Por Carlos Tórtora.-

Con muchas variables abiertas y que pueden ser decisivas, Mauricio y Jorge Macri están avanzando en el diseño de la elección porteña de legisladores nacionales del 26 de octubre. El problema central es uno solo: si habrá o no una alianza con La Libertad Avanza. En lo sustancial, casi todo parece pasar por el acuerdo sobre una candidatura, la segunda para senador nacional, o sea el que secundaría a Patricia Bullrich en la boleta. Si Javier Milei acepta que el segundo senador sea del PRO, los Macri firmarían un acuerdo, aun cuando sólo se aseguren un par de diputados nacionales.

En caso contrario, al PRO no le quedaría otra que competir con LLA y apostar a que no quedarán terceros, detrás de LLA y el PJ.

Esta opción está obviamente muy sujeta a lo que ocurra en Buenos Aires en las próximas semanas. Si la negociación que está llevando adelante Cristian Ritondo entra en crisis y varios intendentes del PRO, cansados del destrato de Karina Milei, optan por cortarse solos y presentarse sin el PRO, la crisis podría cruzar la General Paz.

Para tener una idea de lo complicado de la situación, si la Libertad Avanza le ganara la elección de septiembre al PJ, tendría un trato más despectivo con el PRO porteño. Pero esto no ocurrirá, porque el cierre de listas en Capital será 48 horas antes de la elección provincial.

Es decir que los acuerdos porteños serán previos a la votación bonaerense.

En la cuerda floja

Lo que no pueden permitirse los Macri es salir terceros en la Ciudad. Si esto ocurre, habría una debacle y Jorge Macri perdería toda chance de ser reelecto como jefe de gobierno en el 2027.

Como ya es sabido, está siempre la variable de que Mauricio termine siendo candidato a senador, pero podría perder con Bullrich y ser electo por la minoría. Un riesgo que no parece dispuesto a correr.

De un modo u otro,la elección porteña será con seguridad fuertemente influida por lo que surja de las urnas en septiembre en Buenos Aires.

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