Por Hernán Andrés Kruse.-
El 12 de Julio se conmemoró el bicentésimo octavo aniversario del nacimiento de un eminente escritor, poeta y filósofo estadounidense. Henry David Thoreau nació en Concord (Massachusetts) el 12 de julio de 1817. Entre 1833 y 1837 estudió en el Harvard College. Luego de graduarse retornó a su hogar natal en Concord. Ahí conoció a Ralph Waldo Emerson, quien se interesó mucho por don Henry David. Por su intermedio, Thoreau conoció a William Ellery Channing, Margaret Fuller, Amos Bronson Alcott y al famoso Nathaniel Hawthorne. Publicó su primer ensayo (Aulus Persius Flaccus) en The Dial, un periódico trimestral. En abril de 1841 se instaló en la Casa de Emerson. Durante los próximos tres años sirvió como tutor de los niños. En 1844 él y su amigo Edward Hoar provocaron un incendio de manera accidental que consumió 300 acres de Walden Woods. En 1845, por consejo de Ellery Chaning, comenzó un experimento vital que duró dos años. Lo que hizo fue vivir en una pequeña casa que había construido en tierra que le pertenecía a Emerson situada en un bosque de repoblación alrededor de las costas de Walden Pond.
En julio de 1846 Sam Staples, recaudador de impuestos local, le pidió que pagara seis años de impuestos atrasados. Se negó aludiendo a su postura contraria a la intervención de Estados Unidos en México y a la esclavitud. Luego de pasar una noche en prisión fue liberado. Pero lo hizo contra su voluntad ya que consideraba que “bajo un gobierno que encarcela injustamente a cualquiera, el hogar de un hombre honrado es la cárcel”. En 1848 publicó “Desobediencia civil”, en el que deja en claro su visceral libertarismo. El ensayo ejerció una gran influencia en León Tolstói y en Mahatma Gandhi, y fue publicado por Elizabeth Peabody en The Esthetic Papers (mayo de 1848). En 1854 publicó “Walden, o vida en el bosque” en el que narra los dos años y dos meses que estuvo solo en Walden Pond. Murió el 6 de mayo de 1862. Tenía 44 años (fuente: Wikipedia, La Enciclopedia Libre).
Buceando en Google me encontré con un ensayo de Theodore Dreiser titulado “El pensamiento vivo de Thoreau· Se trata de la introducción que el autor hace a su compilación de Thoreau, traducida por Luis Echávarri, en El Pensamiento Vivo de Thoreau (Losada, Buenos Aires, 1944).
“Cuando pienso en la filosofía y en los filósofos que se alinean a través de los siglos desde la Grecia primitiva hasta nuestros días, me impresiona el hecho de que todos ellos son hombres de genio, a los que conmueve temperamental y profundamente, como a los poetas, el fenómeno de la vida que les rodea. Y en ese sentido, y únicamente en ese sentido, es decir, temperamentalmente, luchan con el porqué y el cómo de las cosas. Pues sabemos, por supuesto, que la ciencia, en su acercamiento técnico o práctico a los fenómenos de la existencia, ha abandonado desde hace mucho tiempo casi todas las esperanzas en una respuesta al porqué de las cosas y se ha concentrado en el cómo de lo que se produce a nuestro alrededor. Así Galileo, por ejemplo, en una época tan temprana como el siglo XVI, preocupado por el problema todavía no resuelto de si la tierra atrae a todos los cuerpos con la misma fuerza o velocidad, hizo un experimento dejando caer cosas de diferentes pesos desde lo alto de una torre y descubrió que todas llegaban al suelo al mismo tiempo; y también que para llegar al mismo tiempo no requerían que se las empujase, se las arrastrase o se obrase sobre ellas de otro modo que con la sola fuerza de atracción que existe en la tierra.
La cosa era sencilla, al parecer, y, sin embargo, antes de comprobar esos hechos primarios los hombres habían pasado centenares de años haciendo observaciones. Y el fenómeno de la gravitación en forma de ley no fue establecido por Newton hasta muchos años después, en 1666. Desde entonces se ha procedido en la ciencia casi exclusivamente para relacionarla con el cómo y no con el porqué. Al mismo tiempo, el filósofo y el soñador o poeta, mientras se aprovecha de la ciencia, y en ocasiones obra de modo idéntico que el hombre de ciencia, nunca ha dejado de interesarse por el misterio del porqué, por el cual se ha sentido atraído incesantemente. Pues por él reside, por supuesto, esa energía de la materia que llena todo el espacio. Existen diversas leyes por las cuales se regulan las diferentes formas de la energía de la materia, o mediante las cuales se describe su naturaleza inherente, y a las que, en consecuencia, se conforman voluntariamente.
En otras palabras, o bien son reguladas por algo (Dios es una palabra que se utiliza con frecuencia para describir ese algo, así como también Espíritu, Brahma, Esencia Divina o Fuerza) o, estando todo en todo en el espacio y en el tiempo, son, colectivamente, el equivalente de ese algo imaginario. Y ya se regulen a sí mismas o no, sin embargo se acomodan a las leyes que constituyen el equivalente de la auto-regulación y, por tanto, de la esencia o espíritu que se supone existente en otra forma y que se encarga de animarlas y conformarlas. Por medio de lo que son y lo que hacen expresan su carácter y su ser últimos.
En cuanto a nosotros, como evocaciones reactivas de lo mismo, solo podemos hablar de ellas como del universo. Y solamente se les puede atribuir las leyes y las acciones que han sido comprobadas científicamente. Todo lo demás debe ser evitado o ignorado. Pues hoy día los científicos insisten en que las generalizaciones filosóficas deben fundarse en los resultados científicos. Queda suprimida toda conversación sobre una fuerza o espíritu regulador, y por lo tanto legislador o directivo supremo. No hay un Dios o Espíritu conocido. No puede ser descrito científicamente en foto, ni siquiera en parte. De aquí la confesión inconsciente del fracaso científico, y aun la confusión en el título del cuerpo comprobado pero inseguro de datos históricos, biológicos, químicos y físicos que incluyó Ernst Haeckel en su obra, verdaderamente grande, El enigma del Universo. De aquí también la manera prudente y reservada de los hombres de ciencia de todas partes que comentan cómo la aparente universalidad de la ley, estado o condición, físico o químico, existe en una porción del espacio tanto como en un sistema sideral. Incluso el espacio-tiempo, que ahora se supone relativo, es por lo tanto más o menos una ilusión.
No obstante, junto a todo eso, en todas las ramas de la ciencia, hay una referencia constante e invariable al pensamiento creador o deducción por medio de la sensibilidad nerviosa, aumentada con respecto a los datos que tienen ya largo tiempo de existencia, como si el hombre, evocación de ese universo incomprensible de materia-energía, espacio-tiempo, pudiera ser creador individual y mentalmente, mientras que aquello de que procede no puede serlo. En este punto es donde el filósofo científicamente informado, pero mentalmente no creador, que pregunta el porqué se aparta de los científicos de los laboratorios y de los calculistas de mentalidad matemática de las bibliotecas y universidades que se limitan a preguntar el cómo. Pues él continúa preguntando porqué. A pesar de todo su conocimiento del cómo, la ciencia no puede decir el porqué. Además, parte nerviosamente de la tímida sugestión de que el hombre, dotado como un aparato químico o físico de fuerzas exteriores para sintetizar y responder a esos estímulos que llueven sobre él, puede no ser más que un aparato de radio o de televisión… y que lo mismo puede ser cierto con respecto a los animales, los insectos y los vegetales.
En resumen, que así como una estación de televisión distribuye las voces, los colores, las formas, los movimientos y las ideas o pensamientos por medio de sonidos y de gestos, así también ciertas fuerzas extraplanetarias pueden ser difundidas en este planeta por medio del hombre y de la vida humana. Esto, por supuesto, lleva a una conclusión lógica a la gran masa de datos que tienden a demostrar que el hombre es una herramienta o instrumento cósmico. Pero nuestro mecanicista científico se niega a llegar hasta ese punto. Alega que todavía no ha reunido suficientes datos que justifiquen una deducción tan esotérica. Debemos esperar. No menos cree el idealista en la ley cósmica –y en los procesos semejantes a los mentales que le acompañan– en el genio de la ingeniería o de la técnica que acompaña a la construcción, el funcionamiento, la persistencia y la disolución de todo lo que existe en este planeta. Supone que ello puede ser la obra de alguna fuerza superior en el continuo materia-espíritu-espacio-tiempo, por ejemplo, algo que habita y dirige aquello que en todas partes aparece como materia-energía dirigida; en otras palabras, algo que planea lo que hace y debe hacer la materia-energía.
¡Ay, aquí está la dificultad! Pues eso sería un Dios, de cualquier modo que le llamemos. Y si introdujésemos en el cuadro el bien o el mal, puesto que el hombre siente que ambos se encuentran ciertamente en el cuadro o proceso, puesto que los encuentra aquí, entonces, por lo menos en su pensamiento, esa superfuerza o intelecto o mente sería el autor de ambos. Pero aquí uno cruza nuevamente el reino del filósofo especulativo, del idealista o del soñador o visionario, que, por lo menos en algunos casos, prefieren estudiar cuidadosamente los datos que ha reunido la ciencia y que, desde esa posición ventajosa, insisten en que los datos ya reunidos indican la existencia y la dirección de un maestro semejante, que su naturaleza y su espíritu están escritos o expuestos completamente en lo que el hombre siente de sí mismo, así como en las herramientas y guías que su creador ha producido para él.
Pero, por supuesto, hay una tercera conclusión y es que todo nuestro interrogatorio no es más que una pura insensatez. En el universo no puede haber más que un solo proceso. Una ecuación eterna puede ser la verdadera naturaleza de las cosas. El individuo de época más reciente que me ha interesado en relación con este problema es Henry David Thoreau, el solitario de Concord, a quien durante tanto tiempo no se consideró de manera alguna como un filósofo, sino más bien como un naturalista, ensayista, poeta en prosa y amante de la Naturaleza y, en el mejor caso, con algunas opiniones excéntricas sobre la sociedad por la que se encontró rodeado y que, en su mayor parte, decidió ignorar. En realidad, y en el sentido estricto o académico de la palabra, Thoreau no puede ser considerado como un filósofo. No parece haber pensado una sola vez en arreglar o compilar sus ideas en relación con el problema de las cosas y de sus causas; aquí en la tierra o en el espacio-tiempo, a la manera de Spinoza, o de Kant, o de Hegel, o de Spencer. Que es autor de pensamientos, así como de la mayor parte de las deducciones definitivas, en relación con la mayoría de las materias que tratan los pensadores especulativos de nuestra época, resulta evidente de los catorce volúmenes de notas que dejó publicados, para no hablar del Walden, o de A Week on the Concord and Merrimack Rivers (Una semana en los ríos Concord y Merrimack), o de sus cartas y ensayos.
Aunque sus pensamientos están diseminados confusamente, a través de estos volúmenes y de los veintidós años de su vida de escritor, y abarcan la escala de la mayoría de los problemas, en nuestra época ya estereotipados, de la vida o de la materia-energía en el espacio-tiempo, no obstante, si los lectores se interesan lo bastante por ellos, pueden recopilarlos ellos mismos, como yo lo he hecho, o he intentado hacerlo, en este volumen. Y aquí, como pueden verlo los lectores, le encontrarán tratando de la inteligencia en la naturaleza, de la forma en la naturaleza, del tiempo, del cambio, del conocimiento y de su origen y limitación, de la belleza y el arte, de la verdad y el error, de la realidad y la ilusión, del problema de la moral, de la voluntad libre o controlada, de las emociones, del bien y del mal en sentido cósmico y de la crueldad, de la sociedad, la religión, la justicia, la muerte y hasta de la vida futura.
Pero no encontrarán esos pensamientos en el orden en que yo los he dispuesto. Y de ninguna manera en la forma de pensamientos completos que sugieren los títulos y temas subordinados que yo les he puesto, sino en una variedad y una profusión mucho mayores que lo que es posible indicar en una selección arbitraria y abreviada como la presente. Pues Thoreau, sabio-poeta, que poseyó al mismo tiempo la energía inmensa del investigador y la del soñador, estuvo llamado constantemente a la puerta del misterio durante todos los días de su vida, restringida tanto material como temporalmente (murió a la edad de 45 años). Aun más: permaneció siempre fascinado ante la belleza de la vida. En realidad, aunque en su mayor parte no pudo más que insinuar la probable evolución de algunas de sus maravillas (escribió antes que Darwin), y señalar las reglas o leyes aparentes que rigen la forma, el crecimiento, las luchas, la decoración y la persistencia de todas ellas, no obstante, casi todo lo que dijo llega hasta nosotros como un canto, el canto de una fuerza mística que toma la forma de la belleza.
Por supuesto, de joven estuvo prácticamente envuelto en la atmósfera de Concord y de la trascendental Nueva Inglaterra, la misma atmósfera que originalmente hizo de Emerson un sacerdote. Nacido en Concord, Massachusetts, en julio de 1817, fue convirtiéndose gradualmente en parte y parcela de una ciudad que en aquel momento comenzaba a adquirir prominencia intelectual como sede cultural del pluralismo de Nueva Inglaterra. Realmente, en la época en que cumplió los treinta y un años de edad estaba ya eclipsado en la opinión de un público que apenas le conocía —y cuando le conocían o le comprendían— por Emerson, Hawthorne, Longfellow, Bronson Alcott, William Ellery Channing. Thoreau llegó pronto a confundirse con esos hombres, para mal de América a la larga. Pues en él, a mi modo de pensar, tanto filosóficamente como desde el punto de vista de la poesía exquisita en forma de prosa, se halla lo mejor que podía mostrar la Nueva Inglaterra de aquella época. Y por fortuna, aunque la crítica privada de su tiempo y aun la posterior disminuyó mucho sus méritos, y aunque se le consideró como un imitador, incluso simiesco, de Emerson y como pretendiendo más de lo que justificaban sus méritos, el genio rico, si bien retraído y ascético de este hombre ha llegado a ser comprendido cada vez más en lo que vale, como una contribución realmente importante y altamente poética a los fundamentos metafísicos de la filosofía, así como a los datos de la ciencia.
Sus opiniones comparten un poco, pero más o menos en un sentido elegante, las creencias de los trascendentalistas, es decir, la existencia de un super-alma y la teoría hegeliana de la acción refleja de la inteligencia natural en la Naturaleza, la visión del ideal, etcétera. Pero este aspecto de su pensamiento es más o menos superficial y muy alejado de su contenido. En realidad, su pensamiento estaba notablemente libre de “influencias” de personalidades, libros, etc. Sin duda, en Harvard y en su patria estudió a los clásicos griegos y romanos, a los poetas ingleses y algunas escrituras orientales, para no hablar de Emerson, amigo de toda su vida, y de Carlyle. Pero ninguna de estas influencias puede compararse con su profunda reacción poética frente al paisaje natal que le rodeaba y al que convirtió en materia de sus escritos. Especialmente en común con los transcendentalistas así como con otros muchos filósofos “morales” y “románticos”, puede decirse que comprarte estas dos creencias: 1) que la contemplación solitaria de la Naturaleza origina la armonía con la fuerza espiritual que creó el mundo, y 2) que lo que es cierto lo es con referencia a la intuición.
Por supuesto, John Foxe tuvo ese mismo pensamiento, y después de él los Amigos o Quákeros. También lo tuvo John Woolman, a quien se parece Thoreau en muchas de sus solitarias deducciones íntimas. También lo tuvieron Buda, Jesús y Lao-Tsé. Pero aunque pueda ser ése su método confesado por él mismo, ¡cuán completamente diferentes son sus resultados! En él no existe un sistema moral a priori. Substituíd la compulsión o la necesidad interna por la intuición, y una reacción sensorial muy fina, casi telepática, por la intimidad o contemplación, y quitaréis a su método toda la verbosidad vaga e irreal que constituye el método usual para asegurar los fines morales y sociales predeterminados antes de la aplicación de dicho método. Éticamente, su intuición o su honestidad, su frugalidad naturalmente impecable, y su sentimiento de obligación para con la vida y la sociedad, dada su existencia en la tierra, no hacen más que excitar su deseo de cumplir su deber. Quería pagar a los que se habían preocupado por él en su juventud lo que podía deberles, y además conducirse de manera que ejemplificase los principios que sentía existentes en la Naturaleza.
También deseaba permitirles que criticasen, justamente a su parecer, otros principios de la sociedad en general por cualquier relajamiento que pudieran manifestar con respecto a una posible estructura social que sintetizase todo lo que consideraba justo y constructivo y, por lo tanto, recomendable. En este sentido me recuerda a algunos de los caracteres más dignos de atención de la historia: Diógenes con su linterna, Cristo con su renuncia a todo pensamiento para el mañana, lo que se ha de comer o cómo se ha de vestir; Buda, caminando desde su palacio hasta el árbol Bo; San Francisco, con su imitación de Cristo; Tomás de Kempis, igualmente; o, para acercarnos más a nuestra época, Juan Huss, John Foxe, John Bunyan y John Woolman. Todos esos hombres se sintieron atraídos por la belleza y el misterio de la vida, por la alegría y el dolor, la ignorancia y la sabiduría, el bien y el mal, el nacimiento y la muerte. Y todos ellos trataron de encontrar en la vida algo superior a las estructuras técnicas para resolver el dolor huérfano de quien no está dispuesto a creer que solamente en la muerte y con la muerte se verá liberado de todos sus males e injusticias.
¡Triste historia, amigos! En cuanto a mí, puedo decir libremente que entre todas mis lecturas filosóficos y científicas de los años recientes, desde Demócrito hasta Einstein, esas notas diseminadas de Thoreau me impresionan como más iluminativas, no de los resultados y provechos prácticos de la ciencia (que han conducido en nuestra época a una masa cada vez más complicada de materiales, así como a estructuras mentales o ideacionales, con sus consiguientes compulsiones a mayores habilidades, tanto físicas como “mentales”, hasta el punto de que casi pueden perjudicar si no destruir el mecanismo humano que tiene que entendérselas con ellas) sino de las implicaciones de los resultados científicos o de la cosmología. Pues Thoreau, así como Loeb y en nuestros días Einstein, y en realidad toda la ciencia moderna, considera al hombre y a la vida, química y física, como dirigidos, pero en el sentido puramente mecánico. Una ley inmutable nos rige a todos.
Sólo que él no estaba dispuesto, como otros muchos, a clasificar el proceso como mecánico y detenerse en ello. Prefería, o más bien, pudiera decir, se veía obligado por sus reacciones sensorias frente a todas las cosas, a considerarlas como un mecanismo oscuramente consciente dirigido por un algo superior y penetrante que no solamente las ha producido, sino que, como la fuerza centrípeta o esencia en el corazón de un átomo que impide que sus electrones giratorios se escapen tangencialmente hacia fuera, las mantiene en su lugar y en orden. Así afirma en Walden: “No estamos completamente envueltos en la Naturaleza. Pero ser el madero que arrastra la corriente o el Indra que lo mira desde el firmamento”. Y añade en la misma página: “Por intensa que sea mi experiencia, tengo consciencia de la presencia y la crítica de una parte de mí mismo, que, como tal, no es una parte de mí mismo, sino un espectador, que no comparte mi experiencia sino que toma nota de ella y que no es más yo que tú”. Y también en la misma página: “Yo sólo me conozco como una entidad humana, como la escena, por decirlo así, de pensamientos y afectos y me doy cuenta de cierta doblez mediante la cual puedo permanecer tan alejado de mí mismo como de otro”.
Lo cual, como pueden ver los lectores, está lejos de que Thoreau se considere a sí mismo como una máquina sin voluntad ni pensamiento, sino más bien, posiblemente, como el habitante de parte de una máquina o instrumento construido por otro —llamémosle el fabricante de todas las máquinas conocidas por el hombre—, en la cual uno puede residir pero no dirigir, puesto que está allí, como dice Thoreau, solamente como “espectador, sin compartir la experiencia”. Y, como para remachar esa conclusión del hombre-máquina, añade (The Week): “Nuestros sentidos actuales no son más que los rudimentos de lo que están destinados a ser”. Lo que no se parece a lo que dice Henry Ford: “Esperad a ver mi modelo de 1940. Tendrá de todo”. Estoy seguro de que parecerá que quiero atribuir a Thoreau un conocimiento ultramoderno y ultramecánico del problema del misterio de la Naturaleza, pero sucede así porque estoy seleccionando a ese respecto unos pocos de sus comentarios más esenciales relativos a ese problema particular, y dejo de lado los vagabundeos sin término de su inteligencia exploradora a través de todas las fases de la especulación filosófica, desde la falta de voluntad hasta el libre albedrío, desde una dirección casi divina hasta la suficiencia mecánica accidental.
Realmente, habiendo leído alrededor de 2.400.000 palabras de ese material seleccionado, me parece como si Thoreau hubiera vivido una especie de ciclo, yendo desde un extremo de descripción natural concreta y fuertemente colorida hasta el otro extremo de la profundidad más vaporosa, más enorme. La única imagen con la que se me ocurre compararle es con la de un dios que volvió en el origen del mundo y que reaparece en Thoreau para recordar algo de lo que es la inteligencia en la Naturaleza. Ahora me parece que casi todos sus comentarios sobre los hombres y la sociedad, el aspecto vengativo y crítico de su naturaleza, sus opiniones morales, no son de ninguna manera realmente esenciales para su grandeza, sino tan sólo necesarios para los límites superficialmente físicos de su ser.
Tengo la sensación de que estuviera sacando agua de algún manantial maravilloso, musical, lírico, que era vida y que es un sueño. Es la misma suposición que se sostiene con respecto a la poesía y a la música, lo mismo que se le ocurre a uno cuando considera el arte arcaico, como las figuras de los animales en las cuevas de Francia y España, los mitos griegos: el optimismo, la grandeza de la visión de un universo ilimitado e inconquistable, precipitándose y resonando furiosamente y al mismo tiempo sin ruido. Esta sugestión de fuerza, de algo oscuro y hermoso, intrépido, que no admite el pensamiento — todo en una sola cosa—, eso es lo que él insinúa de la Naturaleza. En eso es en lo que para nada cuentan sus inconsecuencias, porque, tal como yo lo veo, su origen es inconsistente. Por eso rechaza con un fervor mayor del necesario para un dios todas las acciones de los hombres que les obstruyen su visión.
Parece haber apartado algo cuando se sienta en la ladera de una colina y observa el firmamento, el sol y las estrellas, los árboles y los pájaros. El origen de todos ellos es lo que él siente, la pasión por lo que en otro sentido es pura relatividad. En lo que parece disparatado no hay más que una negación de ese sentimiento de la Naturaleza en él mismo o en los otros. Aunque a veces parece serlo, o asegura que es, Thoreau no es triste, su visión no le crucifica, porque parece más que un hombre, y al mismo tiempo se siente perfectamente contento de saber que su universo no es más que lo que él puede ver. Dice una y otra vez: El universo existe para mí. Sabe eso por instinto y quiere obtener de ello todas las sensaciones que le sea posible. Y como es más primitivo que moderno, es más sensible que social, más optimista que pesimista. Entiendo por primitivo a alguien que depende menos de los hombres que la mayoría de sus semejantes en nuestros días, y que puede ver más allá de una raza, una época o el momento actual y alabar el todo.
En realidad, en varios lugares comenta desdeñosamente las ventajas para la inteligencia o el conocimiento del uso del microscopio y de otros instrumentos semejantes. Por ejemplo: “Toda ciencia no es más que un expediente, un medio para un fin que nunca es alcanzado… Toda descripción es pospuesta hasta que conocemos el todo, pero entonces la propia ciencia debe dejarse de lado. Pero las expresiones espontáneas de deleite que provoca en nosotros cualquier objeto natural son algo completo y final en sí mismas, puesto que toda naturaleza debe ser considerada en relación con el hombre. ¿Y quién sabe hasta qué punto pueden acercarse a la verdad absoluta semejantes afirmaciones inconscientes?” O también: “Cuando se miran las cosas con un microscopio comienzan a ser insignificantes. Descritas de ese modo son tan monstruosas como si fuesen magnificadas en mil veces su tamaño. Supongamos que veo y describo a los hombres y a las casas y a los árboles y a los pájaros como si fueran un millar de veces mayores de lo que son. Con nuestros instrumentos de observación alteramos el equilibrio y la armonía de la naturaleza”.
Pero esto no es todo. Supongamos que adoptamos la antigua pero todavía discutible suposición o conclusión, como se quiera llamarla, de que no existe el libre albedrío. Para conocer la conclusión que tenga Thoreau a este respecto véanse las páginas tituladas Libre Albedrío, necesidad, en la siguiente selección, pero permítaseme anotar aquí lo siguiente: “Ante todo, un hombre debe ver antes de poder hablar”. “Quien produce una obra perfecta obedece a leyes todavía inexploradas”. “Repetidamente me veo atraído por ciertas personas que luego me decepcionan”. “Compruebo que algunos hombres pueden nacer para un estado intelectual al que llegan otros hombres en la edad madura por la decadencia de sus facultades poéticas”. “Es ciertamente infortunado el descubrimiento de una ley que nos ata cuando no sabemos que estamos atados”. “Es inútil escribir sobre temas elegidos. Debemos esperar a que ellos hayan encendido una llama en nuestra inteligencia”.
O supongamos que trata ese tema tan gastado con el tiempo por las discusiones, el problema del conocimiento, y le dejamos hablar: “A los dioses nunca les conviene dejar a un hombre en el mundo informado de alguno de sus secretos. No pueden tener aquí a un espía. Lo expulsarán inmediatamente. ¿Cómo podéis caminar por la tierra si veis a través de ella?” “Veremos poco si necesitamos comprender lo que vemos. ¡Cuán pocas cosas puede medir un hombre con la medida de su entendimiento!” “Cuando miramos a las estrellas, nada de lo que han dicho los astrónomos tiene relación con ellas, pues son tan simples y tan remotas. Su conocimiento (el de los astrónomos) produce la sensación de que es completamente terrestre y se refiere únicamente a la tierra. Hace suponer que ocurre lo mismo con todos los objetos…; nuestro supuesto conocimiento de ellos es igualmente vulgar y remoto”.
O, si así lo preferís, ved cómo se explica para demostrar que la Naturaleza es la inteligencia, que el hombre y todas las cosas no son más que simples vaharadas de una sabiduría infinita, estética e incluso emocional, la sabiduría emocional que Eddington parece sugerir como característica del átomo y, siendo así, de los electrones y protones que componen el átomo; y siendo así, de la fuerza central centrífuga que mantiene en su lugar a los electrones y protones contra toda otra atracción exterior atómica. “¿Quién nos situó dotados de ojos entre un mundo microscópico y un mundo telescópico?” “El trueno no resuena todas las noches y yo no conozco exactamente su ley… No obstante, tiene su ley, a la que rinde obediencia cuando debe hacerlo, tan seguramente como se abren los capullos en la primavera. Pues la tierra está completamente viva y cubierta de antenas sensibles, de papilas”. “El mismo césped está lleno de mecanismos mucho más finos que el del reloj, y sin embargo ha sido colocado bajo nuestros pies para que lo pisoteemos. El proceso que se desarrolla en el césped y en secreto, en las minúsculas fibras de la hierba –el químico y el mecánico– en una sola brizna verde, puede aparecer sobre el pasto marchito y si pudiera ser descrito adecuadamente suplantaría a todas las otras revelaciones”. “Amo los pájaros y los animales porque son mitológicamente serios. Veo que el gorrión pía y revolotea y canta de acuerdo con el gran universo; que el hombre no se comunica con él, que no comprende su lenguaje, porque no es uno con la Naturaleza”.
05/09/2025 a las 4:03 PM
¿Cuando vas a rememorar a Adolfo el Grande almorzando en Birkenau?
05/09/2025 a las 4:42 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Cuatro dudas sobre una elección crucial
Claudio Jacquelin
Fuente: La Nación
(*) Notiar.com.ar
5/9/025
En la recta final hacia la elección bonaerense el oficialismo nacional de la Libertad Avanza (LLA) y el oficialismo provincial de Fuerza Patria (FP) avanzan con tal incertidumbre que no pueden asegurar si están al borde de la cima o del abismo.
“Hay un empate técnico”, dijo Javier Milei, anteayer, en el acto de cierre de la LLA. “Las diferencias están dentro del margen de error”, afirman en el entorno de Axel Kicillof. “Está muy polarizado”, agregan en ambos extremos.
Son definiciones que repiten los encuestadores más confiables, aunque en todos los casos la escasa y para nada decisiva diferencia se da en favor del peronismo. Y en el cuánto está el todo.
Cuatro son las causas por las cuales nadie arriesga un pronóstico, más allá de lo que arrojan los fríos números, que en algunos casos dan alguna diferencia a favor del peronismo, para superar ese supuesto “empate técnico” o estar por encima del “margen de error”, el cual en casi todos los sondeos se ubica en torno del 1,5% y el 2%.
El ausentismo que, con poquísimas excepciones, se ha convertido en una pronunciada tendencia en las elecciones provinciales de este año, es la mayor duda que albergan los dirigentes políticos y los consultores de opinión pública. Todos dan por hecho que será récord también en estos comicios.
“Entre los que responden las encuestas son demasiados los que dijeron que no tienen decidido aún si irán a votar. Como nunca”, se lamenta y previene un consultor con vasta experiencia en el territorio bonaerense, cuyo penúltimo sondeo (está cerrando hoy el último) le dio poco más de dos puntos de ventaja a FP.
En las cercanías de Karina Milei y Sebastián Pareja, los armadores libertarios, y en el entorno de Kicillof y de varios de los principales intendentes peronistas de la primera y la tercera sección electoral (reúnen más del 70% del padrón provincial) coinciden casi palabra por palabra con esa advertencia.
La segunda de la incógnitas se funda en los últimos tropiezos del Gobierno. Y en ese rubro, se destaca el escándalo de los audios atribuidos al examigo y exabogado de Milei, Diego Spagnuolo, que estaba a cargo de la Agencia de Discapacidad (Andis) y en los que acusa a Karina Milei y a su íntimo colaborador Eduardo “Lule” Menem de recibir supuestas coimas pagadas en la compra de medicamentos a la droguería Suizo Argentina.
Como tercer interrogante, pero tanto o más importante, aparece el impacto que tendría la marcha de la economía, que entró en zona de turbulencias en el último mes.
Luego del fuerte efecto positivo que tuvieron la pronunciada caída de la inflación y la estabilización de las variables, empezaron a registrarse algunos resultados negativos y complicaciones. La lista se compone de la caída de la actividad y el consumo, el empleo estancado y a la baja el retraso salarial en algunos sectores y los recientes aumentos en la cotización del dólar, a pesar de la sideral suba de las tasas de interés, que afecta al crédito. Todos estos ítems están subiendo puestos en el ránking de las preocupaciones de los argentinos.
En cuarto lugar, para sostener la incertidumbre, aparece la bajísima tasa de respuesta a las preguntas de los encuestadores. Según todas las consultoras, solo responde uno de cada cien consultados lo que deja una demografía demasiado grande sin cubrir como para poder trazar un escenario confiable.
¿UNA CONTRAOFENSIVA?
En medio de este escenario complejo, se sumó en la última semana el grave intento de censura por parte del Gobierno para evitar la difusión de escuchas, presuntamente comprometedoras y captadas en forma ilegal, hechas a la hermana presidencial y secretaria presidencial.
Sin embargo, la pretensión de silenciamiento habría tenido un efecto en cierto modo positivo para el Gobierno. Por un lado, tuvo menor impacto negativo que los audios atribuidos a Spagnuolo y, por otro y más importante, logró desalojar de la agenda por unos días el escándalo de las coimas en la Andis, que había tenido una notable penetración, superior al 80% de la población, y un mayoritario repudio por parte de la opinión pública.
Esa consecuencia con saldo, a priori, beneficiosa para el Gobierno abre entre los informados otro interrogante: no solo si logró neutralizar el caso Spagnuolo, sino sobre la autoría de las grabaciones.
La sospecha de que fue hecha por los propios en busca de ese efecto neutralizador ganó volumen ante lo inocuidad de los dichos hasta ahora conocidos de la hermanísima, así como por el maximalismo del planteo judicial. A nadie más o menos avisado escapaba que un pedido de censura y de allanamientos a domicilios de periodistas generaría la repercusión que tuvo. En tierra de sombras, todos son fantasmas.
No obstante, la recuperación de la agenda por parte del Gobierno (aún por malos motivos) fue revertida ayer con la reposición del escándalo de las coimas en la Andis y la acusación de insensibilidad a Milei y los muy suyos con el tratamiento y rechazo del veto presidencial por parte del Senado a la ley de emergencia en discapacidad.
La reinstauración de la norma que el Presidente había vetado mostró, por un lado, un importante apoyo en la calle, que compitió en número con el de los militantes mileístas presentes anteanoche en el cierre de la campaña libertaria en Moreno.
Por otro lado, en el recinto de la Cámara alta el rechazo al voto logró la adhesión de 63 senadores, lo que significa el 87,5% del total del cuerpo, un porcentaje que adquiere mayor relevancia cuando se contabiliza que es la primera vez en 22 años que el Congreso rechaza un veto presidencial.
La abrumadora derrota oficialista muestra la intención mayoritaria de los senadores de quedar a favor de una causa altamente sensible y en contra de una decisión de Milei que afectaba a uno de los sectores más vulnerables de la sociedad. Mucho más luego de que se conociera que al mismo tiempo que se le retaceaban recursos a personas con discapacidad y a sus familias se habrían hecho negocios ilícitos en la agencia encargada de atenderlos, en beneficio de algunas de las más altas figuras del oficialismo. Demasiado.
El abrumador rechazo al veto ratificó, además, la creciente fragilidad legislativa del ya minoritario oficialismo y una preocupante tendencia para este en la superestructura política. Lo destacó con implacable lógica matemática el politólogo Andrés Malamud. “Desde que asumió, el Gobierno enfrentó 34 votaciones legislativas. Hasta marzo 2025 hubo 17, de las cuales ganó 14. Desde abril 2025 hubo 17 y perdió 16. La composición del Congreso no cambió, el daño es todo autoinfligido”, publicó en X hace una semana. Ayer la proporción negativa se amplió: en lo que va de este año el oficialismo fue derrotado en 17 de 18 votaciones.
Ese “daño autoinfligido” que señala Malamud lleva un subtexto que dice que Milei ha sumado muchos más enemigos que amigos durante este año entre la dirigencia política con representación parlamentaria y con dominio territorial. Eso lo convierte en un objeto de estudio por inusual mala praxis: no hay antecedentes cercanos de un gobierno que, manteniendo alto niveles de apoyo social, pierde aliados y reduce, en vez de aumentar, el soporte parlamentario.
Todavía el recuerdo del pasado y el logro de la baja de la inflación y el vacío o la debilidad de representación de sus opositores seguirían impidiendo, hasta ahora, que esa negativa relación de fuerzas (en aumento) se traslade proporcionalmente a las urnas en su contra. Pasado mañana enfrentará una prueba crucial.
Según los estudios de opinión pública, esa fortaleza está siendo desafiada, de cara a las elecciones, por los supuestos escándalos de corrupción revelados, que emparentan al Gobierno con la casta a la que venía a terminar. Eso sin contar, por su menor repercusión, la presencia de conocidos barras bravas en los últimos dos actos proselitistas libertarios. Un hecho que el oficialismo no ha podido explicar y con el agravante de que cuenta en sus filas a dos autopromocionadas cruzadas contra los violentos de la tribuna, como la ministra de Seguridad y candidata Patricia Bullrich y la senadora provincial Florencia Arietto.
ES LA ECONOMÍA
Sin embargo, más consecuencias prácticas tendrían los efectos negativos del programa económico. Pero, como se dijo, el cuánto impactarán en el voto de los bonaerenses es el gran misterio por develar.
“El caso Spagnuolo pegó en parte de los votantes blandos de LLA, pero lo que más está impactando, como siempre, es la economía”, señala una encuestadora que prefiere no divulgar sus números y coincide con tres colegas suyos de buena reputación.
Como dato adicional la consultora advierte que en la provincia de Buenos Aires ha registrado en su última medición una caída en la ponderación de Milei y su gobierno y, al mismo tiempo, una leve mejora en la imagen de Kicillof y hasta en la de Cristina Kirchner, respecto de mediciones cerradas hace dos semanas. Aunque parezca increíble.
Lo que no se anima a augurar la consultora es si esa modificación tendrá correlación en el voto de los bonaerenses, que está altamente polarizado, según todos coinciden.
No obstante, se percibieron en los últimos días ciertos movimientos en los márgenes (muy en los márgenes), que podrían beneficiar levemente a las opciones de izquierda y a las ofertas de candidatos de espacios moderados, como los excambiemitas y los peronistas no kirchneristas.
Al respecto otros dos encuestadores señalan que esas opciones moderadas podrían reducir, en las secciones segunda y cuarta, la ventaja que en el interior de la provincia necesita sacar la lista libertaria para disputar el total. Advierten que en las últimas semanas se consolidó el diferencial a favor del peronismo en la tercera sección (sur del conurbano) y se habría reducido la ventaja que tenía el mileísmo en la primera sección (norte del Gran Buenos Aires).
De verificarse esto, el Gobierno debería conformarse con hacer una buena elección, como dijo el propio Milei. Eso implicaría perder por menos de cuatro puntos para sostener la ilusión de un triunfo en las elecciones nacionales del 26 de octubre, bajo la premisa de que el resultado de pasado mañana representaría el techo de Fuerza Patria y el piso de La Libertad Avanza. La distancia que medie entre uno y otro extremo no solo tendría consecuencias políticas. La interpretación del resultado que hagan los tomadores de decisiones es la mayor preocupación que existe en la Casa Rosada.
Tal vez eso explique que el mileísmo haya optado en las últimas horas por privilegiar como mensaje el pronóstico de una sensible mejora en el número de diputados y senadores con el que contará después de estas elecciones. Un vaticinio imposible de refutar. El punto de partida está demasiado bajo y aún con una derrota sensible la representación parlamentaria crecerá. En cualquier caso seguirá estando en minoría.
En el perokirchnerismo, en tanto, se llega a la recta final con “un ánimo más optimista respecto de hace dos semanas”, según un consultor del kicillofismo. Aunque a las dudas sobre la participación y a la magnitud del rechazo que sigue generando ese espacio se suman los efectos de la disputa interna no saldada. Todos se siguen recelando y muchos temen que los intendentes y líderes territoriales solo pongan todo su esfuerzo para sostener las listas de concejales y sean más renuentes en apoyar a los candidatos a senadores y diputados.
Mileístas y peronistas intentan salir a flote en el mar de dudas que deben atravesar hasta pasado mañana, cuando se develará el misterio de estas cruciales elecciones. Es mucho cuando falta muy poco.
05/09/2025 a las 4:47 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
A Javier Milei se le extravió la ilusión: la reelección sin contrincantes en 2027
Roberto García
Fuente: Perfil
(*) Notiar.com.ar
5/9/025
Perdió Milei. Extravió la ilusión, un símbolo, cierta pretensión futura. Se le perdió el unicornio azul del 2027: la reelección sin contrincantes, la falta de opositores, la alternativa de 4 años más de gobierno con la que soñaba y se jactaba hasta hace dos meses: la perennidad cultural de La Libertad Avanza.
Demasiada soberbia y exaltación, la misma que usa para calificar como el mejor ministro del mundo a ciertos colaboradores, discutibles varias de esas cocardas. Se había convencido, como muchos, de que no aparecían en la superficie rivales de fuste, en particular del kirchnerismo, para enfrentarlo por la Casa Rosada dentro de dos años.
Ni Cristina desde la prisión o su heredero natural, Máximo; tampoco Massa o Kicillof se perfilan con gallardía. Además, Mauricio Macri se ha desentendido de salvar a la patria desde ese cargo y aniquiló a posibles sucesores: Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich.
Por su parte, la UCR ultima su propio velatorio luego de varios años en terapia intensiva. Nada en el horizonte. Tampoco se le concedía relieve a la posibilidad de encumbrar a un empresario como outsider, sea un banquero triunfador o un exitoso tipo Marcos Galperin.
Pero algo ocurrió en el camino al foro ecuménico, imprevisto: en menos de 60 días surgen debajo de las baldosas figuras ambiciosas, treintañeras o septuagenarias. Para todos los gustos.
Sin duda, es la derivación de una monumental crisis política y económica desatada en ese breve lapso y que mañana convierte en importante a un acontecimiento electoral de escasa envergadura. Un comicio en el cual casi nadie sabe a quién vota en la provincia de Buenos Aires y, si conoce a cierto famoso candidato municipal, no ignora que ese aspirante renuncia al día siguiente de ser elegido (ya lo anunció Verónica Magario, por ejemplo).
Comicio en el que se supone será decisivo el poder o aparato de los intendentes, comprometidos en su propia suerte, que en cada distrito puede aportar o garantizar una presencia propia de 20% de los votos. Y como se presagia escasa participación popular, como se sabe, el 20% de 70% no es lo mismo que el 20% de 50%. Importa el aparato en esta ocasión.
De repente, entonces, se abrió la pista para cinco gobernadores que ya se visten de etiqueta (lo cual no les vendría mal ante el vestuario que suelen exponer), convertidos ahora en estrellas para el 2027. Justo los que se unieron cuando ninguno de ellos disponía este año de combustible suficiente para cruzar de una orilla a la otra.
Más: si el propio Javier Milei hubiera sido generoso, hubiese podido asociarse con alguno de ellos. Tema que purgó el domingo pasado: llegó cuarto en la elección de Corrientes cuando podría haber compartido el podio ganador con el radical sui generis Juan Pablo Valdés, que arrasó en la provincia. Saldo: una provincia menos para la administración nacional.
El otro quinteto crisálido se compone, obviamente, de aquellos que enhebró un añejo consultor profesional para constituir Provincias Unidas, una alianza en busca de musculatura en el comicio del próximo 26 de octubre. Con más deseos que potencia, pero Milei, con sus últimos pecados —de acción u omisión—, se encargó de darle anabólicos como si fueran de la Suiza argentina a ese frente invertebrado.
Elevó a sires de posibles presidenciables a Martín Llaryora (Córdoba), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Ignacio Torres (Chubut), Carlos Sadir (Jujuy) y Claudio Vidal (Tierra del Fuego). También se integró al paquete Juan Schiaretti, ex mandamás mediterráneo que, a partir de la Cámara de Diputados desde diciembre, se postulará como hombre de reserva por si el país lo necesita ante una eventualidad institucional. Otro patriota.
Algo así como la garantía que ofrece Miguel Pichetto, ya que nadie apuesta a que si Milei se resfría, la vice Victoria Villarruel pueda suplirlo debido a la fiebre y al catarro consecuentes.
Son candidatos el atrevido y casi cuarentón Torres, a quien Schiaretti dobla en edad, mientras quienes se creen en madura plenitud son Llaryora y Pullaro, este último observado por el “círculo rojo” que siempre está a la búsqueda de un suplente.
Se advirtió mucho interés por el santafesino en la memorable noche de Clarín en el Colón, con un poder de convocatoria del grupo que denota un poder adicional. Con la curiosidad de que el CEO anfitrión, Héctor Magnetto, se preocupó por sacarse fotos con todos los invitados y no publicó ninguna de las instantáneas. Sea como un acto de igualdad democrática o de superioridad napoleónica. Vaya uno a saber.
Hasta ahora, estos gobernadores en modo postulantes participan de un mismo interés y van a tratar de alimentarse con los despojos de un Milei vapuleado por la economía y las denuncias de sus propios funcionarios, más reconocidos como amigos del campeón.
Estaba escrito. No aprendió el mandatario ni cuando despidió a su jefe de Gabinete, el breve Nicolás Posse, al que le reprochó haber hecho “inteligencia” (grabarla) sobre su hermana Karina y algún otro ministro. Un vodevil que se repite ahora con otros protagonistas, vergonzosos, a pesar de que judicialmente no encuadren para ser sancionados.
Parte de una Argentina en la que los medios se han solazado por recuperar videos de otra época, cuando una “orga” de intelectuales filo progresistas se burló de la jueza María Servini con el pegadizo jingle llamado “la jueza Burunburnbundia”, debido a una interpretación de censura previa en el programa de Tato Bores.
Quedó en la memoria la canción, pero no las disculpas que años después le transmitió por escrito a la magistrada, uno de los hijos del cómico. Todo pasa. No siempre para bien.
El tema volvió a la luz por una censura previa que ordenó, en la semana, un juez por instrucción de Patricia Bullrich, necia e inútilmente, sobre unos videos de Karina Milei. Ignorancia infantil sobre el mundo de los medios.
Igual, como todo tiene que ver con todo, los exaltados de ahora se olvidaron de que hubo felicitaciones en años pasados por haber aplicado censura previa a una solicitada a favor de los militares.
En el caso de ahora, en la sagrada defensa por la libertad de prensa se protegió, con intervención de las comisiones pertinentes del Congreso —en un acto de premura envidiable—, a un canal de streaming cuya propiedad, dicen, pertenece al segundo de la AFA, Pablo Toviggino, adláter del intocable Chiqui Tapia. Obvio, adalides de la libertad periodística para la SIP. Corresponde.
Como ambos dirigentes disponen de emprendimientos varios, ahora los reúne otra evidencia, fruto de sus habilidades profesionales: en la Liga Argentina de Fútbol hay tres punteros en cada zona; de esos seis equipos, uno es justamente de Chiqui Tapia, el otro de Toviggino, un tercero de Riquelme y algún otro de un cercano a Kicillof. Quizás son detalles que no son advertidos por la multitud que se queja de los arbitrajes.
05/09/2025 a las 4:53 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Una elección menor que el Gobierno convirtió en un desafío enorme
Ignacio Miri
Fuente: Clarín
(*) Notiar.com.ar
5/9/025
Una elección desangelada para ocupar cargos en uno de los cuerpos legislativos más opacos de la Argentina ganó una importancia política imposible de imaginar hace unos pocos meses. Los políticos, los jueces, los empresarios y los agentes del mercado financiero están casi obsesionados preguntando y preguntándose qué resultado tendrá la elección de este domingo, cuando los bonaerenses voten para renovar parte de la Legislatura provincial, los concejos deliberantes y los consejos escolares de los municipios.
Esa elección no dirá mucho sobre la fortaleza política del Gobierno, excepto porque la suma de los votos que se registren en las ocho secciones en las que se divide la Provincia -no es una elección unificada en todo el territorio porque en cada sección se eligen candidatos distintos a diputados y senadores bonaerenses- será una muy buena herramienta para proyectar en la elección de octubre, cuando se renovará la mitad de la Cámara de Diputados de la Nación y un tercio del Senado.
En ese turno sí se jugará el Gobierno la construcción de una minoría legislativa que le permita defender los vetos presidenciales o los decretos que firme Milei, algo que, según se pudo ver en las últimas sesiones legislativas, hoy no puede hacer la Casa Rosada.
Es cierto que gobernar mediante decretos y vetos no le permite a ningún Presidente establecer reformas económicas o sociales perdurables, porque cualquier cambio en la minoría los convierte en papel mojado y porque medidas tomadas sobre esas bases son muy endebles jurídicamente, pero la política y el mercado consideran hoy que sin esas condiciones mínimas de gobernabilidad, el Gobierno se convertirá en un tembladeral.
La previa de esta elección modesta quedó enrarecida por una serie de tropezones y errores del oficialismo y por la certeza de que las dificultades con las que comenzó Milei su gestión eran enormes.
Este jueves, el Senado consiguió por primera vez anular un veto del Presidente, cuando insistió en la ley que sostiene el financiamiento de las prestaciones para las personas con discapacidad. Esa es la forma que encontró la oposición de destrabar el bloqueo legislativo que había instaurado el Gobierno, y que puede convertirse en el indicio de la debilidad en la que se encuentra el Presidente: no puede condicionar las leyes mediante alianzas en el Congreso y tampoco consigue apoyos para sostener algunos de sus vetos.
El Senado votó otro proyecto que puede ser más inquietante para el oficialismo de hoy, y también para el que surja luego del resultado electoral de octubre: la limitación de los Decretos de Necesidad y Urgencia, el otro mecanismo, además de los vetos, que Javier Milei convirtió en herramienta esencial para gobernar. Una mayoría apabullante de senadores, que juntó al peronismo, la UCR, el PRO y los federales, votó por cambiar completamente los requisitos que debe cumplir un DNU para seguir en vigencia. Si Diputados convierte en ley en texto, un DNU quedará firme sólo si las dos cámaras del Congreso lo ratifican con el voto de la mitad más uno de los legisladores presentes en un plazo menor a 90 días. Para decirlo más claramente: si el texto se aprueba, firmar un DNU será más difícil para un Presidente que hacer aprobar una ley.
05/09/2025 a las 4:59 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
El colmo anarcoliberal: ampararse en un santuario de “la casta”
Daniel Bilotta
Fuente: La Nación
(*) Notiar.com.ar
5/9/025
Javier Milei podría jactarse de haber instaurado el colmo de los libertarios como uno de los hitos supuestamente históricos que se atribuye haber logrado. Después de justificar que se viole abusivamente en las redes cualquier regla de decoro político con el fin de derrotar a lo que denomina “la casta”, censuró la difusión de información que podría perjudicar a su gobierno con un amparo dictado por la Justicia. Uno de los símbolos representativos de aquel grupo presuntamente parasitario al que sindica como responsable del atraso y la decadencia argentina.
El viraje es menos extraordinario de lo que aparenta y se repite en los gobiernos que llegan con turbulencias a las elecciones de mitad del mandato. Esa perspectiva vuelve lógica la transición desde la ingeniería del caos hacia un poder permanente. Sobre todo si el principio fundante del anarcoliberalismo criollo amenaza estremecer con su desequilibrio al triángulo de hierro. Y en especial, a Karina Milei, uno de sus vértices. Es a quien pretende proteger el Gobierno al denunciarse víctima de una operación de espionaje perpetrada en la misma Casa Rosada, ante el juez Alejandro Patricio Maraniello.
Mediante una medida cautelar, Maraniello dispuso que no trascendieran grabaciones obtenidas con esa maniobra y en las que aparecería la voz de la hermana del Presidente. Juez civil y comercial, Maraniello está denunciado en el Consejo de la Magistratura por abuso de autoridad y maltrato, uno de los expedientes que tramita con morosidad la Comisión de Disciplina. Otro juez, Sebastián Casanello, prorrogó por diez días el secreto de sumario en la causa originada por otros audios y en la que se investiga si hubo coimas en la compra de medicamentos en la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis).
El caso involucra a su extitular Diego Spagnuolo, y a los hermanos Emmanuel y Jonathan Kovalivker, dueños de la droguería Suizo Argentina. El fiscal Franco Picardi tiene en su poder los registros de quienes visitaron a los Kovalivker en Nordelta en 2024, una prueba que le permitiría determinar la trazabilidad de los presuntos sobornos. Hay quienes aseguran que si el rumbo de la investigación lo llevara a requerir los registros de 2023, debería toparse con la visita que les habría efectuado Milei entre la primera y la segunda vuelta electoral.
En versiones difíciles de comprobar, se insiste en la supuesta contribución efectuada por los titulares de la droguería a la campaña de La Libertad Avanza. Aunque esta suposición fuese cierta, no forma parte de la hipótesis que investiga Picardi, pero revelaría la inquietante tendencia al desliz del círculo más íntimo de Milei. La misma que se habría manifestado para promocionar en 2021 a CoinX, financiera digital especializada en criptomonedas denunciada por estafas en el Juzgado Federal Nº 4 en 2022.
Su titular, Ariel Lijo, desestimó investigar a Milei y al titular de CoinX, Francisco Hauque. La jueza María Eugenia Capuchetti intenta establecer cómo reunió Hauque los seis millones de dólares que le prestó, y le reclama a Elías Picirillo, supuesto financista detenido y acusado de enriquecimiento ilícito y lavado de activos. El Senado rechazó en abril la propuesta de Milei de que Lijo fuera miembro de la Corte. Dos meses después, la Cámara Federal de Apelaciones apartó a Lijo como subrogante del Juzgado Federal Nº 12 y lo sustituyó con Julián Ercolini.
Ercolini delegó en la fiscal Alejandra Magano la causa Nº 4216, que investiga si Sebastián Más incurrió en irregularidades mientras fue responsable de custodiar el Consejo de la Magistratura. Más fue el director de Seguridad de ese cuerpo y se especula sobre que aprovechó esa responsabilidad para espiar a sus integrantes. Se lo dio de baja cuando se descubrió que sus hijos practicaban secuestros extorsivos y que lo hacían con vehículos oficiales del Consejo de la Magistratura.
Radicada en 2017 en el Juzgado Federal Nº 12, la causa 4216 no registró actividad mientras Sergio Torres fue su titular. Tampoco la registró desde 2019, cuando aquel pasó a ser subrogado por Lijo, el juez federal al que se le atribuye controlar al resto de sus pares en ese fuero, incluido Marcelo Bailaque, a quien la renuncia que Milei le aceptó como juez federal en Rosario eximió del juicio político que tramitaba el Consejo de la Magistratura por la supuesta protección brindada a jefes narcos.
Bailaque no tuvo la misma suerte con la causa penal en que se lo acusa de extorsionar a empresarios en complicidad con Carlos Vaudagna, extitular de la ARCA de esa ciudad. Vaudagna colabora en calidad de arrepentido con esa causa, en cuyas primeras audiencias tuvo asistencia perfecta Otmar Paulucci. Ese llamativo comportamiento de uno de los jueces del Tribunal Oral Federal Nº 1 se explicaría por el aparente temor a lo que pudiese revelar Bailaque. Corina, la mayor de sus tres hijos, que trabajan en la Justicia de Santa Fe, es secretaria del Juzgado Federal de Gastón Salmain.
El Consejo de la Magistratura investiga a Salmain por no haber declarado antes de ser designado que había sido cesanteado como empleado de la Justicia por haber direccionado causas. Paulucci está casado en segundas nupcias con Miryam Rodríguez, la contadora que renunció al cargo de jefa de fiscalización aduanera en ARCA-Rosario el mismo día que Vaudagna hizo pública su condición de arrepentido. Hay quienes insisten sobre la estrecha relación laboral mantenida entre Rodríguez y Vaudagna.
Lo que ocurre en Rosario no debería sorprender. Ni tampoco el giro que podría adquirir la denuncia penal que Patricia Bullrich presentó ante el juez federal de Quilmes, Luis Armella, por los incidentes en Lomas de Zamora durante la caravana proselitista que encabezó Milei. Sobre todo luego de que el periodista Gustavo Grabia identificó a Damián Rosati como el conductor de la moto en la que José Luis Espert abandonó ese acto.
Rosati es uno de los jefes de la barra del club Comunicaciones y está acusado de intento de homicidio en una causa penal que no registra avances. Cristian Frattini viajaba en la camioneta que siguió a la de Milei esa tarde. Frattini es el primer candidato a concejal de La Libertad Avanza en Avellaneda y el responsable de reclutar barras para Sebastián Pareja, el delegado de Karina Milei en la provincia de Buenos Aires.
Frattini fue presidente de Dock Sud y desde ese cargo entró en contacto con barras de clubes del ascenso y de la primera división como Pablo “Bebote” Álvarez y Alejandro “Terremoto” Caiño, del club Independiente. El antecedente de Lomas de Zamora puso en alerta al gobierno bonaerense, en especial por la denuncia que involucra a funcionarios del municipio, pese a que Pareja obtuvo del intendente Federico Otermín la colaboración con la seguridad presidencial que había pedido.
El Ministerio de Seguridad desplegó quinientos efectivos y treinta y cinco motos con doble tripulación para el cierre de campaña de Milei en el barrio Trujui de Moreno. Un acto al que el diputado libertario Ramón “el Nene” Vera llegó en un descapotable alemán. Las imágenes captadas por los dos helicópteros de la policía bonaerense provistos con equipo de filmación infrarrojo deberían facilitar que se determine con celeridad quiénes agredieron con un botellazo a Cristian Mercatante, el cronista de televisión que intentó entrevistar a encapuchados que habrían llegado con la delegación libertaria. De confirmarse este dato, no contribuiría a creer en lo que dijo Milei: “Queremos que los bonaerenses dejen de temer”.