Por Hernán Andrés Kruse.-
El 29 de mayo se cumplió el centésimo quincuagésimo primer aniversario del nacimiento de un relevante escritor, filósofo y periodista británico católico. Gilbert Keith Chesterton nació en Londres el 29 de mayo de 1874. Dio comienzo a su educación preparatoria en Colet Court (1881-1886). En enero del año siguiente ingresó en un colegio privado situado en Hammersmith Road (St. Paul). Luego se dedicó a estudiar dibujo y pintura en la Slade School of Fine Art (1893-1896). En esa época se interesó por el ocultismo. Luego de abandonar los estudios universitarios comenzó a trabajar en diferentes periódicos como editor de literatura espiritualista y teosofía.
En su juventud fue un agnóstico militante. Con el paso de los años retornó a la religión de sus primeros años, el anglicanismo. Publicó un ensayo titulado “¿Por qué creo en el cristianismo?” para refutar la idea del superhombre planteada por Nietzsche y seguida por Shaw y Welles. A comienzos de la década del veinte del siglo XX mantuvo una constante correspondencia con Maurice Baring, el Padre John O´Connor (fue quien más influyó sobre Chesterton en esta etapa de su vida) y el Padre Ronald Knox. En 1922 hizo su ingreso a la Iglesia católica. Su conversión al catolicismo fue tan relevante como la del cardenal John Henry Newman o la de Ronald Knox (fuente: Wikipedia, la Enciclopedia Libre).
Buceando en Google me encontré con un ensayo de Tomás Baviera (Prof. Titular del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Politécnica de Valencia-España-2024) titulado “El legado de Chesterton. Una aproximación a su pensamiento en el 140 aniversario de su nacimiento”. Es una magnífica semblanza de Chesterton.
“En este año 2024 se celebra el 150 aniversario del nacimiento de Gilbert Keith Chesterton. Este periodista jovial, como lo caracterizó su mujer, rezumaba alegría de vivir y un humor inteligente. Podríamos decir que su especialidad periodística era el “periodismo de ideas”. Chesterton fue un consumado columnista. Comenzó escribiendo reseñas de libros, luego pasó a publicar artículos sobre temas triviales, y terminó hablando ampliamente sobre los dos ámbitos más susceptibles de polémica: la política y la religión. Ejerció de periodista en el Londres de principios del siglo XX, cuando el Imperio Británico dominaba la geopolítica y la industria inglesa marcaba el rumbo económico a nivel mundial. Chesterton fue un personaje muy popular en vida. Además de escribir en varios periódicos, también publicó novelas, ensayos y poesía. A Chesterton le gustaba jugar con el lenguaje y mirar la realidad desde una perspectiva poética. Al final de su vida participó en algunos programas emitidos por la incipiente BBC. Su voz, sus juegos de palabras y su alegría contagiosa llegaron a mucha más gente gracias a la radio.
Chesterton murió en el año 1936. En la misa de su funeral el padre Ronald Knox señaló el recuerdo que dejaría para la posteridad: “Podemos asegurar casi con toda certeza que será recordado como un profeta en una era de falsos profetas”. En el Antiguo Testamento el profeta no era quien “vaticinaba” el futuro, sino el que hablaba en nombre de Dios. Muchas veces al profeta le tocaba decir cosas “políticamente incorrectas”. También los profetas que la Escritura considera como “falsos” hablaban invocando el nombre del Dios de Israel, pero en realidad, no decían lo que Dios les había comunicado sino lo que el rey y el pueblo querían oír. Si Knox tenía razón en aquel funeral, la predicación de los “falsos profetas” debió de ser una grave amenaza en la primera mitad del siglo XX, y la lectura de Chesterton tuvo que abrir la puerta a perspectivas de vida más esperanzadoras. A diferencia de los “falsos profetas” de la Sagrada Escritura, Chesterton apenas reivindicaba la autoridad de Dios en sus intervenciones. No reclamaba una iluminación divina especial ni una revelación misteriosa. Le bastó invocar el sentido común y esgrimir la razón. A Chesterton no le interesaba quedar bien “ante la galería” o demostrar sus habilidades retóricas, que eran muchas; a Chesterton le interesaba ante todo buscar la verdad, y puso sus talentos al servicio de esta verdad para compartir con sus lectores lo que había descubierto.
Chesterton vivió una época de transición en el concepto de razón. Desde el siglo XVII había ido cuajando la idea de que el verdadero conocimiento sólo podía provenir del método científico. La razón había encontrado un camino seguro y contrastable hacia la certeza. Únicamente lo que pudiera ser verificado de forma rigurosa por la ciencia sería considerado válido por la razón. Un planteamiento así tendía a relegar en el campo de lo opinable todo aquello que no pudiera ser “medido”. A finales del siglo XIX unas pocas mentes lúcidas avisaron del destino al que podía conducir este camino, el cual se hizo totalmente patente al final de la Primera Guerra Mundial. Una de estas mentes fue Friedrich Nietzsche. A este autor se le recuerda también con cierto aire de profeta. Nietzsche anunció la muerte de Dios. Lo hizo a un mundo que invocaba el nombre de Dios pero que ya no creía en Él. Nietzsche identificó muy bien el problema y sacó las consecuencias lógicas, adelantándose a las desgracias que sucederían en el siglo XX. Sin la realidad de Dios, los valores pierden su fundamento objetivo; ahora bien, si la sociedad requiere de unos valores para estructurar las relaciones entre las personas, y resulta que esos valores carecen de consistencia interna porque no pueden conocerse objetivamente porque no son “hechos medibles”, entonces la explicación que le queda a Nietzsche apunta al poder. Son los que ejercen el poder quienes establecen lo que está bien y lo que está mal, lo que se considera aceptable y lo que se considera descartable.
Esta idea florecerá en la segunda mitad del siglo XX, siendo quizá Michel Foucault el principal valedor de esta corriente. Este enfoque asigna una nueva misión a la razón: la de desenmascarar los “juegos de poder” que controlan el comportamiento social. Nietzsche muere en el año 1900. Más o menos, es la época en que Chesterton comienza su actividad pública. Los dos percibieron el problema grave de la razón. Pero si Nietzsche puso las bases para lo que después se desarrollará como razón posmoderna, Chesterton tuvo la habilidad de recuperar la capacidad de la razón que la modernidad había descartado: la apertura al misterio. Chesterton integró la razón dentro del misterio. Esto le permitió razonar sobre el bien y distinguir con precisión lo bueno de lo malo, y también diferenciar entre el bien auténtico y el bien aparente. Chesterton recuperó a la razón -por así decir- completa: la que es capaz de razonar científicamente sobre las cosas y la que es igualmente capaz de gozar con la bondad de la realidad. Vamos a recorrer la vida de Chesterton para ilustrar cómo hizo posible este giro chestertoniano de la razón. Distinguiremos dos puntos de inflexión que conviene contextualizar bien para comprender la trascendencia de su evolución personal e intelectual. El primer momento tiene lugar cuando está estudiando en la universidad, y el segundo corresponde a su conversión al catolicismo a la edad de 48 años”.
INFANCIA Y JUVENTUD
“Chesterton nació en el año 1874 en Kensington, un barrio próximo al Hyde Park de Londres. Su padre era un agente inmobiliario con alma de artista. Le gustaba pintar, había leído bastante literatura, se sabía de memoria numerosos pasajes del mejor teatro inglés y le encantaba contar historias. En el estudio de su casa se acumulaban acuarelas, modelados y vidrieras, la mayoría sin terminar. Chesterton cuenta en su autobiografía que su primer recuerdo de niño fue un teatro de juguete en el que su padre representaba una historia maravillosa de un príncipe que acudía al rescate de una princesa encerrada en un castillo. Para Chesterton, su padre resultó una figura fascinante por la creatividad y alegría que irradiaba. Gilbert fue el segundo hijo de la familia Chesterton. La hermana mayor le llevaba 5 años. Murió con 8 años. Cuando Gilbert tenía 5 años, nació su hermano pequeño, Cecil. Gilbert comentó entonces que por fin tendría una audiencia. Cecil fue su compañero de juego, pero sobre todo fue su compañero de debate. Nunca se pelearon, pero siempre estuvieron discutiendo.
Otra de las cosas que hacía el padre de los Chesterton era leer cuentos de hadas a sus hijos. Hubo uno que dejó una profunda huella en Gilbert: La princesa y los trasgos, escrito por George MacDonald. La historia cuenta las aventuras de una princesa y un joven minero que tienen que hacer frente a unos trasgos malvados que habitan en la montaña y que desean raptar a la heredera del trono. Los dos protagonistas se verán ayudados por una mujer misteriosa que vive en el torreón del castillo. Al cabo de los años Chesterton escribió la introducción a un libro sobre George MacDonald, el autor de aquella historia infantil. En el primer párrafo Chesterton afirmó que el cuento de La princesa y los trasgos había marcado una diferencia a toda su existencia al ayudarle a ver las cosas de una cierta manera desde el principio.
De todas las historias que Chesterton había leído -y hay que mencionar que fue un voraz lector-, aquel cuento de fantasía sobre una princesa, un minero y unos trasgos sobresalía como la narración más realista que había conocido. Aquí se ve una de las cualidades del estilo de Chesterton: el gusto por la paradoja y la hipérbole. En el caso del cuento de MacDonald la “realidad” que Chesterton percibió no fueron los trasgos ni la magia de la dama del torreón. Esos eran elementos imaginarios. Pero lo que no era fantasía fue el contenido moral. En el cuento había una diferencia entre el bien y el mal, los protagonistas tenían que tomar decisiones difíciles, y la opción por el bien valía la pena aunque hubiera que pagar un precio alto. El Chesterton niño descubrió en el cuento infantil de MacDonald la dinámica moral básica. Este aspecto sería algo que después echaría de menos cuando leyera la literatura seria de la época. Unas veces el cinismo moral, otras el pretendido naturalismo, y la mayoría de las veces el agnosticismo religioso fueron ahogando progresivamente la verdad moral que tan nítida había sido percibida en la narración de la princesa y los trasgos.
El padre de Gilbert apenas podía imaginar el impacto que aquella lectura nocturna iba a tener en el corazón de su hijo. A los 12 años Chesterton comenzó la escuela secundaria. No destacó en clase. Más bien, habría que decir que hizo todo lo posible por ser el último de la clase. Esta actitud cambió cuando aparecieron los primeros amigos con los que compartió su amor por la literatura. Se entendían tan bien que crearon el Junior Debater Club, el JDC. Tenían sus reuniones formales, organizaban actividades culturales y publicaron una revista literaria. Chesterton disfrutó enormemente esos años, en los que comenzó a aflorar una gran creatividad y un fin sentido por la crítica literaria”.
EL GIRO CHESTERTANO
“En 1892 Chesterton dejó el colegio. Muchos de sus mejores amigos fueron a Oxford a estudiar, y allí continuaron con una animada vida cultural. En esas actividades se acordaron mucho de Chesterton y de lo mucho que disfrutaría allí, pero la realidad es que el joven Gilbert les echaba mucho más de menos a ellos. Chesterton se matriculó en la Slade School de Bellas Artes, de la University College London. Quería desarrollar su habilidad artística como pintor. Sin embargo, se encontró con un ambiente muy diferente al que había disfrutado en el colegio. En la Slade School Chesterton conoció gente con planteamientos vitales deprimentes y tuvo que escuchar ideas profundamente nihilistas. Recuerda aquellos meses con expresiones duras. Describió ese ambiente como una “anarquía moral” y un “suicidio espiritual”. Tenía la sensación de “haber permanecido en los abismos del pesimismo contemporáneo”.
Los artistas impresionistas se encontraban en la vanguardia de los nuevos estilos, y Chesterton conoció esta tendencia en la Slade School. En su Autobiografía, utilizó esta escuela de pintura para ilustrar lo que su alma estaba experimentando. De la misma forma que los impresionistas ponían el foco en la percepción del observador hasta el punto de diluir en el lienzo las formas de las cosas, Chesterton tenía la sensación de que las ideas a las que estaba siendo expuesto estaban diluyendo toda la realidad. En particular, la distinción entre el bien y el mal parecía carecer de sentido. Estas ideas impactaron el corazón del joven estudiante y le generaron una gran desorientación. Un ejemplo extremo de esta confusión moral se refleja en su tentativa de conectar con los espíritus mediante la güija.
Aquella época supuso un oscurecimiento de la vitalidad y la creatividad de nuestro autor que tanto había florecido unos años antes. En la Slade no pudo recurrir a la fe para hacer frente a esta ola pesimista. Sus padres le habían bautizado en la Iglesia de Inglaterra, pero la práctica religiosa de la familia resultó muy escasa. Por otro lado, la fe que pudo aprender en sus años escolares había sido transmitida, en su inmensa mayoría, por profesores agnósticos. Para el Chesterton de esos años, lo mismo que para muchos ingleses, la religión no era más que un convencionalismo social. De ahí que, al cambiar de ambiente social, la fe perdió su fuerza convencional. Chesterton tampoco pudo recurrir a la filosofía para sacar la cabeza de la ola pesimista que le rodeaba. Sus profesores universitarios se encontraban moldeados por esa visión impresionista en la que primaba la idea sobre la realidad. Los razonamientos se encontraban imbuidos de una lógica autorreferencial, en la que parecía que uno no salía de su mente.
La única vía de escape que Chesterton encontró fue la literatura. Quienes le salvaron fueron Charles Dickens, Robert Louis Stevenson y Walt Whitman. La lectura de estos y otros autores proporcionó el alimento a su corazón para no sucumbir al empacho de pesimismo intelectual al que estaba siendo sometido. Gracias a la bondad que halló en estas lecturas, Chesterton articuló por su cuenta una explicación que permitiera no perder lo que había aprendido en los cuentos de hadas. En la última obra que escribió, su Autobiografía, Chesterton se refirió a aquella explicación personalísima con la paradójica expresión de “teoría mística”, y la calificó de “rudimentaria y pésima”.
El núcleo de esta teoría consistía en afirmar que “la mera existencia reducida a sus límites más primarios era lo suficientemente extraordinaria como para ser estimulante”. Para ilustrar esta teoría, recurrió en su último libro justamente a uno de sus primeros poemas publicados. Allí evocaba la contemplación de un diente de león, una pequeña flor silvestre que se deshace al soplar sobre ella. Chesterton se preguntaba en aquella poesía de juventud qué había hecho él para disfrutar tanto con un diente de león. No podía explicarlo. No había hecho nada que pudiera merecer semejante alegría. Y esto era justamente lo que echaba en falta de los pensadores modernos: que habían confundido a todo el mundo porque habían dejado a un lado el antiguo concepto de humildad y agradecimiento por lo inmerecido.
Para valorar en todo su alcance esta “teoría mística rudimentaria”, conviene contrastarla con dos grandes ideas que han configurado nuestra forma de ver la realidad: la duda metódica de Descartes, y la reivindicación existencial de Heidegger. René Descartes abrió un nuevo camino para la filosofía. Él quería fundamentar el conocimiento filosófico de la misma forma que la ciencia había logrado establecer un sólido método de investigación sobre la realidad y que la matemática operaba con sus conceptos. Descartes estableció la duda como base del conocimiento seguro. La razón tenía que someter críticamente cualquier enunciado. De esta forma Descartes llegó al punto de partida sin posibilidad de errores, el cogito, ergo sum, “pienso, luego existo”. Se trataba de un enunciado indubitable.
Chesterton se da cuenta que esta forma de razonar conduce, en última instancia, a reducir la realidad al pensamiento. Si todo “debe” someterse a la crítica metódica por parte de la razón, entonces todo puede ponerse en duda, hasta el mismo hecho de disfrutar de una buena cerveza. La teoría mística chestertoniana, en cambio, pone el acento en la humildad. Se trata de una actitud muy distinta de la duda sistemática. La humildad acoge, mientras que la duda sospecha; la humildad se asombra, mientras que la duda se resiste. La humildad es la actitud necesaria para abrirse a la grandeza, para gozar de la belleza, y para apreciar el misterio. Alguien humilde puede acoger lo que no puede entender, porque intuye que tiene un sentido, y, por lo tanto, responde a una lógica. De ahí que la humildad posibilita disfrutar hasta de una mala hierba como el diente de león porque uno se sabe indigno de semejante regalo.
Si Descartes inició la filosofía moderna, podría decirse que Martin Heidegger puso las bases de la filosofía existencialista. Heidegger parte de la misma pregunta que Chesterton se hizo en la Slade School: ¿por qué hay algo en lugar de nada? Heidegger no tiene respuesta para esta pregunta. Considera la existencia como algo dado y carente de dirección. De ahí que conciba al hombre como un ser arrojado en el mundo. Aquí hemos aparecido, sin motivo y sin destino. La única certeza que tiene es que va a morir. El hombre es, según Heidegger, un ser-para-la-muerte. Ante este hecho inexorable, a lo único que puede aspirar el ser humano es a vivir una existencia auténtica. Esta autenticidad sólo puede darse cuando el propio ser humano es quien determina el proyecto de su ser en el mundo. Nadie puede decidir en su lugar. El sentido de esta existencia, a lo sumo, puede concretarse en vivir en autenticidad.
Si la filosofía existencialista de Heidegger concebía al hombre como un ser-para-la-muerte, la “teoría mística rudimentaria” desarrollada por Chesterton le habría respondido que sería más sensato concebirlo como un ser-agradecido-por-existir. Desde la humildad de saberse indigno, no sólo de contemplar un diente de león, sino sobre todo de disfrutar con la propia existencia, Chesterton descubría la lógica de la gratitud. Este hallazgo manifiesta la profunda diferencia entre estas dos cosmovisiones. El planteamiento existencialista, con su primacía por la autenticidad, subraya el papel de la voluntad para configurar el propio proyecto de ser. La decisión personal intransferible se erige como garante de una vida humana digna. En la teoría mística chestertoniana también se subraya el papel de la voluntad, pero se trata de una voluntad distinta de la propia. Al dar la primacía al agradecimiento humilde, se está implicando a alguien que haya hecho posible el regalo de la existencia, y que, por tanto, tiene que ser más grande que este mundo.
Dicho en términos más técnicos: dado que el mundo no puede ser causa de sí mismo, y este mundo existe, debe haber algo capaz de generar un efecto de tal calibre. Debe existir algo que sea necesario por sí mismo, que justifique razonablemente una existencia contingente. Chesterton llegó a la convicción de que había una voluntad personal que explicaba la existencia de este mundo. En eso consistía, básicamente, su “teoría mística rudimentaria”. Si Descartes estableció el principio del “Pienso, luego existo” para repensar la realidad desde la certeza, podríamos sintetizar el punto de partida de Chesterton en la siguiente frase: “Soy amado, luego existo”. Este principio permite cultivar la humildad y el agradecimiento de forma consistente y fecunda. Sin embargo, a diferencia del planteamiento cartesiano, este “principio” no estaba completo. Chesterton descubrió que detrás del don inmerecido de la existencia tenía que haber Alguien que hubiera querido voluntariamente este mundo como un regalo. Pero no podía saber mucho más de Él, hasta que empezó a interesarse por la fe cristiana. No lo hizo ni por sentimiento religioso ni por afinidad emocional. A medida que Chesterton fue conociendo el contenido de la fe, cayó en la cuenta de que el dogma cristiano encajaba a la perfección en la “teoría mística rudimentaria” con que había salido del pesimismo moderno.
Esta “coincidencia” resultó totalmente inesperada para Chesterton. Pero hubo más. Al seguir la pista de la fe, descubrió más cosas: que el ser humano tenía la capacidad real y misteriosa de rechazar a quien le había dado el regalo de la existencia, y que esa voluntad misteriosa que había originado el mundo se había hecho criatura para curar la capacidad humana de amar y así disfrutar con nosotros de este mundo maravilloso e inmerecido. El dogma cristiano resultó para Chesterton la confirmación de que esta existencia está regalada para la alegría. Por eso tenía todo el sentido apreciar este mundo y gozarlo. La fe nos explicaba que quien tenía la última palabra no era el pensamiento humano sino el corazón divino. Sí. Cabía la alegría. Cabía el disfrute en este mundo. Sobre todo, cabía la esperanza. La fe reforzó la visión que Chesterton había construido a base de no ceder ante el pesimismo moderno”.
25/06/2025 a las 1:14 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
¿Hacia el fin de la guerra?
Carlos Pagni
Fuente: La Nación
(*) Notiar.com.ar
24/6/025
El precio del petróleo en su variedad Brent se mantuvo inmutable este lunes durante varias horas. A partir del mediodía, sin embargo, comenzó una caída en su valor hasta horas de la tarde.
Esta fluctuación responde a un enigma que se podría estar resolviendo en estas últimas horas, y es que el mercado de los hidrocarburos, determinado por lo que ocurre en Medio Oriente, apostaba a que el conflicto entre Israel e Irán iba a terminar pronto. Y hoy, martes, parece seguir apostando en la misma dirección.
Existía una gran incertidumbre sobre la posición de Estados Unidos en este escenario. El vicepresidente J.D. Vance había dicho: “Esto es un ataque quirúrgico para destruir la capacidad de Irán para armar una bomba atómica”. Un artículo del historiador Naill Ferguson realiza un exhaustivo análisis de la cantidad de veces que el gobierno estadounidense habló de un ataque en el mismo estilo y las guerras duraron mucho más de lo que se pensaba.
Donald Trump había hecho otra afirmación, que salió ayer en la tapa de los diarios: “Esta guerra persigue como propósito un cambio de régimen”. Es otro concepto. Si pensáramos que el conflicto estaba destinado a que cayera la teocracia iraní, tendríamos que imaginar una guerra de mayor duración, sumado a otros interrogantes planteados por The Economist como, por ejemplo, cómo hubiera terminado. El mercado, sin embargo, confiaba más en Vance que en Trump.
Empezaba una discusión en el Congreso de Estados Unidos respecto de si la administración Trump tenía autorización o no para el ataque que produjo sobre las bases nucleares de Irán. Y por la tarde, el jefe de Estado norteamericano hizo un posteo en Truth Social alentador, optimista y un poco insólito -como es él-: “Felicitaciones a todos. Israel e Irán han acordado plenamente que habrá un alto al fuego total (en aproximadamente seis horas cuando ambos países hayan completado sus misiones finales) durante 12 horas, momento en el cual se considerará que la guerra ha terminado.
Oficialmente Irán iniciará el alto al fuego, luego Israel. En 24 horas el mundo anunciará finalmente la guerra de los 12 días. Durante cada alto al fuego, la otra parte se mantendrá pacífica y respetuosa, suponiendo que todo funcione como debería, que así será. Felicitó a ambos países por su resistencia, coraje e inteligencia. Esta es una guerra que podría haber durado años y destruido todo Oriente Medio, pero no lo hizo y nunca lo hará. ¡Qué Dios bendiga a Israel, que Dios bendiga a Irán, que Dios bendiga a Oriente Medio, que Dios bendiga a los Estados Unidos de América y que Dios bendiga al mundo!”.
Este mensaje permitiría pensar que el conflicto terminó. Pretende además mostrar que su liderazgo está dotado de una certidumbre sobre la cual hubo muchas dudas, empezando por los problemas comerciales y luego sobre el fin de la guerra entre Rusia y Ucrania. Daba la sensación que el mundo no respondía a sus pronósticos. Acá dice: “Esto lo manejamos nosotros”.
Sin embargo, hoy martes, ese escenario se modificó porque Israel no se sintió comprometido por el anuncio de Trump. La relación del presidente de los Estados Unidos y Benjamin Netanyahu se tensó. Ahora la tregua proclamada por Trump es mucho más incierta. Además de la escena internacional, para entender este problema habría que observar la impulsividad de un líder como Trump, sobre todo en su afición por comunicarse a través de las redes sociales.
Es una guerra extraordinariamente tecnológica. Israel gastó en estos 12 días US$12.000 millones. Hizo también un despliegue llamativo en el campo de la inteligencia. Hay que recordar que esto se inauguró con la eliminación de 13 altos mandos de las Fuerzas Armadas, Servicio de Inteligencia y el sistema nuclear iraní, que fueron liquidados en una noche en sus casas.
Este conflicto gira en torno al derecho a Israel a existir, que está cuestionado desde su creación. Es un país democrático que no es reconocido por sus vecinos. Israel había empezado un acercamiento con países importantes del mundo árabe como Arabia Saudita, que dentro del Islam profesa la variante sunita, contradictoria con la chiita, del régimen persa, iraní. Aquella aproximación encendió alarmas importantes en Irán y puede haber estado detrás del horroroso ataque terrorista del 7 de octubre de 2023 de Hamas sobre Israel. Allí se desencadenó una secuencia que terminó con el ataque de Israel primero y Estados Unidos después sobre las bases nucleares de Irán.
Israel usó como casus belli -acto o acontecimiento que justifica la declaración de guerra- un informe del organismo de control de la energía nuclear en el mundo, en cuyo frente está el argentino Rafael Grossi. Es por ello que el régimen iraní acaba de amenazarlo al decir: “Cuando termine la guerra, ya nos ocuparemos de él”. Estados Unidos atacó las reservas nucleares de Irán, que no fueron totalmente destruidas pero sí dañadas, e Irán produjo un ataque sobre una base militar de EE.UU. en Qatar, donde tienen más de 10000 soldados desplegados.
¿En qué consistió esta última ofensiva? Hay un detalle: Trump dijo ayer que los iraníes le habían avisado. ¿Fue un ataque pactado? ¿Es algo parecido a lo que pasó después de que el propio Trump en enero de 2020 mandara a liquidar a un gran jerarca de la Guardia Revolucionaria Iraní, Qasem Solemaini, que estaba en el aeropuerto de Bagdad? Al poco tiempo Irán reaccionó también atacando una base militar de los Estados Unidos en Irak. Las informaciones dijeron que fue algo tolerado para que pudiera el gobierno iraní controlar su frente interno ante un ataque muy agresivo de Estados Unidos. ¿Pasó lo mismo? No sabemos. Daría la impresión, si uno sigue los dichos de Trump, de que sí.
Había un gran signo de pregunta, si uno mira a los expertos en la materia, respecto de que la reacción de Irán frente a estos ataques fuera a cerrar el Estrecho de Ormuz, donde pasa el 20% de los hidrocarburos que se consumen en el mundo. Cuando uno pone la lupa sobre esa posibilidad, se da cuenta de que no era tan fácil conseguirlo. El Estrecho de Ormuz no es controlado solamente por Irán sino también por Omán. Hubiera entrado en conflicto porque son aguas compartidas. Pero había sin embargo una razón más determinante: 47% del petróleo que importa China, aliado de Irán, pasa por este estrecho.
Esta es una guerra que, de manera más o menos directa, interpela a la Argentina y no sólo porque produce petróleo y gas. Primero, impacta por la existencia de un diplomático argentino, Grossi, en el corazón del problema. Pero también porque hay además un problema ya crónico con Irán, vinculado al ataque a la AMIA el 18 de julio de 1994, que está próximo a cumplir su aniversario número 31.
Según la Justicia, estuvo involucrado Hezbollah, que es una organización terrorista con respaldo por parte del régimen iraní. Y, como si fuera poco, hay hoy una política exterior argentina extremadamente ligada a las posiciones de Israel y Trump en esta materia, a tal punto que este lunes, celebrando el ataque con una cárcel iraní, el canciller israelí terminó su comunicado con un “¡Viva la libertad, carajo!”. Esto nos acercó a un más al drama de Israel por su supervivencia, la única democracia en Medio Oriente que hizo que un intelectual como el expresidente de Uruguay, Julio María Sanguinetti, titulara su libro de ensayos sobre Israel “Israel, la frontera de Occidente”.
Este es el paisaje que presenta el mundo. Este es el drama internacional. En las próximas horas, sabremos si queda cancelado o no, según anunció Donald Trump.
En la Argentina estamos en otra frecuencia. Hay que seguir algunas guerrillas, no una guerra. Conflictos muy particulares, que aparentemente tienen poco que ver con el destino general de la sociedad. Si uno los examina en sus consecuencias, si ve en qué ajedrez están incorporados, se va a dar cuenta de que no es tan así, de que lo que pase el próximo mes en la vida de los partidos puede ser determinante de la calidad de vida de los argentinos, porque puede impactar sobre la economía.
El próximo 19 de julio cierran las listas electorales para la provincia de Buenos Aires, en la elección anticipada que convocó Axel Kicillof para el 7 de septiembre. Allí se están dirimiendo dos cuestiones que condicionan extraordinariamente la configuración de toda la política. Una es el conflicto entre Axel Kicillof y Cristina Kirchner, que fue condenada a prisión en su domicilio de la calle San José y, desde aquel domicilio, pretende ejercer una influencia superior a la que tenía en el armado de las listas.
La otra peripecia que se cursa en la provincia de Buenos Aires hacia el 19 de julio tiene que ver con las relaciones entre Milei y Macri, con la posibilidad de que vayan o no en una alianza y con la capacidad que tenga el gobierno de Milei para constituir un oficialismo, es decir, para saber si el liderazgo que ejerce Milei va a estar dotado de capacidad parlamentaria como para hacer determinadas reformas. Esa pregunta se empieza a contestar en la provincia de Buenos Aires con las negociaciones que lleva adelante La Libertad Avanza con el PRO y la posibilidad de que esas negociaciones se interrumpan y haya una ruptura.
¿Dónde se juega el destino del kirchnerismo? En la tercera sección electoral. Es la sección a la que pertenecen los distritos más importantes de la provincia de Buenos Aires: La Matanza, Lomas de Zamora, Avellaneda, Quilmes, Berazategui, Almirante Brown, Berisso, Ensenada, Florencio Varela. Ahí se dirime el liderazgo de Cristina Kirchner, que no puede competir porque fue inhabilitada por la Justicia con una inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos.
Hablamos de una sección electoral que tiene 5 millones de electores. Es una provincia, y más que una provincia en muchos casos. Y es además la zona más dañada del conurbano bonaerense. La Iglesia difundió este lunes un documento con un mensaje por el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas. Ahí habla de la retirada del Estado en las zonas más pobres de la Argentina y la sustitución, como organización de la sociedad, del Estado por los narcos. Interpela a los gobiernos municipales, interpela al gobierno provincial de la provincia de Buenos Aires e interpela al gobierno nacional.
Es la primera crítica contundente que recibe el programa económico en lo que tiene que ver con determinados recortes de gastos. La Iglesia se queja del recorte en la asistencia a grupos que trabajan en el terreno, no solamente combatiendo el tráfico de drogas -que debería ser una tarea de la policía-, sino especialmente asistiendo a aquellos que son víctimas del consumo de drogas. Esto es un tema importantísimo y complejo.
Si entramos por esta avenida, podemos terminar, por ejemplo, en un destino posible como Rosario y el involucramiento de la Justicia en temas de narcotráfico, o el involucramiento de sectores de la Policía Bonaerense en problemas de narcotráfico. De hecho, se suspendió al fiscal Claudio Scapolan por haber estado ligado a una banda de policías que traficaba drogas en la provincia de Buenos Aires.
De esto está hablando la Iglesia sobre la base de un documento del Centro de Investigación y Acción Social, que presentamos aquí, y que es una gran narración respecto de las dificultades de los jóvenes en el conurbano bonaerense para encontrar un destino. Fue elaborado por el CIAS, que conduce el jesuita Rodrigo Zarazaga.
Este es el territorio donde se libra el duelo entre Cristina y su antiguo discípulo, Axel Kicillof. Cristina presa, convalidada esa prisión por la Corte Suprema, tribunal que está enviando señales políticas muy importantes porque, la semana pasada, convalidó que el caso Correo -que tanto inquieta a Mauricio Macri- va a ser juzgado por dos camaristas que habían sido impugnados por la familia Macri: Eduardo Farah y Roberto Boico.
Aparece ahora el problema, con Cristina presa, de quién va a ser su sucesor en la candidatura que ella había anunciado que iba a encarnar en la provincia de Buenos Aires como candidata a diputada para la Legislatura bonaerense. Y, obviamente, el nombre que está en la lista de todas las posibilidades es Máximo Kirchner, con quien Axel Kicillof tiene un enfrentamiento expreso. Acá está el problema que toca a todo el sistema: si Cristina termina impulsando a su hijo Máximo, siguiendo una tradición kirchnerista que indica que las sucesiones son familiares -en 2011 a Cristina el bastón de mando se lo entregó Florencia Kirchner, que no era ni siquiera funcionaria-. Si eso se produce, ¿eso es tolerable para Kicillof? ¿Cómo reaccionaría Kicillof? ¿Armaría su propia lista y habría un enfrentamiento electoral entre la gente de Kicillof -intendentes como Secco de Ensenada, Ferraresi de Avellaneda, Mussi de Berazategui-, que armarían una lista para enfrentar la lista de Máximo Kirchner?. Si eso sucediera, La Libertad Avanza -el que enfrente esa lista por fuera del peronismo- tendría razonables posibilidades de ganar en la tercera sección electoral, el corazón del peronismo, el lugar de origen del peronismo y que contiene a cinco millones de electores.
Hay otro escenario, que es que no haya una lista que enfrente a una eventual candidatura de Máximo Kirchner, y que estos intendentes armen listas cortas, no presenten listas para la Legislatura, se conformen con presentar listas para los concejos deliberantes. Quiere decir que estamos ante la posibilidad de que haya un conflicto en serio entre Cristina y Kicillof, entre La Cámpora y Kicillof, y una fractura en el peronismo nada menos que en la tercera sección electoral, que es la sección donde el peronismo está destinado a ganar. Todo lo demás está en duda. Quiere decir que lo que nos estamos planteando es la posibilidad de que, a través de ese conflicto, se inicie una crisis de liderazgo dentro del peronismo y un proceso de renovación que no sabemos cuánto dura ni cómo es su modelo de llegada.
Miramos para el otro sector, el no peronismo. Hubo una reunión muy importante, discreta, no se publicitó demasiado. Emilio Monzó, un experimentado dirigente que militó en su momento en el Pro, viene originariamente de la UCeDé y después del peronismo, fue presidente de la Cámara de Diputados, es muy habilidoso, visitó a Mauricio Macri después de mucho tiempo sin hablar con él. Y lo visitó para compartirle el siguiente razonamiento: en la provincia de Buenos Aires, estas elecciones que vienen son distintas de todas las anteriores. ¿Por qué? Porque para la elección nacional, se dispuso que va a haber boleta única. Es decir, ya no va a haber una boleta por partido, sino una boleta por rubro. Eso separa la elección nacional de la elección local bonaerense, y sobre todo de las elecciones municipales. Los liderazgos nacionales ya no van a tener tanta influencia en la elección local. Y esto está reforzado todavía más porque no solo el sistema electoral ya es divergente -una urna para la elección nacional, otra para la elección provincial y municipal-, sino que además Kicillof dividió todavía más esas dos elecciones al desacoplar el calendario bonaerense del calendario nacional. Una elección se realiza el 7 de septiembre y la otra el 28 de octubre.
Monzó le dice a Macri que hay que prestar atención, porque al no haber tanta incidencia del poder central, el dedo de Macri, como dirigente máximo del Pro, ya no va a pesar tanto. El dedo de Cristina tampoco y el de Milei, tal vez, tampoco. Empieza a haber un protagonismo especial de los intendentes. Quiere decir que los intendentes, coordinados entre sí, pueden determinar el fracaso o el triunfo de cada fuerza política en cada una de las ocho secciones electorales en que se divide la provincia.
Monzó fue más allá: dice que una alianza entre el Pro -los intendentes que tiene en la provincia, los dirigentes que tiene en cada una de las secciones electorales- y el radicalismo -que conduce Maximiliano Abad en la provincia-, podría determinar que La Libertad Avanza pierda en seis secciones electorales y que el peronismo no gane en todas sino que únicamente gane la tercera y alguna otra, por el peso de sus intendentes.
Esto le podría dar a una alianza no peronista un enorme poder en la Legislatura bonaerense. Y esto podría -este es el mensaje de Monzó a Macri- emancipar a Macri de la dependencia que podría tener con Javier Milei y darle autonomía al Pro, evitando disolverse dentro de La Libertad Avanza, como sueña, por ejemplo, Karina Milei, que espera que en las elecciones nacionales de octubre ya el nombre “Pro” no figure y que los candidatos del Pro vayan en una lista que se llame La Libertad Avanza. Lo que implicaría sepultar al Pro, prácticamente.
Macri escuchó con mucha atención. Y esto ahora pone una enorme presión sobre Cristian Ritondo -el entrañable “Pucho”-, Diego Santilli y el intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, que están negociando una alianza con la gente de Milei. Pero ahora Macri está esperando que le traigan los resultados de esa negociación porque, si no son del todo convincentes, probablemente adopte el camino que le propuso Monzó, que es un camino de autonomía. Hay quienes se preguntan: ¿y qué van a conseguir Ritondo, Santilli y Montenegro? Ellos quieren integrar listas. Pero también se preguntan: ¿por ejemplo, los Menem -Martín o Lule Menem- le van a los del Pro lo que no consiguen ellos en las listas de Milei? ¿Hay tanto para repartir?
Hay un conflicto por integrar esas listas dentro de La Libertad Avanza, entre el sector de Santiago Caputo -el “mago del Kremlin”-, liderado por Agustín Romo, y Sebastián Pareja, que responde a Karina Milei y a los Menem. ¿Hay lugar para uno más en ese reparto?
Alguien podría decir que en realidad Ritondo lo que quiere es quedarse con la SIDE, donde ya ubicó a Vicente Ventura Barreiro, echado por Patricia Bullrich por pedir coimas en el Servicio Penitenciario, en el Ministerio de Seguridad. Este es el conflicto entre Bullrich y Ritondo. Está en la SIDE, aparentemente delegado en Uruguay. Santilli, ¿qué quiere? Probablemente el Ministerio del Interior o el de Seguridad. Patricia Bullrich dice que no, que si ella va como candidata a senadora en la ciudad, quiero que lo herede alguien mío, eventualmente Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero. Montenegro mira el Ministerio de Justicia pensando en la caída de Mariano Cúneo Libarona.
¿Les van a dar esos cargos? ¿Qué traen de la negociación, de una negociación tan larga, que empezaron extrañamente tan temprano Ritondo y Santilli en la mesa de Karina Milei y Sebastián Pareja? ¿Va a tener algún resultado positivo esa negociación? Porque si no se abre la posibilidad de que Macri se separe. Ya hubo un indicio de que va por ese camino, porque cuando se armó un frente opositor en la Cámara de Diputados para afectar la política jubilatoria y al superávit fiscal, nueve diputados que responden a Macri se levantaron contra Ritondo y se abstuvieron. ¿Por qué es importante esto? Porque el Gobierno necesita 87 diputados para sostener el veto del Presidente frente a cualquier embestida de la oposición en el terreno fiscal, y con nueve abstenciones del macrismo no alcanza esos 87 diputados que servirían como una guardia a la política del Gobierno. Quiere decir que la proximidad o la lejanía de Mauricio Macri respecto de Milei sería una llave para la política fiscal y, en general, para la política económica.
¿Por qué todo esto es importante? Porque la política económica del Gobierno es una política de apertura comercial y de dólar barato, o de peso muy apreciado. La gente más cercana al Gobierno, más cercana ideológicamente al Gobierno, señala que esto solo se sostiene -las empresas, el tejido productivo argentino- solo pueden sostenerse con estas políticas si hay una feroz baja en los costos. Y para lograr eso, tiene que haber una gran reforma tributaria, una gran reforma laboral y una gran reforma previsional, que no se hace sin un oficialismo en el Congreso. Oficialismo que no se puede constituir sin una alianza con Macri. Este es todo el razonamiento.
Este es el hilo que nos lleva de cómo se arman las listas el 19 de julio a la sustentabilidad del programa económico. Y esta es la cuestión que está detrás de las negociaciones, de las pequeñas guerrillas, que se están dando hoy en el mapa bonaerense: la posibilidad de una ruptura dentro del kirchnerismo, nada menos que en la provincia de Buenos Aires, que es su sede central; la posibilidad de un apartamiento -probablemente definitivo, o no- entre Milei y Macri; y, detrás de esto, el destino de la economía.
Este martes va a haber una reunión importante. Probablemente estos temas queden insinuados en un contexto muy promisorio para el Gobierno, porque está la novedad de 5,8 de aumento del PBI y el 1,5% de inflación mensual en mayo. Es decir, los números de la economía hoy, en la foto, son excelentes.
En ese marco, hoy se reúne el Consejo de Mayo. Martín Rappallini es miembro de ese consejo. Por la CGT va a estar Gerardo Martínez. En alguna mesa se va a discutir el horizonte de la economía y estos problemas que están ligados a la política, y la posibilidad de que esta reforma económica, esta estabilización económica que lleva adelante Milei, ligada al mercado, no termine como la de Macri o la de Menem: en un proceso recesivo que la vuelve impopular, de esto estamos hablando.
25/06/2025 a las 1:16 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
El impacto del voto “Cristina presa” y los datos que empiezan a afectar el plan de Milei
Walter Schmidt
Fuente: Clarín
(*) Notiar.com.ar
23/6/025
La estrategia de libertarios y kirchneristas en medio de la campaña electoral no deja dudas: mientras el Gobierno pretende que solo se hable de la prisión domiciliaria de Cristina Kirchner y no de la microeconomía, la grey K recurre a la victimización de su líder e intenta empujar al centro de la escena la discusión por los salarios y el poder adquisitivo. Recursos detrás de intereses políticos contrapuestos que encierran una misma realidad.
Cristina presa por corrupción y con tobillera electrónica marca, probablemente, el comienzo del fin de un ciclo que por ahora carece de herederos. El esfuerzo de Máximo Kirchner de las últimas semanas por acudir a charlas amigables en medios, luego de pasar la mayor parte de su tiempo en el ostracismo, instala tibiamente el dilema de la sucesión de Cristina. Sobre todo, cuando quien era su heredero directo, Axel Kicillof, hoy es acusado de traidor por el cristinismo, al desdoblar la elección y osar disputarle la lapicera a la ex vicepresidenta previo a su devenir judicial.
La Cámpora intenta convertir el confinamiento de Cristina en un relanzamiento político, una meta demasiado ambiciosa porque con ella fuera de carrera, Máximo tiene un amplio rechazo en la dirigencia peronista y en el electorado. El dedo K parece haber dejado de funcionar.
El otro frente que debe atender el núcleo K es el judicial. En los pasillos de los tribunales se hace eco la percepción de que los problemas de la ex mandataria y su familia no terminarán con la causa Vialidad sino que se agravarán. Observan que la causa Hotesur-Los Sauces, en la que la Corte Suprema revocó seis meses atrás el sobreseimiento de Cristina y de Máximo Kirchner, en cualquier momento tendrá fecha el juicio. Mientras que el juicio de la causa de Los Cuadernos de las Coimas comenzará días después de la elección de octubre, el 6 de noviembre, y se estima que podría tener una definición en 2028.
Lo que en el cristinismo no descartan es que antes de cumplir con su pena de 6 años, la expresidenta pueda recibir otra u otras condenas, sumando a su hijo Máximo. De allí que Eduardo Wado de Pedro, estrecho colaborador de ambos pusiera como condición al gobierno que inicie su mandato en 2027, que Cristina esté libre. Es decir, que sea indultada. Para ello, el próximo presidente debería ser peronista.
En lo inmediato, el desafío del peronismo es mantener vivo el clima de respaldo que la expresidente recogió en la marcha de la semana pasada a Plaza de Mayo. Un trabajo que circula entre algunos dirigentes del PJ da cuenta que la prisión de Cristina mejoró algunos puntos las chances electorales en la provincia de Buenos Aires. Y que esos nuevos 4 o 5 puntos provendrían de votantes peronistas que no tenían pensado concurrir a votar, a tono con la baja participación que se vienen dando en las provincias. Pero la situación judicial de la ex vice los empujaría a votar. Es una foto de este momento, porque aún faltan dos meses y medio para la elección bonaerense. Una eternidad.
DE LO QUE EL GOBIERNO NO QUIERE QUE SE HABLE
La Casa Rosada necesita estirar el protagonismo de Cristina porque considera que es la rival a partir de la cual Javier Milei puede referenciarse para sumar el voto anti kirchnerista. Sin embargo, hay síntomas de la situación económica que comienzan a preocupar, más allá que se intente mostrar que todo está muy bien, y que lo seguirá estando.
A principios de junio, dos restaurantes recomendados por la prestigiosa Guía Michelin – Franka y Salt-, algo que debería ser motivo de festejo para cualquier local gastronómico en el mundo, bajaron sus persianas. Solo en abril y mayo, la gastronomía cayó un 20% respecto de marzo, según datos del sector. ¿El motivo? La suba de los costos y, en particular, la falta de turistas y el cambio de hábito de los clientes por la crisis.
El turismo, uno de los motores de cualquier economía, entró en crisis en todo el país. En la Ciudad, solo se registran un 20% de reservas en hoteles para las vacaciones de invierno. El enoturismo en las bodegas mendocinas, un clásico, cayó un 45% e involucra también a la merma de argentinos que concurren.
Argentina es cara, hasta para los países limítrofes; una pareja debe desembolsar unos US$ 3 mil para una escapada de cuatro días a Mendoza. Y otro tanto o más, para venir a la Capital Federal, donde los emprendimientos de airbnb están en extinción.
A nivel de consumo de alimentos, la crisis también se refleja en el crecimiento en 10 puntos este año en el uso de la tarjeta de crédito para el pago en supermercados. Sufrió además, 15 meses de caída y comenzó ahora una tibia recuperación pero contrastada con un 2024 recesivo.
Más datos. En el periodo que comprende febrero, marzo abril y mayo, hubo una depreciación del salario del 4%. Caída de los ingresos y suba del desempleo; en el primer trimestre de año, comparado con el último del 2024, aumentaron 1,5% los desocupados, es decir, hay un total de un millón ochocientos mil desocupados más si se lo proyecta a todo el país. El ítem que falta es el aumento de trabajadores en negro.
Está claro que el consumo online a tiendas de otros países como China o Estados Unidos a través de plataformas como Shein, Amazon o Ebay es una realidad que creció en el país a partir de la liberación de impuestos y restricciones. Sólo en el aeropuerto de Ezeiza, aumentó un 300% la llegada de paquetes del exterior. En el medio, perecen cientos de comercios locales, físicos u online.
El presidente Milei suele jactarse que cambió el hábito de consumo, que las compras online vuelan y que los demás deben reconvertirse. Mirando la elección de octubre, el Gobierno apuesta a sostener una estabilidad inflacionaria a costa del ajuste fiscal, el control de la política cambiaria, el freno de las paritarias y el enfriamiento de la economía.
El combo es riesgoso: estabilidad macroeconómica con crisis de consumo en distintos sectores.
Resulta difícil imaginar cómo deberían reconvertirse quienes apuestan al turismo, la producción, la construcción o los comercios, cuando el desarrollo del sector energético no alcanza para suplir la mano de obra que queda en el camino. Una cosa son los cambios de hábitos de consumo, y otra muy distinta que la debacle constante del poder adquisitivo y la merma del consumo activen la alarma del desempleo. No sólo la inflación y el tipo de cambio son responsabilidad del Gobierno.
25/06/2025 a las 1:19 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Dos estrategias frente al gobierno de Milei
Gabriel Solano
Prensa Obrera
24/6/025
Es evidente que desde que la Corte Suprema de Justicia sacó su fallo, en el cual deja firme la condena de seis años de prisión contra Cristina Fernández de Kirchner y a la vez una inhabilitación para que ocupe cargos públicos, se ha abierto un debate en la Argentina sobre cómo enfrentar al gobierno de Milei. Se hizo una marcha a Plaza de Mayo, de la cual el Partido Obrero participó para repudiar el fallo, pero como dijimos, claramente, no para apoyar a Cristina, sino para rechazar el fallo, dos cosas que son absolutamente distintas, pero luego el kirchnerismo realizó otro tipo de actividades: un banderazo en Parque Lezama el último sábado -el día de la Bandera-; y en el medio, Cristina Kirchner, mediante llamados telefónicos o mediante grabaciones, mandó un mensaje a la militancia del peronismo y, más en general, a la militancia popular argentina. ¿Cuál es el contenido de este mensaje? Es que el peronismo va a volver o que este gobierno va a fracasar y se va a caer solo y los van a ir a buscar a Cristina Fernández de Kirchner en particular y al peronismo en general para que vuelvan al gobierno a encarrilar y superar la crisis que abrió el gobierno de Milei.
Ese punto es importante, ese análisis, porque es un análisis de que el gobierno va a fracasar, que el plan económico va a terminar colapsando y que por lo tanto, en un futuro que no está claro cuándo va a ser, va a volver el peronismo a reparar los daños que hizo Milei. Y Cristina Kirchner en varias ocasiones utilizó este tipo de razonamiento diciendo que pasó lo mismo con la Alianza en el año 2001, que hubo una gran crisis y fueron a buscar al peronismo. Y el peronismo siempre sería esa fuerza que repara las crisis que arma la derecha y en este caso la ultraderecha de Javier Milei.
¿Dónde está el problema para nosotros con este tipo de razonamiento? En varias cuestiones. La primera este tema de que el gobierno va a caer solo. Es una especie de fatalismo que busca dejar tranquilos a los trabajadores diciendo que no tiene que haber una acción de lucha decidida para terminar con este gobierno antiobrero, sino que hay que dejar que la crisis y la inviabilidad de la política económica haga su trabajo, porque va a caer como una especie de fruta madura del árbol, que en un momento cae sola sin necesidad incluso de que se mueva la rama. Ese tipo de llamado de Cristina Kirchner es un llamado a la pasividad, no es un llamado a luchar contra el gobierno ahora. Y entonces ese razonamiento nosotros no lo compartimos de ningún modo. Y después tiene otro problema este razonamiento que es el siguiente: si la economía de Milei colapsa, y es probable que termine colapsando cuando uno ve el nivel de deuda que está tomando Caputo, o uno ve también cómo las exportaciones están cayendo -este mes cayeron las exportaciones en relación al mes pasado-, cuando va directamente desapareciendo el superávit comercial y por lo tanto el tipo de cambio pisado que el gobierno tiene mediante la deuda parece una cosa muy de corto plazo que le puede permitir afrontar con mejores chances las elecciones, pero difícilmente habría un curso de desarrollo para el país: puede llegar a colapsar.
¿Pero qué pasa cuando colapsa un plan económico capitalista inviable como este? Lo que pasa es que lo pagan los trabajadores. No es gratis el colapso de un plan económico capitalista como este. La carga la tienen los trabajadores: pasó en el año 2001 con la crisis del plan de convertibilidad y tuvimos en el año 2002, el año inmediatamente posterior a la caída de la convertibilidad, la mayor pobreza que registra la historia argentina en décadas.
Entonces, esta idea de dejar que caiga solo tiene dos problemas uno que puede no caer porque un gobierno que lleva adelante una ofensiva contra los trabajadores, también se fortalece. Y segundo que si finalmente cae -como pronostica Cristina Fernández de Kirchner-, esa caída no es una caída que van a pagar de igual manera los capitalistas y los trabajadores, sino que la carga de esa crisis va a caer especialmente sobre las espaldas del pueblo.
Entonces, ese llamado a la pasividad es un llamado que de ninguna manera nosotros compartimos. Nosotros pensamos que la lucha es ahora, hay que pelear ahora contra el gobierno y ahora se está viendo en este contexto no solamente la inviabilidad o la tendencia de colapso de la economía, sino que se está viendo de una manera muy nítida las características profundamente capitalistas y antiobreras de su plan económico.
Hay algunos datos que se conocieron en estos días que son importantes tener en cuenta. Un dato importante tiene que ver con el aumento de la desocupación. Este es un dato importante, hasta cierto punto novedoso, de los últimos meses, porque nosotros veníamos en el pasado con una caída del salario, veníamos con una mayor precarización laboral, pero en general siempre decían los especialistas que las fuentes fuente de trabajo no se ajustaban por números y no había más desocupados, sino que se ajustaba por salario, es decir, salario más bajo, o sea, se ajustaba por calidad: había más precarización que trabajo registrado. En esta ocasión aparecen los tres temas a la vez. Tenemos una caída del salario, tenemos una caída de la calidad, hay más precarización, pero también tenemos más desocupación y el problema de la desocupación pasa a estar en el centro hoy día la política de Milei. La desocupación llegó a 7,9% en el último trimestre y en algunos centros urbanos, especialmente el conurbano bonaerense, que es el centro más importante popular de la Argentina, ya supera el 9%.
¿Y por qué es importante tener en cuenta esto? Porque cuando uno ve para atrás una política económica bastante parecida a la de Javier Milei, que es la que llevó adelante el menemismo con Cavallo, la desocupación había llegado al 20% y hoy ya estamos teniendo, a partir de la apertura de importaciones, un cierre de empresas cada vez más progresivo. Todo el tiempo escuchamos que cerró una empresa acá, que cerró una empresa allá, despidos del sector privado, a lo cual se suma el despidos en el sector público, entonces hay una destrucción de fuentes de trabajo permanente. Dentro del trabajo registrado, cuando uno mira las estadísticas y compara cuando asumió Milei a lo que tenemos ahora, es decir, un año y medio de gobierno aproximadamente, a una pérdida de 200.000 puestos de trabajo registrados. A eso desde ya hay que sumar el trabajo no registrado, que es más difícil de cuantificar pero muchos estiman que la pérdida de fuentes de trabajo puede estar cerca de medio millón. Es decir, una destrucción de empleo muy, pero muy importante. A lo cual se agrega, como decíamos recién, una caída de la calidad del empleo, porque dentro, por más que hay más desocupación, dentro de los que están ocupados crece el sector que está en la informalidad y decrece un 2,5% los trabajadores registrados. ¿Cómo se mide esto? Porque se ve entre trabajadores la cantidad de gente que tiene aportes jubilatorios, si cayó, si es constante o subió y ahora permite ver que cayó un 2,5%, se destruye trabajo registrado. Y también tenemos un aumento de la informalidad, es decir que tenemos un combo de crisis de empleo muy importante y esto es importante tenerlo en cuenta en un contexto de crecimiento económico, porque el gobierno habla de un crecimiento del 6,1% de la economía y cuando la economía creció un 6,1%, tenemos una destrucción de empleo, una destrucción de la calidad del empleo y una caída del salario.
Por lo tanto, tenemos que problematizar este concepto de crecimiento económico, que no necesariamente redunda en un bienestar de los trabajadores sino que puede describir que detrás del crecimiento económico lo que hay es una mayor ofensiva capitalista contra la clase obrera, que es lo que estamos viendo en la actualidad. A la vez tenemos, y es importante ver esto, hay un gran problema con el consumo. El gobierno habla también de que hay un crecimiento del consumo importante. ¿Qué es lo que el gobierno no dice detrás de ese título pomposo? Lo que no dice que el crecimiento de consumo que se dio a principios de año estuvo muy apalancado por el crédito. Nosotros de entrada dijimos “ojo con el crédito”, porque uno saca un bien durable en cuotas y después tiene que pagarlo. Y cuando uno empieza a pagar lo que ocurre es que cae la capacidad adquisitiva del trabajador de ese mes. Lo que cualquiera sabe, uno ve la tarjeta, la tiene explotada, no puede seguir tomando ni siquiera crédito nuevo para mantener el consumo anterior, pero empieza a caer el consumo de uno de ese mes porque tiene que pagar un consumo que ya realizó. Ese es un tema importante y estamos en una situación. Hubo un endeudamiento de las familias por el crédito para comprar bienes durables y ya empieza a crecer la morosidad en las tarjetas de crédito y empieza a crecer la morosidad de los créditos personales y empieza a crecer y mucho el rechazo de cheques sin fondo, un dato de la economía actual. Y tenemos que incluso dentro de este crecimiento del consumo, mientras crecieron los bienes durables, muchos importados que con un dólar planchado aparece con un precio más accesible, detrás tenemos una caída en lo que se compra en supermercados. Y detrás de estas estadísticas lo que hay es un proceso social muy desigual porque está consumiendo más el sector que tiene mayores recursos económicos y está consumiendo bastante menos el sector laburante. Es decir, que esto no afecta a todas las clases sociales por igual. Hay una redistribución negativa del ingreso de los sectores populares a la burguesía y a la pequeña burguesía acomodada que puede viajar al extranjero, que puede acceder a los productos importados. Este sector está mejor, la masa de la población está peor. A lo cual se agrega, y este es un dato importante, la caída de salario, porque el motor de crecimiento de consumo no puede ser el salario porque el salario está pisado por paritarias del 1%, y aunque las paritarias sean de 1%, la inflación sigue siendo más; la última inflación que el gobierno festejó como muy baja era 1,5%, es 0,5% más que el aumento del salario que se está estableciendo en todas las paritarias. Por eso el crecimiento del consumo parece crecer en relación al 2024, que es una base muy baja pero, por ejemplo, mayo cayó frente a abril, cuando se mide contra mes ya hay una caída de este año, medición digamos de un mes contra el otro y no en relación a una medida interanual. Esto también es importante tenerlo en cuenta.
Entonces, lo que hay acá es más allá de la inviabilidad general del plan económico, de una deuda que no deja de crecer, de un riesgo país que está arriba de los 700 puntos, es decir, que no le permite al gobierno tener un acceso a los mercados de crédito, digamos, voluntarios, frente a una guerra en Medio Oriente que agrava la cuestión de la Argentina. Este fin de semana, es noticia que se incrementó el precio de los combustibles un 5% y eso impacta no solamente de manera directa a quien carga nafta, impacta en toda la cadena de valor, porque todo lo que es logística luego termina recargándose en todos los bienes de consumo general, también de los supermercados y muchos estiman que esto podría crecer todavía más en un corto plazo, es decir, que la inflación va a volver a crecer con el aumento de los combustibles.
Tenemos un plan profundamente antipopular que es de reforma laboral, que es de reforma previsional, que es de confiscación del salario, de destrucción de puestos de trabajo y eso requiere enfrentarlo ahora, no pasar ese tema a una futura elección en el año 2027, donde eventualmente pudiese ganar una fuerza política distinta a la actual, y en el cálculo del kirchnerismo, una fuerza política del peronismo que termine indultando a Cristina Fernández de Kirchner. Es decir, que ya no solamente no se lucha para derrotar al gobierno y su plan económico de la actualidad, sino que tampoco se lucha en la actualidad para lograr la libertad de Cristina Fernández de Kirchner. La libertad de Cristina Fernández de Kirchner quedaría postergada al triunfo de un gobierno peronista en el año 2027, que eventualmente saque un indulto, con los problemas que eso plantea, porque hay todo un litigio de características legales si el delito de corrupción puede ser beneficiado o no por el indulto.
Entonces es una estrategia que a nuestro entender es de derrota, lleva a que los trabajadores bajen la cabeza, que no se haga la pelea de ahora, que no hagan lo que hace el trabajador de Garrahan que está luchando ahora por el aumento de salario; que no haga lo que hace el trabajador de Rioplatense, que enfrenta la ofensiva sanguinaria, la clase capitalista que lleva al asesinato de trabajadores dentro de los puestos de trabajo; que no hace lo que hacen los trabajadores de Georgalos que defienden al cuerpo de activistas, porque sabe que sin ese cuerpo de activistas va a pasar la reforma laboral; que no hace lo que hacen los trabajadores del Sutna que van de paro contra la paritaria trucha de la patronal; que no hace lo que va a hacer ahora el Hospital de Clínicas de la UBA que sale a reclamar ahora el presupuesto para los trabajadores y para su funcionamiento. Es la gran pelea. Y si eso no se hace ahora es porque el peronismo tiene muchísimos compromisos con Javier Milei, compromisos de tipo social, económico, de intereses parecidos, en los cuales indudablemente actúan como una inhibición a cualquier tipo de acción. Cuando Kicillof decía vamos a tocar una nueva música, en relación al viejo kirchnerismo, hablaba de terminar con los controles y las regulaciones estatales, pero después Cristina Kirchner dice pará que quiero tocar yo esa nueva música: termino con el Estado presente, me allano a una modernización laboral y lo que hemos visto estos días, y es gravísimo y hay que seguirlo con mucha atención, es la CGT, que no estuvo en la Plaza de Mayo el otro día repudiando el fallo de la Corte Suprema de Justicia, pero que es convocada a la Casa Rosada a discutir los términos de una reforma laboral amparada en esos Acuerdos de Mayo que nadie se acordaba que existían y ahora lo sacan del cajón del escritorio, los ponen sobre la mesa para que vaya a discutir con el gobierno una reforma laboral.
Entonces el gran debate es ¿luchamos ahora o pasa al 2027? ¿Luchamos solo para derrotar el gobierno o dejamos que esta política antiobrera avance y lleve adelante sus objetivos? Porque, cuidado, si gobierno de Milei derrota a los trabajadores y pone la reforma laboral y pone la reforma previsional, más allá de las tendencias de estallido financiero, es un gobierno que se va a fortalecer y uno se pregunta incluso si en esas condiciones volviese el peronismo el año 2027 ¿les va a devolver a los trabajadores los convenios colectivos de trabajo que perdieron, les va a devolver a los trabajadores lo que perdieron en materia previsional? Seguramente no. Entonces la lucha tiene que ser ahora y el Partido Obrero ha resuelto una gran agitación en ese sentido y estamos muy entusiasmados en avanzar con un encuentro de todas las fuerzas combativas, clasistas, de lucha que están en este momento peleando en la Argentina con esta estrategia, no solamente de palabra sino en los hechos, como acaba de ocurrir en la provincia de Córdoba donde hubo un gran encuentro sindical de pelea y hemos propuesto a todo el mundo, y ya hay sindicatos que lo están discutiendo y es muy probable que en el mes de agosto o los últimos días de julio tengamos un Encuentro nacional de lucha para poder llevar adelante esta estrategia política que es fundamental. Al gobierno de Milei hay que derrotarlo ahora.
25/06/2025 a las 1:21 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Milei reúne a gobernadores y burócratas de la CGT en el Consejo de Mayo para impulsar la reforma laboral
Sofía Hart
Prensa Obrera
24/6/025
El gobierno reunió al Consejo de Mayo, que hasta la fecha está integrado por el diputado Cristian Ritondo (PRO) y la senadora Carolina Losada (UCR); el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo; Gerardo Martínez de la Uocra; el titular de la UIA, Martín Rappallini; y los ministros Guillermo Francos y Federico Sturzenegger. Allí se discutieron la mentadas «reformas estructurales» que tanto ansía la clase capitalista. Nuevamente, los representantes de diferente signo político dieron muestras de su colaboracionismo con Milei.
Según trascendidos, el gobierno se propone incluir en dicho consejo a los mandatarios provinciales que firmaron el Pacto de Mayo hace un año atrás. Quiere acordar con los gobernadores el tratamiento de las reformas laboral, previsional e impositiva, y, de ese modo, asegurarse los votos en el Senado. Como moneda de cambio, posiblemente les ofrezca coparticipar un mayor porcentaje de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) e impuesto a los combustibles.
Que el Pacto de Mayo haya aglutinado a gobernadores de todas las fuerzas políticas del régimen, incluido el peronismo (Jalil, Zamora, Sáenz, etc.), habla de una voluntad común en impulsar una ofensiva a fondo contra las conquistas del pueblo. Finalmente, como los capitalistas por ahora eligen a Milei para llevar adelante sus aspiraciones más profundas, los partidos que defienden los intereses de esta misma clase social se pliegan a ese rumbo.
La reforma laboral constituye un objetivo estratégico de la burguesía, que apuesta a recomponer su tasa de ganancia superexplotando a los obreros. Busca abaratar la mano de obra eliminando las indemnizaciones, el aguinaldo y las licencias e imponiendo cláusulas de flexibilización como la polifuncionalidad y el presentismo. Pretende hacer pasar esta agenda restringiendo el derecho a huelga, como se verifica con el decreto 340, que establece una dictadura patronal al interior de la los lugares de trabajo. Cabe destacar que barrer con los convenios colectivos no destraba las inversiones ni detiene la fuga de capitales, solo garantiza un retroceso en las condiciones de vida de la población trabajadora.
Esta coincidencia programática explica que la iniciativas parlamentarias de La Libertad Avanza hayan prosperado pese a ser minoría en ambas cámaras. Con los votos de la oposición patronal se aprobó la Ley Bases antiobrera, se ratificaron los vetos presidenciales al financiamiento universitario y al aumento jubilatorio y el inconstitucional DNU 70 nunca fue derogado. El peronismo, a su vez, dirige las centrales obreras y la mayoría de los sindicatos y se vale de esas posiciones para desorganizar las luchas que emergen en el movimiento obrero, sometiéndolas al aislamiento. Tal es así que la CGT envió a un representantes suyo – al burócrata Gerardo Martínez- para integrar el Consejo de Mayo, donde se pergeñan las reformas flexibilizadoras.
A la luz de la experiencia recorrida, corresponde impugnar la estrategia del PJ -kirchnerismo incluido- que llama a frenar los planes del Milei a través de las urnas votando por listas opositoras para que amplíen su representación parlamentaria. Lo cierto es que en el Congreso predomina una política de colaboración con el gobierno, en contra de las mayorías.
Así las cosas, si queremos derrotar las reformas reaccionarias en carpeta no podemos subordinarnos al calendario electoral depositando esperanzas en que el Parlamento las voltee. Por el contrario, es necesario emprender el camino de la movilización callejera, organizándonos desde las bases en cada lugar de trabajo. Sin ir más lejos, fue la rebelión popular del 14 y 18 de diciembre de 2017 la que obligó a Macri a archivar la reforma laboral que tenía prevista.
La tarea es unificar las luchas en curso y sobrepasar las trabas que imponen las burocracias sindicales. Milei viene por todo, hay que echarlo mediante un levantamiento generalizado.