que viene haciendo sin pedirle permiso a nadie. Digamos todo.
LAS MASITAS
Lo de las masitas es otro capítulo. La ministra se dio cuenta de la afición por los dulces del presidente y le lleó unas masitas secas para un encuentro en Olivos. Tanto le gustaron unas en particular, que se las llevó cada vez que desayunaron (a las 10 de la mañana, una vez cada 15 días), casi como una madre.
En la soledad de un domingo por la mañana en la Residencia Presidencial despunta -muy tímido- un nuevo diseño del Gobierno. Si Bullrich tendrá el espacio que le promete Milei o no en la estrategia política, está por verse.
16/07/2025 a las 10:42 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Milei en una encrucijada
Gabriel Solano
Prensa Obrera
15/7/025
La semana pasada fue una semana especial porque el gobierno tuvo, después de mucho tiempo, una derrota en el Congreso que muchos medios caracterizaron como aplastante. Y no es una exageración decirlo, en el sentido que fueron muchas leyes que se votaron contrarias al propósito del gobierno; algunas de ellas impulsadas por los gobernadore. Básicamente en este punto había dos temas: uno que tenía que ver con cómo se coparticipa un impuesto a los combustibles, que fue lo que más creció la recaudación del Estado, y otro es la distribución de lo que se llama los ATN, que son los aportes del Tesoro Nacional a las provincias; es plata del Tesoro Nacional que se distribuye de una manera bastante arbitraria por fuera de la coparticipación -está esto regido de una manera muy estricta por una ley- y que el gobierno en general lo que hace ahora es no repartir nada y de ese modo han caído mucho los ingresos de las provincias y al caer los ingresos de la provincia también eso después se manifiesta en un ajuste a la salud, a la educación, porque tanto la salud como la educación componen los gastos provinciales más importantes, porque en Argentina son servicios públicos que están en manos de los Estados provinciales y ya no del Estado nacional.
Pero junto con estas dos leyes aparecían otras que tienen reivindicaciones populares importantes: un aumento para los jubilados, que es muy módico, eso hay que decirlo, es un aumento del 7% aproximadamente que para la mayoría de los jubilados -que cobran la mínima- estamos hablando de realmente poco dinero, hoy las jubilaciones están en $300.000, el 7% estamos hablando de $21.000. Y junto con esto, un incremento del bono de los $70.000 actuales a $110.000, quiere decir que para una inmensa masa de jubilados, unos 5 millones aproximadamente, lo que votó el Congreso es un aumento de $60.000. No estamos hablando de mucho dinero, uno divide $60.000 por los 30 días del mes y quedan $2.000 diarios. Nadie piensa que un aumento de este tipo es un aumento que va a sacar a los jubilados de la pobreza, es solamente un pequeño aumento en un cuadro de un ajuste general.
Pero además había una ley que vuelve a restablecer la moratoria jubilatoria por dos años, una moratoria que el gobierno canceló con un argumento que es absolutamente inapropiado, que es decir que los jubilados que tienen la mínima, la mayoría de ellos sin los 30 años de aporte, no es una jubilación sino que es un plan social, porque no tienen los años de aporte correspondientes, ignorando, o mejor dicho, omitiendo, que quien no tiene los años de aporte no es porque no trabajó -difícilmente una persona llegue a los 65 años de edad sin haber trabajado porque son personas trabajadoras, no tienen capital, ¿de qué vivieron toda su vida?-, sino que lo que sucedió es que trabajaron de manera no registrada, con menos derechos que el resto de los trabajadores, sin derecho al aporte previsional -por eso no tienen los años-, sin derecho a la jubilación, a una obra social, es decir, que ya fueron perjudicados en su vida de trabajo activo y ahora lo son en su vida de trabajador pasivo, como se llama al jubilado, pero sí se votaba restablecer la moratoria por dos años.
Luego una cantidad de reclamos que tienen las personas con discapacidad y los trabajadores que atienden a personas con discapacidad que cobró forma de una ley que también tiene aspectos positivos y otros que no son tan positivos; por eso hubo un apoyo del movimiento de discapacidad a que se apruebe esta ley. Fue un apoyo crítico, porque no están todas las demandas establecidas en ese proyecto.
El gobierno rápidamente salió a decir que iba a vetar todo esto en un discurso realmente nefasto de Javier Milei en la Bolsa de Comercio, con todo lo simbólico que tiene, porque va a la Bolsa de Comercio, donde están los especuladores financieros, están los que viven del esfuerzo de los laburantes apropiándose de la plusvalía que genera el trabajador, un tipo que especula la bolsa con una acción o un tipo que especula con un título público y en ese discurso dijo «¿qué voy a hacer yo con todas estas leyes? Las voy a vetar». Y lo dijo al estilo de Javier Milei, como de alguna manera jactándose de quitarles a los jubilados $60.000 -que no es nada-, de quitarles a las personas con discapacidad los derechos, que estarían en esta ley. Entonces son todos ataques a los trabajadores que el gobierno quiere llevar adelante por medio de estos vetos que anunció.
Ahora acá aparece un problema político de fondo, que es el que tenemos que analizar, porque ¿qué es lo que sucedió en el Congreso para que estas leyes que estaban paradas se terminen aprobando? Lo que sucedió es que los 24 gobernadores del país sacaron un documento y van todos, desde Kicillof, pasando por Jorge Macri o pasando por los que están más ligados del peronismo a Milei, como algunos que posan de más opositores, con todos los radicales, los 24 la totalidad, reclamando justamente la coparticipación de los impuestos, los combustibles y también el aumento de los ATN. Y a partir de ahí, como el gobierno no quiso negociar, le dieron a sus senadores, y antes a sus diputados, el mandato de avanzar en estas leyes. Cuando uno va a ver la votación más precisa que hubo, la votación tiene sus complejidades porque no todos votaron del mismo modo y como para hacer valer un veto no hace falta tener la mayoría, alcanza con 1/3 de una de las dos cámaras, o la de diputados, o la de senadores, con 1/3 de una de las dos cámaras el veto ya queda firme y empezó una negociación que es la que está en los diarios, que uno la puede leer ahora, con algunos gobernadores para que cambien el sentido de su voto, de manera tal de conseguir que los vetos que va a realizar Javier Milei cuando se cumplan los diez días hábiles de que se votó en el Congreso, esos vetos terminen finalmente prosperando.
Viendo lo que pasó en Argentina, en los últimos meses, donde los vetos de Javier Milei en general prosperaron, uno tiene que decir «¡cuidado! ¡cuidado!», porque los gobernadores pueden estar jugando sucio y agitan reclamos populares, hacen que simpatizan con reclamos populares, la jubilación, las personas con discapacidad, la universidad, los fondos para Bahía Blanca -después de la desgracia que tuvo en materia ambiental- para ir a negociar con el gobierno y una vez que logren con el gobierno la negociación que quieren darse vuelta y traicionar esos reclamos. Y uno puede pensar que eso no va a ocurrir porque alguien que votó de una manera no va a cambiar su voto, pero quien piensa de esa manera lamentablemente está equivocado. Hemos visto muchas veces cómo diputados o senadores cambian el sentido de su voto sin ningún tipo de problema, sin brindar ninguna explicación sobre la incoherencia del hecho, solamente por una orden política y esa orden política podría venir si los gobernadores consiguen lo que ellos están pidiendo.
¿Dónde está el problema de fondo? Porque si fuese tan fácil, Milei se va a salir con la suya. El problema consiste en que lo que reclaman los gobernadores, que es un poco más de presupuesto, básicamente, porque no difieren con el gobierno en una reforma laboral, no difieren con el gobierno en avanzar contra los jubilados y hacer una nueva reforma previsional, no difieren en el acuerdo con el Fondo Monetario. ¿En qué difieren? Difieren en cómo se distribuye el presupuesto del Estado para no ser ellos quienes paguen el peso más fuerte de la crisis, y además difieren en algunas reivindicaciones propias de los capitalistas instalados en sus provincias. Un caso es el gobernador Pullaro de Santa Fe, que se hace el progresista chocando en algunos puntos menores con Mercado Libre y con su titular Galperín, pero especialmente tiene una confrontación hoy con el gobierno porque se opuso a que se vuelvan a subir las retenciones para el agro. Ahora va a haber una exposición de la Sociedad Rural y aparece ese tema de cómo la Sociedad Rural y en general el capital agrario se posicionan frente al gobierno, porque volvieron a subir las retenciones y como el dólar aparte está atrasado, muchos sectores agrarios están reclamando o una devaluación o la reducción de retenciones o las dos cosas a la vez. Y varios gobernadores -Pullaro en primer lugar- aparecen como voceros de estos intereses. Pero no son los intereses populares, no es el interés del trabajador, del salario, de las condiciones de trabajo, de los jubilados, no, son intereses capitalistas. Entonces esos choques están planteados en muchos casos. Pero además el gobierno tiene una crisis porque si atiende reclamos provinciales de diverso tipo empieza a entrar en juego lo que ellos llaman el superávit fiscal, que aparece superávit fiscal como un punto clave para evitar una crisis mayor que podría finalmente expresarse una caída mayor de la cotización de los títulos públicos, lo cual plantearía que el gobierno no puede pagar la deuda y, si eso ocurre, sube el riesgo país y si sube el riesgo país Argentina se cierra todavía más el acceso a los mercados internacionales, es decir que empieza un problema político y económico más de fondo frente a un esquema económico precario, un esquema económico en el cual el gobierno tiene una crisis con el capital financiero, que a partir de lo que planteó la banca, Morgan dice «hacemos un impasse, salimos de Argentina, no tenemos seguridad que se pueda seguir pagando la deuda como se pagó, no tenemos seguridad que no haya una devaluación y perdamos lo que ganamos por el carry trade, entonces nos vamos». El único punto fuerte que tiene este superávit fiscal, bastante trucho, por cierto, pero como hemos explicado en otros editoriales, ese superávit no cuenta los intereses de deuda que se pagan porque se deja para el final y de contarse ya sin superávit no sería tal.
Pero incluso admitiendo la tesis del gobierno, si uno empieza a atender reclamos de diverso tipo, tenemos una crisis y además aparece una crisis política. ¿Cuál es el carácter político de la crisis? Que muchos gobernadores quieren llegar a un acuerdo con La Libertad Avanza para las elecciones nacionales de octubre y en los casos que haya elecciones provinciales para las elecciones provinciales que van a tener en diferentes momentos, algunas pegadas a la nacionales, otras anticipadas. Y La Libertad Avanza tiene un debate interno: si va un acuerdo con los gobernadores o si en cambio arma listas propias. Ese acuerdo está, por ejemplo, en el caso del Chaco, en su momento hizo un acuerdo con el gobernador radical, pero en el caso de la Ciudad de Buenos Aires no, fue en una lista contra Jorge Macri. Hay un debate interno dentro del gobierno, es decir, que los gobernadores, y esto es importante tenerlo en cuenta, lejos de una oposición contra Milei lo que quieren es negociar algunos pesos, representar frente a Milei intereses capitalistas locales y después un acuerdo electoral, una parte de ellos. Entonces es evidente que confiar que los gobernadores van a ser, digamos, el sector político que derrota a Milei o que defienda consecuentemente los intereses populares contra Milei es un grave error. Incluso no podemos sostener que este veto finalmente no prospere porque un gobernador se termine dando vuelta y eso podría ocurrir tranquilamente.
¿Entonces, cuál es la conclusión de esto? La conclusión que tenemos que sacar de acá es que nosotros enfrentamos un régimen político no solamente a Milei y ese régimen lo tiene evidentemente a Milei en el vértice, es el principal factor político de la clase capitalista contra los trabajadores, pero que no gobierna solo, como hemos dicho muchas veces, gobierna con un Congreso, gobierna con un Poder Judicial también que tiene influencia de diferentes fuerzas políticas, gobierna en un esquema de gobernadores e intendentes y ese esquema económico y ese esquema político hoy sostienen la política y por lo tanto, incluso para sostener las reivindicaciones mínimas, porque son realmente mínimas, que se consiguieron en las votaciones de Congreso lo que hay que desenvolver es un planteamiento de lucha independiente y no estar atrás de tal o cual gobernador, porque este es un camino de derrota.
El ejemplo es la marcha del Garrahan del jueves, que sería la lucha consecuentemente para derrotar ese ajuste; el ejemplo son las luchas que dan los docentes de la provincia de Buenos Aires contra el gobierno de Kicillof. Es decir, ese es el camino que tenemos que seguir, porque en esta situación que enfrentamos la pelea intercapitalista se puede incluso agravar, en tanto la crisis cobra un volumen mayor, no va a ser de ahí donde los trabajadores puedan apoyarse en uno u otro sector para defender sus derechos, sino es a partir de una acción histórica de los trabajadores.
16/07/2025 a las 10:45 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
La inflación sigue licuando los salarios, gracias al ancla de Milei contra los trabajadores
Marcelo Mache
Prensa Obrera
15/7/025
El Indec acaba de difundir la inflación de junio, con una suba del 1,6% promedio y un acumulado del 15,1% para lo que va del año, algo que es “celebrado” por el gobierno nacional como una desaceleración inflacionaria que no ha servido para recuperar el poder adquisitivo de los salarios –como se prometió- sino más bien para todo lo contrario: anclar los salarios a la baja, ajustando aún más a la población trabajadora.
El dato se desprende del Índice de precios al consumidor (IPC) de junio del 2025, publicado por el organismo oficial, donde además se destacan fuertes subas en rubros como Educación (3,7%), Vivienda y servicios (3,4%), Recreación y Cultura (2,5%), Salud (2,2%), entre otros.
La suba significativa en el ítem Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles ataca de lleno a los bolsillos de los trabajadores, tratándose de gastos que las familias obreras no pueden suprimir ni eludir.
El seguimiento atento de la inflación como práctica de la población argentina no responde a un interés académico sobre la macroeconomía, sino al deterioro de su poder adquisitivo establecido por la evolución de los precios respecto de los salarios.
La apuesta económica del gobierno ha sido desacelerar la inflación al costo de pisar los salarios y destruir el consumo, con su política de techo del 1% a las negociaciones paritarias y gracias a la colaboración de la burocracia sindical que ha facilitado la imposición de este ajuste.
Tal es así la cosa que la Canasta Básica Total del mes de junio –que no integra alquiler ni vivienda- se ubicó en los $1.128.398, contra el salario promedio de las remuneraciones registradas (Ripte) de $ 1.428.661 para mayo, tomando como referencia a la porción más estable de los asalariados.
Si miramos hacia abajo tenemos que en gremios masivos como Comercio los salarios iniciales promedio (incluido presentismo y sin descuentos) oscila el millón de pesos, es decir que se reconoce que se trata de salarios de pobreza. El gobierno, en su momento, intervino no homologando aumentos del gremio que superaban escuetamente la pauta oficial, así como lo hizo en varios gremios.
Cabe agregar que todo este esquema de ajuste, incluso, se encuentra subordinado al endeble plan económico del gobierno nacional que avanza hacia un precipicio debido a su insostenibilidad, con nuevas devaluaciones y saltos inflacionarios confiscatorios sobre la población trabajadora, como resultado de la falta de dólares y la crisis de la bicicleta financiera de Caputo. Esto impactaría en una suba generalizada de los combustibles y los precios, dejando aún más rezagados a los salarios.
El gobierno nacional es el primero en aplicar esta política de ajuste sobre los trabajadores a su cargo, que se expresa en el deterioro de los salarios a cargo del Estado nacional, y que repercute en un vaciamiento de la salud, los servicios del Estado y la educación pública, que a su vez también es trasladado por los gobernadores a las provincias. De allí la respuesta de los trabajadores del Garrahan contra el vaciamiento y el ajuste en salarios, con una movilización masiva convocada para este jueves 17 a Plaza de Mayo.
El plenario obrero nacional del 16 de agosto, convocado por el sindicalismo combativo y el clasismo, tiene planteado discutir cómo intervenir en la actual etapa para enfrentar el ajuste en marcha de Milei y contra los bloqueos de la burocracia sindical que actúa aislando las luchas y entregando a los trabajadores.
Para que los salarios le ganen a la inflación y para defender las condiciones laborales y el trabajo es necesario derrotar la ofensiva patronal que encarna Milei y sus colaboradores, y que tiene a todo el arco político patronal, con peronistas y radicales, parados en la misma vereda. Echemos a Milei en defensa de los trabajadores.